VII. Things We Left In The Past


CAPÍTULO SIETE
COSAS QUE DEJAMOS EN EL PASADO




—Se llama Ivy—explica Thomas, bajo la atenta mirada de todo el equipo. Aquel equipo al que él consideraba su familia—Ella es... Es nuestra amiga.

—¿Vuestra amiga es Cicada?—Ralph frunce el ceño, confuso por su explicación—

—Espera. ¿Ella también es del futuro? ¿Es velocista?—la mirada de Jay viaja de Thomas a Taylor, buscando una respuesta de cualquiera de los dos—

—No—niegan ambos a la vez—

—¿Y cómo ha llegado aquí?—cuestiona Tessa entonces—

—No estoy seguro. Pero supongo que los dos semidioses que me retenían son los culpables—responde Thomas, posando su mirada en ella—Y no la vi con mis propios ojos allí, pero estoy bastante seguro de que usaron la esfera del tiempo que Cisco creo hace unos años.

—Todo tiene sentido ahora—murmura Jay para si mismo, pero todos alcanzan a oírle—

—¿Qué tiene sentido?—Tessa frunce el ceño, dirigiendo su mirada hacia él—

—¿Aparte de su estilo de lucha?—señala, acomodándose en la silla donde se encontraba—El hecho de que señalara una foto de Sara cuando nos secuestro a Hailey, William y a mi.

—¿Hizo eso?—Thomas frunce el ceño—

—Si.

—No parecía ser ella misma cuando peleo con la tía Sara y conmigo en la mansión—admite Taylor, atrayendo su atención—

—Porque no es ella misma—asegura su hermano—Alec la controla de alguna forma.

—¿Cómo Circe hizo con Annabeth?—inquiere Caitlin—

—Si. Algo así—asiente—Pero si señaló una foto de Sara, si no le hizo daño ni a Taylor ni a Jay ni a Hailey, es porque la verdadera Ivy sigue ahí.

—¿Y cómo rompemos esa manipulación mental?—inquiere Barry—

—No lo sé—admite, encogiéndose de hombros—Pero sé dónde podemos encontrarla y tomarla desprevenida. Si la verdadera Ivy sigue ahí, hay un lugar al que ella iría.

—Espera—Taylor le golpea levemente en el brazo, obligándole a mirarla—Creía que no querías contárselo. Por la línea temporal.

—La línea temporal ya ha cambiado, Tay—señala con obviedad—Nos guste o no.

—¿Contarnos el qué?—Barry interrumpe su pequeña conversación, atrayendo las miradas de ambos—

—Ivy es...

—Por favor, decirme que no es la hija de Oliver Queen o de Sara Lance—interrumpe Cisco—Porque si es así, estamos muertos.

—No. Pero Sara fue su mentora—informa Taylor—Le enseñó todo lo que sabe.

—Oh, genial. Eso lo mejora.

—Es la hija de Jay y Hailey—revela Thomas entonces—

Sus palabras provocan un silencio sepulcral en todo el cortex. Las miradas de todos puestas en él, intentando asimilar y descubrir si habían oído bien sus palabras.

—Eso no lo vi venir—murmura Ralph—

A pesar de su comentario, todos continúan en silencio. Tessa se gira hacia su mejor amigo, cuyos ojos continuaban fijos en el joven Allen.

—No importa—Taylor rompe el incómodo silencio—El resumen de todo esto es que debemos pararla.

—Como siempre, respeto vuestra valentía, familia Allen-Merlyn, pero mientras vuestra amiga tenga esa daga que anula vuestros poderes, no vamos a poder hacer nada—declara Sherloque, mirando a ambos jóvenes—

—Tenemos poderes no metahumanos que no puede anular—señala ella en su defensa—

—Pero es mejor luchadora que nosotros—recalca Thomas a su lado. Taylor rueda los ojos—

—Dudo que sea mejor luchadora que yo, aunque Sara la entrenara—comenta Tessa—Podríamos destruir su daga.

—¿Cómo?—inquiere Ralph—A no ser que tengamos una especie de anulador de poderes de una daga que anula poderes.

—No lo tenemos. Pero si fuera así, buscaríamos una forma mucho mejor de decir eso—asegura Cisco—

—Si. Como anulador de anulador—propone Thomas—¿O es muy complicado?

—No. En realidad no está mal porque son dos cosas que se anulan, ¿sabes?

—Si, pero...

El equipo comienza a discutir sobre aquello, todos excepto Jay y Taylor. El primero aún asimilaba las palabras de Thomas y ella revisaba el diario en sus manos.

—Chicos—Taylor llama su atención—¿Y si hiciéramos una?

—Hacer una ¿qué?—Barry frunce el ceño—

—Un arma que fuera más potente que la suya—explica—Ivy puede controlar su daga así que lo que necesitaríamos es algo más potente que su conexión con ella.

—Como un imán—señala su madre—

—Si. Exacto.

—No sé si tendríamos algo tan potente—admite Cisco—Construimos a Sally con una aleación de microcomposite. Para ser un satélite es... de lo mas resistente.

—Y aunque pudiésemos conseguir la daga, tendríamos que extraer la materia oscura para quitarle sus poderes—señala Caitlin a su lado—

—Sugieres que encontremos una aleación indestructible que tenga superpropiedades magnéticas, pero también la capacidad de extraer la materia oscura. Osea... ¿Dónde encontraremos algo así?—inquiere Sherloque, mirando a la joven Allen con confusión—

—En el pasado—declara ella con firmeza—

—¿El pasado?—Barry frunce el ceño—

—Ya has encontrado todo lo que necesitamos—asegura su hija—Una aleación fuerte y con propiedades magnéticas.

—El traje de Savitar—recuerda Cisco—

—Algo que extrae materia oscura.

—El transmisor de la fuerza veloz que Zoom uso para robar la velocidad de Barry.

—Si, pero era la fuerza veloz—señala Tessa, confusa—

—Son partículas exóticas, prácticamente iguales que la energía oscura—explica Thomas, compartiendo una mirada con su hermana—

—¿Eso se puede hacer?—inquiere Ralph, girándose para mirar a Caitlin y a Cisco—

—Ah... Tendríamos que bombardear el transmisor con el mismo tipo de materia oscura—responde el latino—

—¿Cómo la de DeVoe?

—Como la del acelerador de partículas—corrige Thomas, atrayendo las miradas de todos hacia él—

—Perdona, ¿Laboratorios STAR tiene que explotar otra vez?—cuestiona, incrédulo—

—No. No otra vez. Solo tenemos que volver a la primera vez que paso—explica Taylor—

—Eso alteraria la linea temporal—señala su padre—

—No. No lo haría. El traje de Savitar, el transmisor. Son objetos descartados en el tiempo. Si ahora los usamos no afectara a nada.

—Pero, aunque todo eso funcionase, no podemos presentarnos frente a Ivy con nuestro dispositivo sin nombre—declara Ralph con firmeza—Si se lo huele, desaparecerá.

—Haremos un hackeo temporal.

Su respuesta deja a todos sorprendidos. Especialmente a Sherloque, quien la observa con intriga. Fijándose en el diario que ella sostenía en sus manos.

—¿Hackeo temporal?

—Es cuando...

—Situas algo en el pasado para que este disponible en el futuro—Cisco completa la explicación de Sherloque—Puedes volver, coger el aparto y esconderlo en el lugar del enfrentamiento donde nadie lo encuentre en cinco años. Ella no sabrá que esta ahí.

—Entonces vosotros tres volvéis al pasado para vencer a la nueva Cicada en el futuro—Sherloque señala a los tres velocistas antes de posar su mirada en Taylor—Menudo superplan acabas de improvisar.

—Podemos hacerlo—asegura ella, ignorando su mirada y fijando su atención en sus padres—

—No. Lo haré yo—declara Barry. Taylor le observa incrédula, buscando con la mirada el apoyo de Tessa, quien estaba igual de sorprendida que ella—¿Podéis calcular las mejores fechas a las que volver?

—Claro—asienten Cisco y Caitlin, abandonado el cortex junto a Ralph—


Cisco había recopilado las fechas claves y mejores para que Barry viajará al pasado, y ahora él se encontraba en la sala de velocidad, repasando cada una de ellas para asegurarse de que el viaje saliera perfectamente. No podía permitirse más cambios en la línea temporal. Sabía las consecuencias que eso suponía y no iba arriesgarse a perder lo que tenía.

—Ah, estás aquí—Tessa suspira con alivio al encontrarle—

Al oír su voz, Barry se gira hacia ella, dedicándole una pequeña sonrisa al verla acercarse a él. Tessa le devuelve el gesto, aliviando los nervios en su pecho.

—¿Qué?—Tessa frunce el ceño al notar su mirada sobre ella—

—Nada—niega, apartando su mirada de ella—Es que toda esta situación aún me toma desprevenido a veces.

—¿Qué quieres decir?

—Thomas y Taylor—explica—Son nuestros hijos. Nuestros, Tess. A veces parece que se me olvida durante un segundo, pero entonces los miro y... te veo a ti.

La mirada de Tessa se enternece ante sus palabras. Ella sentía lo mismo, aunque escasas veces se veía a ella misma reflejada en ellos. Ella veía a Barry, a Thea y a Tommy, pero no a ella.

—¿De verdad vas a ir tú solo?—su cambio de tema confunde al velocista. Ante su silencio y confusión, Tessa decide continuar—El plan a sido de Taylor, Barry. Se merece acompañarte.

—Es...

—Peligroso, lo sé—asiente, completando sus palabras—Si yo pudiera viajar en el tiempo, iría contigo. Pero no puedo. Ella si. Y la necesitas. Sabe pelear mejor que tú, Barry.

—Va a ver cosas que...

—Sé lo que verá—le asegura, conectando sus miradas—Pero ella necesita esto. Quiere arreglar lo que ha roto. Y creo que ambos podemos entender eso.

Barry se dispone a responder, pero la llegada de Cisco interrumpe su conversación.

—¿Qué te parece?—inquiere el latino, acercándose a la pizarra con las fechas marcadas—

—Es perfecto—le asegura—Lo haré.

—Genial—sonríe victorioso—Y no olvides esto.

Le entrega el anillo que contenía su traje en su interior. Un anillo que la propia Taylor le había regalado del futuro.

—He tenido que retocar algo el traje, pero lo he conseguido—explica Cisco—Solo para emergencias. No pueden verte correteando por el pasado con tu traje del futuro.

—Lo sé—asiente Barry, colocándose el anillo—

—Que luego tienen ideas—murmura, abandonando la sala—

—Gracias—sonríe el velocista—

—De nada—exclama, despareciendo por el pasillo—

Tessa vuelve su mirada hacia su marido, dedicándole una leve sonrisa.

—Irá bien—le asegura—

—Lo sé—sonríe levemente, colocando una mano en su mejilla—

Tessa sonríe ante su gesto, dejándose llevar cuando Barry se inclina hacia ella, uniendo sus labios. Los besos no era algo nuevo ni raro en ellos, pero para Tessa se sentían siempre como el primero. Su corazón aún se aceleraba, su piel aún se erizaba ante su tacto y su respiración aún se entrecortaba al sentir la mirada del velocista en ella.

El futuro le daba vértigo y miedo, mucho miedo. Pero si de algo estaba segura era que Taylor y Thomas eran la muestra y el resultado de ese amor que crecía cada día más entre ella y Barry.

Mientras ellos repasaban el plan del viaje en el tiempo, Cisco se encontró con Sherloque merodeando en su taller. Un grito abandonó sus pulmones, pues no se esperaba su presencia allí. Ya había tenido bastante con Harry, no podía aguantar a otro Wells mirando entre sus cosas.

—¿Qué es esto?—Sherloque se coloca frente a él, mostrándole una pequeña libreta—

—El diario de Taylor—responde el latino con obviedad—¿Es qué ahora robas?

Frunce el ceño, acercándose a su escritorio.

—No. Si. Pero por una buena razón—asegura, siguiéndole con la mirada—Es un código, ¿tú lo habías visto antes?

Señala las páginas en las cuales había escritos varios símbolos extraños.

—Si.

—¿Si?—su respuesta le toma desprevenido—¿Cuándo?

—Hace un año. Cuando Barry salió de la fuerza veloz—responde, sin darle mucha importancia—

—¿Pudisteis descifrarlo?

—Bueno, el ordenador descifro solo una frase—se encoge de hombros, mostrándole el resultado en su ordenador—

—Bien—celebra, sentándose en una silla para ver mejor la pantalla—

—¡Hey! Escúchame, invasor espacial—Cisco llama su atención—¿Por qué no pruebas a devolverle eso a Taylor y se lo preguntas?

—Claro. Claro. Claro. Tiene lógica—asiente levemente—

Cisco frunce el ceño ante el tono de su voz, rodando los ojos mientras abandona el taller para reunirse con sus amigos en el cortex. Sherloque le observa abandonar la sala y, una vez a solas, vuelve su mirada al ordenador frente a él.


Por primera vez desde que estaba en Laboratorios STAR, Thomas se encontraba a solas con su hermana. Pero aún así el chico no se veía con la capacidad de expresarle todas las dudas y quejas que tenía sobre sus acciones. Ellos habían acordado no entrometerse en la línea temporal, pero en cuanto se habían separado, ella lo había hecho. Y su acción había tenido inesperadas y graves consecuencias.

Su secuestro era una de esas consecuencias. Pero que Ivy fuera ahora Cicada era culpa de ambos. Alec les había seguido a los dos en su viaje en el tiempo.

Además de todo eso, en el fondo, Thomas sabía que tal vez alterar la línea temporal era lo único que podría salvar el futuro del que venían. Allí la Tierra se desmoronaba y se rompía cada día más. Los dioses estaban furiosos, enfrentados en una guerra que había provocado la muerte de su madre entre otras horribles consecuencias.

—No me puedo creer que no me deje ir con él—Taylor se quejaba mientras caminaba de un lado a otro del cortex—El plan es mío. Yo debería ir.

Thomas apenas la escuchaba, su cabeza perdida en sus pensamientos y en la pantalla frente a él.

—¿Me estás escuchando?—Taylor frena sus pasos, mirándole—

—Mmm—murmura un asentimiento, apoyando su cabeza en su mano—

Taylor frunce el ceño, mirándole con duda.

—¿Qué estas haciendo?—se inclina sobre su hombro—

Thomas no puede evitar sobresaltarse ante eso, dirigiendo su mirada hacia ella con confusión. Pues hasta hacia un segundo ella se encontraba frente a él.

—Busco el mejor sitio para esconder el aparato para el hackeo temporal—explica, mostrándole las imágenes de la casa en la pantalla—

Taylor tuerce sus labios hacia un lado de forma pensativa, sentándose en una silla a su lado.

—Tú crees que mi plan es bueno, ¿no? Que funcionara—observa a su hermano con duda—

—Creo que tomar a Ivy desprevenida es muy complicado—admite, mirándola con atención—Pero si, creo que funcionará.

Taylor asiente en silencio, jugando con los anillos en sus dedos. Una costumbre nerviosa que había adquirido de su madre.

La llegada de sus padres al cortex atrae la atención de ambos. Sus ojos viendo como las figuras de ambos se abrían paso a la sala, rodeando el escritorio principal por distintos extremos hasta volver a encontrarse en el centro.

—¿Estáis listos?—Barry se cruza de brazos, mirándoles con duda—

Taylor frunce el ceño ante su pregunta, sus ojos iluminándose con un brillo de esperanza.

—Espera, eso significa que... ¿puedo ir contigo?—le observa, sorprendida. Barry asiente levemente—

—El plan es tuyo—señala—

Los labios de Taylor se elevan en una sonrisa entusiasta, mientras sus ojos comparten una mirada de agradecimiento con su madre.

—¿Thomas?—los ojos de Barry viajan hacia su hijo, mirándole con duda—

—Oh, yo... Creo que debería quedarme—admite en respuesta—Aún no me encuentro bien.

—Esta bien—acepta, abandonando el cortex—

—¡Buena suerte!—exclama Tessa, despidiéndose de él—

Taylor sonríe entusiasmada, chocando su mano con su hermano y con su madre antes de seguir los pasos de Barry. En ese mismo momento Ralph, Caitlin y Cisco se abren paso a la sala, colocándose alrededor del escritorio principal junto a Tessa.

—Tú sígueme—le indica Barry a su hija mientras ambos se adentran en el acelerador de partículas—No te salgas del plan. Si algo sale mal, haz exactamente lo que te diga.

—¿Suele salir algo mal?—Taylor frunce el ceño—

Barry se gira hacia ella, mirándola con incredulidad. Taylor sonríe divertida. Aunque la mirada de su padre hace que su sonrisa no dure mucho.

—Les ira bien—murmura Thomas para si mismo, pero todos consiguen oírle, llevando sus miradas hacia él—¿Verdad?

—Si—asegura Cisco—Barry es experto en esto.

Thomas asiente levemente. Pero antes de que ninguno pueda decir algo más, Back In Time de Huey Lewis and the News comienza a sonar por los altavoces del cortex. Las miradas de todos viajan hacia Ralph, el culpable de darle play a la canción.

—¿Qué?—inquiere, al notar sus miradas—¿Cuándo tendré otra oportunidad de hacerlo?

—No molestes—se queja Cisco, bajando el volumen—

—Vale. ¿Y qué hacemos hasta que vuelvan?

—Nada—responde Thomas—Van a volver al mismo momento en el que se han ido.

—Entonces... se van, pero ¿para nosotros es como si no se hubieran ido?—inquiere, confuso—

—Viajar en el tiempo es raro, ¿eh?—señala Cisco—

—Allá van—señala Caitlin, mirando las imágenes del acelerador de partículas—

—Buena suerte—murmura Tessa para si misma—


La primera parada en su viaje al pasado se trataba del último enfrentamiento del equipo Flash contra Savitar. En el bosque en una montaña a las afueras de la ciudad donde Barry, Wally y Jay Garrick se enfrenaban al villano en una persecución.

—¿Seguro que es aquí?—Taylor observa el silencioso bosque con confusión—

La estela de velocidad de Savitar y su padre pasando por su lado son su respuesta.

—¿Ese es Savitar?

—Lo es—afirma su padre—Vamos.

Ambos se acercan de forma lenta hacia el centro del enfrentamiento, el cual se llevaba a cabo en lo alto de la montaña, donde Cisco y Killer Frost se encontraban.

—Solo me quedan unos minutos, lo noto—comenta Savitar, mirando al Barry del pasado—Pero antes de irme voy a matar a Joe, a Wally y a Tessa. Si yo voy a morir, todo lo que tú amas morirá también.

Taylor observa aquello con atención, sus ojos observando todo con atención hasta posarse en el cuerpo de su madre. Tessa no se encontraba muy lejos de Savitar, poniéndose en pie lentamente mientras él caminaba hacia ella.

—¿Mamá?—Taylor la mira con mezcla de preocupación y confusión. Especialmente por el reflejo en su mirada lleno de odio e ira hacia el velocista frente a ella. Sentimientos que Taylor nunca había visto en su madre—

Mientras ella observaba aquella escena frente a ella, su padre no pudo evitar oír algo a sus espaldas.

—¿Qué era eso?—Taylor se gira hacia él, confusa—

—Un espectro temporal. Hay que sacarlo de aquí—declara con firmeza—Tay, coge un trozo del traje. Nos vemos en el bosque, en el lugar de la llegada.

Taylor asiente volviendo su atención a la escena frente a ella mientras su padre desaparece de su lado.

—¿Qué se siente al estar tan cerca de tu ascensión y acabar en el suelo?—el Barry del pasado observa a Savitar desde el interior de su propia armadura—

—Ya lo veo—murmura Savitar, observadole—Está escrito.

—Nada está escrito.

Savitar se levanta dispuesto a luchar, pero Barry le golpea y saca una de las garras del traje, apuntándole con ella. Taylor abre sus ojos con sorpresa.

—¡Hazlo!—exclama Savitar con ganas—Si me matas te convertirás en mi. Hagas lo que hagas, ¡yo viviré!

Barry le observa detenidamente antes de bajar el arma y vibrar para destruir el traje. Al ver eso, Taylor corre a agarrar uno de los trozos que se desprende cerca de ella.

—Jamás dejare que el dolor y la oscuridad decidan quién soy. Jamás seré como tú.

—Tú puede que no, pero ella si—una pequeña sonrisa ladina se asoma por los labios de Savitar mientras dirige una pequeña mirada hacia Tessa—Está en su naturaleza.

Taylor dirige su mirada hacia el mismo lugar, viendo de nuevo aquella mirada llena de odio e ira en los ojos de madre. Pero aquello no es nada comparado con lo que consigue presenciar a continuación. Su madre lanza un cuchillo contra la espalda de Savitar, tirándole al suelo de rodillas. Entonces, sin ningún miramiento, se lo arranca de la espalda y se coloca frente a él. Aquel villano con el mismo rostro que su padre, aunque dañado por una quemadura.

—Te dije que te mataría—declara, agarrándole de la camiseta para clavarle el cuchillo en el abdomen—

Taylor había visto a su madre luchar y ganar muchas peleas, pero nunca la había visto matar a sangre fría. Siempre pensó que en algún momento habría acabado con alguna vida, pero nunca de esa forma tan directa. Tal vez era una ingenuidad, pero así es como Taylor había conocido a su madre durante toda su vida. Como alguien bueno que ayudaba y salvaba a la gente.

Cuando el pequeño trozo en su mano comenzó a parpadear apunto de desaparecer de la línea temporal, Taylor no tuvo más remedio que abandonar aquel lugar con su velocidad, dirigiéndose al lugar de encuentro que su padre le había indicado. El espectro seguía a Barry hasta la entrada a la fuerza veloz que les llevaría hasta su siguiente punto en el tiempo. Así que, sin ver otra solución, Taylor comenzó a ralentizar el tiempo para ganarle ventaja.

Una vez junto a su padre, Barry la guía hasta su siguiente parada en el tiempo.

—¿Lo tienes?—Barry se gira hacia ella una vez sus pies frenan en seco en aquel callejón de Central City—

—Si. Lo tengo—afirma, abriendo su mano para enseñárselo—

—Bien hecho. Has entrado en la fuerza veloz a tiempo—señala con alivio—

—A sido fácil—le asegura, aunque aquella afirmación no se la creía ni ella misma—

Había sido duro y tenía un millón de preguntas sin respuesta en su cabeza.

—Papá. En cuanto a Savitar...

Sus palabras se ven interrumpidas cuando un velocista pasa corriendo por la calla principal a la que daba el callejón donde ellos se encontraban.

—Esto es 2016–declara Barry con seguridad—

—¿Cómo lo sabes?—Taylor le observa con confusión—

—Porque ese era Zoom con Wally y yo voy a perder mi velocidad—señala—Vamos.

Sin esperar un segundo más, ambos emprenden su viaje hasta Laboratorios STAR. Una vez allí, ambos se dirigieron al laboratorio médico, donde en ese momento Barry se desprendía de su velocidad para entregársela a Zoom.

No fue hasta que Zoom se fue, llevándose a Caitlin con él, que Barry miro a su hija.

—Quédate aquí y no te muevas—le pide—¿Vale?

Taylor asiente de forma dudosa mientras su padre se dirige a otra sala para buscar el vial con el que Zoom se había inyectado su velocidad. Pero el aparato no se encontraba donde él lo recordaba.

Mientras tanto, Taylor pudo oír las voces de las versiones pasadas de sus padres en uno de los pasillos. De forma lenta y sigilosa, la joven caminó hacia ellos, observándoles desde la distancia. Para ella era algo nuevo ver escenas como esas. Había crecido sin su padre, así que verle junto a su madre era una de las cosas que más apreciaba. Sobretodo porque en cada interacción que tenían le demostraban cada vez más que ella y Thomas habían sido creados desde el amor. El amor verdadero. Un amor que ella esperaba encontrar algún día.

Y esa escena ente sus ojos era un claro ejemplo de ese amor. Tessa intentaba que Barry no sé hundiera tras lo ocurrido, que siguiera luchando. Barry estaba agachado en el suelo del pasillo, ella apoyando una mano en su hombro, agachándose a su lado.

—No sé que palabras son las adecuadas para algo como esto—admite Tessa, acariciando su espalda con cariño—Pero estoy aquí. Siempre estaré aquí.

Barry levanta su mirada hacia ella, una pequeña y muy leve sonrisa llena de cariño haciéndose presente en sus labios. Taylor incluso podía ver el brillo de amor en sus ojos al mirar a Tessa. Aquello producía una sensación de calor en su pecho. Solo quería ir hacia ellos y abrazarles, decirles que todo iría bien.

Tessa se inclina entonces sobre Barry, una mano en su mejilla, acariciandole con cariño antes de atraerle hacia ella para envolverle en un abrazo.

—Vamos, vamos—Barry observaba la sala en busca de aquel objeto—

Estaba desesperado por encontrarlo lo antes posible. No podía arriesgar otro cambio en un tiempo.

Fue el sonido de la pistola de Harry siendo activada a sus espaldas lo que casi hace realidad su peor pesadilla. Dándose la vuelta lentamente, observa como Harry le apunta con el arma. Aunque esto no dura mucho, pues Harry la baja una vez consigue reconocerle.

—Que rápido te has cambiado—observa el hombre de Tierra 2—

—¿Qué?—la voz de Barry abandona su garganta en un tono nervioso y confuso—

—Tu traje—señala con obviedad—

—Ya. No. Si. Me... me sentía un poco raro con el traje y sin velocidad—le explica—

—No es culpa tuya, ¿no crees?—comenta, pasando por su lado—

—Supongo—responde, siguiéndole con la mirada—¿Qué buscas?

—Buscó cualquier cosa que me ayude a encontrar a mi hija. Pero...—se deshace del arma alrededor de su torso, golpeando varias cosas y tirándolas al suelo al colocarla sobre una mesa—Yo no tengo a mi hija, tú no tienes velocidad. Zoom tiene a Caitlin. Y todo... todo se está yendo al infierno...

Barry observa el extractor de velocidad en su mano, viendo como Harry estaba apunto de romperlo en un ataque de ira y frustración.

—No, no. Espera, espera—se acerca a él. Harry frena sus movimientos, mirándole con confusión—La frecuencia.

—¿Qué?—frunce el ceño—

—La de Jesse. Las personas de Tierra 2 vibran a una frecuencia distinta. A lo mejor puedes encontrarla así.

Harry le observa durante unos segundos antes de asentir.

—Y tú intenta encontrar a Snow—le ordena, entregándole el extractor—

Barry rezo entonces porque Harry no notará el anillo de bodas en su dedo anular cuando sus manos rozaron. Para su suerte, el hombre no pareció notarlo, abandonado la sala sin decir nada más.

Taylor aparece entonces allí.

—¿Lo tienes?—inquiere—

—Lo tengo—afirma Barry—Vamos a construirlo.

Estaban dispuestos a irse al siguiente punto en el tiempo, cuando uno de los remanentes de Zoom apareció frente a ellos.

—Tú no vas a ninguna parte, Flash—declara con su grave y terrorífico tono de voz—

Se deshace de la máscara en su rostro, observando a Barry y a Taylor con interés.

—Tienes lo que querías, Zolomon—señala Barry, poniendo un brazo delante de Taylor para mantenerla tras él—

Zoom inclina su cabeza, prestándole entonces más atención a la chica.

—¿Y quién es esta?—cuestiona, interesado. Barry no responde, pero él parece llegar a una conclusión por si mismo—Otra velocista.

Sin esperar un segundo más, Barry y Taylor abandonan el edifico con su velocidad. Zoom pisándoles los talones hasta llegar al túnel de la fuerza veloz. Él casi los alcanza, pero el espectro del tiempo le atrapa, sacando a Barry y a Taylor también de allí. Lo que les hace caer de bruces contra el suelo, rompiendo así el extractor.

—No. No. No—Barry corre a agarrarlo—¡Maldita sea! No debimos venir. Ahora no podremos detener a Ivy. No sé ni dónde estamos.

—Papá, podemos arreglarlo.

—No puedo, Taylor. Ni Cisco puede. Es un invento de Harry—señala, frustrado—

—Pues vamos a por él—señala con obviedad—

—No podemos. La mente de Harry ya no es lo que era.

—No digo Harry. Hablo de otro Wells. El que construyó el acelerador de partículas.

—Ese no es Wells. Es Eobard Thawne, Reverse Flash.

—Lo sé, pero es muy inteligente—señala Taylor, notando el enfado y la frustración en el rostro y tono de voz de su padre—A lo mejor le convencemos para que nos ayude.

—No. ¿Me oyes? No—declara con firmeza. Taylor traga con dureza, dando un paso atrás—La única persona a la que ayuda Thawne es a si mismo.

—Vale. Lo siento. Es que pensaba...

Sus palabras se ven interrumpidas cuando Barry se la vuelta, frenando sus pasos de golpe.

—¿Qué pasa?—inquiere, confusa—

—Ya sé dónde estamos—le informa, su mirada fija en el suelo—

Taylor frunce el ceño, colocándose a su lado. Entonces sus ojos dan con aquello que Barry se encontraba observando. Se trataba de una versión de él, vestido con el traje de Flash y desmayado en medio de aquel callejón.

Taylor se dispone a acercarse más, pero Barry se lo impide, colocando un brazo frente a ella.

—No. No lo toques. Eso alteraría la...

—Línea temporal, lo sé—completa en un suspiro—

—Ya sé dónde estamos—asegura su padre—Hace tres años volví a este día. A pedir ayuda a Thawne.

Taylor eleva sus cejas con sorpresa.

—Así que ya lo has hecho antes—señala, observándole con atención—

Barry suspira un asentimiento, elevando su mirada hacia el edificio situado a varios metros de ellos. Laboratorios STAR.

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