xxiv. the final battle
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CAPÍTULO VEINTICUATRO
LA BATALLA FINAL
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CUANDO LEONARDO APARECIÓ a las afuera de Hogwarts muchos de los mortifagos ya estaban junto a Voldemort. El se acercó al hombre que sonrió al notarlo. Miraron como en Hogwarts ya estaban lanzando protecciones hacía el castillo.
Leonardo supo que no dudaría mucho pero que si les daría algo de complicaciones, sin embargo su problema era mantenerse con vida y el que Harry Potter ganará la guerra.
—¿Cómo estás?—la voz de Rabastan llamo su atención.
Leonardo suspiró con pesadez.—Bien, Draco está a salvo y es lo único que me importa.
—Tengo miedo...—murmuro.
—Yo también.—le dijo mirándolo.
—¡Comiencen!—el gritó de Volemort fue recibido con alegría.
Todos levantaron sus varitas en dirección al castillo y lanzaron maleficios directo a la barrera la cual comenzó a romperse de a poco. Un grupo de Mortifagos corrieron directo a la dirección del puente para poder entrar.
Leonardo vio como la pared se destruía y se dio una mirada con Rabastan y los dos se aparecieron en los patios de Hogwarts.
—Ya sabes Rabastan. No ataques, solo ayuda.—le dijo y el hombre asintio.
—Vamos.
Ambos comenzaron a ayudar a los alumnos que eran atacados, no dudaron en atacar a los mortifagos que los veían con traición. Pero los terminaban matando.
La risa de un mortifago llamó la atención de Leo quien se giro para encontrarse con la escena de Hermione Granger siendo atacada, la chica era buena pero iba perdiendo por mucho. El hombre no dudo en atacar al mortifago quién lo miro con enojó.
—¡Traidor!
Leo disparo hacía el un hechizo que terminó lanzando al hombre que cayó muerto.
—¿Qué...?—Hermione lo miro con asombro y no supo que decir.
—Vete.—la chica asintio y comenzó a correr.
—¡Leo!—El mencionado se giro a mirarlo.—El señor oscuro nos quiere en el bosque.
Leonardo asintió lanzando un último hechizo y los dos tomaron camino directo al bosque donde. Llegaron al lugar donde varias personas estaban. Entre ellos Hagrid que era sometido por unos hombres. Voldemort sonreía en espera de algo y noto a Narcissa junto a Lucius.
—Leo...—la mujer se acercó a el.—¿Draco...?
—Esta bien.—la calmo.—Se ha quedado en la mansión.
Narcissa la miro y mordió su labio, sabía que su hijo no se quedaría y que lo más probable es que ya estuviera en Hogwarts.
(...)
HARRY POTTER MIRO el pensadero de la oficina de Dumbledore. Snape acababa de morir y el tenía sus recuerdos.
Se introdujo a ellos y los vio todos pero hubo unos que llamó su atención por completo.
—Leonardo solo tiene que estar en cubierto.
—¡Es un niño!—la voz de su madre, Lily gritó.—No puede hacerlo.
—Estare bien, Lils.—el menor le sonrió.—Nadie se dará cuenta.
—Leo, tienes que entender que es muy peligroso.—James se acercó a el con preocupación.
—Dumbledore dice que estaré seguro, creo en el.
El recuerdo cambio a Leonardo frente a Dumbledore pero con un aspecto mayor.
—Mi muerte llegará pronto mi Leo...
Leonardo lo miro negando.
—El que estés aquí era para ayudar a Draco Malfoy en su misión, pero los dos sabemos que el no podrá matarme. Tienes que ser tu.
—No puedo hacerlo. No quiero convertirme en un asesino.—lo miro con los ojos llorosos.—¿Qué pensaran Lily y James de mi?
—Estoy seguro que ambos están orgullosos de ti.
Harry entendió que Leonardo era inocente, que todo esté tiempo el había estado encubierto. Que sus padres incluso estaban enterados de eso. Por eso los había ayudado a escapar de su mansión.
Harry salió de sus pensamientos y supo que tenía que ir al bosque, el tenía que morir.
(...)
—Harry Potter, el niño que vivió.—Leonardo vio al chico con pesar.—Viene a morir.
Harry miro por último a Leonardo a los ojos y el supo que él sabía la verdad.
—¡Avada Kedavra!
El rayo verde cegó a todos. Leonardo vio como Hagrid tomaba a Harry llorando mientras todos caminaban directo a Hogwarts de regreso. Sin embargo el hombre se desvío y apareció en los pasillos de Hogwarts. Camino directo a un pasillo en especial donde se encontró con un retrató que lo hizo suspirar.
—Cuanto tiempo amor...
El cuadro de Merope le sonrió a Leonardo.
—La guerra comenzó.—fue lo primero que dijo.
—Me imagino que mi padre debe de estar feliz.—el chico asintio.—¿Tu cómo estás?
—Bien.—mintio.—Solo quería verte un momento.—confeso.
—Es momento de que pelees corazón.
Leonardo asintió antes de desaparecer del pasillo, escucho a lo lejos como la guerra volvía a comenzar. El hombre corrió rápido a la entrada pero se encontró con una chica que la hizo detener su respiración.
Era idéntica a Merope, incluso llegó a pensar que era ella. Uno de los mortifagos quiso lanzarle una maldición la cual Leonardo no dudo en atravesarse. La maldición le dio en el pecho y cayo al piso con dolor. No sin antes lanzar al hombre con sus pocas fuerzas terminando muerto.
La niña miro a Leonardo y sollozo.
—¡Oh Merlin!—quiso detener su sangrado.—¡Lo siento! ¡Me salvó, lo siento!
Leonardo la miro y sonrió viendo su rostro, después de eso no supo que sucedió.
—¡Ayuda! ¡Ayuda!
(...)
DRACO SINTIÓ SUS piés temblar al ver a Leonardo siendo auxiliado.
—¿Qué...?
—Draco.—se giro a ver a Rabastan quién lloraba.—Esta en riesgo...
Draco sintió que su corazón se iba de su cuerpo, quiso acercarse pero no se lo permitieron.
...
Leonardo despertó en los pasillos de Hogwarts, se sintió desorientado pero decidió caminar por ellos.
—Leo
El chico se giro para encontrarse con Evan Rosier. Se quedó quieto un momento antes de ser abrazado por su hermano.
—Evan... Qué..
—Te extrañe.—su hermano dijo.—Creciste tanto.
—¿Morí?—pregunto incrédulo.
—Aun no.—una segunda voz habló.
...
—¡Necesito ayuda!—la voz de un medigamo se escuchó por el lugar.
Draco sintió que era abrazado por su madre quien también lloraba.
—¡Necesitamos más gente!
...
—¿Lils?
La pelirroja sonrió abriendo sus brazos, el hombre la abrazo con cariño.
—Mirate, eres un hombre.—le sonrió acariciando su rostro.
—¿Qué está sucediendo?
—El maléficio que te pego fue muy fuerte, tu cuerpo está luchando.
—Eso quiere decir que...
—Puedes escoger si irte o quedarte.—dijo una voz que el conocía.
Leonardo se giro para mirar a Merope quién le sonreía, el chico la abrazo con temor a no tenerla con el.
—Merope...
—Hola amor.—le sonrio.—Tines una vida todavía.
—No.—nego.—Ya viví mucho tiempo sin ti.
—Leo... El te necesita.—dijo refiriéndose a Draco.
—El merece algo mejor que yo.—comento.
...
Draco soltaba lágrimas al ver a Leonardo luchar por su vida, sin embargo miro su anillo en su dedo y suspiró. Algo dentro de él sabía que no viviría, que si túviera que escoger entre el y Merope, el la escogería a ella.
Draco se soltó del agarre de su madre y comenzó a caminar en dirección a la salida. El aire fresco le llegó a la cara mientras veía el paisaje destruido de Hogwarts.
—Draco...—la voz de Theo habló. Sus amigos estaban ahí.
—El estará bien.—Pansy intentó darle ánimos.
—Lo se.—contesto.—Estara con la persona que ama.—murmuro antes de escuchar el grito de Rabastan.
Algo dentro de el se oprimió y sintió las lágrimas bajar. Leonardo había muerto, el había escogido ser feliz con la persona que amaba. Sonrió mientras lloraba, esperaba que estuviera con ella.
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