𝖉𝖔𝖘: 𝔰𝔬𝔯𝔭𝔯𝔢𝔰𝔞𝔰 𝔶 𝔰𝔦𝔩𝔢𝔫𝔠𝔦𝔬

No es que a Sooyoung no le importe el aseo de su loft, pero si el sucio no se nota significa que para ella no existe hasta que la acumulación de manchas son suficientes para asquearla (lo cual algunas veces tarda en suceder). Aún así, ni después de esos exhaustivos días de limpieza, el piso de su hogar se vería tan limpio como ahora.

Las superficies sin un rastro de polvo, los suelos tan limpios que Sooyoung pude jurar ver su reflejo en ellos, hasta los platos sucios que había dejado sin lavar por el apuro de Seulgi para que fuera al centro de híbridos han desaparecido del fregadero.

Tardó un par de horas intentando conseguir todo lo que su nuevo samoyedo y roommate podría necesitar; nuevos cobertores, utensilios de aseo personal tanto para su forma humana como la animal, algunas pijamas y diversiones que se le cruzaron por el camino. Parece que fue suficiente tiempo para que el híbrido pusiera orden en la casa.

Y hablando del susodicho, esa gigantesca melena blanca no está en el campo de visión de Sooyoung al entrar al loft, pero no tarda mucho en localizarla cuando un chillido suena desde el salón.

El perro está acostado frente el televisor mientras mira una de esas trágicas novelas que pasan en los canales que Sooyoung nunca ve. La escena de Minguk despidiéndose de Boram ha llegado a los sentimientos más profundos del can.

ㅡDejame adivinar... ㅡla pelinegra se sienta en el sofá. ㅡÉl es millonario, ella pobre, él tiene una prometida con la cual se casará por el bien de la familia por lo tanto ella se va y dentro de unos veinte episodios diez años pasaran y ella será aún más exitosa que él, lo cual los llevará a reencontrarse y revivir viejas pasiones, él dejara a su esposa, ella lo aceptará de nuevo en su vida, se casarán y vivirán felices y contentos. Fin.

Sooyoung recita toda la trama de la novela como si la hubiese visto antes o simplemente conoce de memoria el cliché más popular de los dramas actuales. Cuál sea su explicación, esto fastidia al híbrido en el suelo obligándolo a detener su propio drama y resoplar como respuesta.

Nadie antes se había atrevido a arruinarle su novela de esa manera, pero la perdona. Se une a ella en sofá sin importarle que este sea negro y esté dejando grandes porciones de su blanco pelaje en el. Sooyoung es muy bonita como para estar enojado con ella por mucho tiempo.

ㅡMe quejaría de los pelos blancos en el sofá pero supongo tú fuiste quién limpio todo el apartamento, ¿No? ㅡSooyoung pregunta y el samoyedo asiente. ㅡLimpiaras el sofá también si quieres subir a el mientras estés en tu forma canina, ¿De acuerdo?

El híbrido asiente nuevamente antes de acostarse de largo, sabe que debería decirle a Sooyoung sobre su tiempo a solas pero todavía no está listo para ello. Prefiere seguir siendo un perro todo el tiempo que sea necesario, o hasta que se pueda asegurar que Sooyoung no le hara daño. Ser un adorable samoyedo tiende a darle la empatía y cariño de la gente, ser una persona y tener que enfrentar a los demás no es del todo agradable.

Sin embargo, Sooyoung tiene curiosidades por saciar.

ㅡ¿Entonces tomaste tu forma humana? ㅡel híbrido aulla como si no fuera obvio.

Seulgi le dijo a Sooyoung que debía ser respetuosa y paciente sobre el tema de los cambios entre formas, en especial con este híbrido. Supuestamente ha estado en más de un centro de adopción porque siempre era rescatado de dueños abusivos quiénes preferían maltratarlo en su forma humana, gracias a esto el híbrido decidió mantenerse como un can.

Todos los cuidadores, Seulgi incluida, tuvieron malos ratos con él, ni siquiera llegaron a saber su verdadero nombre o género porque se negaba a usar su forma humana. Seulgi solía llamarle "copito de nieve" aunque el híbrido le ladrara pasiva agresivamente cada vez que lo hacía.

Copito de nieve es lo más lejano al verdadero nombre y personalidad del samoyedo.

ㅡNo quiero presionarte pero quiero que sepas que es seguro transformarte conmigo cerca, puedes hacer lo que sea te haga sentir seguro.

Y esa es la conversación que el híbrido no quiere tener.

Se baja del sofá y comienza a dar vueltas frente a Sooyoung para distraerla del tema, sin embargo, la reacción de la pelinegra de convierte en una nueva experiencia para el hibrido. Nunca antes le habían rascado detrás de la oreja y se siente como el jodido cielo.

Sooyoung ríe por como el can se ha quedado estático contra su mano y se queja cuando intenta quitar la mano. Tal vez esta forma no sea tan mala.

ㅡVamos, te compré unas cosas y quiero sepas cuál es tu habitación. ㅡSoo se levanta a pesar de los chillidos del híbrido al cual no le queda de otra que seguirla.

El día de escurre por el reloj y cuando el epítome de la noche llega Sooyoung y el híbrido se separan a pie de las escaleras, despidiéndose con palabras y ladridos suaves.

Detrás de la puerta de la habitación de la pelinegra está uno de sus suéteres favoritos tirado en el suelo, lleno de pelos blancos y un curioso aroma dulce. Supone que es lo que su híbrido estuvo usando mientras no estuvo, debe ser alguien bastante alto si este suéter fue lo que encontró para usar, a Sooyoung incluso le queda grande.

Quiere creer que van en dirección correcta a al menos una relación agradable y que pronto su híbrido podrá abrirse con ella, sin embargo, el sonido de pasos viniendo de la habitación de arriba interrumpen los pensamientos de Sooyoung.

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