T2 E6: El Druthers (parte 2)
-¿Will es tu hermano? -repite JJ todavía dándole vueltas al teléfono entre los dedos.
-de otra madre, sí. -respondo obvia.
-¿Y ahora quiere matarte porqué tu padre no le va a dar su apellido? -yo asiento.- Esto es una puta locura, ya sabes que estoy muy en contra de la policía, de verdad, pero deberíamos ir a denunciarle. -dice caminando en círculos.
-no puedo hacer eso... -niego.
-¿por qué no? -se gira hacia mí con los ojos muy abiertos en exasperación. "Porqué tengo que matarlo." Pienso, pero me lo callo.
-Primero debería hablar con los Pogues, con John B. -bajo la mirada a mis manos que se retuercen en nerviosismo.- ¿si ellos me odian tu también lo harás? -Levanto la cabeza para ver a JJ caminar hacia mi para sentarse a mi lado.
-Claro que no... He estado pensando: como los Pogues no les gusta mi idea de escapar al caribe... -yo lo miro y tiene una pequeña sonrisa en los labios que me hace sonreír.- Podríamos irnos solos tu y yo, a una pequeña isla, con el oro del Merchant nos compraríamos una casa a la orilla del mar.
-¿solo para tu y yo? -sonrío y dejo caer la cabeza en su hombro mirando a la nada y viendo aquella pequeña casita rodeada de palmeras a los pies del mar.
-durante un tiempo sí, luego podríamos tener un bebé y seriamos una familia. -JJ de repente se tensa y yo me despego un poco para verle.
-¿quieres ser mi familia? -le sonrío y JJ vuelve a relajarse.- seriamos una familia feliz, de las que no pelean nunca y se dan las buenas noches antes de dormir.
-Claro, y le daría un beso en la frente a Darcy al llevarle a la cama. -sonríe JJ y le miro con el ceño algo fruncido.
-¿Darcy?
-Claro -asiente- es el mejor nombre para un bebé. Si es niño se puede llamar Darcy, como el de esa película antigua...
-¿orgullo y prejuicio? -río- no sabía que te gustara ese tipo de pelis.
-la vimos en el insti... -se excusa.- Si fuera una niña también podría llamarse Darcy. Es el mejor nombre.
-¿la llamarías princesa si el bebé fuera una niña? -JJ ríe.
-¿le llamarías tigre si Darcy fuera niño?
-No va a llamarse Darcy, es horrible. -rio y JJ me mira con el ceño fruncido pero todavía guardando una pequeña sonrisa en los labios.
-tu sí que eres horrible. -se ríe.
...
Las fantasías quedan atrás cuando nos sentamos en el suelo de la furgoneta de los Pogues. John B conduce mientras Kiara lee una página de la Wikipedia donde hablan de una cruz. He estado tan ausente que Sarah me tiene que ir explicando lo que ha pasado. Por lo visto la familia de Pope posee la llave para encontrar otro tesoro de la isla. Así que ahora el dinero podría salir de dos tesoros diferentes.
-tíos, lo que dijo Limbrey. -corta Pope el silencio incomodo que se había instalado en el vehículo.- yo creo que se le escapó. -asiento cuando Pope me mira esperando alguna muestra de entendimiento, pero realmente no entiendo mucho de lo que está pasando ahora mismo. JJ se gira un poco para mirarnos des del asiento del copiloto y le dedico media sonrisa.- dijo que la llave lleva a la cruz de Santo Domingo.
-¿me la dejas? -se estira JJ hacia Pope extendiendo la mano para recoger la llave.
-¿tenemos que saber lo que es? -pregunta Sarah. Se ha mantenido seria des de que subimos a la furgoneta y me hace pensar que algo debe haber pasado.
-supongo que se trata de un objeto histórico de gran influencia. -responde Pope.
-según internet, la cruz fue un regalo de Nueva España al rey de España. -lee en voz alta Kiara. Sentada a sus pies su voz pasa por encima de mi cabeza.
-¿nueva España? ¿Hay una vieja España? -bromea JJ.
-joder con el regalito, mirad que pasada. -dice Kiara bajando el teléfono a la alzada de mis ojos para que pueda ver la imagen. Es la imagen de un papel antiguo donde ha sido dibujada una cruz con todo tipo de detalles. Tomo el teléfono y se lo paso a Pope que examina la imagen un momento.- fijaos, hay alguien de pie al lado.
-¿así que es una cruz de cojones? Aunque no sabemos de qué altura era ese hombre, porque si era de la misma altura que Harriet nos encontraremos una cruz muy pequeña. -ríe JJ, pero calla cuando nadie le sigue.
-En aquella época se consideró el regalo más extravagante de la historia de las provincias. Se perdió cerca de las bermudas en 1829. -acaba de leer Kiara. Ahora la historia ya no cuadra.
-¿has dicho las bermudas? -pregunto inclinándome para poder ver a Kie.
-No al triangulo... -dice John B.
-Tío, todo se reduce siempre al triangulo. Siempre que pasa algo raro... -discute JJ.
-bueno, ¿y qué tiene que ver una llave encontrada encima de la farmacia de tu iaia con todo esto? -vuelvo a preguntar recitando la información que me había dado minutos antes Sarah.- ¿qué pintamos aquí?
-no lo sé. -reduce todos mis interrogantes Pope encogiéndose sobre si mismo para quedar más cerca de mi. Como si aquella postura contorsionada fuera a ayudarlo a resolver esas preguntas que nos surgían a todos.- buena pregunta.
Nos dirigimos a la residencia Shady Acres. El resto de viajes nos lo pasamos en silencio.
-escuchad, creo que prefiero hacer esto yo solo. -dice Pope.
-¿seguro? -pregunta Kie algo preocupada.
-sí, yo no te necesito, así que... -responde algo cortado y de mala leche Pope y Kiara pone los ojos en blanco.
Yo miro a Kiara y con una sola mirada entiendo ese "te lo explico luego". Al mirar a Pope solo percibo una mezcla rara de emociones. Se me hace extraño ver a Pope enfadado.
-¡vaya! ¡Hoy somos una gran familia feliz! -ironiza JJ mirando a ambos.- ¿a qué sí? -esta vez me mira a mi y yo niego.
-a mi no me metas... -Pope se da la vuelta con las manos en los bolsillos mientras Kie y JJ vuelven a entrar a la furgoneta. Con dos pasos largos vuelvo a ponerme al lado de Pope que camina hacia la residencia. Escucho el motor de la furgoneta rugir en espera de mi regreso.- Pope, no sé qué quieres averiguar, pero, sea lo que sea, sabes que puedes confiar en nosotros.
-ya lo sé. -suspira Pope mirándome de reojo mientras nos acercamos al porche de la residencia y nos detenemos allí.- ¿podemos confiar en ti, verdad? Como Raven, como Mary Jane... como Harriet.
-sí. -miento, segura de mi misma, convenciéndole a él y a la vez a mi.- se acabaron las mentiras lo juro. Voy a terminar con todas.
-¿aún no has terminado? -alza una ceja. Yo niego con la cabeza baja.- pues termina ya, no hay nada que vaya a cambiar nuestra relación, somos amigos. -yo asiento con una pequeña sonrisa. Es todo tan irónico; los dos hablamos y deseamos acabar con las mentiras en una conversación llena de ellas. Totalmente falsa.- me gusta tener alguien más por aquí que hace rodar el coco igual que yo. -ambos reímos y John B hace sonar el claxon.
-si ves algo extraño, alguien que no quieras ver, llámame, o a Kiara o a quien sea y vendré corriendo. -Pope ríe un poco ante mi comentario.- lo digo en serio, Pope. No voy a dejar que os pase nada... -y menos por mi culpa. Pero esta última parte solo la pienso, porque no tengo las agallas de decirlo en alta voz.
Pope me abraza y yo le devuelvo el gesto antes de volver corriendo a la furgoneta. Cuando entro JJ me mira con el ceño fruncido.
-por favor no os pongáis a discutir aquí, vosotros sois los peores de soportar... -rechista John B cuando a duras penas he cerrado la puerta de la furgoneta. Tomo el lugar que antes ocupaba Pope y me giro hacia John B que retoma el camino.
-no voy a discutir con nadie ¿de qué hablas? -rio pero al mirar a JJ le veo algo distante, mirando al frente en silencio.- ¿JJ? ¿Me he perdido algo? -mis ojos conectan con los suyos azules por el retrovisor.
-¿ahora Pope? -masca las palabras JJ.
-¿qué cojones dices? -respondo abriendo mucho los ojos cuando entiendo de que habla. La sangre me bombea por las venas con furia de repente al comprender que no se fía de mi.
-ya sabes de que hablo. ¿Intentas hacer pleno o qué?
-eres un gilipollas, ¿lo sabias? -digo digiriendo las palabras en rabia y tristeza contenida.
-¿a sí? Claro, yo soy el gilipollas...
-paso de esto, John B, yo me bajo aquí. -John B empieza a parar la furgoneta a un lado de la carretera.- a veces no te aguanto.
-Claro, vuelve a marcharte, no es ni la primera ni la última vez que lo haces. -me grita JJ cuando bajo de la furgoneta.- ¡Ya de paso busca las agallas para contarle la verdad a tu querido amigo! ¡Cuéntaselo, Harriet, o lo haré yo! -me quedo boquiabierta ante la ventana abierta, las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas y niego con la cabeza conteniendo el nudo en la garganta. La crueldad de JJ es horripilante y siento que cada vez va a peor.
-no puedes... no lo harías... -musito tragándome las lágrimas.
-sabes que si... -me doy media vuelta y salgo de allí corriendo tan rápido como puedo hasta que tengo que parar porque me doy cuenta de que no puedo ir a ningún lado. Will quiere matarme. No puedo ir a casa de JJ ni a casa de John B. Los padres de Kiara no saben que estoy aquí... Me arrastro hasta la playa y allí me dejo caer. Lloro y el aire enfuriado que hace golpear las olas contra el suelo me sala la piel. Tengo que contárselo, pero ¿cómo?
...
Me encuentro vagando por el bosque sin saber a dónde ir hasta que encuentro una caravana allí en medio, entre los árboles y el pantano. El aire aún está lleno de mosquitos. Entonces, por la ventana, veo al padre de Sarah y Rafe. Me acerco sin hacer ruido y me pego a la pared del vehículo para escuchar y aquello me parece impresionante, increíble... Le da instrucciones a Rafe para marcharse de allí y le entrega un fajo de billetes.
-vaya... pero si tengo ratas por casa... -me giro asustada con el puño al aire para encontrarme con Barry de cara. Se lleva un dedo a los labios para indicarme silencio.- calla, ratoncita... De aquí podemos salir beneficiados los dos. -yo le miro sin creerme nada, él sonríe y yo asiento. Me encanta este tipo de hombres, pienso, estos que se creen más inteligentes por el simple hecho de ser hombres, nunca se lo esperan cuando les cae el puñal sobre la espalda.
-hasta luego. -saluda a Cameron, Barry, cuando sale de la caravana para irse de allí. Detrás de él aparece Rafe. Cameron se va en escondido en la parte de atrás de una pick-up verde. Cuando se pierde carretera adentro Rafe vuelve hacia Barry. Al encontrarme allí su expresión cambia por completo.
-¿qué haces aquí? -más que preguntar, amenaza. Yo encojo la cabeza y los hombros haciéndome pequeña. Cuando vuelvo a levantar la cabeza y encuentro sus ojos de azul vacío las lágrimas ya me llegan hasta el cuello.- joder...
Titubea menos de dos segundos antes de venir hacia mi y abrazarme. Lloro tanto que se me corta la respiración y tengo que tomar aire de forma entrecortada y abarrotada.
-Él me obligó. -lloro. Rafe me mira y limpia las lágrimas de mi cara aunque siga llorando.- lo siento. Tú tienes razón, Rafe. Lo siento. -me dejo abrazar aplastando la nariz contra su clavícula. Por encima de su hombro conecto miradas con Barry. Él sonríe, casi parece que se esté aguantando la risa. No se cree nada. Al final resultará ser el más inteligente de la isla.
-Ya está... tranquila. Yo te cuidaré. -me asegura pegando su frente a la mía en un intento de consolación. Pobre, buscando el amor que nunca le ha dado su familia en alguien que apenas conoce... casi me da pena, casi.
Luego se gira hacia Barry, que se mantiene sentado con posado pasota.
-no pienso implicarme, Rafe. No pienso implicarme... -intento mantener la cara seria y afectada, pero cuando sus ojos se desvían un segundo a los mío, cargados de malvada condescendencia se me escapa una fracción de sonrisa.
-claro que sí. -le asegura Rafe.- Harías lo que fuera por dinero. -dicho esto le lanza una cuantidad de dinero por el suelo que no tarda en recoger.- larguémonos de aquí ¿vale? vamos.
Tira de mí por la cintura hacia la caravana donde agarra una mochila y cuatro cosas más.
-¿qué vamos a hacer?
-Tenemos que salir de los Outer Banks. Tenemos el oro del Merchant a buen recaudo, tranquila. -me asegura y yo asiento. Así que va a llevarme al oro. Lejos de Will, de mi padre... Todo parece ir a favor. Pero necesito saber más y abro la boca.
-¿dónde?
-Lejos, escondido. –Me mira de reojo mientras sigue revolviendo la bolsa y cerrando cajones con una fuerza comprimida y rabiosa que termina en sus dedos y no se traslada al rostro.- Vamos a ir juntos, hasta el puerto. Pero en caso de que tuviésemos que separarnos he escondido una mochila con todas las llaves y las indicaciones para llegar a... -hace una breve pausa para pasarse la lengua por los labios- a la salida.
-¿Lo conseguirás para los dos, Rafe?
- Y esa escoria de Pogue tendrá su merecido. Mandaré a alguien a por él.
-no. -le interrumpo con el corazón en la garganta. Rafe para de revolver entre sus cosas para mirarme. Tengo la respiración algo acelerada.
-¿no? -interroga.- ¿no crees que JJ merece algo malo después de lo que nos ha hecho? ¿Algo muy malo?
-claro que lo creo. -fuerzo una sonrisa. Siento el nudo crearse en la garganta, ardiente, molesto, delator.- Pero no quiero que mandes a alguien. Es de nosotros de quien hablamos... Quiero ser yo quien le de todo lo que merece.
Rafe me sonríe y asiente con la cabeza. Luego planta un beso sin preguntar sobre mis labios y tirando de mi por la muñeca me guía hasta un pequeño barco.
Nos sentamos en la popa. Él se ha puesto una gorra gris y aplasta otra roja sobre mi cabeza. Está algo nervioso, rascándose la pierna constantemente. Le agarro la mano sin lazar nuestros dedos y le doy un pequeño apretón. Barry conduce hacia las marismas y yo descanso la cabeza sobre el hombro de Rafe.
A los pocos minutos Rafe saca una pistola del bolsillo de los pantalones y la guarda en la bolsa.
-Yo estoy a favor del derecho de un hombre a defenderse, Rafe, pero vamos pidiendo que nos disparen, no puedes llevar eso fuera. -dice Barry.
-No me van a atrapar vivo, eso te lo puedo asegurar. -hace una pequeña pausa y se gira hacia Barry. Miro a mi alrededor, este sitio me da mala espina.- nunca había estado aquí antes.
-¿no quieres que te vean, no? -ese tono no me gusta. Me giro hacia Barry, esta vez no me mira, finge que está concentrado conduciendo.
-¿sabes? todo el mundo cree que la naturaleza es todo paz. Una mierda. Todo ser intenta matar a otro a todas horas. Todo ser vivo necesita matar para vivir. -Rafe habla con voz calmada. Una pequeña sonrisa aflora en sus labios. Luego me mira pero no logro sonreír.- así es la naturaleza.
-La verdad es que no me caes mal, Rafe.
Mierda.
-pero no voy a olvidar el palizón que me metió tu padre.
Joder. Es gilipollas, joder.
-Ya va siendo hora de que me mostréis respeto, joder.
Barry salta de la barca al agua. Me giro en pie. Puto imbécil, lo ha jodido todo, con lo fácil que era.
-¡tiene un arma!
Una barca de policía sale a flote entre los arboles gritando. Yo me tiro al suelo intentando esconderme.
-¡está con Harriet Jones!
-¡joder! -grito frustrada. Rafe me mira asustado.- voy a matarlo, joder. Rafe suelta eso. -le chillo cuando veo que va a coger el arma. Pero no me escucha y saca el arma.
-calla, Harriet. Yo voy a salvarnos. No nos atraparan vivos.
-¡suelta esa arma! -grita la policía.
-mejor vivos que muertos. Rafe, al suelo. -chillo cuando la policía abre fuego hacia nosotros.
-al agua, Harriet. -me tira al agua cogiéndome por el cuello de la camisa. A él le llega a los hombros, pero yo casi no puedo sacar la nariz de agua.- ven, agárrate. -me agarra para que saque la cabeza del agua marrón.
-alto el fuego. -los disparos ceden al instante.- no queremos mataros, pero lo estáis poniendo muy difícil. -Rafe intenta recargar la pistola, pero no funciona. Le miro asustada, congelada, me ha soltado y tengo que luchar para tener un poco de aire.- esa pistola no funcionará ahora que se ha mojado. Lanza el arma donde podamos verla. -sugieren.
-dame eso. -le quito el arma de las manos y la tiro al agua para que lo vean.- da igual, ya no funcionaba. -le calmo un poco agarrándole por las mejillas. Ahora vuelve a tenerme sujeta fuera del agua. A los dos nos tiembla la mandíbula.
-Alejaros lentamente del bote. Vamos hacia vosotros.
Rafe me mira. La respiración irregular hace que nuestros pechos choquen. Le hago un gesto para que obedezca. Pero él niega. Apretando los dientes masculla:
-corre.
Luego me suelta y empieza a correr hacia las marismas. Lejos de obedecer me hundo en el agua turbia. Nado en dirección contraria, hacia la barca bacía de policía. Me subo encima. Le tienen en el suelo, rodeado a punta de pistola. Giro las llaves y salgo de allí como alma que lleva el diablo. Tienen una prioridad, y por primera vez no es encerrarme a mi.
Intentan perseguirme pero no ardo en perderlos. Al salir de allí hago lo que nunca se debería hacer cuando se huye de la policía: voy al lugar donde habrá más agentes. A casa de los Cameron. Pegado a los mandos hay una copia de la orden de arresto de Ward Cameron. Dejo el volante un segundo mientras me pongo el uniforme de policía costero que hay en una bolsa. Cambio la gorra roja de Rafe por una que anuncia "Policía". Cuando dejo la barca amarrada y salgo corriendo hacia las sirenas ningún policía se gira a mirarme.
Todos se dirigen al Druthers, así que hago lo mismo. Ward está en lo más alto del barco. Sonriendo pero alterado.
Me giro al escuchar la voz de Sarah. Todos están allí. Kie es la primera que me ve y viene hacia mi.
-han detenido a Rafe, Kie. -ella me mira y en seguida sabe que algo no va bien.- Sarah, vete de aquí. -le digo cuando veo que ella hace que su hermana pequeña se vaya.- no quieres estar aquí, te lo garantizo.
-no, déjame. -se aparta de mi. John B viene hacia nosotras pero mi mirada se desvía a JJ.
-John B. Tengo que decirte algo. -las palabras se escapan de mi boca. Las lágrimas de mis ojos. Y sé que es el peor momento, pero si no lo digo ya, si no lo digo ahora, voy a explotar.
-felicidades, seguro que te hacen sheriff. -grita Ward a mis espaldas. John B tintinea un poco, sus ojos viajan de Cameron a mi. Quiere escucharme, pero aún más quiere saber qué pasará con Cameron. Le odia, quiere justicia para el hombre que mató a su padre. ¿La querrá también para la chica que mató a su madre?
-La mujer que maté se hacía llamar Geneviève Roure.
-Me has pillado limpiamente. Porque lo hice, lo hice todo.
-Pero no era su verdadero nombre. Ella se escapó. Antes de todo esto tenía marido, tenía un hijo.
-Lo hice para proteger a mi familia. Pero míranos.
La atención de John B ahora está plenamente en mi.
-Papá. -grita Sarah. Me giro hacia ella y en el trayecto mi mirada choca con la de JJ, que mira ansioso cada uno de mis movimientos.
-¿qué haces aquí, Sarah?
-¿qué has hecho, Harriet?
-¿papá, que estás haciendo? -grita Sarah.
-lleváosla de aquí. -ordena Cameron, aunque parece un ruego.- no puede estar presente.
-vuelve aquí y habla con ella. -dice el jefe de policía.
-Geneviève Raure era de los Outer Banks. -John B me mira inquieto.
-Lo siento mucho, cariño. -grita Ward. El ancla del barco empieza a subir.
-¡Ward, esto no va a terminar como tu quieres! -grita el policía.
Una barca llega por el mar con la sirena de policía encendida, pero los ojos de John B ya solo me miran a mi. Espera que lo diga, necesita oírlo de mis labios.
-¡no papá, no te vayas! ¿Qué haces, a dónde vas? -chilla Sarah histérica.
Ward salta a cubierta y entra dentro del barco. Sarah llora. JJ me mira. John B espera que diga algo. Mis manos tiemblan, congeladas, las lágrimas caen por mis ojos.
-Yo no lo sabía... -lloro.
-No te vayas, por favor. -chilla Sarah.
-¿Qué has hecho, Harriet? -articula John B, el rostro crispado entre el terror, el ansia y la rabia.
Todo pasa en un segundo.
La frase, las lágrimas, el horror, el silencio y el estruendo de una explosión y dos muertes. Tan solo una en mis manos. Suficiente para terminar con esta vida que había creído mía.
-Yo maté a tu madre.
El barco explota. Todos nos echamos atrás cuando los pedazos de hierro, plástico y demás componentes salen expulsados por la bomba.
Sarah cae al suelo pero John B no se mueve. Sus ojos me han abandonado, ahora solo mira el fuego que sale del barco.
-¡Papá! no... -las palabras salen como un desgarro en el alma de Sarah, encogida sobre el suelo. Ella mira a John B, pero él no mira a nadie, tan solo a su propia desgracia.
Topper llega al lado de Sarah y nadie parece notarlo.
Cuando al fin John B se vuelve de nuevo a mi no guarda ninguna expresión en su rostro.
-lárgate. -miro a JJ, a la derecha de su mejor amigo.- Que te largues. -me escupe. Es en ese pestañeo que veo que todo ha terminado. JJ no va a decir nada, si me giro y doy un paso él no vendrá detrás. Se ha terminado, así que sonrío.
Saco la pistola del cinturón de policía y sacándome la gorra de la cabeza pongo el cañón debajo de la garganta, dispuesta de acabar con el nudo que no me deja respirar. De acabar con todo.
Miro a JJ y su rostro ha cambiado pero no se mueve. Sonrío en una mueca bacía y sin gracia.
Es la segunda vez que lo hago todo por alguien y me responden con un "lárgate" un "desaparece". Así que eso hago.
-Lo siento. -murmullo.
Kiara es la que parece más asustada entonces. Pope el único que da el paso para quitarme el arma. John B espera. JJ entonces asiente con la cabeza y es todo lo que necesito.
Disparo.
N/A: He vuelto ;)
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