𝒛𝒆𝒓𝒐. born to die
・ . ° · 𝖇𝖗𝖆𝖓𝖌𝖌𝖜𝖞 . . !
👁️ · .° chapter 𝙯𝙚𝙧𝙤.. ✦ ❝ born to die ❞
𝔣𝔦𝔳𝔢 𝔥𝔞𝔯𝔤𝔯𝔢𝔢𝔳𝔢𝔰 𝔣𝔞𝔫𝔣𝔦𝔠𝔱𝔦𝔬𝔫 ❜ 🌬️ © 𝗐𝗋𝗂𝗍𝗍𝖾𝗇 𝖻𝗒 𝗆𝖾𝗅 . .
NEWPORT, GALES.
1989.
𝐋𝐀 𝐂𝐄𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐐𝐔𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐋𝐀 𝐒𝐄 𝐈𝐁𝐀 𝐃𝐄𝐑𝐑𝐈𝐓𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎 conforme su llama crecía cada momento. Mientras qué a su lado, en el espejo bañado en obsidiana que adornaba la mayor parte del pequeño espacio, se podía observar la silueta de una mujer cabizbaja rebuscando con ayuda de sus manos y encargándose de que todo estuviera en su lugar. Una mezcla de desesperación y agotamiento se podía apreciar en su rostro al levantar su vista al reloj cucú de madera que se apoyaba en una parte de la pared, el tiempo se había terminado.
A paso apresurado, se dirigió a un velador de madera de pino mediano, en el cual reposaba un maletín de violines antiguo. Con una mano lo cogió del sujetador y lo llevó consigo misma en dirección al mostrador donde se encontraba hace unos segundos. Su vista chocó con el espejo, viéndose esta vez a sí misma. Sus ojos verdes claros con un destello deslumbrante y su cabello rubio ondulado no la hacían ser diferente al resto, sin embargo, a cualquiera le llamaría la atención de acuerdo con aquellas cualidades.
Lástima que ese brillo escapara a un lugar desolado, arruinado e indebido. Completamente sin vida.
Dio un suspiro largo antes de traspasar aquella puerta que separaba su interesante hogar de las frías calles preparadas para aquellas lluvias torrenciales de invierno, y es que, debido a eso, más de una persona que se encuentre en la cuidad pueda disponer de largos abrigos.
La mujer bajó unas cuantas escaleras para llegar a la entrada principal del edificio abandonado. Por algunos escalones había unos cuantos felinos que maullaban y ronroneaban simultáneamente. Al sentir el frío aire no dudó en ponerse el abrigo que llevaba consigo en su antebrazo, giró sobre su propio eje para observar si alguna persona en específico se hallaba cerca. Se daba la vuelta para mirar otros lares pero lo único que conseguía era apreciar a las diminutas aves que se posaban por las ramas de un árbol.
Como lo que menos tenía era tiempo, sin más, decidió emprender camino. Pero al ya estar decidida a dar el primer paso en dirección hacia el lugar, unas medianas manos recorrieron sus hombros, provocando que un escalofrío recorriera gran parte de su cuerpo, haciéndola sobresaltar. Rápidamente se dio la vuelta encontrándose con el ser más bromista que pudiera pisar el planeta, por supuesto, desde su perspectiva. Ella solo pudo rodar los ojos y caminar hacia adelante.
—O, dewch ymlaen! Onid ydych yn falch o fy ngweld yn ôl ❲ ¡Oh, vamos! ¿no te alegra verme de vuelta? ❳ —inquirió el hombre con una sonrisa pintada sobre sus labios. La chica lo miró con leve indignación.
—Fe ddywedoch chi y byddech chi'n dod nôl i mi ddeg munud yn ôl! ❲ ¡Dijiste que me vendrías a buscar hace diez minutos! ❳ —replicó.
—Torrodd y car i lawr, a... ❲ El auto se averió, y.. ❳ —dejó la oración en el aire al alejar su antebrazo derecho de su espalda, en la cual se escondía este mientras sostenía una scabiosa stellata. La chica lo miró sin saber qué decir.
— Rwy'n ei werthfawrogi, ond byddwn yn hwyr os na fyddwn yn brysio. ❲ Lo aprecio, pero llegaremos tarde si no nos apuramos. ❳ —finalizó.
— Yn yr achos hwnnw... rhedeg! ❲ En ese caso.. ¡corre! ❳ —dijo el hombre para empezar a correr no tan rápido, dejando a la chica con la palabra en la boca.
—Hei, nid yw'n hwyl! ❲ ¡Oye, no es divertido! ❳ —moduló para empezar a correr del mismo modo.
Ambos iban riendo mientras que de a poco se estaban quedando sin aire. Recorriendo un camino algo largo, entre risas, jadeos y quejidos. Las personas los observaban de manera extraña, y es que, podían llamar un poco la atención al hacer un escándalo de camino su destino. El lugar que ambos amaban con todas sus fuerzas, el cual si tuvieran la suficiente cantidad de dinero, comprarían.
El lugar donde los ángeles descansaban y cantaban adormilados por todos lados. Un teatro situado en el centro de la cuidad, uno muy viejo, y anticuado. Pero sin duda, para ambos jóvenes era el paraíso.. o bueno, no siempre. Por el momento, lo dirigía un señor gruñón, pero con experiencia, simplemente, estricto.
—Hei, o ddifrif, nid yw'n hwyl. ❲ Oye, en serio, no es divertido. ❳ —volvió a contradecir la rubia soltando pequeños jadeos.
—Ymlaciwch, rydym wedi cyrraedd. ❲ Tranquila, ya hemos llegado. ❳ —dijo el contrario una vez en frente del edificio.
Ambos se dirigieron a un callejón, en el cual se hallaba una puerta de emergencias que conducía al interior del teatro. No dudaron un segundo más, intentaron hacer el más mínimo silencio para no ser oídos. Lastima el director de dicha orquesta los escuchó. Los dos maldijeron en sus adentros al notar que todos habían dejado de tocar mientras el señor de tez morena se giraba hacia ellos.
—Stewart a Roger, yn hwyr eto, iawn? ❲ Stewart y Rogger, otra vez tarde, ¿no? ❳ —.
—Mae'n ddrwg gen i, Mr Grellie, ni fydd yn digwydd eto. ❲ Lo siento, Sr. Grellie, no volverá a suceder. ❳ —los chicos asintieron apenados.
Al tomar asientos, todos posicionaron sus instrumentos en un ángulo cómodo para ser tocados. A diferencia de todos los ensayos, este sería el último para el concierto del próximo fin de semana. Si alguno desafinaba tendría que irse, y es que, era una gran oportunidad para ser reconocidos por su pasión, por lo que aman.
El director empezó a dirigir la orquesta con su batuta en mano, una clásica melodía provenía de aquellos instrumentos de viento y cuerda, próximamente se unirían los de percusión.
La mujer, al formar parte de los segundos violines, observaba de vez en cuando a su amado, quién tocaba uno de los clarinetes. El le mostró una sonrisa discreta, causando leve enrojecimiento facial en el rostro de la chica.
De repente, una leve presión en el vientre de la chica la desconcentró un poco, próximamente sentiría su estómago apretarse. Sin embargo, la rubia seguía tocando el violín lo mejor posible.
Sus habilidosos dedos empezaron a sudar, provocando que la vara se le rebalase de vez en cuando. Lo agarró fuertemente, apretando su mandíbula, dejó escapar unos cuentos suspiros, los cuales se fueron convirtiendo en jadeos poco a poco.
Su desesperación iba creciendo cada vez más y más, pero al sentir que su sintonía no iba de acuerdo al resto empezó a asustarse. Su mano deslizaba la vara por las cuerdas habilidosamente, haciendo que el sonido que produjera el instrumento la aturdiera.
Sus ojos verdes se cerraron con fuerza. El dolor en su vientre iba aumentando cada vez más, provocando que el violín sonara más fuerte y su melodía sea más rápida.
Sus delgadas manos empezaron a temblarle. Sus jadeos eran más fuertes, su respiración agitada y su cuerpo estremeciéndose. Fueron las únicas razones por las que el violín se quedó en silencio.
A su alrededor todo se veía oscuro y lúgubre, algo que la desconcertó completamente, fue al dejar de oír los demás instrumentos tocar, sin embargo, se preocupó por recuperar su respiración con sus ojos aún cerrados. Pero esta vez, relajando levemente sus párpados.
Y fue en ese preciso momento.
En el cual su vida cambió de un momento a otro.
Sus ojos se abrieron a más no poder al sentir el dolor más grande de su vida. Sintió su interior desgarrarse por completo. Gemidos y gritos descontrolados salían de su boca.
Ni hablar de los espectadores. Todo el teatro estaba inundado de gritos desesperados. Gente corriendo de aquí hacia allá, todos se mantenían alejados de la escena.
En un abrir y cerrar de ojos, la mujer estaba sentada en el piso con ambas piernas abiertas. Sangre recorría sus piernas y sus manos tocaban su abdomen estirado. Y fue en ese momento, en el cual una vida dio existencia. Con un inesperado, e inexplicable nacimiento.
El chico la veía horrorizado, decidiendo si acercarse o mantenerse alejado. A su lado, tres mujeres se tropezaron con él, corriendo en dirección a la rubia.
La mujer lloraba del dolor, al no tener tanta dilatación se le complicó aún más la situación. Y fue ahí, cuando hizo su cabeza hacia atrás golpeándose con el duro suelo del escenario.
El castaño no dudó un segundo más, intentando acercársele. Pero, sus compañeros lo jalaban de sus brazos. Deteniéndolo. Intentó esquivarlos, quedando al lado de su amada mientras le acariciaba su cabello rubio.
Las tres chicas se apoyaron frente a ella, sosteniéndola de las manos, dándoles indicaciones. La rubia intentó hacer fuerza, pero cuando se empezaron a escuchar llantos cada vez más claros, su mente se quedó en blanco. Quedando por poco inconsciente.
El chico miró a las demás intentando regular su respiración. Una de ellas le dio una sonrisa con un bebé recién nacido en brazos envuelto en una blusa de seda blanca manchada con sangre, mientras que las demás intentaban calmar a la mujer frente a ellas.
—Mae'n ferch. ❲ Es una niña. ❳ —dijo la chica con el bebé en brazos al hombre.
Si bien se sabe como inicia esta historia, pues, ahora todo está erróneo. En una línea alternativa, todo inicia de una manera distinta..
Una nueva estrategia, pero quizá con un distinto resultado.
El mundo no estaba preparado, pero estaba determinado a pasar.
Por un nuevo plan, todo recobró fe.
Iniciando justo aquí. Una nueva parada.
El primero de Octubre de 1989, dieciséis mujeres de todo el mundo dieron a luz. Lo anormal, es que ninguna estaba en estado de gestación al iniciar el día.
Sir Reginald Hargreeves, también conocido como El Monóculo, es un extraterrestre disfrazado de rico empresario y científico de renombre mundial. Inventor del Televator, Levitator, Mobile Umbrella Communicator y Clever Crisp Cereal. Medallista olímpico de oro en esgrima y ganador del Premio Nobel por su trabajo en el avance cerebral del chimpancé.
Decidió localizar y encontrar a la mayor cantidad posible de estos niños.
Encontró siete de ellos.
━━━𝐇𝐎𝐋𝐀𝐀 !! Bienvenidos al inicio de todo, espero que la historia sea de tu agrado y puedas disfrutarla. El 72% de este capítulo fue editado, me encanta la nueva versión hahah
Los amo, gracias por todo el apoyo <33
━mel was here. 💋
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