IX. Freaky Friday
CAPÍTULO NUEVE
PONTE EN MI LUGAR
Cuando Oliver se despertó aquella mañana, ya no era él mismo. Se encontraba en una cama diferente, en una casa diferente. Pero no sabía lo que había pasado.
Y la confusión aumentó mientras bajaba las escaleras del duplex y el olor a tortitas recién hechas y café invadían sus fosas nasales. Reconociendo el lugar, Oliver buscó a Barry y a Tessa con su mirada. Esta última se encontraba en la cocina, esperándole con una sonrisa en los labios.
—Buenos días—sonríe, acercándose a él con un plato de tortitas en sus manos—Creo que he mejorado mis tortitas. Por fin encontré la receta de Tommy. Te van a encantar.
Oliver la sigue con la mirada, dispuesto a preguntar qué había ocurrido. Pero antes de poder decir nada, los labios de Tessa se posan sobre los suyos interrumpiéndole. Con los ojos abiertos como platos, el arquero se quedó paralizado mientras Tessa se separa de él sin borrar la sonrisa de su rostro.
—¿Qué pasa si Barry...? Podría ver... Es... ¿Dónde está Barry?—murmura, observándola con aún más confusión—
Tessa frunce el ceño, posando su mirada de nuevo en él.
—¿Estas bien?—inquiere, depositando el plato de tortitas en la mesa—¿Has dormido bien?
Oliver se mantiene en silencio, sentándose junto a ella en la mesa del comedor.
—Sé que estás preocupado por Ivy. Pero...
—¿Quién es Ivy?
—La hija de Jay y Hailey—responde ella de forma obvia—
—¿Jay tiene una hija?—sus ojos la observan con una mezcla de incredulidad y sorpresa—
Tessa entrecierra sus ojos, su mano encontrando la suya y dándole un pequeño apretón.
—Barry, ¿qué te pasa?—cuestiona, preocupada—
—¿Soy Barry?
—Si—asiente con obviedad—¿Hay algo mal? ¿Ha pasado algo? Sabes que puedes decírmelo.
Algo estaba mal. Muy mal. Pero Oliver aún no sabía lo que era. Y tampoco sabía si el verdadero Barry estaba bien. No podía decirle nada a Tessa sin tener al menos alguna respuesta más.
—Eh... Es que no he dormido muy bien—responde entonces, recibiendo un dudoso asentimiento por su parte—
—Entonces no es por mis tortitas.
—No, no. Huelen de maravilla—le asegura, dedicándole una pequeña sonrisa cariñosa—Como las de Tommy.
—Bueno, eso no puedes saberlo—señala con una pequeña sonrisa divertida a la vez que triste—
Oliver entrecierra sus ojos, dándose cuenta de su error.
—Ya... Claro.
—¿Sabes? Creo que a todos nos vendría bien un día libre—propone Tessa tras unos segundos—Seguro que a Thomas y a Taylor les gustara pasar tiempo con nosotros.
Oliver frunce el ceño. ¿Quien demonios eran Taylor y Thomas? Esa pregunta era la que quería hacer, pero el teléfono de Tessa la interrumpió.
—Un robo en Laboratorios IVO—informa al leer la alerta—Tienes a Cisco por radio. Nos vemos en STAR.
Se pone en pie, depositando un beso en su mejilla.
—Te quiero—exclama, subiendo las escaleras—
Oliver la observa alejarse, la confusión y el shock impidiéndole responder en un tono de voz en el que ella pudiera oírle.
—Y yo a ti, Tess—murmura para si mismo—
Poniéndose en pie, sin saber muy bien a dónde ir o que hacer, sus poderes de velocista le ayudan a llegar a la cocina.
—¡Toma!—Tessa exclama a su espalda, atrayendo su atención. Dándose la vuelta, Oliver atrapa el pequeño anillo que ella le lanza—Ten cuidado.
Se despide, agarrando su chaqueta y llaves para salir de la casa.
Confuso, Oliver observa el anillo con la forma del logo de Flash. Colocándoselo en su mano, y como si supiera lo que debía hacer, estira su brazo hacia adelante. El traje sale despedido del anillo y para colocárselo, Oliver corre hacia él.
Sus ojos se topan entonces con su imagen reflejada en el espejo del salón.
—Oh, Barry, ¿qué es lo que has hecho esta vez?—murmura para si mismo al ver lo ridículo que le quedaba aquel traje rojo—
—Bien, Barry, tienes que ir a Laboratorios IVO—le informa Cisco a través de las comunicaciones—Hay dos hombres armados en busca de diamantes, esos que se usan como transmisores.
Oliver asiente para si mismo, corriendo por las calles de Central City sin saber muy bien a donde se dirigía.
—Eh, pisa el freno—Cisco vuelve a hablar—Da media vuelta. Te has pasado Laboratorios IVO unas 18 manzanas.
Haciéndole caso, Oliver corre de vuelta al gran edifico de investigaciones científicas.
—Ya estoy—anuncia, adentrándose en el almacén que estaban robando—
—Es muy temprano para esto—se queja Cisco para si mismo, tomando un trago de café mientras Tessa se adentra en el cortex, sentándose a su lado en el escritorio principal—
Oliver ignora su comentario, las miradas de los ladrones posándose en él al verle llegar.
—Ni se te ocurra, Flash—amenaza uno, apuntando con una pistola a un guardia de seguridad—O nos llevamos los diamantes o este tío muere.
Oliver ignora su amenaza, dando un paso adelante.
—He dicho que atrás—insiste el ladrón, apretando su agarre en el arma—
—¿Pero qué haces?—se queja Cisco—Lánzale un rayo, tío.
Oliver asiente para si mismo.
—Le has fallado a esta ciudad—declara entonces con firmeza—
Los ladrones, Tessa y Cisco fruncen el ceño con confusión al oír como su voz se volvía más grabé al pronunciar aquellas palabras.
—Me parece que esa frase no es tuya—le acusa el latino—
De nuevo, como si supiera exactamente lo que tenía que hacer, Oliver comenzó a correr por aquel almacén para cargar sus poderes y poder lanzar un rayo. Sin embrago, no sabía muy lo que debía hacer, lo que provocó que se golpeara varias veces debido a su poco control de la velocidad.
—Suben los niveles de adrenalina—observa Cisco en los datos del traje—¿Qué está ocurriendo?
Los ladrones comenzaron a disparar, intentando alcanzar a Oliver, pero justo en ese instante, él consiguió lanzarles un rayo, el cual estaba demasiado cargado de energía y acabó rebotando contra uno de los contenedores.
—Te has pasado un pelín—observa Cisco, mordiendo un regaliz—La poli va de camino. Deja que ellos se encarguen del resto.
Satisfecho, Oliver abandona el lugar tal y como Cisco le había indicado. Sin embrago, lo que él no sabía es que ese rayo que había lanzado no solo había roto uno de los contenedores de mercancías, si no que también había cargado al robot en su interior.
Su cabeza estaba demasiado centrada en pensar qué es lo que le estaba ocurriendo. ¿Por qué de repente todos pensaban que él era Barry? ¿Por qué tenía sus poderes? Tal vez se trataba de un sueño. Pero tras recibir varios golpes, lo dudaba. O tal vez era como aquel sueño en el que le habían metido los Dominadores años atrás.
—Parece que estas bien—anuncia Caitlin tras revisarle—
—¿De verdad?—Oliver frunce el ceño, mirándola con confusión—¿No hay anomalías? ¿No tengo un tumor cerebral? ¿Nada?
—Barry, estás en perfecta forma—le asegura la científica—
—Si eso está muy claro—sonríe Tessa, acariciando su brazo—
Un escalofrío recorre su cuerpo ante tal acción. No podía pensar en Tessa de esa forma. Para él ella era como una hermana pequeña.
—Vamos a dejarnos de muestras de afecto en el trabajo, ¿vale?—le pide, dedicándole una mirada incómoda—
Confusa, Tessa aleja su mano de él.
—¿Desde cuando?—cuestiona Ralph, atrayendo la atención de ambos—Siempre dices que el contacto físico es vuestro lenguaje del amor.
—Es cierto—asiente Cisco—
Oliver les observa a ambos, buscando una respuesta coherente. Si él era Barry, debía actuar como Barry. Al menos hasta descubrir qué era exactamente lo que había ocurrido.
—Me parece una falta de sensibilidad con vosotros—admite entonces—
—Oh, tío. Ya lo hemos hablado. He superado lo de Gypsy—responde Cisco, dedicándole una mirada de agradecimiento—Pero gracias.
Se acerca a él, envolviéndole en un abrazo.
—Se me pasara—le asegura el latino al separarse, intentando no llorar—
—Ya... Eh... Me voy a casa—anuncia entonces, dirigiendo su mirada hacia Tessa—Necesito pensar.
La joven Merlyn le observa con confusión, viendo como se ponía en pie y abandonaba la sala médica.
Tal y como Oliver se había despertado en una cama que no era la suya, para Barry había sido algo un poco más violento. Un golpe es lo que le había despertado. Y no se encontraba en una cama, si no peleando con John Diggle en lo que parecía ser una sesión de entrenamiento. Y como Oliver, Barry no tenía ni idea de cómo había acabado allí.
—¿John?—frunce el ceño, observándole desde la colchoneta de entrenamiento—¿Qué haces tú aquí?
—Darte una paliza—responde sin más—Levanta, vamos.
Confuso, Barry vuelen a ponerse en pie. Diggle es rápido en volver a lanzarle otro golpe, pero Barry lo esquiva, devolviéndoselo sin problemas.
—¿Habéis redecorado el búnker?—frunce el ceño, observado el lugar donde se encontraban—
—Oliver, has estado en ARGUS millones de veces.
—¿Oliver?—Barry frunce el ceño, pero Diggle no tarda en sacarle de sus pensamientos con otro golpe—
Sin apenas pensar, Barry le devuelve los golpes hasta hacerle una llave que le lanza al suelo de la colchoneta. Diggle gruñe, poniéndose en pie y dando por terminada la pelea.
—Soy Oliver Queen—murmura Barry para si mismo—
—Si, ya lo sé—responde John, soltando otro quejido de dolor—
—Soy Green Arrow—murmura Barry con alegría—No fastidies.
La sonrisa en sus labios se borra al instante al darse cuenta de que para que eso fuera así algo malo debía haber pasado.
Los movimientos de Diggle le devuelven a la realidad, viendo como el hombre se deshacía de los guantes de protección en sus manos mientras se alejaba de la colchoneta de entrenamiento.
—Oye, tengo que hacer una llamada a Laboratorios STAR—le informa, siguiendo sus pasos—Quiero saber cómo está Tess.
—La harás luego, hay una pelea en el viejo depósito de armas de los Glades—le responde, mirando los monitores—Me vendría bien una ayuda, Oliver.
—Pues... Es que no sé si estoy en forma—responde, sin saber muy bien que hacer. Él no sabía pelear, ni usar un arco—Creo que me he torcido algo.
—La unidad de respuesta rápida ha salido. Solo nosotros llegaremos a tiempo—insiste John, posando su mirada en él —
Aún nervioso y lleno de dudas, Barry asiente.
—Vale, me apunto.
Si él era Oliver Queen, debía actuar como tal.
—Bien—celebra John, entregándole su traje—Prepárate.
Barry observa el traje con confusión mientras Diggle se aleja de él.
—¿Cómo me pongo...?—murmura—Se me ha olvidado. ¿Necesito ayuda para ponérmelo?—exclama, siguiendo los pasos de su amigo—
A diferencia de con el traje, Barry si supo cómo actuar en la misión. Y ese hecho le sorprendió tanto como a Oliver le había sorprendido ver que tenía poderes metahumanos. Barry se las arreglo bien con el arco y las nuevas habilidades de luchador, pero fue Oliver el que apareció en Star City, sacándole a él y a John de otra pelea.
—No puede ser una coincidencia—se queja Oliver—Tiene que haber una razón para esto. Alguien es responsable y tenemos que encontrarle. Oye, ¿podrías dejar de hacer eso?
Barry se baja de las barras de dominadas del ahora abandonado búnker, lugar al que ambos habían acudido para reunirse a solas y discutir los acontecimientos.
—Tío, esto es como Freaky Friday—exclama el más joven—No, espera, no hemos cambiado de cuerpo. Es como Quantum Leap. ¿Tienes un espejo?
—Céntrate solo un segundo y tomate esto en serio—le pide Oliver con frustración—Porque el mundo cree que tú eres Oliver Queen y yo Barry Allen y me encantaría saber por qué.
Barry borra la sonrisa de su rostro, aunque aún se sentía entusiasmado con la situación.
—Desde luego—asiente—
—¿Te parece bien?
—Si. Perdona.
—Gracias—suspira Oliver, mostrándole varías fotos en una de las pocas pantallas del búnker que aún seguía en pie—
Se trataban de fotos aTiguas de cada uno, pero estaban intercambiados en todas ellas. Barry salía como alcalde de Star City mientras que Oliver tenía fotos de boda con Tessa.
—Que raro. Ah, soy el alcalde—sonríe Barry—
—Por favor, solo te pido 90 segundos de seriedad—insiste Oliver, cansado de su actitud poco profesional—
—Tienes que admitir que esto mola—insiste—
—Me molara más cuando me despierte en mi cama mañana por la mañana.
Sus palabras provocan que toda la alegría de Barry desaparezca rápidamente.
—Espera. ¿Te has despertado en mi cama? ¿Con Tessa?—inquiere, apretando su mandíbula—
Oliver se gira de nuevo hacia él, asintiendo levemente.
—¡Hay que arreglar esto ahora mismo!
Necesitaban ayuda. Oliver y Barry no podía solucionar aquello sin ayuda. Específicamente la ayuda de científicos que hubiera tratado antes con las dimensiones paralelas, los cambios en la línea temporal y lo que fuera que les estuviera pasando a ellos. Así que ambos viajaron de nuevo a Central City para reunirse con el equipo Flash.
—A ver si me he enterado bien—suspira Sherloque tras escuchar su explicación—Tú crees que no eres realmente Barry Allen. Si no que Barry es él.
Oliver asiente.
—¿Barry, has vuelto a viajar en el tiempo?—cuestiona Caitlin, frunciendo el ceño—
—No, que va—responde el aludido—
—Le está hablando a Barry—se queja Sherloque—
—¡Yo soy Barry, Sherloque!—exclama, frustrado—
Tessa entrecierra sus ojos.
—Ya, y yo Wild Dog—comenta Cisco de forma sarcástica—
—Tranquilo, Wild Dog—le responde Sherloque—
—Era broma.
—Pues no es una broma muy buena, Cisco.
Oliver suspira con frustración, compartiendo una mirada con Barry. Caitlin se acerca entonces a ellos. Un pequeño aparato en sus manos.
—¿Te importa si...?—inquiere, señalando la cabeza de aquel al que ella consideraba era Oliver Queen—
—No, claro que no—responde Barry, acostumbrado a ser examinado médicamente por ella—
Una pequeña sonrisa tranquilizadora aparece en sus labios. Gesto que Caitlin le corresponde rápidamente sin darle mucha importancia. Pero Tessa se la dio. Y fue ahí cuando la chica Merlyn sintió la primera duda en su mente. Hasta ese momento todo lo que Barry y Oliver habían dicho le parecía una locura, aún lo hacía. Pero fue esa sonrisa la que por un segundo le hizo dudar y comprender que tal vez estaban diciendo la verdad.
—El cerebro de Oliver es normal—informa la científica segundos después—No hay señales de hipnosis o interferencias psíquicas.
Barry cierra sus ojos con frustración al oírla llamarle Oliver.
—No detecto taquiones—informa Cisco entonces—Nadie ha alterado la línea temporal.
—Chicos, esto es una locura—declara Tessa, atrayendo la atención de todos—No puedo estar casada con Oliver, ¿vale? Es mi mejor amigo, como un hermano. Y si, solía tener un crush con él cuado era una niña, pero realmente no es mi tipo.
A pesar de aquella duda implantada en su mente, Tessa no podía evitar sentir que nada de eso tenía sentido.
—Tess, oye—Barry la observa con confusión—¿De verdad que no me crees?
—Decimos la verdad. ¿Vale?—declara Oliver, frustrado por la situación—Decimos la verdad. Algo va muy, muy mal.
—Si.
—Está bien—suspira Sherloque—Equipo Flash, reunión. Tú no, Barry.
Cisco y Caitlin asienten, siguiendo sus pasos hacia el cortex. Pero Tessa se queda atrás, compartiendo una última mirada con su marido y mejor amigo.
—Tess, espera—Barry se acerca a ella, sujetándola de la muñeca con delicadeza—
Sus dedos la rodeaban levemente, su piel rozando con la suya y produciendo una pequeño escalofrío en todo su cuerpo. Era como si una ola de electricidad y fuerza llenara su sistema nervioso. Y cuando sus ojos se encontraron con los suyos, aquella electricidad solo hizo que aumentar.
—Tienes que creerme, ¿vale?—insiste el chico, acariciando su piel levemente—Te quiero.
—Yo...—su voz parecía haber desaparecido. Apenas podía respirar o pensar con claridad—Ollie...
—Barry—corrige él—
—Dices eso, pero te miro y solo veo al mejor amigo de mi hermano—explica, recuperando el control de su cuerpo—Yo... Lo siento—asegura, posando su mirada en ambos—Os quiero, a los dos. De formas distintas.
Barry cierra sus ojos con fuerza cuando sus manos se separan. Oliver suspira con frustración, sintiendo como Tessa agarraba su mano, dándole un pequeño apretón y dedicándole una leve sonrisa llena de amor. Él se la devuelve rápidamente.
Tal vez no era el mismo amor el que en ese momento sentían el uno por el otro. Tessa estaba convencida de que él era su marido y le amaba. Y para él ella seguía siendo la hermana de su mejor amigo a la que él mismo consideraba familia. Era un amor diferente, pero era amor de todas formas.
—Tess...—Barry intenta llamarla de nuevo cuando ella abandona la sala médica, pero su voz era apenas un susurro que ella no pudo escuchar. Sus ojos se posan entonces en Oliver, dedicándole una mala mirada—No la toques.
—Barry, vamos—se queja Oliver, poniéndose en pie—
—No quiero ni pensarlo—se queja, apretando su mandíbula con frustración—
—Ya, yo tampoco—asegura el arquero—Es como mi hermana pequeña. Esta mañana me beso y ha sido como si cometiera un crimen. Tommy me mataría.
—¡¿Te beso?!—Barry le observa con incredulidad—
—Ella cree que soy tú—le recuerda—
—Me da igual—se queja—Tommy no está aquí para matarte, pero yo si.
Oliver rueda los ojos, su mirada viajando al cristal que separaba ambas salas. Esperando poder leer los labios de alguno de ellos para saber cuál era su plan.
Pero aquella conversación estaba llevando demasiado tiempo. Así que, cansados de esperar, Barry y Oliver abandonaron la sala médica, dirigiéndose a la sala de descanso para intentar pensar con más claridad.
—Si no nos ayudan, tendremos que arreglarlo nosotros solos—declara Oliver con firmeza—
—Lo harán, ¿vale?—asegura Barry, defendiendo a sus amigos—Lo harán. Pero hay que convencer a Tess primero.
—Vale, genial—asiente, de acuerdo con él—¿Y cómo lo harás?
—Yo no. Tú.
—¡Es tú mujer!—exclama—
—Lo sé, tío. Lo sé—asegura, soltando un suspiro de frustración—Esto me gusta tanto como a ti. La conoces, sabes hablar con ella. Dile que la quieres y que es tu pararrayos.
Sus indicaciones hacen que Oliver suelte una carcajada. Barry frunce el ceño.
—No pienso decirle eso—declara el arquero, borrando la sonrisa de su cara al ver que el velocista iba en serio—
—La hará feliz—le asegura—Le gusta. Hazme caso.
—Es literalmente la cosa más cursi que he oído en mi vida, Barry.
—La llame así una vez. Estábamos apunto de morir—le explica—Te escuchara si se lo dices.
La llegada de Tessa a la sala interrumpe su conversación. Oliver sigue sus pasos al ver que se dirige a la terraza, lugar donde previamente se encontraba tomando al aire antes de que ellos llegarán.
—¿Puedo acompañarte?—cuestiona, señalando la copa de vino situada en la pequeña mesa a su lado—
—Claro—asiente Tessa, observándole con atención—
Agarrando la copa, Oliver toma un trago.
—Esto ayudará—murmura—
—¿Olvidas que no te puedes emborrachar?—cuestiona ella, frunciendo el ceño—
—Este día no puede ir a peor.
Tessa suspira, observando la ciudad.
—¿De verdad crees que eres Oliver?—inquiere, volviendo de nuevo su mirada hacia él—
—Si—asegura, dejando la copa sobre la mesa para acercarse a ella—Y no lo creo, lo sé.
Los ojos de Tessa viajan hacia Barry, quien aparta su mirada rápidamente.
—¿Por qué no nos crees?—inquiere Oliver, colocando una mano sobre su brazo, atrayendo así de nuevo su atención hacia él—Somos Barry y yo, Tess. Confías en nosotros. Tú misma lo has dicho, nos quieres.
—Lo hago—asegura, mirándole a los ojos—Y si, creo que algo puede estar mal, muy mal.
—Bien—celebra en un suspiro lleno de alivio—
—Pero me preocupa que eso signifique que ambos estéis en peligro.
—¿Qué?—Oliver frunce el ceño—
—Lo siento—susurra Tessa, acercándose a él y soplando un poco del polvo de estrellas en sus manos—
Antes de poder reaccionar, Oliver comienza a marearse, durmiéndose lentamente hasta caer al suelo con ayuda de Tessa. Barry observa esto desde la sala de descanso.
—Oh, vamos—murmura para si mismo, dirigiéndose a la puerta—
Sin embrago, Tessa le alcanza rápidamente, colocándose frente a él.
—No quiero pelear, Ollie—declara la castaña—Sabes que puedo ganarte
—Tess, tienes que créeme—insiste Barry, sujetándola de los hombros—Soy yo. Soy Barry.
—Quiero creerte—le asegura, mirando sus ojos con detenimiento—
—Bien—suspira aliviado. Su mano viajando hasta su mejilla, acariciandola levemente—
A pesar de la ola de electricidad que recorre su cuerpo ante ese gesto, Tessa aprovecha su distracción para dormirle con el polvo de estrellas de sus manos.
Barry fue el primero en despertarse en aquella celda del acelerador de partículas. Unas esposas en sus manos y con muy poco espacio para compartir con Oliver, quien lentamente comenzaba a abrir los ojos.
—Venga ya—se queja, poniéndose en pie—¡Chicos! ¡Chicos, vamos! ¡Dejadnos salir de aquí!
—¿Por qué estamos en tu cárcel secreta?—se queja Oliver, incorporándose—
—No es una cárcel. Es un tubo conductor Tesla que anula metapoderes—aclara, recibiendo una mala mirada por parte de su amigo—Vale, es una cárcel.
Un carraspeo al otro lado del cristal llama la atención de ambos. Sus ojos encontrándose con la figura de Tessa, quien les observaba de brazos cruzados.
—¡Tess!—exclama Barry con alivio—Gracias a dios. Sácanos de aquí
—Yo os he metido ahi, ¿recuerdas?—señala, inclinado su cabeza. Sus ojos escaneándoles por completo—
—Entonces ¿qué haces aquí?—inquiere, confuso—
—Sinceramente, no lo sé—admite, soltando un suspiro—Escucharos, supongo. El equipo decidió que lo mejor era encerraros. Por vuestra seguridad.
Oliver frunce el ceño ante su respuesta.
—Tranquilos, no nos escuchan—les asegura ella entonces—Sé hackear esas cámaras.
—¿Nos crees?—cuestiona el arquero, dando un paso adelante—
—No he dicho eso—niega rápidamente, sus ojos alejándose de Barry y viajando hasta él—Yo... Mi cabeza me dice que no debería. Pero...
Antes de he pueda terminar su explicación, Tessa suelta un suspiro, dándose la vuelta y abandonando la sala. Esto deja a Barry y Oliver llenos de confusión.
—Genial—suspira Oliver con sarcasmo—Nadie en esta tierra cree que somos quienes decimos ser. Ni siquiera Tessa.
Barry abre sus ojos de par en par al darse cuenta de algo.
—Eso es—señala, girándose para mirar a Oliver—A lo mejor sólo Tierra 1 está afectada. Si conseguimos un extrapolador abriremos una brecha a Tierra 38. Si Kara nos reconoce, tal vez pueda ayudarnos a arreglar lo que ha pasado.
—Te has saltado la parte en la que explicas cómo escapamos.
Barry suspira con frustración, observando la celda con detenimiento en busca de alguna idea para poder salir de ella.
—¿Sabes? He pasado siete meses en una cárcel de máxima seguridad. Y... por mal que fueran las cosas, y fueron muy mal, todas las celdas tenían vater—se queja Oliver al cabo de unos minutos—
Rodando los ojos, Barry golpea con su pie la parte baja de una de las paredes de la celda, activando un mecanismo en ella que hace visible el vater.
—¿No puedes aguantarte?—cuestiona. Oliver le mira con seriedad—Oh, quieres atascar las tuberías.
—Y freír el inhibidor—añade Oliver en un asentimiento—
—Buena idea—admite, agachándose para abrir el panel en la parte superior del vater—Hay un problema, no puedo llegar a válvula con esto—señala las esposas que rodeaban sus muñecas—
—Tendrás que dislocarte el pulgar.
—Estas loco—declara, volviendo a ponerse en pie—
—No estoy loco. Tendrás que dislocártelo. Presiona la articulación—le indica—
—Me voy a romper la mano—se queja Barry, asustado—
—No te la vas a romper porque en esta realidad tus ligamentos han sido distendidos y preparados para el arte del escapismo por Anatoly Knyazev—le explica, cansado de sus quejas—Ahora, se un hombre, presiona la articulación y dislocate le pulgar.
Dudoso, Barry baja su mirada hacia sus manos, haciendo lo que Oliver le había indicado.
—Funciona—observa, asombrado—
—Si—asiente el arquero con obviedad—
Oliver rueda los ojos, agachándose de nuevo frente al vater para llevar a cabo el plan para freír los inhibidores de la celda.
—Adiós al inhibidor—celebra Oliver—¿Y ahora?
—Tendrás que atravesar la puerta—señala Barry, poniéndose de nuevo en pie—
Oliver frunce el ceño con confusión.
—¿Cómo dices?
—Atravesar—repite Barry—Es cuando vibro a la frecuencia del aire. Lo que hace que mis células se muevan tanto que puedo atravesar objetos sólidos.
—Ya. Atravesar—suspira, colocándose delante de la puerta—
Barry le observa detenidamente viendo como Oliver no se movía.
—¿Quieres algún consejo?—inquiere—
—Un segundo, Barry. Por favor—se queja, intentando concentrarse—
—Solo digo que no es fácil. Y si metes la pata te quedarás en mitad del cristal y entonces...
Oliver voltea hacia él para mirarle, sus ojos viajando hacia su mano. Una risa escapa entonces su labios.
—¿Qué?—Barry le observa en una mezcla de confusión y molestia—¿Por qué te estás riendo?
—No sabía que... Tienes el pulgar ridículo—señala sin poder dejar de reírse—No sabía que se quedaba así.
Barry rueda los ojos, irritado. En es instante Oliver consigue usar sus poderes y atravesar las esposas en sus muñecas, las cuales caen al suelo.
—Vas mejorando—observa Barry—Genial.
Dedicándole una sonrisa victoriosa, Oliver vuelve a acercarse a la puerta, esta vez más seguro de poder atravesarla. Barry se sujeta a su hombro rápidamente, esperando que pudiera sacarles a ambos de la celda.
—Lo he conseguido—celebra Oliver una vez consiguen salir—
Barry asiente, devolviéndole la sonrisa.
Sin perder más tiempo y siguiendo con su plan, ambos héroes abandonan el acelerador de partículas y caminan de forma sigilosa hasta el taller de Cisco, esperando encontrar allí uno de los extrapoladores para crear una brecha y viajar a Tierra 38.
—Cojemos el extrapolador y nos largamos—susurra Oliver, comenzando a buscar el objeto entre todos los aparatos esparcidos por la sala—
—No vais a encontrarlo.
Una voz a sus espaldas les hace frenar en seco. Ambos giran en sus talones lentamente hasta toparse con la seria mirada de Tessa.
Barry suspira, acercándose a ella.
—Tess, por favor—suplica, sujetándola de los hombros—Sé lo raro que es esto. Pero sé que en el fondo sabes que decimos la verdad. Que yo soy Barry.
La joven Merlyn inclina su cabeza, observándole detenidamente de forma pensativa.
—No sé si os creo del todo—admite entonces en un suspiro, sus ojos viajando hacia Oliver—Pero estoy dispuesta a daros el beneficio de la duda. Y a ayudaros a resolver esto.
Un suspiro de alivio abandona los labios de ambos.
—Estaba de camino a sacaros de la celda, pero ya os habíais ido—explica Tessa entonces—
—Espera—Barry la interrumpe—¿Me he dislocado un pulgar para nada?
La observa con incredulidad. Tessa eleva sus cejas con confusión mientras que Oliver sonríe divertido.
—¿Podemos irnos?—inquiere entonces, acercándose a ellos—
—Claro—asiente Tessa, mostrándoles el extrapolador en su mano. Barry la observa con sorpresa—Se lo robé a Cisco—explica, ganándose una sonrisa orgullosa por su parte—
Iré publicando los capítulos del crossover cada Sábado durante las próximas semanas. No es un maratón como tal, pero es lo mejor que puedo hacer con el tiempo que tengo para escribir.
Espero que os haya gustado el capítulo. No olvidéis votar y comentar.
Muchas gracias por leer ❤️
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