T2 E2: El golpe
𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐨𝐬
Con la lluvia que está cayendo Will no había oído cerrar la puerta. Había podido salir sin que lo notara e ir hasta casa de JJ. Estaba deshabitada. Ni siquiera su padre quedaba dormido y borracho en el sofá como de costumbre. Tomé mi nuevo teléfono de prepago e icé la mayor estupidez que se puede hacer con uno de esos teléfonos que, al igual que o, solo compras si tienes alguna cosa que esconder, marqué el número de JJ. Esperé. Contaba los pitidos y cuando llegué al cuarto asumí que no iba a coger la llamada.
-¿quién es? -respondió en un susurro contra el teléfono.
-JJ, soy yo. -respondí.- Harriet. ¿Dónde estás?
-es una misión, para limpiar el nombre de John B. -respondió como si aquello fuese obvio y mi pregunta estúpida.- ¿dónde estás tú?
-en tu casa.
-¿qué haces allí? -dijo extrañado aun en susurros.
-jugar a las damas con tu padre. -ironice.- ¿tú qué crees? te estaba buscando. Sé que estáis enfadados, que ellos no comprenden que necesite otra identidad ahora, pero he vuelto...
-vale, sí, tengo prisa Harriet -me cortó. Le estaba abriendo mi corazón y me cortó.- ya te pondrás sentimental luego. No tengo tiempo para esto ni para ti. -cortó la llamada.
Me quedé helada unos segundos bajo la lluvia que caía sin reparos sobre todo Outer Banks, hasta que la pantalla del teléfono se iluminó. Era un mensaje. Una dirección y luego otras palabras: No tienes la mejor reputación. Ven aquí y arréglalo. JJ.
Sonreí y salí corriendo, sabía perfectamente donde estaban. Mientras corría bajo la lluvia los pies me resbalaban en el suelo. "Ven aquí y arréglalo". Tenía tantas cosas para arreglar. Mi amistad con Kiara y Pope, con JJ. Debía encontrar a mi madre. Si John B estaba realmente vivo como decían los Pogues entonces debíamos limpiar su nombre, pero lo que más me preocupaba ahora es que no podría limpiar el nombre de John B si estaba muerta, y había alguien en la isla que de verdad quería matarme.
-¿qué estamos haciendo? -susurré detrás de los Pogues que se asomaban por una valla de madera con una cámara. Los tres se giraron sobresaltados hacia mí.
-Harriet, ¿qué haces aquí? -saltó Kie.
-tengo insomnio, he salido a correr. -mentí.- ¿puedo jugar? -sonreí inocentemente.- ¿a quién espiamos? -JJ me echó una mala mirada reprobadora que pasé por alto y me asomé al lado de Kie.
-no, no puedes jugar.
-shhh... espera. -la cortó Pope.- no tenemos ni idea de que estamos haciendo, pero ella sí. Aunque solo sea por ahora. Harriet puedes quedarte.
-¡bien!
-¡shhh! -me chistaron los tres.
-perdón. -susurré.- ¿a quién espiamos?
-al tipo que conducía el avión de Cameron con el oro. El único testigo del asesinato de la sheriff.
-joder... esto se pone interesante, por allí viene el papi de Sarah. -indiqué. Pope le enfocó con su cámara.
-mierda, agachaos, rápido. -nos ordenó JJ.
-y ahí está Gabin. -apuntó Pope. Ese hombre había visto morir a una mujer inocente y había callado por dinero. Y ahora estaba participando en llevarlo a la policía. Yo, que aún tengo carteles colgados de "se busca" con mi cara por París. Parece una broma macabra.
-sólo por casualidad. -rompió el silencio Kie.- ¿volvéis a estar juntos? -Me giré hacia JJ pero él no dejó de mirar a través de la valla y negó con la cabeza.
-no. Yo no salgo con ladronas. -las palabras eran cómo puñales. La piel me ardía de rabia, JJ era un puto gilipollas cuando quería.
-la palabra que buscas es asesina.
-ya, pero ladrona también te queda bien.
-¡dejad de discutir, joder! ¡Los he perdido! -nos riñó Pope exasperado.- ¿a dónde van?
-un momento... -dije y me alejé de ellos pero JJ me siguió, probablemente pensábamos en lo mismo por distintas razones, obviamente no todos roban por los tejados. JJ silbó a Pope y Kiara.
-He encontrado algo, venid. Hay que subir. -indicó unas escaleras que llevaban al tejado.
-me has robado la idea. -susurré corriendo hacia la escalera metálica y empezando a subir.
-mejor que dinero del oro. -respondió mascando las palabras. ¿Si estaba cabreado porque me había mandado la ubicación? No respondí aquella provocación, los Pogues no me tenían en gran alta estima y otra pelea con JJ acabaría con mi participación en la misión.
Corrimos al extremo del tejado que daba hacia el edificio en construcción en el que se habían colado Cameron con el piloto. La luz azul del neón iluminaba nuestros rostros y creaba destellos de luz sobre la lluvia que caía sobre nosotros. El aire se había hecho más frío des de la última vez que estuve en Outer Banks.
-¿estás gravando Pope? -preguntó en voz baja JJ. Era una tontería hablar en susurros, con la lluvia y la distancia entre tejados era más probable que nos vieran que nos escucharan.
-¿los tienes? -preguntó Kiara escondida tras el último muro que delimitaba el tejado. Pope aguantaba la cámara en alto y miraba por el objetivo. El pulso le temblaba un poco, quizás por el peso de la cámara más que por el miedo.
-sí. -confirmó Pope sin dejar de mirar por el objetivo.- sí, los veo. Ward le acaba de dar algo a Gabin. Una bolsa de deporte. -con el objetivo de la cámara Pope era el único que podía ver lo que estaba pasando al otro lado de la calle.
-tíos, esto pinta a soborno. -apuntó JJ. Pensaba lo mismo, lo más probable es que Ward estuviese comprando el silencio del piloto.
-A Gabin no se le ve muy convencido. -dijo Pope y todas las alarmas de mi cuerpo saltaron. Cameron era peligroso, tanto o más que su hijo. Había dejado morir a su hija por el oro, tenía prioridades. Esto podía acabar muy mal y no podía permitirme estar en la escena del crimen, otra vez.- diría que le está gritando a Ward.
-¿por qué? -Kiara como Pope no entendía que estaba pasando. Eso es lo que me diferenciaba de ellos, yo no estaba extrañada, sabía lo que podía pasar en cualquier momento. Bueno, lo que nos diferenciaba.
-no lo sé, parece enfadado. -sin levantarme del suelo fui como pude hasta JJ pero cuando iba a susurrarle que deberíamos irnos Pope soltó:- Joder... -y lo que me temía empezó a suceder. Ward y Gabin empezaron a pelearse, podíamos verlo incluso sin la cámara.
-se le ha ido la olla. -dijo JJ.
-deberíamos irnos. -susurré a JJ y se giró hacia mi, el agua le caía por el rostro iluminado de neón azul, la gorra puesta al revés en la cabeza aplastaba el pelo sobre su cara.- sabes lo que puede pasar.
-no vamos a ir a ningún sitio. -me negó. Cuando me hablaba, cuando me tenía cerca, apretaba la mandíbula. JJ estaba enfadado conmigo y por raro que me hubiese parecido hace unos meses, no era mi prioridad, no podía serlo cuando me querían ver muerta.- No todos son como tu. No todos juegan con la vida de los demás.
-Ward le está dando una paliza. -nos cortó Pope que, como Kie, no nos habían escuchado.- Ward tiene una pistola. -podía notar el pánico en Kiara al escuchar esas palabras, el miedo de Pope al pronunciarlas. JJ a mi lado, en cambio, permanecía impasible.
-Fijo que es el arma del crimen. -dijo Kie y todo tomó sentido. Como ahora nadie me cuenta nada debía ir deduciendo lo que hacíamos. Y aquí estábamos, listos para demostrar que John B siempre había sido inocente.
Gabin se levantó del suelo mientras Ward se alejaba. La escena pareció petrificarse. La lluvia seguía cayendo pero Gabin no se movía y Ward había dejado de avanzar. Entonces, de un momento a otro Ward se giró y se escuchó un disparo. El edificio del otro lado de la calle se iluminó una décima de segundo con la explosión del arma.
Me dejé caer del todo al suelo, escondiéndome tras del muro. Las expresiones de sorpresa eran más altas que el disparo en mi cabeza. JJ no me había escuchado, y ahora estábamos aquí, al otro lado de la calle dónde habían matado a un hombre a sangre fría.
-qué fuerte... -musitó Kiara en shock después del disparo.- no puede ser verdad, ¿qué me estás contando? -Pope se levantó con la cámara en mano temblorosa para seguir grabando. Yo permanecí en el suelo, al lado de JJ mirando a mis pies. JJ tampoco se movía, me estaba observando, esperando que empezase a retorcerme en el suelo, a ahogarme. A tener otro ataque de pánico. Pero eso no iba a volver a suceder. Ya no estaba confundida ni asustada, solo me quedaba rabia hacia todos aquellos sucesos de París.
-dime que lo has gravado. -se giró JJ hacia Pope finalmente.
-podremos encerrar a ese carbón de por vida. -entonces se escuchó como algo caía y me levanté. La corriente empezó a arrastrarla, pero claramente, allí en el suelo, había el arma que había matado a la policía y ahora a Gabin.- esto es una puta locura. ¡Agachaos, agachaos! -nos ordenó Pope cuando Ward miró hacia la calle, hacia nosotros. Nos volvimos a esconder detrás del muro.
-deberíamos irnos. -dijo por fin JJ.- Pope, ¿tienes suficiente, verdad?
-un momento. -pidió Pope sin dejar de gravar.- está saliendo, creo que busca la pistola. La pistola ha caído por la alcantarilla. -Pope parecía emocionado con las noticias pero yo ni siquiera observaba ya, solo veía, de espaldas a la calle, nuestras sombras recortadas sobre la luz azul en el tejado.- la está buscando. -ahora si estaba nerviosa, debíamos irnos. La mano de JJ se deslizo con cuidado al lado de la mía, solo un toque, demasiado sutil para ser llamado caricia. La piel de su meñique contra el mío y sentí erizarse mi piel, mi cuerpo calmarse, mi respiración más profunda, menos entrecortada. Ni siquiera me había dado cuenta de que estaba empezando otro ataque. Cuando me giré hacia JJ él no me miraba. Aparté la mano y la dejé sobre el muro para ver por encima. JJ dejó la mano al lado de la mía, para devolver ese pequeño contacto y mi respiración a la normalidad.
-sí, busca la pistola. -confirmé al verlo agachado en el suelo.- antes he visto cómo caía.
-aguanta. -pidió Kie y empezó a levantarse, a ponerse de pie.
-¡¿qué haces Kie?! -JJ intentó pararla, todo su cuerpo en tensión sabiendo de lo que era capaz su amiga llevada por la rabia.
-¡¿pero a ti que te pasa?! -gritó a pleno pulmón. Me tiré otra vez hacia el suelo. El corazón golpeándome en el pecho y la bilis subiendo por mi garganta. Iba a descubrirnos. Ward Cameron iba a matarnos.- ¡asesino!
-agáchate. -le tapó la boca JJ con la mano para callar a su amiga y escondernos.
-¡monstruo! ¡¿Qué coño te pasa?! -seguía gritando.
-calla ya, Kie, vas ha hacer que nos maten. -le largué enfadada. Ganándome una mirada asqueada y cabreada de la que había sido mi mejor amiga.
-me da igual que me oiga. Es un asesino.
-sí, y nos va a asesinar a nosotros, Kie. -le devolvió JJ.
-tíos, no ha visto. -Pope golpeándole la espalda a JJ nos hizo callar.- venga, andando.
-hay que irse cagando leches. -JJ se puso de pie de un salto ligero y por reflejo tomó mi mano para tirar de ella y que lo siguiera. Pero al entrar yo a su campo de visión soltó mi mano, como si mi reflejo le diese consciencia de lo que estaba haciendo, le devolviese a aquella realidad donde no quería tomar mi mano.- venga, deprisa, Pope. -le apresó mientras bajaba por la escalera metálica de incendios. Cuando hubo bajado unos escalones me cortó el paso y empezó a bajar él. Me quedé allí arriba, viendo como los tres Pogues bajaban con prisa por la escalera y por un segundo me pasó la idea de quedarme allí arriba, probablemente se marcharían y se olvidarían de que me habían visto aquella noche.
-deja de hacer el capullo, Harriet. -me largó Kiara.- baja ya.
-¡ah! ¡Mi mano! -se quejó JJ cuando Kie le piso la mano dándole una patada a Pope y cayendo los dos escaleras abajo.
-perdón. -se disculpó Kiara acabando de bajar conmigo.
-no... -Pope tomó algo del suelo, la cámara, ahora destrozada, perdía cinta por los lados y le faltaban piezas.
-venga ya... ¿se te ha caído? -se quejó JJ.
-me has dado una patada. -culpo Pope a JJ.
-me ha pisado la mano, joder. -apuntó JJ a Kiara.
-intentaba darme prisa. -se excusó esta.
-¿lo discutimos mientras huimos a un lugar donde no nos quieran matar? -propuse con sarcasmo y JJ se giró hacia mi enfadado y con media cara llena de barro.
-tu eres la última en hablar aquí. -me escupió las palabras.
-eres un rencoroso de mierda. Decídete de una puta vez, si no me quieres ver no me mandes ubicación para que venga.
-vámonos, venga, que viene. -me apresuró con una mano en el hombro Pope para que empezáramos a correr.
-no te quiero ver. -siguió JJ al otro lado del muro que empezamos a saltar para huir de Ward. La superficie irregular del muro se clavaba en la palma de las manos al hacer presión para levantar mi cuerpo y pasar al otro lado. Cuando caí al otro lado pude responder con el mismo tono cabreado que él usaba conmigo.
-¿y por qué me hiciste venir? -pregunté exasperada empezando a correr de nuevo. Llegamos al coche de Kiara y subimos corriendo, Pope de copiloto, JJ y yo en los asientos traseros.
-¡por qué no quiero verte con Will! -gritó exaltado de haber corrido y cabreado por la conversación.- ahora cállate de una puta vez. ¿Alguien puede... ¡explicarme lo que acaba de pasar!?
-se peleaban por el arma. -dije.- te dije que debíamos irnos pero nunca me haces caso.
-¡porque eres una mentirosa!
-¡me sigues teniendo como la villana de este cuento que os habéis montado! Eres un hipócrita de mierda y en el fondo lo sabes...
-¿qué sé? yo solo sé que me mentiste, que querías robarnos, que fingiste ser alguien que no eras. ¿Qué es lo que cojones sé, Harriet?
-¡que me apartas de ti por qué sabes que somos iguales! -grité de vuelta. Todos estábamos muy nerviosos y estaba saliendo todo esto en el momento y el lugar menos adecuados.
-¡callaros ya! ¡Los dos! Gabin debía tener la pistola que uso Rafe para matar a la poli. Se la debió guardar. -cambió de tema Pope.
-cogedlo, cogedlo, cogedlo... -pidió Kiara con el teléfono entre las manos.
-¿a quién llamas? -se puso entre los asientos delanteros JJ para ver, haciéndome a un lado.
-¿tú que crees? -contestó obvia.
-¿a la poli? -dijo Pope sobreexcitado y con el aliento entrecortado de los gritos y las huidas.
-¿a quién narices voy a llamar sino?
-¿qué cojones haces llamando a la poli? ¡Van a llevarse a Harriet! -gritó JJ.
-¡callaos! Oiga, le han disparado a un hombre en la obra de Grand Street.
-tíos, no podemos quedarnos aquí. -gritó JJ por encima de los berreos inconexos que Kiara le soltaba a la policía al otro lado de la línea.
-JJ tengo que irme. -le apresaba tirándole de la manga que goteaba agua de lluvia sobre los asientos del coche de Kiara.- tengo que irme ya...
-¿qué hago? -preguntó Kiara desorientada por la situación.
-tu arranca. -le mandó Pope y el coche se pudo en marcha y empezamos a recorrer las calles de Outer Banks.- nos esconderemos hasta que llegué la poli y luego iremos a explicarles lo que ha pasado. -yo negué con la cabeza.
-tengo que irme. -abrí la puerta con el coche en marcha y Kiara me miro exaltada por el retrovisor.- cuando te aclares ya tienes mi número. Pope, que no salga mi nombre en la conversación. -el chico asintió con la cabeza y me tomó la mano antes de que saltara.
-Te hemos echado de menos, Mary Jane. -me sonrió y le devolví el apretón con una pequeña sonrisa para luego saltar del coche. Aterrice en el suelo encharcado, tanta lluvia estaba convirtiendo las calles en una especie de rio. Me puse a caminar hacia el bosque para alejarme de allí, el muslo me dolía al caminar, la marca de las uñas de JJ que habían intentado agarrarme antes de que saltara me habían rasgado la piel y una de ellas dejaba un rastro de sangre hasta la rodilla. Sonreí, no estaba enfadado, solo celoso, y eso era bueno, aun le importaba.
En el bosque, entre los árboles, parecía que llovía menos, solo aparentemente, ya que la hojas filtraban la lluvia y no caía como una ducha sobre mi cabeza. Caminaba hacia la casa de Will que ahora había adoptado como mía también cuando de repente unas ramas se rompieron a mis espaldas. Me giré de golpe pero con la oscuridad de la noche y la lluvia no podía ver a tres palmos de mis narices. A mi izquierda escuche unas hojas crujir.
-¡sé que estas aquí! ¡Sé que quieres matarme! ¡No te tengo miedo! ¡Sal! -grité, pero no obtuve respuesta. Salí corriendo hacia la pequeña cabaña de Will y entré sin llamar. Will estaba de pie junto a la cama sin camiseta acabando de vestirse.
-¿tanto cuesta llamar? -se giró hacia mí con una sonrisa.
-sí cuando llueve a cántaros.
-solo es agua y tu necesitabas una ducha. -se rio de mí y le sonreí tirándome al sofá.- cámbiate de ropa, vas a mojar el sofá.
-voy, mamá... -ironicé y empecé a cambiarme a su lado.
-por dios... tengo que comprar unas cortinas o algo que nos de privacidad ahora que te has instalado.
-¿Eres gay? -me giré hacia él en ropa interior. Will evitaba a toda costa mirarme aunque intentaba no parecer nervioso o incómodo.
-no, pero no tampoco soy un baboso. -seguí vistiéndome y me senté con él en el sofá.
-me caes bien. -asentí.
-menos mal, porque somos compañeros de piso... -se rio. Me gustaba su risa, era un sonido cálido, familiar.
-creo que he visto a alguien en el bosque. -Will se tensó a mi lado y se giró hacia mí examinándome en busca de heridas y tomó mi pierna.
-¿Te ha hecho esto? ¿Quién era? -yo le calmé con una mano en el hombro.
-no le vi. Esto me lo hizo JJ. -expliqué.
-¿te hace daño? Te juro que le mato... -se puso de pie con los hombros tensos.
-calma tigre, fue un accidente. -Will se dejó caer a mi lado con un pequeño botiquín y empezó a curarme. Me echó algo en la herida que ardía e intenté apartarme del pero tomo mi muslo envolviéndolo en su mano para devolverlo otra vez a su regazo.
-no te muevas. -susurro y empezó a vendarme por encima de las marcas de uñas.- se te a erizado la piel. -sonrió pasando una mano por encima del bello en punta de la parte de mi muslo que quedaba sin vendar. Me miró y le sonreí por unos segundos en silencio, luego baje las piernas de su regazo y por fin nos dedicamos un "buenas noches" y nos fuimos a dormir.
...
Cuando despierto no me muevo de la cama. Will ha vuelto a cedérmela, dice que el sofá es más cómodo. Me quedo mirando al techo, sé dónde van a ir, al final de la desembocadura, ha buscar la pistola. Si voy, si sigo persiguiéndolos puede que recupere mi posición de Pogue, incluso el título de amiga. Hasta entonces pareceré un perro, el de JJ para ser exacto, pareceré una desesperada que los sigue solo por qué está él. Nadie va a pensar que lo hago por John B, por Kiara, incluso por Pope o Sarah... no, solo sería una obsesionada. Y me niego. Me niego a ser el perrito faldero de nadie, tengo más orgullo que esto. Voy a quedarme con Will, descubrir quién quiere matarme y, luego, quizás lo mate, quizás le entregue. Aún no está decidido.
Me llega un mensaje, es una ubicación.
No voy a ir. ¿Que soy ahora, alguien con el que se puede discutir por la noche y a la mañana siguiente mandas un mensaje y acude sin más? No. No voy a ir. No voy a ir. No voy a ir.
-mierda. -mascullo levantándome de la cama. Y saliendo de la casa de Will.
...
-este es el desagüe norte. -oigo a JJ mientras me acerco a ellos.- Si la pistola cayó por la alcantarilla y salió por aquí, debería estar...
-en este montón de basura. -terminó Pope que fue el primero en verme.- Jane, buenos días. ¿Debería llamarte Jane? No sé si Harriet es un poco raro ya que te buscan y...
-Jane está bien, lo prefiero, de hecho, así llamo menos la atención, gracias.
-Jane, entonces. -sonríe Kiara incómoda.- Jane, eres increíble, una mentirosa compulsiva. Mantén la distancia, gracias. -me sonríe cínicamente. Bueno, pienso, ella está enfadada y... me giró hacia JJ, ni siquiera me mira, JJ también está enfadado. La parte buena es que Pope no.- Vaya tela... la gente que usa plásticos es para matarla.
-pues la verdad es que a mí me encanta el plástico. -la chinchó JJ. Aun no me había dirigido la palabra después de la discusión.- lo uso a diario. Me encanta este material. -la sonrisa en el rostro le quedaba bien, últimamente cuando me miraba a mí nunca llevaba una.
-pues espero que como mínimo lo recicles y no lo viertas al mar.
-esperaba que salieses con eso así que... -dijo Pope sacando un rollo de bolsas de basura de la mochila.- bolsas.
-¿acabas de proteger el ambiente de forma proactiva? -sonrió Kie.
-puede ser. -aparentemente, para unos frikis como ellos eso era ligar y ahora, creo, que intentaba hacerse el duro. No lo pude evitar y solté una pequeña carcajada.
-¿queréis que os dejemos a solas o que pasa? -los miró JJ y me sonrió al ver que también me reía de ellos.
-deja de reír, Jane. -me riñó Pope.
-lo siento, es que nunca había visto ligar a dos frikis. Es como ver una aurora boreal o así ¿sabes? -JJ se rio y Pope le lanzó el rollo de bolsas a la cara.
-recoge la basura. -le dijo medio cabreado a JJ. Miré a JJ empezando a recoger basura y me devolvió la mirada con una pequeña sonrisa en los labios.
-ya estaba harto de estar aquí solo de aguanta velas. -me susurro.
-¿por eso la ubicación? -le chinché.
-¿por qué sino, Harriet? -hizo hincapié en mi nombre y rodé los ojos dejando el tema aparte para seguir recogiendo basura flotante.
-que divertido. -se quejó JJ lanzando la última bolsa de basura fuera del agua. Habíamos perdido dos horas de la mañana limpiando aquello sin encontrar la pistola.
-pues si no está en la basura tiene que estar en la alcantarilla. -dijo Pope apuntando el final de la alcantarilla, un tubo de cimento largo, sucio y estrecho.
-está en la alcantarilla. -afirmó JJ mirándonos a todos.
-mierda... -suspiró cansado Pope.
-por suerte he traído la palanca. -celebró JJ.
-¿y lo vamos a echar a piedra papel o tijeras? -preguntó Kiara mirándonos. Siendo razonables la cosa sería descartar a Pope des del principio, él es el cerebro y lo necesitamos intacto. Así que la cosa quedaría entre JJ, Kie y yo. Pero sé de buena pinta que JJ no va a meterse allí dentro, es demasiado miedica, aunque él lo negará siempre.
-no. -negó JJ y yo reí por debajo de la nariz, ya empezaba a dejar escusas.
-¿alfabéticamente? -propuso Kie.
-que va... -volvió a negar arrodillándose a la entrada con Pope. Solo Kie y yo quedábamos de pie, a sus pies, Pope y a los míos, JJ. Lo observé un segundo desde arriba, la gorra con la visera hacia atrás de color rojo, la camiseta de mangas cortas azul marino y su piel morena de hacer surf. Miré a Kiara y con una sola mirada supimos que la cosa estaba entre nosotras.- a la de tres Pope. Una, dos, tres. -empezaron a tirar y enseguida cedió.
-o que vaya el mayor. -propuso.
-es que en la cloacas puedes pillar una lombriz que se te mete en la sangre y luego hay que echar por el pito. -explicó JJ asqueado.- así que me temo que voy a pasar.
-sí, por mi parte es otro no. -dijo Pope sin levantar la mirada del suelo. Yo reí divertida.
-vale, lo pillo, os da miedo. -dijo Kiara y yo asentí.
-lo de Pope es público, pero JJ se lo guardaba muy bien. -me reí.- pero sí, es otro gallina.
-no... No. -empezaron a negar ambos mientras Kie y yo nos reíamos.
-no tenéis nada que temer. -dijo Kiara.- entraré yo.
-vengo contigo. -dije.
-no, tú te quedas.
-no vas a ir tu sola, Kie. -le negué.
-como quieras... -se rindió finalmente
-ten cuidado. -le dijo Pope a Kie antes de que empezara a entrar. Yo me giré hacia JJ sonriente y el me miró, no estaba serio, pero no me sonreía como me hubiese gustado.
-haz lo que quieras, a mí me da igual. -se encogió de hombros sin dejar de mirarme mientras empezaba a arrastrarme por el agua encharcada detrás de Kiara.- vosotras dad un grito por lo que sea y... emm... te responderemos. -me reí bajito por aquellos comentarios.
-muy útil, gracias. -ironizó Kie delante de mí. Como más avanzábamos peor era el hedor de aquel lugar. Una mezcla de agua salada encharcada, algas y podredumbres llenaban las paredes húmedas y pegajosas de la alcantarilla.
-¿queda mucho? -pregunté, ya que solo veía a Kiara si miraba adelante.
-no lo sé, no veo el final.
-¿habéis encontrado algo? -gritó Pope, su voz resonaba por el tubo de la cañería.
-¿veis la pistola? -gritó JJ.
-nada. -grité de vuelta.
-debe de estar al fondo del sumidero. -gritó Pope y yo asentí con la cabeza como si alguien pudiese verme. Luego me sentí bastante estúpida por hacer aquello.
-Jane, aquí se acaba. -dijo Kie y luego se adentró a una agua asquerosa que quedaba estancada en un lugar más espacioso en la que entraba luz desdel techo.
-qué asco. -me quejé dejándome caer allí dentro.- bueno, busquemos rápido y larguémonos.
Empezamos a buscar a tientas por el suelo rezando para no encontrarme nada que se moviera.
-¿así que ahora estas con Pope? -dije para romper el silencio tenso.
-¿así que ahora te llamas Mary Jane? -imitó mi tono.
-sí, mira, es una historia graciosa. Te la cuento, ¿quieres?
-no.
-Todo empezó hace diecisiete años en Francia. Yo, sinceramente, no quería que me parieran.
-creo que he encontrado algo. -dijo Kiara.- ¡Chicos, creo que he encontrado algo! -gritó a los chicos al otro lado de la cañería. Pero cuando lo levantó y pude verlo era algo que había estado vivo, ensangrentado y en podredumbre.- ¡aquí hay algo muerto! -empezamos a gritar, quizás estábamos rodeadas de un cadáver despedazado des de hacia más de media hora y no lo sabíamos. Qué asco.- ¡estáis en deuda con nosotras de por vida! -gritó mosqueada.
-Kie... -intenté llamar su atención. No me había movido, pero ahora el agua tocaba mis codos. Miré hacia la escalera y lo corroboré, el agua estaba subiendo. ¡Kiara!
-¡¿qué?!
-¡el agua! -grité de vuelta asustada y frenética.- está subiendo. ¡Chicos! -grité hacia JJ y Pope.- ¡el agua está subiendo!
-salid de aquí pitando. -nos llegaron los gritos de Pope. Pero al ritmo que estaba subiendo no nos iba a dar tiempo, si entrabamos las dos en esa cañería moriríamos ahogadas.
-¡no da tiempo, Pope! -grité de vuelta y entonces lo noté en la punta de los dedos con la corriente de agua nueva y fría.- Kiara, sube. -le ordené y empezó a subir por la escalera alcantarilla arriba. El agua volvió a mojarme los pies, estábamos atrapadas. Kiara golpeaba la alcantarilla pero esta no cedía.
- Harriet, sube más, vas ahogarte. -dijo desesperada. Subí a su altura.- a la de tres empujamos. Una, dos, empuja. -empujamos con todas nuestras fuerzas pero no cedía y el peldaño era demasiado pequeño para ambas.
-voy a bajar un poco, sino caeremos y será peor. No te preocupes, JJ llegará a tiempo...
-no, quédate aquí, vas ahogarte. -negó cogiéndome del hombro.
-he sobrevivido a dos naufragios, estaré bien. -pero solo mentía. El agua ya tocaba mi estómago, en pocos segundos estaría hundida hasta el cuello y en unos minutos, muerta. Lo único que me quedaba esperar es que JJ estaba corriendo hacia nosotras.
-¡Pope! ¡JJ! -gritábamos para que nos oyeran. El agua llegó hasta el cuello y grité más alto desesperada subí lo poco que podía pero el agua era más rápida- joder... Kie, siento mucho lo que he hecho. Sé que no es el mejor momento, pero, de verdad, lo siento. -el agua empezaba a llegarme a la boca y si hablaba tragaría agua.
-no, calla... No estoy enfadada, vamos a salir, te lo prometo. -mintió y siguió gritando. Estiré el cuello buscando los últimos segundos que tendría de aire y tomé la mayor bocanada que pude. Los segundos parecían alargarse hasta que Kiara quedó bajo el agua y mi mirada empezó a volverse turbia. Entonces Kiara subió más arriba y supe que JJ había llegado a tiempo. Nadé hacia arriba, los pulmones ardiendo las manos adoloridas de agarrarse con todas las fuerzas a la escalera. Salí y tomé una gran bocanada de aire y alguien me tomó entre los brazos.
-lo siento, lo siento... era mentira si me importa, si me importa... respira Harriet. -me susurraba JJ y empecé a toser, tomando más aire.
-mentiroso... -susurré a duras penas con el aire que pude emplear para hablar y no ahogarme. JJ rio conmigo, más bien por el susto que por que hubiese dicho algo gracioso.
-eres lo peor... -me dijo juntando nuestras frentes. Su respiración también estaba acelerada como la mía.
-¿estás seguro? -Me puse en pie separándome de él.- por casualidad no buscábamos esto, ¿verdad? -dije sacando la pistola de Ward de detrás de mis pantalones y entregándosela a JJ que la tomó en un pañuelo.
-joder, Harriet... -sonrió JJ con el arma en las manos.- vamos a trincar a ese hijo de puta. -celebró y Kiara me abrazo ambas respirando aun con dificultad pero con una sonrisa en el rostro.
-esta sí que es la que recuerdo mi mejor amiga... -me susurró.
-se la tenemos que dar al sheriff. -dijo Pope y yo le miré aquellos ojos de un oscuro inteligente que al instante me entendieron.- te daremos noticias, Jane. -sonreí y le abracé antes de irme y el me respondió.
...
Con todo aquello, mientras bajábamos a la playa con Will para surfear se empezaba a hacer de noche.
-¿crees que ha sido otro intento para matarte? -preguntó en medio susurro Will llegando a la arena de la playa.
-no lo sé. Pero si lo ha sido, eso significa que no le importa a quien haga daño por el camino mientras me tenga muerta. -Will asintió. Desdel costado podía apreciar su mandíbula tensarse mientras nos abrochábamos los monos para ir a surfear.- dejémoslo por ahora, surfeemos un poco.
-¿has hecho clases de surf sin mí? -llegó alguien a mis espaldas mientras estaba sentada en la tabla a la deriva viendo como el sol acababa de esconderse tras el horizonte. JJ se sentó en su tabla a mi lado. Me encogí de hombros, si le decía que había estado surfeando con Will probablemente se enfadaría.
-ricura. -me llamó Will llegando hasta nosotros en su tabla. JJ perdió la sonrisa de golpe.- me voy a ir, ¿te espero?
-no, llegaré más tarde, no te preocupes. -le sonreí y Will se fue nadando con la tabla. Me giré hacia JJ que miraba al horizonte ya oscuro.- ¿tan mal te cae? -me reí de su cara amarga.
-le odio. -reconoció y empezó a reírse conmigo.
-eres un celoso. -JJ me miró de reojo con aquella sonrisa que tanto le había echado de menos y negó con la cabeza.
-no es eso... no es solo eso -se corrigió y yo reí.- todo él es como... su pelo rizado, y su... esto -se señaló la mandíbula marcada- asqueroso. Y ¿por qué esta tan? -hizo señas por su cuerpo indicando sin palabras lo bueno que estaba Will.
-¿Dices que está bueno? -me reí.
-es obvio, pero me pone malo. -se estremeció teatralmente.
-no sé si estas celoso porque estoy con él o porque tu no lo estas. -me reí. Llevaba tiempo sospechando que JJ le gustaban los hombres por igual que las mujeres, en ese caso, ya nos pareceríamos en algo más.
-¿estás con él? -dejó de sonreír.
-no... Era una broma. -negué pero JJ no sonreía como antes.- aún me gustas, mucho. -Después de unos largos segundos de silencio JJ remó hacia mi tabla que se alejaba mientras esperaba respuesta y con un solo movimiento rápido me tiró de mi tabla al agua.- ¡JJ! ¡¿De qué vas?! -JJ se reía a carcajadas y se tiró al agua a mi lado. Las estrellas parecías flotar en el reflejo de las olas junto a nosotros.
-¿te acuerdas... -titubeó.- de cuando venimos a la playa y nos hundimos? -yo asentí, ese había sido uno de los mejores momentos, no del verano, pero de mi vida.- no fue hasta ese momento que supe que me había enamorado de ti, Harriet.
Sonreí y JJ se hundió, ni siquiera podía ver su más allá de sus hombros bajo el agua, y como aquella vez, tiró de mis piernas hacia abajo, junto a él. Volví agarrarme de sus hombros, sus manos en mi cintura, nuestros cuerpos en suspensión balanceándose por las olas. Abrí los ojos y allí me esperaban los suyos, bajo el agua y la luz de la luna. Pasó una mano por mi mejilla entre mis cabellos, mucho más cortos y oscuros que la otra vez, pero que flotaban del mismo modo y me acercó a él.
Y me dio un beso, bajo el agua, entre los rayos desdibujados de luz de la luna y el reflejo de las estrellas que nos rodeaban. Me dio un beso de esos que apenas te rozan la piel. Más cercano a un suspiro que a algo que podamos determinar beso.
Cuando salimos del agua y se rompió esa burbuja de silencio en la que solo estábamos él y yo solo tuvimos que despegar un poco los labios para tomas aire y abrimos los ojos.
-mierda. -rio JJ.- ahora me pican mazo. -se rasco los ojos y me reí con él.
Salimos del agua y caminamos por la arena. Planté la tabla en la arena para poder hablar con JJ y se escuchó un disparo, una bala. Mi tabla cayó encima de mí y alguien al otro lado de la playa salió corriendo. Llevaba el pelo corto o escondido, pero sólo pude ver una gorra de color rojo y blanco sobre su cabeza antes de que saliese corriendo.
-joder, Harriet. -se hincó JJ a mi lado.- ¿estás bien?
-sí. -confesé aliviada.- le han disparado a mi tabla.
-¿qué está pasando? -dijo exaltado- esto es la segunda vez que pasa. Si te está pasando algo, si estas metida en algo chungo, lo que sea, tienes que decírmelo. Voy a ayudarte.
Abrí la boca, preparada para explicarle toda la verdad, para pedirle ayuda. Pero la imagen del cadáver de JJ me pasó por la mente, muerto intentando ayudarme. Como casi le pasa a Kiara por estar conmigo hoy en la alcantarilla. Así que cerré la boca y negué con una pequeña sonrisa.
-lo he dejado. -mentí.- lo he dejado todo. -y le besé. Le besé porque era todo lo que necesitaba hacer por el resto de mis días. Porque una parte, la más inocente de mí, por aquel entonces creía que podía mantenerle al margen, a salvo de este juego. De verdad creía que podía hacer algo para evitar aquella imagen, que estaba en mis manos.
Que ingenua, pensar que lo que había sentido hasta entonces era dolor.
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