XIV. Future Days
CAPÍTULO CATORCE
DÍAS FUTUROS
Cuando llegaron a su casa Barry, Tessa y Oliver se encontraron con ambos hermanos Allen viendo la televisión en el salón de esta. No estaban viendo nada en particular, pues estaban nerviosos debido a que su madre les había mandado un mensaje diciéndoles que iban a poder pasar el día con su tío Oliver.
Al verles entrar en el apartamento, Taylor, vestida con su amado chándal morado, salió corriendo hacía el piso superior después de decirles un rápido 'hola'.
Las miradas confusas de los tres héroes viajaron entonces hacia Thomas, quien se levanta del sofá rápidamente mientras apaga la televisión para acercarse a ellos. Sin embrago, a pesar de no haber usado sus poderes de velocista para subir, Taylor es bastante rápida en su velocidad normal, bajando de nuevo en apenas unos segundos. Esta vez con su arco en una mano y un rotulador permanente en la otra.
Una sonrisa entusiasmada se forma en su rostro al colocarse frente a Oliver, destapando el rotulador con ayuda de sus dientes.
—¿Me lo firmas?—le pide, señalando el arco—Eres mi superhéroe favorito.
Tessa y Barry entrecierran los ojos ante aquella afirmación, compartiendo una mirada confusa.
—Bueno, mi arquero favorito—se corrige Taylor rápidamente—
Barry elimina la mirada confusa de sus ojos, formando una mueca de entendimiento ante sus palabras, lo que solo hace que Tessa les mire a ambos sintiéndose claramente ofendida.
—Lo siento, mamá. Eres muy buena con el arco, pero el tío Ollie es el tío Ollie—se defiende la joven, sonriendo hacia el arquero cuando éste agarra el rotulador y el arco de sus manos, acercándose a una mesa para poder firmarlo—Tú también puedes firmarlo.
—Claro, gracias por pensar en mi, Tay-Tay—suspira Tessa, dirigiéndose a la cocina—
Thomas, quien se encontraba apoyado en la encimera de la isla, la sigue con la mirada, una sonrisa divertida en sus labios.
—Oh, y si la tía Thea y el tío Roy se pasan por aquí, también quiero sus firmas—añade la joven—
Tessa abre la nevera, cerrando sus ojos al oír las palabras de su hija. Le era imposible pensar que si no tenía el arco firmado aún por ellos era porque todos estaban muertos en su futuro, lo cual solo provocaba que un nudo se hiciera presente en su pecho.
—Es un recuerdo del viaje al pasado—habla Taylor otra vez, respondiendo a sus miedos como si le hubiera leído la mente—Podría volver al futuro e ir a su casa a pedírselo.
Thomas levanta su mirada hacia su hermana, compartiendo una mirada con ella. Una mirada que Barry no puede evitar notar. Frunciendo el ceño, el velocista camina para reunirse con su mujer.
Algo más aliviada por la explicación de su hija, Tessa saca una jarra de agua fría de la nevera y un par de piezas de fruta para entregárselas a Barry. Sabía que con su velocidad de vuelta su marido debía de estar hambriento.
Dedicándole una sonrisa agradecida, Barry agarra ambas manzanas y se sienta junto a Thomas en la isla de la cocina mientras Tessa se sirve un vaso de agua.
—¿Qué queréis hacer?—cuestiona Oliver, devolviéndole el arco a Taylor—Estaré aquí solo esta noche y unas horas más mañana.
—Deberíamos ir a cenar a ese restaurante italiano. El favorito de mamá—propone Thomas, posando su mirada en ella—
Tessa sonríe levemente ante su respuesta, haciendo que Taylor ruede los ojos por el vínculo que ambos tenían. Ya estaba acostumbrada, pero aún así, de vez en cuando, no podía evitar sentirse celosa por ello.
—Eso suena bien—admite Oliver, dedicándole una sonrisa al chico—
Oliver no estaba acostumbrado a sonreír, no era su mayor cualidad. Pero siempre le había sido imposible no sonreír en al presencia de Thea, Tessa y Tommy. Barry y Kara también habían conseguido romper sus barreras de la misma forma que Laurel, Sara, Felicity y William lo hacían. Así que, al tener a los hijos de Tessa y Barry frente a él, sonreír se convertía en una tarea sencilla.
—Esto debe de se muy confuso para ti—comenta Thomas, mirándole con atención—Viajes en el tiempo y esas cosas.
—Cada vez son menos confusos—asegura mientras su mirada viaja de él hasta Taylor—Pero si. Que estéis aquí con 20 años sin siquiera haber nacido aún es bastante confuso.
—Hablando de eso—habla Barry, atrayendo la atención de todos hacia él—¿Cuándo...?
—Creía que la norma era 'nada de información del futuro'—le interrumpe su hija—Nuestro cumpleaños es secreto.
—Agh, que bien, ya están usando mis reglas contra mi—suspira el velocista—
Tessa sonríe divertida al ver la decepción en su mirada.
—Veo que los genes Merlyn son los más presentes en ella—bromea Oliver, compartiendo una mirada con Tessa—
—Creo que los genes Merlyn son demasiado fuerte en ambos—asegura Thomas—Al menos eso es lo que todo el mundo dice. Pero no te preocupes, ambos somos tan sonrientes como papá. Y Taylor es igual de torpe que él. Por no hablar de que siempre estamos creando líos que luego tenemos que resolver nosotros.
—¿Eso tenía que ser un cumplido?—Barry frunce el ceño, haciéndoles sonreír a todos—
—¿No ha sonado como eso?—Thomas frunce el ceño con falsa confusión—
—Y el sarcasmo Merlyn esta de vuelta—sonríe Tessa, mirando a su hijo con diversión—
—¿Pueden venir Felicity y John también?—cuestiona Taylor con entusiasmo, cambiando así de tema—Podemos usar uno de los extrapoladores de Cisco y que vengan en una brecha.
—Si, claro. Seguro que les apetece—asiente Oliver—
—Llamaré al restaurante para reservar—comenta Barry, poniéndose en pie para acercarse al teléfono principal de la casa—¿Vendrá alguien más?
—Bueno, Sara no contestó a todos mis mensajes sobre el problema que teníamos hasta hace una hora cuando estábamos en el bar—comenta Oliver, mirando su móvil—Las leyendas tienen esas pulseras que les permiten viajar en el espacio y el tiempo. Si la aviso y no están ocupados estará aquí en unos segundos.
—¿La tia Sara? Claro. Yo aún no la he visto—sonríe Thomas—
—Yo si. Tuvimos un día de chicas en la mansión de mamá—sonríe Taylor, haciendo que su hermano ruede los ojos—
—Yo avisaría a Jay, pero él y Hailey no se separan de Ivy. Y tienen a Caitlin revisando sus datos médicos cada cinco minutos—explica Tessa en un suspiro—
—Roy, Thea y Nyssa están fuera de contacto. Lo último que le dijeron a Felicity es que habían encontrado otro Pozo de Lázaro para destruir—añade Oliver—
—¿Y el abuelo Joe?—inquiere Thomas, dirigiendo su mirada hacia su padre—
—Eh... Si. Tal vez le apetezca—admite Barry, llevándose otro trozo de manzana a la boca—Con Cecile y Jenna en Nueva York esta bastante solo en su casa.
—A Ralph lo descartamos—declara Tessa, mirando a su marido—Arruinaría la cena.
Barry sonríe divertido, sabiendo que tenía razón.
—En el fondo te cae bien—sonríe—
—Podría decirte lo mismo, señor 'las personas no cambian'—se burla ella, provocando que Barry le saque la lengua con molestia—
Tessa no duda en devolverle el gesto, ganándose una risa por parte de sus hijos. Thomas y Taylor no podía evitar disfrutar de las interacciones entre sus padre, convenciéndose cada vez más que su existencia había sido producto del amor verdadero. Además de que al verles interactuar entendían más partes de ellos mismos, viendo sus parecidos con ellos.
Star City, 2040
—Star City ha visto tiempos mejores—suspira Roy al recorrer una de las vacías calles de su antigua ciudad de residencia—
—Odio este sitio—admite William a su lado—Juré que no volvería a poner un pie aquí.
—Yo también—admite el arquero—
—Y yo pensado que era el único con malos recuerdos.
Roy forma una mueca en su rostro, recordando todo lo malo que había vivido en Star City. Aunque tampoco podía negar que algunos momentos habían sido buenos, muy buenos si era sincero consigo mismo. Y por mucho que William jurara odiar esa ciudad, ese sentimiento no era completamente cierto. Una parte de él la había añorado.
El hozen en su bolsillo comenzó a pitar, obligándole a sacar esa punta de flecha para mirar el mecanismo en su interior.
—Las coordenadas han cambiado—anuncia el hijo de Oliver—No sé que lo habrá provocado.
—Felicity—asegura Roy—Sabe que estamos aquí.
William le mira con sorpresa, pero no rebate sus palabras. Conociendo a Felicity cualquier cosa podía ser cierta.
—Veamos a dónde nos lleva—declara el arquero—
El joven asiente, entregándole la flecha para que pueda localizar el lugar exacto de las cordeladas. Conociéndose la ciudad como la palma de su mano, a Roy no le cuesta mucho localizar el lugar. Sorprendiéndose al ver el lugar al que esas coordenadas les habían llevado.
—Está es la mansión Merlyn—observa con confusión al adentrarse en el edificio—
—Parece que lleva mucho tiempo abandonada—comenta William. Sus ojos observando una casa en la que había pasado bastante tiempo tras los acontecimientos de Lian Yu y la muerte de su madre—
—¿Tessa nunca mencionó nada?—Roy se voltea hacia él—
—Tras la muerte de Barry, ella decidió vender el piso que ambos compartían, mudándonos todos a un ático en el centro de la ciudad. Ella sabía que yo no quería volver a Star City, y en parte ella tampoco. Después la ciudad empezó a cambiar. La policía odia a los justicieros, y aunque ella es una heroína en Central City, aquí no la consideran eso—responde el chico—
Roy asiente, pensativo.
—Tal vez nos hayamos equivocado al pensar que Felicity es la que ha enviado las coordenadas.
—¿Qué quieres decir?—William frunce el ceño, devolviéndole la mirada—
—¿Cuando fue la última vez que hablaste con Tessa?
—Se fue hace seis meses a un viaje con las Leyendas.
—¿Y sus hijos?
—¿Conoces a Thomas y a Taylor?—la confusión aumenta en el joven Clayton ante la pregunta del arquero—
—Llevó años en esa isla, pero Tessa se aseguró de enviarme alguna que otra foto—asiente él, sacando la cartera del bolsillo trasero de sus pantalones para mostrarle las fotos que ahí guardaba—
William se acerca a él, observando así una foto de los mellizos recién nacidos. Además de otra en su propio cumpleaños, cuando ellos tenían 5 años, y otra en una tarde de laser tag con Ivy, Jay y Hailey.
—Cuando me fui hace dos meses, la tía Thea estaba viviendo con ellos—le informa William entonces—
Al oír el nombre de la chica Queen, Roy no puede evitar tensarse. Sus ojos evitando los de William mientras vuelve a guardar las fotos.
—¿Crees que es Tessa la que nos ha enviado aquí?—William le saca de sus pensamientos al romper el incómodo silencio que se había instalado entre ellos—
—No lo sé—se encoge de hombros—Es una posibilidad.
—Ya, pero... Tessa puede llamarme siempre que quiera—señala, confuso—Viví mi adolescencia con ella, nos vemos todas las semanas para comer. No tiene sentido.
—¿No? ¿Cuanto tiempo hace desde la ultima vez que contacto contigo?
La pregunta de Roy le toma por sorpresa, obligándole a pensar. Sus ojos bajan al suelo.
—Eh... Seis meses—responde, volviendo a elevar su mirada—Espera, ¿crees que le ha pasado algo?
—Oye, Tessa es lista y fuerte. Puede cuidarse sola—asegura Roy al ver la mirada preocupada en sus ojos—Pero es posible que ella y Felicity tuvieran un protocolo de emergencia si algo pasaba. Tal vez sea eso.
—Bueno, sea como sea, si es Tessa la que nos ha traído aquí, tiene sentido—comenta, refiriéndose a la mansión Merlyn—
—Si—asiente Roy—¿Pero qué estamos buscando?
William se encoge de hombros mientras sus ojos recorren la estancia en la que se encontraban. Separándose por el lugar, ambos vuelven a encontrarse en el antiguo despacho de Malcolm Merlyn. Allí, por fin, después de buscar por todas las habitaciones, William encuentra algo familiar.
Una de las diferencias entre ambos mellizos Allen era su talento para el dibujo. Digamos que no era el fuerte de Taylor. El talento le sobraba para los deportes y las artes marciales, así que era lógico pensar que algo se le diera mal. Thomas por otra parte tenia mucha destreza con los lápices y pinceles, además de ser el mejor estudiante de su clase. Una cosa en la que ambos solían competir, pero él siempre salía ganando.
Uno de los dibujos que Thomas había hecho durante uno de los torneos de esgrima de su hermana colgaba ahora sobre una de las paredes de ese despacho. El marco y el papel destacando entre todas las cosas debido a lo brillante y limpio que se encontraba con respecto a lo demás.
William se acerca a él bajo la atenta mirada de Roy. Sus manos intentan separarlo de la pared, pero éste parecía estar anclado a ella. Fue entonces cuando los ojos del chico Clayton encontraron un pequeño botón en una de las esquinas del marco, activando así un panel holográfico.
—Se parece a un sistema que me enseñó Felicity—observa, dando un paso atrás—Entonces solo era un diseño.
—¿Sabes arreglarlo?—inquiere Roy al ver la alerta de error en el holograma—
—Es un modelo muy anticuado—señala el chico, volteándose a mirarle—Así que si. Hace falta un sencillo algoritmo seguido por el especial Felicity.
Sonríe levemente, comenzado a teclear los números y palabras correctas. Una vez arreglado, un mecanismo parece activarse y el cuadro a su lado se separa de la pared por uno de los laterales.
William comparte una mirada con Roy antes de que este último abra el cuadro por completo, encontrándose con una caja fuerte en cuyo interior se encontraba una pequeña bolsa de terciopelo negro.
—¡Alto!
Aquella repentina voz les obliga a darse la vuelta, levantando las manos al enconarse con varios policías apuntándoles con sus armas.
—¡Esta es un área restringida! ¿Qué hacen aquí?—exige saber el agente al mando—
—Créame que lo lamento mucho—William decide hablar, sonriendo con nerviosismo—Ah... Había quedado con un inversor y... creo que apunte mal la dirección.
—No sabes mentir. Cállate—susurra Roy hacia él—
Sin embargo, antes de que él pueda hacer o decir nada, una figura encapuchada aparece allí. Lanzando golpes y puñetazos hacia los agentes hasta dejarles desarmados e inconscientes.
—Por favor, no nos mates—suplica William—
—No voy ha haceros daño—asegura la figura, deshaciéndose de la capucha para mostrarles su rostro—No deberías haber vuelto, Roy.
Ambos hombres comparten una mirada al reconocer a Dinah Drake.
Sin darles muchas explicación, Dinah les ordena ir con ella. Pero antes de abandonar la mansión, William agarra aquella pequeña bolsa de terciopelo y cierra el cuadro para mantener esa caja fuerte en secreto. Aún estando vacía, era algo que Tessa había colocado ahí.
—Esos eran policías—señala, siguiendo a Dinah por unos túneles que años atrás habían sido construíos desde la mansión Merlyn—
—No habrían dudado en matar a Roy por ser un ex justiciero y también me habrían matado a mi—le responde la mujer, guiándoles hasta una pequeña sala secreta—
—No entiendo nada—se queja Roy—Eras capitana de policía. ¿Qué ha pasado?
—De eso hace mucho tiempo—suspira Dinah—
—Si, había policía por todas partes y nos has traído aquí por unos túneles secretos. ¿Qué le ha pasado a Star City?—exije saber, cruzándose en su camino para obligarla a frenar sus pasos—
—Star City cayó al alzarse los Glades—le informa, pasando por su lado para continuar con su camino—Construyeron un muro y lo cerraron. Nadie de fuera de los Glades puede entrar. Los policías son mercenarios que protegen los Glades de lo que hay fuera del muro.
—Debimos habernos quedado en Lian Yu—se queja el arquero, dedicándole una mirada molesta a William—
El chico rueda los ojos, acelerando sus pasos para colocarse junto a Dinah. Sus ojos bajando a la bolsa en sus manos para sacar lo que ocultaba en su interior. Un cubo de rubik sin resolver.
Una vez en la sala secreta, William se apartó de los antiguos compañeros de su padre para observar el cubo con más detalle. Roy mientras tanto andaba de un lado a otro de aquella sala secreta mientras Dinah le miraba con curiosidad.
—Perdemos el tiempo—se queja el arquero tras varios minutos—¿Hasta cuándo vamos a estar aquí?
—Antes tenias mucha más paciencia—señala la mujer, recibiendo una mala mirada como respuesta—No será mucho tiempo.
William suspira, acercándose a ellos.
—Felicity me dijo que crear un patrón en un cubo de rubik es como un algoritmo—les explica, mostrándoles el cubo—Mi preferido era el cubo en un cubo. Un rompecabezas dentro de otro.
—Un cubo en otro cubo y seguimos sin respuestas—suspira Roy al ver como William deposita el cubo sobre una mesa—
En ese mismo instante el cubo se ilumina y un holograma se proyecta desde su interior.
—¿Eso es... un mapa?
—Son los Glades—una cuarta voz responde a las dudas de Roy, llamando su atención y la de William—
—¿Os acordáis de Zoe?—Dinah sonríe al presentar a la mujer que vestía un traje parecido al suyo—
—Hola, Roy. William—saluda la chica, dedicándoles una leve sonrisa a a ambos—
—¿Qué haces tú aquí?—William frunce el ceño al reconocerla—
—Estoy con la resistencia de justicieros. De los pocos que quedan luchando por Star City.
—¿Tú padre está contigo?—inquiere Roy, recordando que se trataba de la hija de Rene—
—Mi padre no quiere estar en Star City ni muerto—responde, bajando la mirada al suelo con tristeza—
—Este mapa muestra rutas secretas que entran y salen de los Glades—Dinah interrumpe su conversación. Sus ojos puestos en el holograma—¿De dónde lo has sacado?
—Felicity—responde William al notar su mirada puesta en él—Ella nos ha traído hasta aquí.
—Es imposible—asegura ella—William, siento tener que ser yo quien te lo diga, pero... Felicity Smoak está muerta.
Central City, 2019
Ninguno lo sabía, pero esa cena familiar era precisamente lo que todos necesitaban. Oliver especialmente se alegraba de ver cómo William volvía a sonreír después de semanas con una relación tensa entre ellos tras su salida de la cárcel. Tessa sentía un nudo en su pecho ante el pensamiento de que esa tal vez podía ser la primera y única cena que tuvieran todos juntos, su mano aferrándose a la de Barry mientras sus ojos observaban como sus hijos interactuaban con todos en la mesa. Ambos notaban la ausencia de Thea y Roy allí, pero intentaban no pensar mucho en ello porque si no esa bonita cena se volvería triste.
La relación entre Sara y Barry se volvía más cercana mientras ella le contaba anécdotas de Tessa y señalaba los parecidos de Thomas y Taylor con ella. Joe hacia lo mismo con Barry, feliz porque sus nietos parecían quererle y apreciarle aún sin compartir nada de sangre con él. Cisco no hablaba mucho, aún triste por su ruptura con Gypsy, pero cuando lo hacía era mayormente con Thomas, ambos compartían su amor por las películas y discutían sobre ellas.
—Un brindis, un brindis—pide Felicity, atrayendo la atención de todos en la mesa—Por la familia.
—Por la familia—repiten todos antes de chocar sus copas entre ellos—
—Y porque todo haya vuelto a la realidad—señala John, mirando a Barry y a Oliver—
—¿Normalidad dices?—Joe frunce el ceño, sus ojos posándose en los mellizos, quienes sonríen divertidos—
—Los viajes en el tiempo son lo más normal del mundo, Joe, ponte al día—sonríe Sara antes de tomar un trago de su copa—
Todos ríen ante su comentario.
—Es el negocio familiar—señala Thomas—
—Claro, lo había olvidado—suspira el policía—
Barry sonríe, dándole una palmada en la espalda al hombre al que consideraba un segundo padre.
—¿Puede un perro viajar en el tiempo?—la repentina pregunta de William provoca que la atención de todos recaiga sobre él—Asumo que si, en la Waverider, pero ¿lo habéis probado alguna vez?
—No—admite Sara al notar su mirada puesta en el—Pero creo que Nate se convirtió en un animal una vez.
—¿Y con un velocista?—los ojos del chico viajan hasta Taylor y Thomas—
—Yo no quise arriesgarme a probarlo—asegura la chica, agarrando su copa para tomar un trago—
—¿Tenéis un perro?—cuestiona con sorpresa e ilusión—
Taylor asiente entusiasmada.
—Taylor lo salvo de ser atropellado—explica Thomas—
—Le falta un ojo, pero es el perro más bueno del mundo—asegura ella—
—Tommy siempre quiso tener un perro—recuerda Tessa—Papá nunca le dejó.
—Recuerdo eso—sonríe Oliver—Quería llamarle Arthur, porque él era Merlyn.
—Si—Tessa sonríe con ternura—
Barry sonríe, posando su mirada en sus hijos.
—¿Cómo se llama tu perro, Tay?—cuestiona con interés—
—Ah...—la joven se revuelve en su sitio de forma nerviosa—Pizza Dog.
Barry frunce el ceño con confusión.
—Porque adora la pizza—explica con obviedad—
—Es un buen nombre—comenta Sara—
—¿Lo es?—Cisco frunce el ceño, no muy convencido—
—También le llamamos Lucky—añade Thomas, intentado ayudar a su hermana—
—Déjame adivinar, porque tuvo suerte de encontraros—señala el latino—
Thomas rueda los ojos.
—Suenas como Harry—se queja el chico—
Tessa sonríe ante su comentario. Su hijo tenía razón, las quejas de Cisco sonaban como las quejas de Harry. Su corazón se estremeció con felicidad al saber que en el futuro ella y Harry seguían en contacto y que hasta sus hijos le conocían.
Cisco sonríe ante la rapidez de Thomas para responderle.
—Ramon, Allen, Merlyn. Cortex. Ya—el latino imita la voz del hombre—
Tessa ríe, compartiendo una mirada con él. Si había alguien que compartía sus sentimientos por Harry ese era Cisco. Ambos le veían como una figura paterna.
—Le echó de menos—admite Tessa—
Barry sonríe con tristeza, agarrando su mano por debajo de la mesa para darle un apretón de apoyo. Tessa le devuelve el gesto, volteándose hacia él para dedicarle una sonrisa de agradecimiento antes de apoyar su cabeza sobre su hombro. Barry acaricia su mano, mientras deposita un beso sobre su pelo.
Oliver no puede evitar sonreír al verles. Sabiendo que su sacrificio ya había valido la pena solo por ver esa escena. Le había prometido a Tommy cuidar de Tessa, y ella por fin era feliz junto a Barry.
Además, esa escena confirmaba lo que había averiguado días atrás, el lenguaje del amor de Tessa y Barry era en efecto el contacto físico.
Star City, 2040
—No puedo creer que esté muerta—se lamenta William, aún sin procesar del todo las palabras de Dinah—
—Toma—la mujer saca una pequeña petaca de uno de los bolsillos de su traje—
—Gracias, pero no bebo.
—Pues yo si—suspira Roy, agarrando la petaca en sus manos—
—¿Qué pasó? ¿Cómo murió?—inquiere William—
—Ocurrió hace un par de semanas, más o menos—le responde Dinah—Fue asesinada
—¿Asesinada?
—¿Quién iba ha hacerle daño?—Roy la mira con confusión—
—La Felicity que conociste era muy distinta a la que fue después. Queríamos que se uniera a nosotras. Pero, en lugar de eso, pasó a la clandestinidad y empezó a llamarse La Calculadora.
—¿Cómo su padre?
—Se movía en círculos peligrosos. Y ese tipo de vida, antes o después te pasa factura.
—Lo siento, William—se lamente Zoe al ver la expresión de tristeza y confusión en su amigo—
Las miradas de Roy y Dinah vuelven a posarse en él.
—Muriera como muriera, y en las circunstancias que fueran, ella me envió esta señal—señala, mostrándoles el hozen—Y he de saber por qué.
—Aún no sabemos si fue ella—le recuerda Roy—Y no le debes nada, William.
—Pero puede que ella a mi si—suspira, volviendo a colocar el cubo de rubik sobre la mesa. El holograma vuelve encenderse entonces—Vale, antes he notado esto. ¿Veis la variación del color? Creo que Felicity quería llevarnos ahí.
Señala la marca iluminada en rojo situada casi en el centro del mapa.
—Esto es una locura, lo sabes, ¿verdad?—se queja Zoe—
William levanta su mirada hacia ella, soltando un suspiro.
—Solo sé que he llegado hasta aquí y no pienso parar—declara con firmeza—
Roy y Dinah comparten una mirada entre ellos, dudosos. Pero finalmente deciden acompañarle hasta esa localización. Estaba claro que William no era un experto luchador, y que a su vez era tan cabezota como su padre y su tía Tessa. Dejarle solo no era una opción, así que todos comenzaron el viaje a través de los túneles secretos.
—No me puedo creer que los dos sean adultos—comenta Roy en mitad del camino. Sus ojos observando a Zoe y a William, quienes caminaban unos metros por delante de él y Dinah—
—Eso significa que nosotros somos mayores—suspira la mujer a su lado—Nunca creí que volvería a verte.
—Y yo nunca creí que volvería a este sitio—admite él—Quería que William me dejara en Lian Yu.
—¿Cómo te convenció?—Dinah le mira con confusión y sorpresa—
—Encontré un mensaje dentro del arco de Oliver—responde Roy, frenando sus pasos—The Mark of Four.
—Eso es imposible—declara Dinah, confusa—¿Quién la puso ahí?
—No lo sé. Pero creo que es mejor que esto quede entre tú y yo.
Dinah asiente de acuerdo con él.
—No hemos visto a William desde hace años. ¿Es de fiar?—inquiere, tras asegurarse de que ni él ni a Zoe podían oírles—
—Es hijo de Oliver—señala Roy con obviedad—
—Eso es justo lo que me preocupa.
—Tessa le crio—añade él—
—Y eso no ayuda—aspira Dinah, formando una mueca en su rostro—
Roy suspira.
—Hey—la voz de Zoe atrae su atención, obligándoles a voltearse hacia ella—Según el mapa solo faltan unos cuantos metros.
Con un asentimiento, ambos siguen sus pasos hasta reunirse con William, quien ya había llegado a la sala marcada en el mapa.
—Así que aquí es donde se escondía Felicity—suspira Roy—
—¿Pero para qué?—inquiere Dinah, observando la sala con atención—
Las luces se encienden a medida que se adentran en la sala, como si les estuviera dando la bienvenida. Pero ese sentimiento de bienvenida cambió rápidamente cuando la puerta de hormigón de cerro tras ellos.
—Hey, chicos—Zoe es la primera en darse cuenta, el miedo haciéndose presente en su cuerpo—
—Han activado el protocolo de seguridad—la voz de Gideon suena a través de los altavoces de la sala, atrayendo la atención de los cuatro—Si no proporcionan la clave de acceso en treinta segundos serán exterminados.
Un contador se enciende en el ordenador colocado frente a ellos. Dinah y Zoe sacan sus armas, pero estas son atraídas por un imán hacia una de las paredes.
—Di que sabes la clave—Zoe posa su mirada en William—
—¿De Felicity? Si claro—asiente él, sentándose frente al ordenador—
—Denegado—declara Gideon—
—Joder. ¿Qué se puede hacer para acceder?—William observa la pantalla con confusión—
—¿Y si es la clave de Tessa?—Roy se apoya en la mesa, inclinándose junto a él—
William asiente levemente, volviendo a intentar poner la clave de acceso. Esta vez pensando en lo que Tessa pudiera haber puesto.
—Denegado—repite Gideon—
—¿Qué es eso?—Dinah llama su atención, señalando la pared frente a ellos—
Una especie de imágenes digitales de tres pelotas de tenis se movían por ella con rapidez. William frunce el ceño ante eso, sus ojos viajando entonces hacia su derecha, donde pudo apreciar las flechas colocadas en una vitrina.
—Veinte segundos—habla Gideon—
—No fastidies—murmura William, poniéndose en pie para agarrar las flechas—Saca el arco.
Roy no duda en hacerle caso, depositando su mochila sobre la mesa para poder sacar su amado arco rojo.
—Exterminación en diez, nueve, ocho...—Gideon comienza la cuenta atrás, aumentando los nervios en ellos—
—¿Recuerdas como entrenaba mi padre?—William vuelve junto a Roy, entregándole las flechas—
Con un simple asentimiento Roy agarra las flechas y comienza a dispararlas hacia la pared. Cada flecha impactando con una de las pelotas digitales en tres tiros perfectos.
—Acceso concedido—anuncia Gideon entonces. El contador congelándose a apenas una milésima de segundo—
Todos suspiran aliviados. William además le dedica una sonrisa de orgullo a Roy. Desde niño, oyendo las historias de Tessa, él siempre había querido ver a Roy en acción. Y ella no mentía al decir que él era posiblemente el segundo mejor arquero después de Oliver.
—Creí que Felicity lo pondría más fácil—admite Roy en un suspiro—
—Tal vez porque puede que esto no lo haya hecho ella. O si, pero a petición de otra persona—señala William—Creo que tenías razón con Tessa.
Los ojos de Roy conectan con los suyos, un suspiro abandonando sus labios mientras asiente.
—Sea quien sea, evidentemente intenta proteger algo—señala Dinah, observando como unas pantallas descendían desde el techo—
—Miraré lo último a lo que accedió—señala William, acercándose al teclado principal colocando en una gran mesa en el centro de la sala—
Apenas teclea unos pocos números, un vídeo comienza a reproducirse en la pantalla principal de la sala. En éste los cuatro podían apreciar como una figura encapuchada salvaba a un perro de ser atropellado.
—Un ninja salvando un perro. Conmovedor, pero ¿por qué es relevante?—Zoe frunce el ceño, posando su mirada en William—
—No es un ninja—niega Roy, atrayendo su atención—Tessa uso ese traje hace años.
—Si, después de que Barry acabara en la fuerza veloz. Lo recuerdo, estaba muy deprimida entonces—comenta William. Roy asiente—
—¿Ella era la encapuchada?—cuestiona Dinah con sorpresa—Oliver, Felicity y John debieron de ocultárnoslo.
—Es Tessa de quien hablamos. Por mucho que Oliver confiara en Curtis, Rene y tú... Él siempre la protegía—señala Roy en su defensa—Hasta de si misma.
—¿Y tú cómo lo sabes?—Zoe frunce el ceño—
—Era mi mejor amiga—le explica—
—Pero esa no es Tessa—asegura William, observando el video—Ella no se expondría así.
—¿Alguien le ha robado el traje?
—Ese traje desapareció hace años del almacén de STAR.
—Entonces, ¿Tessa quiere que encontremos a quién lo tiene?—Roy frunce el ceño con confusión—
—Eso parece—asiente William—
—Esas imágenes provienen de los Glades—señala Dinah al reconocer las calles—Sea quien sea, acabará muerto si no lo está ya.
—Entonces debemos darnos prisa.
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