VI. Daddy Issues
CAPÍTULO SEIS
PROBLEMAS DE PAPÁ
Aquella mañana, al llegar a Laboratorios STAR, Barry se encontró el cortex completamente vacío, excepto por la presencia de su hija. Taylor se encontraba sentada frente a uno de los ordenadores, escribiendo algo en su diario.
—Buenos días—la voz de Barry la obliga a elevar su mirada—
Sus ojos se encuentran con él, una sonrisa en su rostro mientras cierra su diario con rapidez.
—Buenos días—sonríe, apartándose un mechón de pelo de la cara—
Barry sonríe para si mismo ante el parecido de la chica con Tessa. Entonces sus ojos viajan hacia la sala de curas, situada a la izquierda del cortex. Allí, a través del cristal que dividía ambas salas, Barry pudo ver a Thomas, tumbado sobre la camilla, aún inconsciente. Y a Tessa, sentada en una silla a su lado, con la cabeza apoyada junto a la mano derecha del chico.
—¿Ha dormido aquí?—inquiere, señalándola—
Taylor asiente, dirigiendo su mirada hacia el mismo lugar.
—Si—afirma, guardando su espada—Eso creo.
Barry asiente para si mismo, sus ojos sin poder apartarse de Tessa.
—¿Estas listo para más entrenamientos? Porque yo lo estoy—declara Taylor con un extraño entusiasmo y ánimo positivo—
—Claro—responde, mirándola como confusión—¿Estás bien?
—Si. Tom ha vuelto, se pondrá bien—señala, feliz—Estoy impaciente porque se despierte. Así que, mientras tanto, lo único que quiero hacer es mantenerme ocupada.
—Está bien. Entonces... ¿salimos a correr?—propone. Taylor asiente frenéticamente, sacándole una sonrisa.—
Una vez ambos abandonan el cortex con sus poderes, Sherloque y Cisco no tardan en entrar en él.
—No lo entiendo—se queja el detective—Explícamelo otra vez. ¿En qué se diferencia este día de todos los demás en America?
—En que es una fiesta en la que nos reunimos todos para estar juntos y comer un montón. Una cantidad asquerosa—responde Cisco, sentándose frente a su ordenador—
Sus voces, levemente más altas que las de Taylor y Barry, despiertan a Tessa. Quien, tras frotarse lo ojos con confusión, se limita a revisar los datos médicos de Thomas.
—Repito. ¿En qué se diferencia este día de todos los demás en America?—insiste Sherloque, igual de confuso—
—Hola chicos—saluda Caitlin, entrando en el cortex—¿Qué os pasa?
—Este tío. Intenta explicarme la fiesta de Acción de Gracias, pero falla miserablemente.
—Oye—se queja el latino—
—¿Qué es esta fiesta, por favor?—la mirada del detective se posa en Caitlin—
—Es muy sencillo, la verdad. Consiste en reunirnos para estar con nuestros seres queridos y familia—explica la científica—
—Ahora veo porque no entiendo nada de todo esto. Yo no tengo familia—se queja, molesto—
—¿No te habías casado siete veces?—inquiere Cisco, viendo como Tessa abandonaba la sala médica, reuniéndose así con ellos—
—Pues si. Me he casado siete veces. Con cinco mujeres siete veces. Pero... no tengo familia. Esta fiesta es demasiado cruel—concluye, abandonado el cortex—
Cisco, Caitlin y Tessa no pueden evita compartir una mirada, la cual se ve interrumpida rápidamente por el sonido de la alarma.
—¿Qué ocurre?—Tessa corre hacia el escritorio principal, sentándose junto a Cisco—
—Hay un gran pico de energía en la planta eléctrica del centro—le responde él—
—Taylor y yo estamos de camino—anuncia Barry por las comunicaciones—
Tessa asiente para si misma, centrando toda su atención en el ordenador frente a ella.
—¿Cuál es el problema? Todo parece nor... Vale, olvidadlo—habla Taylor, al ver una tormenta sobre ellos—
—Son rayos—observa Barry, su mirada recorriendo las nubes que cubrían el lugar—
—El cielo estaba despejado—señala Caitlin, confusa—Han salido de la nada.
—Eh... tenemos un problema más gordo—declara Cisco—Hay un reactor de fusión fría de Laboratorios Mercury en esa planta. Si explota... arrasaría toda la manzana.
—Lo veo—declara Barry—
—Taylor, tienes que evacuar a los trabajadores—le indica su madre—
—No, no, no—niega ella, nerviosa—Hay algo que no me cuadra.
—Hazle caso—Barry se gira hacia ella. Taylor niega de forma nerviosa—Saca a los trabajadores que estén dentro. Yo cogeré el reactor.
Dudosa, Taylor finalmente decide hacerle caso, usando su velocidad para alejarse de él. Soltando un suspiro de alivio, Barry corre hacia el reactor, agarrándolo entre sus manos. Pero entonces un rayo impacta contra él, lanzándole al suelo.
Cuando Taylor volvió a su lado, Barry se encontraba tumbado en el suelo, inconsciente.
—¡Papá!—exclama Taylor, agachándose a su lado—¡Papá!
Sus manos viajan hacia su cuello, buscando el pulso de su corazón.
—Dios, chicos, no respira—se lamenta, aterrada—
—Se le ha parado el corazón—observa Caitlin en los datos médicos del traje—Hay que reanimarle
—¿Cómo?—inquiere la joven—
—Forma un rayo con las manos y dale un masaje cardiaco—le indica sus madre, intentando mantener la calma—
Debía parecer tranquila, como si todo estuviera bien. No podía permitirse que Taylor notará el miedo en su voz, eso solo la asustaría más.
Taylor no duda en hacer caso a las indicaciones de su madre, frotando sus manos hasta crear un pequeño rayo gracias a sus poderes. Coloca las palmas sobre el pecho de su padre y le provoca una pequeña descarga.
—Vamos, vamos, vamos—murmura, repitiendo el mismo proceso—¡No funciona!
La línea vital del corazón de Barry se trasforma en una línea completamente recta. Aquella imagen paraliza a Tessa. Sus manos temblando sobre el teclado del ordenador, su respiración volviéndose pesada.
—No, no, no. Por favor, por favor. No me dejes.
La desesperada voz de Taylor a través de las comunicaciones es lo unció que Tessa consigue oír, rompiéndole aún más el corazón.
Entonces, tras volver a intentar reanimarle, Barry vuelve a respirar. Una bocanada de aire entrando en sus pulmones mientras sus ojos se abren de par en par. Taylor solloza con alivio, envolviéndole en un abrazo.
—Ha vuelto—suspira Cisco—
Tessa cierra sus ojos, dejando que un par de lágrimas resbalen por sus mejillas. Caitlin se acerca a ella, colocando una mano en su hombro en señal de apoyo.
Pero Tessa no consiguió sentirse completamente tranquila hasta que Barry apareció en la puerta del cortex minutos después. Se lanzó contra él, envolviéndole en un abrazo. Barry la recibió en sus brazos, suspirando con alivio al tenerla a su lado.
—Estoy bien—susurra en su oído—Estoy bien.
Se separa, agarrándola de las mejillas, mirándola a los ojos. A su lado, Taylor bufa en respuesta.
—Te prometo que estoy bien—Barry se gira hacia ella—
La joven niega, cruzándose de brazos.
—Caitlin—llama a la científica—
—Está estable. Su velocidad le ha salvado—le responde ella, dedicándole una pequeña sonrisa comprensiva—
—Eso no debería hacer falta—se queja la joven—
—Si el reactor hubiera explotado habría causado daños—señala Cisco—
—Ha causando daños—asegura, frustrada—¡Papá ha muerto!
Tessa suspira, separándose de Barry.
—Era la única opción dadás las circunstancias—declara, limpiando las lágrimas en sus mejillas—
Taylor se gira hacia ella, incrédula por su respuesta. Pero al ver el estado en el que su madre se encontraba, decidió mirar a su padre antes de decir las siguientes palabras.
—Quizá otra persona debería tomar las decisiones—declara, antes de abandonar el cortex, dirigiéndose a la sala donde se encontraba su hermano—
Tessa cierra sus ojos con frustración. Escuchando esas palabras en su cabeza como un eco, acusándola de sus malas decisiones. Barry coloca una mano en su espalda, acariciandola.
—Acaba de devolverme a la vida. Necesita algo de tiempo—intenta tranquilizarla—Por cierto, ¿de dónde ha salido esa tormenta?
—Una tormenta como esa que viene y va en cuestión de minutos no... debería ser posible—declara Cisco, igual de confuso que su amigo—
—A no ser que alguien la haga posible—señala Tessa, intentando mantener la compostura—¿No lo habíais visto antes?
—Weather Wizard. Pero está encerrado en Iron Heights—señala Caitlin—
—Voy a asegúrame de que sigue siendo así—comenta Barry—Avisadme si aparecen otras anomalías climatológicas.
—Vale—asiente Cisco—A la orden.
Mientras Barry y Taylor habían acompañado a Hailey y a Jay a la prision para comprobar que Weather Wizard continuaba allí, Tessa se había pasado el día con Thomas. El chico continuaba inconsciente, pero Tessa no quería dejarle a solas ni un segundo. Ella había estado así, débil por culpa de la falta del poder que la mantenía con vida, pues formaba parte de su ADN.
Kara y el resto de DEO le habían enviado una máquina de luz solar como las que usaban con Kara cuando está salía herida. Además de eso, Tessa se había asegurado de colocarle las pulseras que Winn había diseñado para ella la última vez que les había visitado tras el ataque de Circe.
Deseaba hablar con Thomas, conocerle.
¿Se parecería a Taylor o serían muy distintos? Taylor le recordaba en muchos aspectos a Thea y a Tommy. ¿Sería Thomas igual o se parecería más a ella y a Barry? La realidad es que Taylor ya se parecía a ellos, pero para Tessa su personalidad se asemejaba más a Barry que a ella. Era una persona alegre, impulsiva, torpe y extremadamente social. Tessa no era así. Ella era más seria, más cerrada, aunque también era muy cariñosa y extremadamente protectora.
Taylor había asegurado que ella y Thomas eran mucho más unidos. Lo cual la tranquilizaba un poco.
—¿Está bien?—la voz de la joven la obliga a darse la vuelta, alejando su mirada de los datos médicos de Thomas para posarla en ella—
Taylor se encontraba apoyada contra el umbral de la puerta, su mirada preocupada posada en su hermano.
—Eh... Si. Si. Solo estaba comprobando que las pulseras funcionaban—le explica, depositando la tablet a los pies de la cama—Tenemos la cámara de luz si es necesario.
Taylor asiente levemente en silencio.
—Barry...
—Está interrogando a Mardon. La culpable de los fenómenos meteorológicos, que al parecer es su hija, se presentó en la cárcel queriendo liberarle. Papá le ha encerrado en el acelerador—explica—
—Oh. Vaya. Eso no me lo esperaba—admite Tessa—Espero que consiga hacerle hablar.
—Si. Solo queda esperar—suspira, acercándose a la camilla para agarra la mano de Thomas entre las suyas—¿No puedo trasmitirle, no sé, parte de mi poder?
—Si. Yo lo he intentado—admite, observándola con detenimiento—Pero es doloroso. Y... para eso está la cámara de luz y las pulseras. La ciudad nos necesita a ambas. Él estará bien, solo tiene que descansar.
Taylor asiente en silencio.
—Tay, oye—Tessa se acerca a ella, colocando una mano en su hombro—Sé que estás enfadada conmigo por lo de esta mañana, pero...
—¿Qué? No—la interrumpe rápidamente—Mamá, tranquila. No... no estoy enfada contigo.
—¿No?
—No. Estamos bien. Te lo prometo—sonríe levemente—
—Vale—suspira, aliviada—Genial.
—Y hay algo más—la voz de Cisco provoca que ambas abandonen la sala de curas, adentrándose en el cortex—Celebramos la aniquilación de una cultura indígena por una panda de colonos avariciosos solo para poder zamparse un pavo. ¿Sabíais eso?—se gira hacia Tessa y Taylor, quienes le observan confusas—¿Sabíais ese timo? El timo que llamamos "Acción de Gracias"
—Espera. ¿Se me ha escapado algo?—inquiere Tessa, observándole a él, Caitlin, Jay y Hailey, quienes también se encontraban en la sala—¿Desde cuando sois anti Acción de Gracias?
—Desde que un grupo de tíos con hebilla en el sombrero cebaron un cuento envuelto en mentiras y relleno de propaganda en forma de pavo del engaño—señala el latino—
—Creo que lo de la hebilla del sombrero tampoco es cierto—comenta Taylor—
—Tú si sabes.
Tessa agradeció internamente que Barry apareciera justo en ese momento, interrumpiendo las quejas de Cisco sobre la fiesta que se celebraría en pocos días.
—¿Le has sacado algo a Mardon?—inquiere, mirando a su marido con interés—
—No—niega en un suspiro—Nada que pueda ayudarnos a encontrar a su hija.
—¿Quieres probar con el lazo de la verdad?—propone—
—No. No está mintiendo, de eso estoy seguro—declara—¿Vosotros que tenéis?
—Está es Joss Jackam—anuncia Hailey, mientras Caitlin muestra una foto de la chica en las pantallas del cortex—Una delincuente reconvertida en cazadora de tormentas. Ha llegado a ser una experta en meteorología teórica.
—¿Y cómo sabemos que lo es? Porque nuestra amiga tiene un blog—añade Cisco—
—Perdió su beca en el centro de ciencias por hacer experimentos peligrosos con el clima—explica Jay a su lado—
—Pues parece que ha dejado atrás la fase experimental—señala Caitlin—
—¿Weather Witch?—propone Hailey, compartiendo una mirada con Jay—
—Lo aceptaré—declara Cisco—Pero ese es mi trabajo.
Hailey le observa con una mirada de disculpa.
—Papá—llama Taylor, observando la foto de Joss—¿Ese anemómetro no se merece mucho a...?
—El cetro que llevaba, si—afirma él, recordando el ataque en la cárcel—Cisco, ¿puedes ponernos las imágenes de su ataque contra Iron Heights?
—Claro—afirma en latino, haciendo lo que le indica—
—Debe de estar infectado con un trazo del satélite—asume Tessa—Como el móvil de Spencer Young.
—Si tiene un rayo instantáneo a sus órdenes es imposible que le quitéis ese cetro—declara Cisco—Tendrá que dároslo ella.
—Tenemos poco tiempo antes de que destruya la ciudad—señala Jay, observando a Barry y a Tessa con preocupación—Necesitamos un plan.
—Solo tenemos una opción—asegura Tessa, compartiendo una mirada con su marido—Darle lo que quiere.
—No suena como la mejor idea—comenta Hailey con una mueca—
—Pero es la única.
—La zona está despejada—anuncia Jay a través de las comunicaciones—
Él se habían encargado, junto a un grupo de policías, de vaciar una plaza en el centro de Central City para que el equipo Flash pudiera llevar a cabo su operación.
—No hay ninguna bruja a la vista—añade Taylor—
—Nuestros nuevos satélites la están buscando—comenta Cisco desde el cortex—Nada todavía.
—Bueno, yo no dirá nada—habla Sherloque—
El hombre se encontraba en una de las calles cercanas a la plaza. Había acudido allí sin informar al equipo, para vigilar el clima en persona.
—Mis datos me indican que hay un sistema de bajas presiones creado artificialmente y de origen desconocido que se dirige rápidamente hacia al centro de la ciudad.
—Escucha, Galileo. Si quieres puedes chuparte un dedo y ponerlo al viento, pero deja los verdaderos cálculos a los verdaderos experto... No fastidies—Cisco observa su ordenador con confusión—
—Y esa forma de expresarte también me indica que has comprendido, aunque un poco tarde, que una vez más tengo razón—señala Sherloque—Tengo razón. Razón. Razón.
Cansado de oír su voz y molesto porque efectivamente el detective tenía razón, Cisco golpea las teclas de su ordenador hasta silenciar su voz. Tessa y Caitlin sonríen divertidas a su lado.
—Cierra el pico—se queja el latino en un murmullo—
—Ya está aquí—anuncia Taylor entonces, atrayendo su atención—
Los ojos de la joven Allen se posan en Joss, ahora también conocida como Weather Witch.
—Bueno, de tal árbol caído tal manzana podrida, supongo.
—Una poetisa, genial—observa—¿Dónde está mi padre?—exige saber Joss, acercándose a ella—
En ese momento Barry aparece en el lugar con su velocidad, trayendo a Mardon con él.
—Muy bien, Joss. Hemos cumplido nuestra parte. Ya tienes a tu padre. No hay razón para hacer daño a nadie más.
—Agh, que aburrimiento—se queja Mardon, separándose de él para acercarse a Joss—Yo me encargo. Hola, pequeña
—Papá—Joss sonríe levemente, acercándose a él—
—Que cetro más chulo—observa—Que tal si lo apagas un segundo y dejas probar a tu padre.
—Prueba esto—le responde, activando el centro e invocando un rayo—
Este rayo golpea a Barry y a Taylor, lanzándoles a distintos puntos de la plaza. Entonces otro rayo eleva un coche en el aire y lo lanza directo contra Mardon, aplastándole.
—Wow—murmura Cisco, sorprendido—
—Eso... no lo vi venir—admite Tessa—
Cisco chasquea los dedos hacia ella, sin apartar la mirada de su ordenador.
—Entendí esa referencia.
—¿Sabéis?—Joss se gira hacia Barry y Taylor—No me arrepiento. Era un cerdo egoísta que abandonó a su familia. En fin. Gracias por ayudarme a aplastar a mi padre.
Sonríe. Pero en ese instante, el coche cae hacia un lado, dejando que la chica pueda ver como en realidad no había aplastado a su padre, si no a un holograma de él.
—Eh... Chicos—Hailey, la encargada de dar vida a ese holograma desde el cortex, llama a Cisco, Caitlin y Tessa—¿Y ahora qué?
Los tres se giran hacia ella, observando como está se deshacía de las gafas de realidad aumentada sobre su rostro.
—No he visto venir ese coche—se justifica la inspectora—
—Estoy cabreada—se queja Joss, posando su mirada en Flash—Esta ciudad se ahogará, se derrumbará, arderá por vuestra culpa.
Vuelve a activar su cerro, invocando un rayo para desaparecer de la plaza y otro para atacar a Barry. Sin embrago, Taylor actúa con rapidez, alejando a su padre del punto de impacto.
—Gracias—Barry se pone en pie con ayuda de su hija—Voy a seguirla.
—Ya, claro—ríe. Pero al ver la seriedad en el rostro de su padre, su sonrisa desaparece al instante—Espera. ¿Es... es en serio? ¡Casi te mata! ¡Otra vez! Y parece que no te importa.
—Sabes que lo que hacemos es peligroso.
—Ya, pero no quiero volver a perderte—se queja—Y... a ti parece que te da igual perderme a mi y a todo por tu trabajo.
—Tay...
Ignorándole, Taylor desaparecer de la plaza, dejándole completamente solo.
Tessa se encontró a su hija en la terraza de la sala de descanso de Laboratorios STAR. Solo habían pasado 10 minutos desde su enfrentamiento a Weather Witch. Barry se encontraba con Thomas mientras el equipo buscaba a Joss.
—¿Cuánto tiempo llevas guardándote eso?—Tessa rompe el silencio, colocándose al lado de su hija—
—Que yo sepa, toda mi vida—admite, su mirada perdida en la ciudad frente a ella—Cuando era pequeña estaba muy enfadada. Pero él era mi héroe, así que... Era más fácil volcar mi ira porque no estuviera con nosotros contra criminales o metavillanos. A veces incluso contra ti—admite, cabizbaja—Pero hoy, al verle morir... me ha recordado que... que estoy enfadada con alguien más por perderle. Con él.
Tessa la observa con comprensión.
—Lo entiendo—admite. Taylor se gira hacia ella, sorprendida por su respuesta—Yo me sentí igual con mi hermano. Me enfadé tanto... Me enfadé con Laurel, con Moira y con Oliver. Por supuesto también me enfadé con mi padre. Pero... la realidad es que con quien verdaderamente estaba enfadada era con él—señala, recordando el momento en el que su corazón se rompió—Me miró a los ojos, me dijo que me quería y se fue. Su vida se apagó delante de mi—sus ojos vuelven a conectar con los de Taylor, quien la escuchaba con atención, pues nunca había oído esa historia. Su madre apenas hablaba de la muerte de Tommy, aunque Taylor había escuchado muchas historias de él— Me enfadé conmigo misma por no poder salvarle. Pero no era mi culpa, ahora lo sé.
Tras su explicación, ambas se quedaron en silencio durante unos segundos, hasta que Taylor lo rompió.
—Papá nos dijo adiós—señala, frustrada—Nos dijo adiós a ti, a Thomas y a mi sabiendo que no iba a volver. Y volverá a hacerlo, mamá.
—Hablas de un futuro que tal vez podamos evitar. Te... tenemos tiempo para encontrar una solución. Y lo haremos.
—Ya hay una solución—declara—Sé que lo sabes. Y sabes, como yo, que es una que él no quiere afrontar. Tiene que dejar de ser Flash. Es la única garantía de que no vuelva a desaparecer en el futuro, ni nunca más
—Tay...
—Piénsalo—insiste, sus ojos llenándose de lágrimas de desesperación—Sabes que tengo razón. Él no es el único héroe. Y tú tampoco. Dejad que otros protejan el mundo. No es necesario que sigáis sacrificándoos, ¿sabes? Que sigáis dando vuestras vidas, una y otra vez. ¿Cuántas veces tendréis que hacerlo? Nada se compara al dolor que sentí al verte morir, pero ahora que también conozco a papá, su pérdida duele casi igual. No quiero pasar por esto otra vez. Mamá... no puedo. No quiero, por favor, mamá.
Sus lágrimas comienzan a resbalar por sus mejillas. Tessa se acerca a ella, envolviéndola en un abrazo. Barry, quien apenas había escuchado esas últimas palabras desde el pasillo, se adentra en la sala de descanso. Su mirada triste puesta en ambas.
—Taylor—la llama. La joven se separa de su madre, girándose para mirarle—Arreglaremos esto, ¿vale? Pero el mundo necesita a Flash y...
—Si—le interrumpe—Y yo a mi padre.
Se aleja de su madre, pasando junto a él hasta abandonar la sala. Barry suelta un suspiro de frustración, dejándola ir. Sus ojos conectan entonces con los de Tessa, quien se acerca a él.
—Los fenómenos meteorológicos aumentan—Barry decide cambiar de tema—
Tessa suspira.
—No diré que me sorprende que esté dispuesta a arrasa una ciudad para matar a un hombre—admite, cruzándose de brazos—Me veo un poco reflejada en ella.
—Tú no harías eso—asegura—
—Bueno...—se encoge de hombros—Oye, encontrarás las palabras para que lo entienda—asegura, refiriéndose a Taylor—
—No sé si las tengo para entenderlo yo—admite—
Si era sincera, Tessa tampoco las tenía. No estaba preparada para ser una madre. Todas las charlas que le daba a Taylor, cada vez que hablaba con ella, Tessa improvisaba. Estaba asustada. Aterrada, incluso. Y aún más en momentos como ese.
La alarma interrumpió sus pensamientos, poniéndola rápidamente alerta.
—El satélite la ha localizado—anuncia Cisco por los altavoces—Está en el aeropuerto.
Sin decir nada, Barry desaparece de su lado con su velocidad para ir al lugar indicado. Tessa por su parte camina con rapidez hasta llegar al cortex.
—Barry, ¿ves a Joss?—inquiere Cisco—
—No, pero ha dejado tan mal la terminal que el hangar es el único sitio seguro—explica—Estoy evacuando a los que han quedado atrapados.
Tessa asiente en silencio, viendo como Jay, Taylor y Caitlin se adentraban entonces en el cortex.
—Killer Frost esta lista por fin—anuncia Caitlin, quien hacía poco que había recuperado su conexión con su alterego—¿Qué hacemos?
—Control de inundaciones en el paseo marítimo—le indica Tessa—
Caitlin asiente, saliendo del cortex.
—Chicos, ¿cómo se lucha contra una tormenta?—inquiere Jay, colocándose junto a Tessa y Cisco—
—Pues se lucha con... otra tormenta—responde el latino, compartiendo una mirada con Tessa—
—La varita de Mardon—murmura la castaña, dándose la vuelta para mirar a su hija—Está en el almacén. Ve a por ella y llévasela a tu padre, ¿de acuerdo?
—Claro—asiente la joven, desapareciendo de allí—
Barry estaba demasiado ocupado evacuando a la gente hacia el hangar como para prestar atención a la conversación que se llenaba a cabo en leo cortex. Les oía hablar a través de las comunicaciones, pero no les estaba escuchando. Por eso se sorprendió al ver a Taylor aparecer allí.
—Hola—saluda—
—Hola—responde la joven, acercándose a él—
Barry entonces se da cuenta del objeto en su mano.
—¿La varita de Mardon?—cuestiona, confuso—
—Mamá y Cisco dicen que puedes usarla para acabar con la tormenta—le explica—¿Dónde está Joss?
Sus ojos recorriendo la pista de aterrizaje del aeropuerto. Fue entonces cuando la chica aparecío a través de un rayo.
—Última oportunidad. ¿Y mi padre?—exige saber—
—No podemos entregártelo—niega Barry, dando un paso adelante para colocarse delante de Taylor, protegiéndola—
—Pues ya sabes que va a pasar—declara Joss, aferrándose a su cetro—
—Joss, fui yo quien te engaño, no ellos—señala a los civiles y a Taylor—Si buscas a alguien a quien dañar es a mi.
—Así es como se le hace daño a un héroe—asegura, activando su centro—
—Por las barbas de Zeus—exclama Cisco al ver las imágenes meteorológicas en su ordenador—Está creando un tornado de rayos.
Tessa se gira hacia él, una mirada incrédula en su rostro.
—¿En serio?—cuestiona—
—¿Qué? Es el Dios del rayo—señala, justificándose—
—No me digas—rueda los ojos—
—Chicos, ¿cómo uso la varita para detenerlo?—les pregunta Barry entonces—
—Puedes atraer los rayos hacia ella—le explica Cisco a través de las comunicaciones—Eso anulará el tornado, pero... toda la energía pasará por tu cuerpo. Serás un rayo humano.
Al oír sus palabras, Barry se gira hacia Taylor, compartiendo una mirada dudosa con ella.
—Ve—le indica ella tras unos segundos—Sé que tienes que hacerlo.
Taylor estaba asustada. Muy asustada. Pero sabía que era lo correcto. Allí había muchos civiles inocentes y no podía dejarles morir. Tras recibir su aprobación, Barry comienza a correr alrededor del tornado, acumulando los rayos en la varita. Enfadada, Joss dispara unos rayos hacia él, pero Barry se los devuelve con la varita, causando una pequeña explosión luminosa. Tan luminosa que para Taylor es imposible ver quien había salido vencedor.
—¿Barry?—la voz preocupada de su madre llega a sus oídos—Taylor, ¿le ves?
—No. Yo...—observa el lugar con miedo, pero entonces la silueta de su padre aparece frente a ella—¡Le veo! Está aquí.
Tessa suspira con alivio, mientras que Taylor se lanza a los brazos de su padre, envolviéndole en un abrazo.
Con Joss y Mardon encerrados en Iron Heights, el equipo por fin podía descansar un poco y celebrar Acción de Gracias.
—Sé que no es la mejor cena de Acción de Gracias, pero no quería dejar a Tom solo—se disculpa Tessa, sentándose en la improvisada mesa que ella y Ralph habían preparado en el centro cortex—Aunque este inconsciente.
—A mi me gusta—sonríe Taylor a su lado—
—Es mejor que las cenas que teníamos en mi casa—admite Hailey—
—Y que las mias—asegura Jay, una sonrisa en sus labios—Eran discusiones continuas con mi padre.
—Nunca había probado un sándwich de pavo—admite Sherloque, tomando un bocado—No están tan mal.
—Son los mejores de la ciudad—señala Ralph con orgullo, pues él había sido el encargado de traerlos—
—Falta la bebida—observa Taylor—Ahora vuelvo.
Se pone en pie, abandonado el cortex mientras el resto continúan con sus conversaciones.
—Tay, oye—Barry la frena al toparse con ella en el pasillo—No hemos podido hablar aún y...
—No hace falta—le interrumpe, frenado sus pasos a su lado—Sé lo que vas a decir. Te he visto, cuando has dudado en salvar a todas esas personas por lo que dije, y me he sentido...
—¿Horrible?
—Si. Y no quiero volver a sentirme así—admite—Lo entiendo. A veces tienes que sacrificarte para salvar a los demás. Aunque signifique dejar de lado a tu familia.
—No exactamente—niega—Cuando me he metido en ese tornado he pensado que quería salvar a todos, pero en la persona en la que más pensaba era en ti—Taylor le observa sorprendida—Yo no elijo ser Flash antes que estar con mi familia. Y tú madre tampoco. Somos héroes por nuestra familia. Todo lo que hacemos es por la familia. Por ti. Por Thomas.
—Lo entiendo. Es solo que...
—Lo sé—asegura—Pero debes saber que no me rendiré. Ninguno lo haremos. Créeme cuando digo que quiero estar a vuestro lado en el futuro tanto como vosotros queréis que lo esté. Encontraremos una solución.
Taylor asiente levemente antes de envolverle en un abrazo. Barry se lo corresponde, pero frunce el ceño al ver a sus amigos abandonar el cortex.
—Hey—llama su atención, separándose de Taylor—¿A dónde vais?
—Un giro inesperado de los acontecimientos—anuncia Ralph—Nos vamos a la sala de descaso. Creo que deberíais volver a la sala médica.
Ante su respuesta, Taylor y Barry comparten una mirada. Pero es la más joven la que parece llegar a una conclusión antes.
—¡Tommy!—exclama con entusiasmo, corriendo hacia la sala médica—
Barry la sigue de cerca, observándola lanzarse a los brazos de su hermano mellizo.
—Cuidado—Tessa observa aquel gesto de amor con preocupación, pues Thomas apenas acababa de despertarse—
—Tay-Tay—Thomas sonríe, hundiendo su rostro en el cuello de su hermana, aliviado por volver a tenerla a su lado—
—Te he echado de menos—declara ella, rompiendo el abrazo—
—Y yo a ti—admite, dedicándole una leve y débil sonrisa—
—Tenía tanto miedo—admite la chica—Creí que habías muerto, que...
—Estoy bien—la interrumpe—Estoy bien.
Tessa se inclina hacia él, colocando el dorso de su mano sobre su frente.
—¿Te encuentras bien?—le pregunta, preocupada—
Thomas asiente levemente.
—Un poco mareado—admite entonces—
—Es normal. A mi me pasaba—le responde—También tienes algo de fiebre.
—Podemos hacer algunas pruebas—propone Barry, agarrando la tableta con sus datos médicos y signos vitales—
—Si. Es buena idea—admite Tessa, compartiendo una mirada con él—
Thomas les observa con atención. Les había visto interactuar antes, desde la distancia, pero era la primera vez que lo veía en primera persona. Como también era la primera vez que podría hablar con su padre.
—Comer algo tal vez te venga bien—al ver que su padre se dirige a él, Thomas parece volver a la realidad—
Barry se acerca a él, entregándole un sándwich de pavo.
—Odio el pavo—le informa—
—Odia el pavo—habla Taylor a la vez—
—Ah... Está bien—responde, nervioso—Puedo traerte otra cosa. Lo que quieras.
—¿Un helado de Happy Harbor?—propone el chico, elevando sus cejas con esperanza—O un batido del Big Belly Burger. Cualquiera de los dos me sirve.
Barry sonríe al oír su respuesta, pues sonaba a la respuesta que la propia Tessa le habría dado.
—Esta bien—acepta, dedicándole una pequeña sonrisa. Sus ojos compartiendo una mirada divertida con su mujer—Ahora vuelvo.
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