T2 E4: la vuelta a casa
𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐜𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨
-son pijos. De su familia han salido tres gobernadores. -explica Kiara mientras avanzamos por la carretera de Charleston. El sol apenas empieza a salir por encima de las altas casas de la ciudad. Todas ellas con sus jardines individuales y decorados para ser únicas. En una de estas casas hay más dinero que en todo figure eight.- llevan dirigiendo Charleston trescientos años.
-estos Kooks hacen que nuestros Kooks parezcan Pogues. -comenta JJ con una pequeña sonrisa cuando Pope aparca delante de una casa inmensa. Podría fácilmente ser confundida con un pequeño castillo.
-¿seguro que es aquí, Pope? -pregunto mirando por la ventanilla a la casa.
-segurísimo. -asiente él.
-pues venga. -abre la puerta JJ.- sal ya de encima que tengo las piernas dormidas. -se ríe de mi saliendo de la pick-up.- aquí hay pasta. -observa la casa JJ. Tiene tres plantas y azotea, cada una con balcones que se extiende a lo largo de toda la casa sujetado con columnas de aire romano. Toda la fachada de un blanco pulcro y los jardines rodeados de una verja alta y punzante.
-Kingstreet 27. -dice Pope alzando la carta para corroborar que está en lo cierto. Yo me giro para mirarlo y puedo ver el nerviosismo en todo su cuerpo crispado.
-han invertido en seguridad. -apunta JJ haciéndome desviar la atención hacia la verja del jardín. Tiene una especie de clavos de más de veinte centímetros apuntando hacia todos lados en lo más alto de la valla.- ¿esos pinchos son para que no entren?
-no. -niega Kiara con la voz cortada.
-los esclavos vivían allí. -dice Pope señalando los jardines y me estremezco con solo pensarlo.- los pinchos eran para que no salieran.
Nos mantenemos en un silencio cortante hasta que Pope da el primer paso hacia el interior de los jardines. Seguimos sus pasos hasta la puerta delantera. De madera maciza se alza ridículamente alta y decorada con un picaporte en forma de león. Pope se gira a mirarnos una última vez y no es hasta que asiento en su dirección que toma el picaporte y da tres golpes secos y fuertes. En seguida da un paso atrás asustado de sus propias acciones.
-¿creéis que me he pasado? -musita esperando que abran la puerta.
-ha retumbado toda la casa, eso fijo. -responde JJ escondiendo una sonrisa burlona.- así que seguro que lo han oído.
-a lo mejor no hay nadie. -argumenta Kiara al ver que no recibimos respuesta de dentro de la casa. Pope da un paso hacia la puerta y toma de nuevo el picaporte. Solo le da tiempo de picar dos veces que la puerta se abre y Pope da un paso hacia atrás asustado.
Un hombre se interpone entre nosotros y el interior de la casa. Lleva la barba desarreglada medio corta y unas ojeras oscuras bajo los ojos que nos observan uno a uno. Al llegar a Pope se detiene.
-tú debes de ser Pope. -apunta con el dedo a nuestro amigo. Una sonrisa siniestra aparece en sus labios que gesticulan demasiado poco como para dejar ir las palabras con total claridad. Pope duda un momento antes de contestar.
-¿es usted el señor Lamberty? -pregunta finalmente.
-La señora Lamberty te estuvo esperando ayer. -le interrumpe. Me paro en segundo a pensar como todos habíamos asumido sin más que la persona responsable detrás de la carta era un hombre. No lo era, como siempre la imagen femenina pasaba desapercibida en los juegos de poder. Una injusticia, desde luego. Una ventaja vista desdel punto de vista de otros; el mío.
-lo siento. -se disculpa Pope.- se me averió el coche de camino aquí.
-el carburador se jodió en mitad de la nada. -le apoya JJ y le doy un golpe con el pie en el tobillo. Con gente de la calaña de este hombre debes vigilar tu vocablo. Por mucha mansión que tenga no deja de parecerme sospechoso.- lo sentimos. -añade en seguida.
-ya, pues se cabreó cuando no apareciste. -nos corta el hombre. No tiene aparente intención de dejarnos pasar.
-intentamos llamar pero no había ningún número en la invitación. No hemos podido venir antes. -añade Kiara. Todos aportan su granito de arena, intentan disculparse por Pope, yo me quedo callada. No recuerdas las caras a las que no prestas atención, con las horas la mía se habrá convertido en una mancha desfigurada en su memoria.
-y esperaba que vinieras solo. -sus palabras son hostiles al terminar la oración. Tengo el pulso acelerado, las piernas listas para correr. Tomo la mano de JJ discretamente, lista para jalarlo y salir corriendo.
-bueno, son mis amigos, me ayudaron a encontrar el Royal Merchant. -interviene Pope pero es interrumpido por el hombre de la puerta.
-las instrucciones eran claras, esperaran fuera. -algo en su voz me hace dudar. Sus gestos, las miradas que ruedan entre nosotros, todo él me pone nerviosa. Me recuerda a mi madre. Me recuerda a mi madre cuando miente. Cuando JJ vuelve a hablar me descubro tambaleándome nerviosamente y tirando de su mano. Esto no me gusta.
-nosotros vamos en el pack, tío. -dice JJ, pero antes de que pueda soltar alguna estupidez más Pope le interrumpe.
-JJ. Tranqui, no pasa nada. -dice y su mirada resbala hacia mí. Quiero pedirle si está seguro, decirle que todavía podemos dar media vuelta y largarnos, pero mi instinto me mantiene callada.- estaré bien.
-vale. -asiente finalmente Kiara.- te esperamos aquí.
-no tardo nada. -asegura Pope. Desvío la mirada a sus manos agarradas con un intento de disimulo fallido. El hombre finalmente se aparta de la puerta para dejar pasar a Pope. Antes de dar el primer paso vuelve a girarse hacia mí, espera que asienta, que le dé el visto bueno, pero no lo hago. Desvío la mirada rápidamente hacia la salida y vuelvo a mirar a Pope. El arruga las cejas negando y finalmente se da media vuelta para entrar. El hombre cierra la puerta nada más Pope está dentro y yo me giro hacia Kiara.
-creo que deberíamos irnos. -digo en seguida soltando la mano de JJ. Kiara me mira confusa, está claro que no lo entiende, pero llegados a este punto, en el que creen saber la verdad sobre mí, no le queda más remedio que ceder en ciertas cosas.- Nos da lo mismo esperar aquí o en la furgoneta.
Finalmente Kiara asiente y nos desplazamos al vehículo. JJ toma el control de la Pick-up y yo el asiento a su lado, hago girar la llave y el motor se pone en marcha con un rugido. JJ busca mi mirada pero yo la esquivo como puedo mirando al otro lado de la carretera.
-oye, si lo de Limbrey es verdad. -empieza Kiara pero desvío mi atención hacia la casa en la que hemos dejado a Pope, cuando una puerta se cierra de golpe.- entonces detendrán a Ward y el oro será para Sarah. -de la puerta sale Pope, el hombre de la puerta lleva una mano en su hombro y a su izquierda lo sigue una mujer de pelo blanco y paso entorpecido por unas muletas. Pope gira la cabeza hacia la furgoneta y su mirada se encuentra con la mía, sus ojos repiten la que le hice minutos antes para indicarle que deberíamos habernos ido.- ¿irá voluntariamente?
-¿tú que crees? -ironizo como respuesta a tal pregunta.
-yo creo que no. -responde a mi sarcasmo JJ.
-venga vamos. -dice Kiara con una mano ya en la manilla de la puerta del coche. Se la tomo con cuidado y la aparto.
-espera, espera... -Pope vuelve a girarse y con un movimiento de cabeza indica un lugar. El callejón.- Van al callejón. JJ. -le indico que ponga el coche en movimiento y tarda menos de un segundo en comprenderlo.
-los esperaremos al otro lado. -respalda mi idea sin despegar los ojos de la carretera por donde pasa un chico corriendo enfundado en un gorro negro.
-oye, tranqui... -le susurra Kie como si fueran a oírnos y JJ asiente para hacerla callar, sin embargo su mirada sigue aquel chico distraídamente.
-¿en qué piensas? -le sorprendo y vuelve su mirada a la carretera.
-en nada... saquemos a Pope de aquí, ¿de acuerdo? -yo asiento poco convencida. Ambos sabemos que miente.
Avanzamos dando la vuelta al jardín de la mansión pero no hay ni rastro de Pope.
-¿pero a donde han ido? -se exaspera Kiara unos pocos minutos de búsqueda después.
-¿y si han ido bajo tierra? -propone JJ.
-¿cómo en las catacumbas de París? -pregunto con una sonrisita.
-Exacto, pero más siniestro. -asiente JJ y yo dejo ir aire por la nariz en un intento de risa nasal.
-No estamos en una serie de Netflix. -me rio.- aterriza en la tierra y pensemos en algo realista, por favor.
-a veces te pones muy borde ¿sabes? -me respondió pero al girarme pude ver que aun mantenía una sonrisa en los labios. Me miro de reojo por un instante y continuo.- te falta u polvo. Te quedaras muy relajada... -dice alargando las palabras teatralmente mientras gira el volante.
-está bien. Le comentaré a Will tu diagnóstico. -lo miro de reojo y veo que su sonrisa a desaparecido. Esta vez sonrío yo, hasta que su mano derecha abandona el volante y se posa posesivamente en mi muslo.
JJ se pasa la lengua por los labios dispuesto a contestar, probablemente de mala manera, pero le detengo. Se escuchan golpes y después unos quejidos. La voz es de Pope.
-es Pope. Para el coche. -digo agitada por el ruido, le deben estar pegando, el hombre de la puerta quizá. Kiara salta del coche y yo la sigo. Recorremos el muro de hormigón hasta que los golpes se oyen tan fuertes que se hace obvio que están justo al otro lado.- JJ, salta primero. -el me mira, quizá cuestionando mi orden, aun así obedece en silencio y salta. Es más alto, las piernas más largas, no tiene ninguna dificultad.- Apóyate en mi mano y salta. -le digo a Kiara ofreciéndole un punto de apoyo pero ella me mira preocupada.
-¿qué harás tú? -su expresión de preocupación se divide entre Pope y mi. Pero ahora mismo tenemos una prioridad, y esa es nuestro amigo.
-yo tengo mucha practica en esto de entrar a sitios donde no se me quiere. -le sonrío y ella asiente. Viene hacia mí y pone un pie en mi mano. Pesa más de lo que parece. La empujo hacia arriba hasta que se deja caer al otro lado y escucho las suelas de sus zapatos rechinar contra el suelo mientras corre.
Me alejo de la valla unos metros y empiezo a correr decidida a saltar. Pongo un pie en la pared para tener impulso hacia arriba y entonces me derriban y caigo al suelo. Solo puedo sentir un pinchazo de dolor en mi cabeza. La vista la tengo nublada y en los oídos un pitido lo cubre todo. Parpadeo un par de veces aturdida y entonces veo que lo tengo encima. Al chico que había tomado la atención de JJ. Toma mis manos por encima de mi cabeza y no me deja moverme. Forcejeo. Intento zafarme de su agarre como puedo pero él no parece inmutarse. Y entonces, cuando se gira para tomar algo que se le había caído a mi lado lo veo; la marca de nacimiento en forma de corazón.
-yo sé quién eres... -pero él se gira hacia mí y presiona el pañuelo contra mi nariz y boca. Un olor fuerte me quema el cuello y tardo medio segundo en reconocerlo: cloroformo. Luego todo se vuelve negro.
JJ's POV:
Salto el muro de hormigón y empiezo a correr. Al poco tiempo siento sus pasos apresurados tras los míos. Quiero girarme, saber que está bien, pero Pope es más importante en ese momento. Es él el que está en peligro.
Cuando llego a él está tumbado en el suelo y agitado, a pocos metros de mi amigo un arma eléctrica. La pateo hacia Harriet pero cuando me giro un segundo a ver si la tiene veo que no es Harriet quien me sigue, sino Kie.
-De prisa. -Dice con el arma en la mano. Un frío repentino cruza mi columna hasta la nuca, pero esto es más importante. Debemos huir. No hay tiempo para pensar en una "mala sensación".
-Pope, vamos. –Le doy prisa a mi amigo que le da la vuelta el tipo de la puerta para darle un último golpe antes de que lo arrastre de los hombros para alejarnos.- déjalo, larguémonos. -empezamos a correr hasta el muro. Pope salta el primero, yo le sigo. Tan solo con un impulso caigo al otro lado y corro a la furgoneta.- ¡rápido! ¡Corre, corre, corre! -le grito a Kiara que sube a la furgoneta. Pope toma los mandos pero le aparto y tomo yo el volante.
-arranca. -dice Pope con la respiración agitada.- No sé qué coño ha pasado, vámonos pitando. -dice y quito el freno de mano para arrancar.
Tomo la carretera lo más rápido que la furgoneta me permite y entonces vuelve ese frío en la nuca y una imagen recorre mi mente.
-¡Harriet! -grito de repente y el corazón me da un vuelco.
-¿dónde está? -dice Pope agitado, mirando a todos lados.- no está detrás. ¡Estaba con vosotros! ¡¿JJ dónde cojones está Harriet?! -sus gritos no me dejan pensar. Siento las manos cubrirse de una película de sudor fría.
-!No lo sé! ¡Deja de gritarme! -le grito.- tenemos que volver. ¡Ahora! -digo dispuesto a dar la vuelta pero unas ruedas rechinan detrás de la furgoneta de Pope.
-creo que nos está siguiendo. -dice Kiara.- Sigue adelante, JJ. -ordena y piso el acelerador a fondo con un pinchazo en el corazón.
-Kie, Harriet estaba contigo. Tú la viste la última.
-no sé dónde está. Me dijo que venía detrás, que tenía practica... ¡Yo que sé! Pope estaba en peligro, no me pare a esperarla. -en su voz se nota una nota de estrés con regusto a culpabilidad. Normal. En parte, es culpa suya.
-¡Pues ahora es ella la que está en peligro, Kie! -grito furioso sin prestar atención a las señales.
-es de sentido único. -grita Pope. Bien, ahora todos gritamos.- gira ahí. Me indica pero no giro el volante mientras Kie sigue gritándome y repitiéndome que es de sentido único.- viene un coche. Vamos a estrellarnos. Venga, gira.
Finalmente giro el volante. Cada vez estamos más lejos de ella. Siento que esta vez soy yo el que la abandona a ella.
Unos chicos pasan corriendo por delante del coche y tengo que frenar para no atropellarlos.
-¡cuidado, que hay gente! -me grita Pope y yo me giro para gritarles furioso con ellos, con Pope por gritarme, conmigo por dejarla allí.
-¡Quitad de en medio! Tomad técnica de conducción evasiva.
Llegamos a un callejón estrecho que gira a la derecha. Si giro por allí me desharé del perseguidor y volveré a buscar a Harriet. Todo son ventajas. Las ruedas derrapan por el asfalto cuando giro el volante en el último segundo y salimos disparados por el callejón.
-¡¿qué haces?! -me grita Kie.
-Le despisto. -miento.
-No es verdad, estas volviendo a buscar a Raven. -me grita Pope y yo me giro a mirarlo furioso.
-no la llames así. -escupo las palabras con ira pero el coche me detiene con una pequeña explosión y humo empieza a salir del capó.- dijiste que habían arreglado el carburador. -están pasando demasiado cosas al mismo tiempo y no puedo pensar con claridad si no sé qué tengo a Harriet al lado, a salvo. Todo mi corazón y mente se encuentran predispuestos a sufrir su ausencia, su desaparición.
-genial. -dice frustrada Kie abandonando el vehículo.
-primera regla; no te fíes de un mecánico. -rechisto saliendo de la furgoneta.- hay que dar la vuelta. -sugiero cuando el coche que nos perseguía llega hasta nosotros.- ¡corred!
-¡creo que tiene una pistola! -grita Kiara. Y, muy lejos de preocuparme por ello, me pregunto si ya la habrá usado. Me pregunto si Harriet estará viva.
HARRIEET'S POV:
Cuando abro los ojos lo primero que veo es una pequeña ventana. La luz entra aun blanca. No he estado mucho tiempo inconsciente.
-¿Sabes quién soy? -una voz retumba por la habitación. Miro a mí alrededor, estoy rodeada de cajas polvorientas, de archivadores. Pero no veo al chico que me ha traído aquí.
-sé lo que quieres. -respondo. No alzo la voz, quiero saber si está lo suficientemente cerca como para oírme. Quiero verle.
-¿y qué es lo que quiero? -pregunta y puedo notar la sonrisa amarga que acompaña sus palabras.
-matarme. -respondo y escucho un suspiro de su parte, cansado, agotado incluso.- Lo que no sé es por qué.
-¿quieres saber por qué vas a morir? -pregunta y yo asiento con la cabeza. Está claro que puede oírme, que está lo suficientemente cerca. Pero, ¿puede verme también? ¿Tiene ya el arma apuntando a mi cabeza? ¿El dedo en el gatillo? Puede que muera en los próximos minutos, no me da miedo la muerte, sé que la merezco. Lo único que me preocupa es no saber cómo habría sido si hubiese terminado el plan. Quizá hubiese sido feliz entonces.- No llores. -pide la voz y me sorprendo a mi misma sintiendo el gusto amargo de mis lágrimas. Podría limpiarlas, no estoy atada.- los asesinos no lloran.
-no me has atado. -digo sin moverme.- podría levantarme y salir de aquí ahora mismo.
-inténtalo. -me reta la voz.- a ver cuántos pasos logras dar con una bala en los sesos. -entonces tiene una pistola. Y me ha estado siguiendo; por los Outer Banks, desde París.- además -añade.- no sabrás por qué estás aquí.
Hago un silencio sin moverme, quiero saberlo. Quiero saber el motivo de mi asesinato, yo no le di esa oportunidad a mi víctima.
-Los Lupin no matan. -dice y se queda en silencio. Pasa un segundo, luego otro.
Entonces me tiro al suelo de golpe y se escucha un disparo. La habitación se ilumina una décima de segundo. Eso me basta. Corro hacia él, sé dónde está y tardo muy poco en encontrarlo. Le tiro al suelo con el peso de todo mi cuerpo y le quito el arma. Él apenas se mueve, apenas se resiste. Me aparto de él pero no puedo verle la cara, el gorro negro, ahora convertido en mascara me lo impide. Escucho unos gritos eufóricos. No tardo en reconocerlos, los insultos son de JJ. Sonrío un momento pero vuelvo a girarme hacia él con el pulso acelerado. Le doy una patada en la cara y me aparto de él para irme corriendo hacia la ventana.
-por si acaso se te ocurre volver a dispararme. -mascullo las palabras.
Salgo a pie de calle y les veo. Estoy en el puerto y ellos se abalanzan hacia abajo, donde supongo les espera un barco. Todos saltan, salvo dos personas. Discuten. JJ de cara a mi intenta zafarse con tanta fuerza que consigue darse la vuelta y entonces le veo.
-John B... -suelto en un suspiro de alivio y las lágrimas saltan de mis ojos. El nudo en la garganta es doloroso y me oprime casi a punto de cortarme la respiración.
John B alza la mirada, como si, aunque sea totalmente imposible por la distancia, me hubiese oído. Su rostro se deforma entre lágrimas y una sonrisa y suelta a su amigo que se gira hacia mí. Corro hacia ellos. Hacia John B. Hacia JJ.
Les abrazo a los dos de cuello aunque los brazos no dan de si. John B y JJ me rodean, cada uno aliviados a su forma, ambos por verme viva.
-Estas viva... -dicen ambos a la vez y luego se miran riendo con lágrimas en los ojos. JJ toma mi rostro en sus manos, examinándome, buscando alguna herida.
-¿creíais que podríais deshaceros de mí tan fácilmente? -rio pero una última lagrima baja por mi mejilla.
-¡¿qué hacéis?! -grita Kiara para darnos prisa- bajad los dos aquí, nos vamos. -saco la cabeza por la borda y veo a mi amiga. Su sonrisa se expande por todo su rostro al verme.
-¿te importa si somos tres? -rio y ella espera a que salte dentro del barco para abrazare. Otros brazos llegan a mí y puedo ver el pelo rubio de Sarah.- Veo que no soy la única resurrección del barco. -me rio y abrazo a Sarah.
Pope y JJ empujan la barca mar adentro y luego saltan al interior. John B tiene los mandos y nos adentramos al océano para volver a los Outer Banks. Para volver a casa.
-Si vuelves a desaparecer seré yo el que te mate. -me giro de espaldas a John B para afrontar la voz que quiere reñirme, pero la sonrisa en la cara de Pope le delata.
-Me encanta cuando te pones tierno. -rio y le abrazo. Kiara y JJ empiezan entonces a gritar y nos separamos con una gran sonrisa.
-¡Losconseguimos! -gritan todos y yo me quedo en silencio, observándolos a todos y acada uno de ellos. Sus sonrisas de triunfo. Aquella sensación contagiosa defelicidad que no puedo compartir con ellos en su totalidad. Así que sonrío y mequedo callada, escuchando sus gritos de felicidad, cumpliendo una promesa, laque le hice a JJ; dejar de mentir. O como mínimo, hacerlo meno
...
-¿Alguien más se muere de hambre? -pregunta JJ mientras nos adentramos a las marismas con el barco. Estamos de vuelta a los Outer Banks y un sentimiento nuevo me invade como una ráfaga de aire caliente; la sensación de hogar.- deberíamos pensar en desayunar. -rompe JJ ese momento y yo le sonrío al levantarme para salir del barco.
-vamos a por algo de comer. -propone Sarah saliendo del barco detrás de Kiara. Yo las sigo y esperamos a que los chicos bajen para ir a comer algo. Realmente siento la tripa bacía.
-La señora que vive por aquí solía plantar sandias. -digo y Pope me mira acusador. Sé que estoy proponiendo ir a robar, pero él también tiene hambre.- no me mires así. Solo es una observación.
-Pues ahora yo tengo antojo de sandía. -dice John B saliendo último de la embarcación.
-Nosotras vamos a buscarlas. -dice Sarah y les indico el camino a las chicas. Llegamos a un campo en mal estado. La mayoría de las plantas secas por no tener agua. Al fin Kiara dice:
-¡premio! -levanta una gran sandía del suelo y le sonreímos.- ¿Harriet, haces los honores? -me ofrece la sandía mientras agarra otra del suelo. Yo la tomo con una sonrisa y la dejo caer al suelo. La sandia se parte por la mitad y le ofrezco uno de los trozos a Sarah.
-está que te cagas. -dice Sarah comiendo de la media sandía con los dedos. Nos hemos sentado en el suelo y comemos con las manos. El zumo rosado de la fruta me baja hasta los codos y río al ver la cara manchada de rosa de mi amiga.
-¿oye, de verdad os habéis casado? -pregunta Kie y me giro hacia Sarah, eso no lo sabía.
-¡¿qué?! ¿Soy la última en enterarme? -Sarah ríe de mi comentario.
-no fue exactamente legal pero, sí. -sonríe y nos mira. Se la ve tan enamorada, tan feliz que es contagioso.- ¿estoy loca o me ha parecido que hay temita entre Pope y tú? -desvía el tema Sarah y me giro hacia mi mejor amiga.
-puede. -se encoje de hombros y yo me río. Kie me da un empujón en el hombro para hacerme callar.
-qué asco tía, estas pringosa. -me río y ellas me siguen.
-eso no es un no. -apunta Sarah.
-no es un no. -asiente Kie comiendo aun sandía.- pero deja de preguntarme por qué dejas a esta fugitiva pasar desapercibida.
-es verdad, Raven... ¿cómo va con JJ? -sonríe Sarah.
-es Harriet. Me llamo Harriet. -la corrijo y Sarah parece confundida.- a claro. Tú te perdiste gran parte de la historia. -le sonrío a Kie que con la mirada me alienta a contársela.- Suplanté la identidad de Raven y cometí un crimen algo grave bajo las ordenes de mi madre. Luego me descubrieron y cuando vosotros moristeis en el mar a mi se me llevaron a la prisión. El día antes del juicio logré escapar y volví a Francia.
-bua, es verdad. Casi no escapa, Sarah. -le dice Kie emocionada por la historia y yo la miro confundida.- fue brutal. Si no llega a ser por JJ se la hubieran llevado a juicio y de allí a otra prisión en el continente.
-¿perdona? -la interrumpo.- me escapé sin ayuda. -le digo algo cortante. Yo me había escapado. ¿JJ no se dignó a ir a verme en ningún momento y ahora quiere hacerme creer que estoy aquí gracias a él?
-¿no lo sabias? -pregunta Kiara y yo me quedo callada. Después de unos segundos me levanto y me dirijo hacia el barco. -¿dónde vas? -me grita mientras me alejo.
-no pienso seguir huyendo. -escucho decir a John B mientras avanzo por la plataforma de madera que me lleva hasta el barco.- los Outer Banks son mi hogar.
-estoy de acuerdo. -les interrumpo y tomo sitio al lado de Pope.
-¿Eso es para mí? -me sonríe JJ extendiendo su mano hacia la sandía pero yo se la aparto.
-Toma Pope. -él la toma algo confundido y me apresuro a añadir.- hablando de huidas. -empiezo. Sé que mi tono es cortante, hostil, pero no me detengo.- ¿qué paso cuando escapé de aquí.
-qué te fuiste a Francia ¿no? -ríe JJ.
-Claro. ¿Y dónde estabas tú? -pregunto sin seguirle la broma. No estoy por bromas ahora mismo.
-¿me acusas de algo? fuiste tú la que se fue. -contraataca.
-o no... -suspira Pope comiendo sandía.- ya vuelven a estar como gatos.
-ates de eso. Cuando aún estaba en la isla. -le recuerdo.- el día que escape. ¿Tengo que saber algo? -digo. Quiero que lo diga. Si me ayudo a salir de aquí aunque solo fuese mintiendo, quiero saberlo.
-no. -miente.- nada que no sepas ya. Que te largaste y me dejaste aquí. Y ahora que vuelves lo haces con ese amigo tuyo... Will. -dice su nombre con asco. Me cruzo de brazos y giro la cabeza hacia Kiara y Sarah que llegan con más sandía.
-hey, ¿de qué estáis hablando? -pregunta Sarah con una sonrisa.
-de pesca. -miente John B.- Raven no sabe pescar.
-Harriet. -le corrijo y por encima de mi voz suena la de JJ. Me giro hacia él, no me sonríe ni yo a él, aun así corrige a John B.
...
-ahí está. -dice John B, como si estuviese vocalizando un pensamiento, al ver su casa.
-seguro que te alegras de verla. -dice JJ. Y al mirarlo veo como su mirada se desliza de la casa hasta mis ojos. Sostiene mi mirada por unos segundos y luego la aparta.- bienvenidos a casa.
-si os digo la verdad, estoy temiendo el momento de llegar a mi casa. -dice Kiara mientras bajamos del barco ya en el pequeño puerto de la casa de John B.- mis padres ya habrán preparado mi entierro.
-también habrá jaleo en la residencia Heyward después de dejar la camioneta en Charleston. -dice Pope y le sonrío como el único apoyo que puedo darle.
-no saben que estamos aquí. -apunta JJ.- y vosotros dos no os meteréis en más problemas por tardar unas doce horas más. ¿Tengo o no tengo razón?
-no te equivocas. -dice Pope con un suspiro. Como todos, ya sabe a dónde quiere llegar JJ.
-Así que tenemos doce horas para hacer lo que nos da la gana.
-¿no hacemos eso siempre? -me río de su discurso y por sorpresa mía JJ no reacción mal.
-un poco de diversión Pogue. -dice pasando por encima de mi comentario.
-ya pringaremos mañana. -sonríe John B y pasa su brazo por encima de mis hombros zarandeándome un poco.
-la poli podría estar buscándonos. Me parece una estupidez. -niega Sarah.
-Sarah Cameron. -va hacia ella JJ con paso lento.- ¿has oído hablar de mi filosofía?
-no. -niega, pero una sonrisa se escapa de sus labios.
-las estupideces siempre derivan en algo bueno. -recitamos John B y yo a coro.
-¿quién está conmigo? -dice dando unas palmaditas- a por cerveza.
Entramos todos a la casa de John B a cambiarnos y luego nos dirigimos a una tienda a comprar cerveza. John B aparca la barca delante de una pequeña tienda y bajamos solo JJ y yo. Al entrar a la tienda no aguanto más y rompo el silencio.
-acordamos dejar de mentirnos. -digo caminando por los pasillos a su lado hasta que encontramos el de bebidas.- quiero que confíes en mí. Quiero poder confiar en ti, JJ.
-deja de mentir, entonces.
-ya lo he hecho. -digo tomando una caja entre mis manos.- ¿qué quieres saber?
-todo. -me dice con una sonrisa fingida.
-soy cáncer, es verdad que soy francesa. Volví a ver a mi padre en Francia pero solo me conto una historia turbia. -digo y me detengo.- nunca he ido al instituto. Lo primero que robé fue un libro; mujercitas.
-no me refiero a nada de eso. Pero eso tú ya lo sabes. -dice y se dirige a pagar.- Quiero saber sobre Will.
-no tienes derecho a enfadarte. -digo mientras abandonamos la tienda.- No sé qué somos, pero sé que no es nada oficial. Así que te aclaras y luego montas el numerito de celos.
-Yo no estoy celoso. -dice entrando a la barca y yo solo puedo reír por lo irónico que me parece todo.
John B nos trae de nuevo hacia su casa. El yacusi todavía está intacto y solo tenemos que quitar algunas hojas que habían caído al agua antes de encenderlo y meternos.
Solo hacen falta unas cuantas latas de cerveza y todo parece mezclarse entre tranquilidad y desmadre. La combinación perfecta para una fiesta privada. Todos están dentro del yacusi pero yo prefiero quedarme fuera, con la espalda pegada al árbol. Meto la mano en el bolsillo y le doy vueltas al teléfono sin sacarlo. Les observo a todos y cada uno de ellos, intento memorizar el sonido de sus risas y la curvatura de sus sonrisas. Sé que no durará mucho.
-se acabó, me largo. Buenas noches. -dice finalmente Pope que estaba jugando con JJ. Levanto la mano para decirle adiós y Pope me dirige el mismo gesto con una sonrisa. Kiara le sigue y le sonrío con una ceja levantada. No has de ser muy inteligente para saber cómo continuará esto. Ella me sonríe y me dice adiós.
-me voy y mira lo que pasa. -escucho decir a John B cuando me acerco a ellos.
-¿me culpas a mí? -dice JJ.
-un poco. No culparé a.... Harriet, que no estaba. -dice y veo la duda en su voz al pronunciar mi nombre.- ahora vuelvo.
-sois vosotros los que moristeis. -se esculpa JJ pero no me quedo a escucharle, me levanto para ir tras John B.
-no creo que necesites más cerveza. -le digo y él se gira hacia mí con una sonrisa.- llegué tarde a tu funeral. -me rio y el me sigue.- para el próximo prometo estar. -bromeo porque no sé hasta qué punto mis palabras van a ser ciertas.
-La manualidad un diez. -tengo que girarme para ver que no me habla a mí, sino a JJ.- os cargasteis el árbol.
-probablemente, sí. -ríe JJ para enmascarar el nudo en la garganta.- te he echado de menos, tío. -abraza a su amigo y yo sonrío hasta que por encima del hombro de John B mi mirada conecta con la suya.- tengo que hablar contigo. -se separa finalmente de su amigo y sé que esas palabras van dirigidas a mí. Yo le devuelvo la mirada y le damos la vuelta al árbol mientras John B vuelve con Sarah.
-tienes razón. -empieza mientras dejo caer la espalda contra el tronco del árbol.
-¿en qué, exactamente? -rio yo por la nariz sin dejar de verle. JJ mira a todas partes menos a mi.
-en todo. -ríe y finalmente me mira a los ojos.- sin que miento. Y también... en lo que no somos nada oficial. Así que he pensado...
-antes de que hagas alguna tontería -le interrumpo y el me mira- no estoy tan loca como Sarah, no quiero casarme. -JJ ríe y niega.
-no iba a preguntarte si querías casarte conmigo, estaba pensando en algo mas como mi novia. Si tú quieres. -se interrumpe él mismo rápidamente y yo asiento con una sonrisa y lo atraigo hacia mi. Toma su peso en los brazos con las manos a mi costado. Le tomo del cuello y lo hacerlo tan a mi que cuando habla nuestros labios rozan con un pequeño cosquilleo.
-sí, JJ, quiero ser tu novia. -él sonríe más y me besa.
-bueno -se separa.- ahora que hemos hablado de esto... Hablemos de lo tuyo con Will. -dice y le miro sin creerlo. Tomo unas hojas del suelo y se las tiro.
-¡¿es en serio?! -digo- ¡eres increíble! ¡A veces no te soporto! -bufo con indignación. Se ha cargado el momento. Me voy con paso furioso hacia Sarah.
-¡¿aún eres mi novia?! -grita sin moverse del árbol.
-¡sí! -grito de vuelta todavía enfadada, pero una pequeña sonrisa aflora en mis labios.
Llego hasta Sarah y John B, JJ a mis espaldas empieza a hablar sobre alguna cosa relacionada con el surf pero no logro concentrarme. Escucho un ruido llegar por el camino que lleva hasta la casa. Me levanto dejando a Sarah sola y voy hacia John B. Por la cara que pone puedo asegurar que él también lo ha oído.
-¿qué ha sido eso? -pregunta inquieto. Quizá solo seamos exagerados o los nervios de esta situación nos están atacando de repente. O quizá es Ward Cameron, y llegado a este punto ya no le importe cobrarse una víctima más.
-¿una gallina? -responde JJ distraído. Pero ese sonido no corresponde a nada animal.
-era la puerta de un coche. -respondo yo. John B me mira y puedo ver el miedo en sus ojos, ha pensado lo mismo que yo. JJ empieza a imitar a una gallina y John B le tapa la boca con la mano rápidamente sin apartar la vista del lugar de donde venía el ruido. Iba demasiado borracho para afrontar una situación así.- escondámonos. -digo y John B asiente sin dudar.
John B se dirige al árbol y no hace falta ninguna palabra para que nos entendamos. Sarah es la primera en subir y la que lo hace con más lentitud. Luego, muy rápidamente, todos subimos al árbol tan alto como podemos. Me coloco una rama por encima de JJ. Ahora está muy callado y su respiración es más agitada, parece incluso sobrio, pero, probablemente, sólo ha comprendido el peligro de la situación. De un momento a otras dos personas se abren camino hacia el patio de John B. Al principio no les reconozco, pero cuando la luz le da en la cara no queda ni rastro de la duda que pudiese haber existido: es Rafe Cameron. A su lado un chico de pelo largo. Creo que llevan un arma.
De repente empiezan a moverse. El chico que desconozco se dirige al interior de la casa. Rafe avanza hasta debajo del árbol y contengo la respiración. El corazón me late tan rápido que siento que van a descubrirnos por ese ruido.
-¿dónde cojones estás? -murmura Rafe. De repente siento mi respiración acelerarse y un recuerdo rápido y doloroso cruza mi mente. Intento evitarlo pero quiere abrirse paso con imágenes que no puedo borrar. "¿dónde cojones estás? Eres más lista que esto. Eres una Lupin. Actúa como tal." Tengo que cubrirme la boca para no gritar cuando JJ me acaricia la pierna que cuelga por encima de su cabeza. Miro hacia él, casi sorprendida de verle allí. JJ me devuelve la mirada y solo con ver sus ojos azules me invade la calma otra vez y encuentro la fuerza para sonreírle todavía asustada.- ¿qué? ¿Algo?
El otro chico sale de la casa rompiendo unas botellas de cerveza que estallan contra el suelo haciendo añicos y niega las preguntas de Rafe.
-ahí dentro no hay ni dios. -dice con voz frustrada.
-¿no? ¿Nada? -de repente su voz ya no es furiosa sino más parecida a la de un niño confundido e incluso un atisbo de pena por él llega a rozar uno de mis pensamientos. Pero no puedo albergar ningún sentimiento hacia alguien como Rafe. Un niño de papá. Un asesino. Un mentiroso. Un psicópata... No puedo albergar ningún sentimiento positivo hacia él porqué de repente me veo reflejada en Rafe.
-Pues por el humo se ve que acaban de estar aquí, colega. -insiste Rafe. Intento sacudir ese pensamiento de mi mente, borrarlo, pero se me hace imposible.
-una gran observación boy scout. -se mofa el otro chico.
-no pueden andar lejos, ¿Sabes? -parece preocupado, la voz a punto de romperse. Pero su amigo no parece notarlo, o no le importa lo suficiente.
-cuidado que llega el guardabosques.
-te digo que tienen que estar por aquí. -sigue insistiendo y siento mi corazón romperse un poco por él y por mi misma. No es justo que a la gente buena le pasen tantas cosas malas. Después de todo, los monstruos no nacen, se hacen.
-Pogues para siempre. -leen y empiezan a reírse. Rafe apunta al tronco del árbol con la pistola.- tu hermana es una Pogue para siempre, ¿eh Rafe? ¿Quién lo iba a decir? -se ríe su amigo.
-¡joder! -grita Rafe de frustración y apretar el gatillo. El olor a pólvora quemada se escampa por el aire. Dejo de mirar, no puedo soportar ver el dolor en su rostro y me frustra sentirme así. Otro disparo se desvía y sube entre las ramas. JJ se mueve cuando una bala separa la corteza del árbol. Otra más se dispara y la sangre gotea sobre el rostro de JJ, pero yo no digo nada. Aprieto la mano contra mi boca y nariz, aguantando la respiración y guardando el dolor para mi. Aprieto los dientes pero solo quiero gritar.
-para ya, joder. -le riñe el chico que empieza a empujarle hacia donde han venido.- vas ha hacer que nos trinquen. Venga, vámonos.
Escucho sus pasos desaparecer en el bosque y Sarah respira cada vez más fuerte. No puedo más y separo los dientes en un gemido de dolor. JJ tarda segundos en saltar hasta mi rama y cuando vuelvo a abrir los ojos me encuentro con los suyos de frente.
-tranquila, voy a bajarte y te curaremos. -intenta tranquilizarme pero mi sangre aun baja por su frente y mejilla y al mirar mi herida una sombría mueca de ira cruza su rostro.- Y luego voy a matar a Rafe.
...
Cuando vuelvo a abrir los ojos estoy tumbada en la cama. Tardo unos segundos en orientarme pero estoy segura de que esta no es la casa de John B. Estamos en casa de Will.
-H... Mary -corre a corregirse JJ cuando ve que estoy despierta. Tardo en enfocar su rostro y cuando lo hago me encuentro también con el de Will.- Me habías asustado. -fuerza una risa notoriamente preocupada.
-¿por qué estoy aquí? -pregunto para sentarme en la cama pero la mano de JJ me empuja suavemente para volver a tumbarme.
-Escuche el disparo y pensé que ya estarías metida en otro lío. -me sonríe Will que lleva en las manos un frasco con agua teñida de un rojo turbio.
-por suerte la bala solo te rozo. -me tranquiliza JJ pasando su mano en una caricia por mi frente y apartando el pelo húmedo de sudor frío.
-¿por suerte? -vuelve hacia nosotros Will como si aquello le hubiese ofendido.- le han disparado. Podría haberla matado. -cuando dice aquellas palabras una expresión extraña cubre su rostro, una especie de preocupación o tristeza que no sabría definir.
-pero estoy bien. -le sonrío pero Will permanece serio.
-podrías no estarlo. -esta vez lleva un rollo de vendas en las manos y toma mi pierna para empezar a vendarme.- ¿quién te ha hecho esto?
-Rafe Cameron. -responde JJ por mí.
-Bien. -dice Will apretando las vendas con algo de rabia.- voy a matar a ese hijo de puta. -por un segundo me parece vislumbrar una lagrima al borde de sus ojos, pero se gira tan rápido que me es imposible saberlo con exactitud.
-¿Por qué te preocupas tanto por ella? -dice JJ, pero por su tono parece más una amenaza.
-JJ... -le advierto.
-No, perdona, pero me parece extraño que otro tío se preocupe tanto por mi novia. -dice enfatizando las dos últimas palabras. Will me mira confundido y yo me encojo de hombros para restarle importancia.
-Tus celos me parecen ridículos. -dice muy calmado Will.- Por mí no hace falta que te preocupes. -JJ aprieta los nudillos cerrando la mano en un puño. Le noto tenso, cabreado. Le tomo la mano y trazo círculos sobre su piel hasta que destensa los nudillos ya blanquecinos.- Podéis quedaros los dos solos aquí esta noche, de todos modos tengo algo que hacer, pero mañana Mary va a quedarse aquí conmigo. ¿Estamos? -y esto último suena a amenaza, aun así asiento. JJ no se mueve. Y esperando su reacción me quedo dormida.
...
-por fin. -me sonríe Will cuando abro los ojos.- buenos días ricura. -le sonrío de vuelta e intento ponerme de pie pero un dolor agudo sube des de la pierna hasta la cadera.- ¡¿qué haces?! ¡Túmbate! -le hago caso de inmediato y una lagrima de dolor baja por mi mejilla. Will la caza al vuelo y me sonríe sin fuerzas.- no llores, yo estoy aquí para ti. Todo lo que necesites.
-¿cualquier cosa? -pregunto indecisa pero Will no tarda en asentir con la cabeza eufóricamente como si me lo debiera.
-solo pídemelo, ricura. -sonríe al hablar y puedo sentir un atisbo de culpabilidad en su voz.
-Tráeme a Rafe. -digo y a Will se le borra la sonrisa y niega.- por favor. -Will se levanta tambaleándose indeciso.- por favor. -vuelvo a repetir y finalmente va hacia la puerta pero antes de que la abra le detengo.- Will. -se gira hacia mí, quizá con la esperanza de que le diga que no hace falta, pero eso no sucede.- No tienes que sentirte culpable, tu no estabas allí. Y aunque hubieses estado, no es tu obligación protegerme.
-lo sé... -murmura y vuelve hacia mi con una pequeña sonrisa.- no sé por qué me siento así, pero siento que eres lo más cercano que he tenido a una familia. -dicho esto me da un beso en la frente y va hacia la puerta para marcharse.
Paso los minutos en silencio, meditando lo que va a pasar a continuación. Preparando las palabras que debo decir. Lo echo, echo está. Rafe viene hacia aquí y tengo que decidir si lo que voy a decir va a ser la verdad u otra mentira. Y en caso de ser la verdad, que porción.
Antes de que pueda decidirlo La puerta se abre de golpe y entra Will. Detrás de él entra Rafe. Sus ojos tardan menos de dos segundos en encontrar los míos y en cuanto lo hacen sé que ya me ha reconocido.
-joder... -ríe al verme.- estás viva. Que hoja de puta...
-eso último también puedes aplicártelo. -digo con una pequeña sonrisa. Rafe empieza a caminar hacia la cama donde permanezco sentada pero Will le pone una mano en el pecho impidiéndole avanzar.-venga, Will, déjalo, ¿no creerás que solo quería verlo por guapo, no? -Rafe ríe pero Will no se mueve.- estaré bien. Si no puedes matarlo. -le sonrío y Will lo suelta, no sin antes darle un golpe en el pecho que hace que Rafe se tambaleé.
-me voy, pero estaré cerca. Si la escucho gritar estas muerto, Cameron. -avisa Will y cierra de un portazo.
Rafe se queda mirando la puerta unos instantes y luego se gira hacia mí con una sonrisa cínica.
-por fin solos. -dice como si le pareciera un chiste.- la última vez que pasó esto un policía tuvo que prestarme unos calzoncillos. -intento no reír pero mi sonrisa divertida me delata.
-la última vez que te vi yo a ti me disparaste. Estamos en paz. -digo y Rafe parece meditarlo un par de segundos.
-me parece justo. -se sienta a los pies de la cama y mira mi pierna vendada.- ¿te dolió?
-sí.
-bien... -sonríe cínicamente.- ¿qué quieres? -su semblante se ha vuelto serio y no me gusta.
-quitarme una idea de la cabeza. -Rafe enarca una ceja pero sé que tengo toda su atención.- ¿Sabes quién soy?
-¿quién no? -ríe.
-maté a una mujer. -Rafe se tensa de golpe.- por mi madre. Tuve que escapar y fingir ser alguien que no soy para esconder ese alguien en quien me había convertido. Que ella me había convertido.
-¿y a mi eso que más me da? -me escupe las palabras con odio, pero en su voz puedo notarle que le afecta lo que dice y cuando sus ojos azulados encuentran los míos veo que él también se ve reflejado en mí.
-te da, Rafe, porque te sientes culpable. Pero los monstruos no nacen, se hacen. Tú y yo... somos buenas personas, Rafe. Necesito que lo digas. Necesito que te lo creas. -me sorprendo llorando en ese momento y Rafe se desliza hasta mi lado y enjuaga las lágrimas de mi rostro.
-me lo repito cada mañana, cada noche... todos los días, Harriet. -me dice en un susurro.- pero la gente como nosotros... No somos buenas personas -sus palabras van acompañadas de una sonrisa maquiavélica que por alguna extraña razón me producen paz.- somos mejores.
Y me besó. Me besó como hacía tiempo que JJ no lo hacía. Porque Rafe no era JJ, y por un segundo dude de mi misma, si me habría equivocado. Si aquello que había buscado desesperadamente en JJ lo había encontrado en Rafe Cameron. Así que le devolví el beso y sentí que éramos iguales. Tan parecidos que un atisbo de miedo cruzó como un pinchazo en el corazón que fácilmente podría confundirse con el sentimiento de culpabilidad, de traición.
-¡Han arrestado a John B! -me separé en una décima de segundo al escuchar aquella voz cruzar la puerta pero para entonces ya era demasiado tarde.
-joder. -musito Will al lado de JJ que me miraba con una mezcla de rabia y asco que tintineaba entre Rafe y yo, ambos demasiado cerca.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top