･ . ° · 𝖇𝖗𝖆𝖓𝖌𝖜𝖞 . . !
👁️ · .° chapter 𝙩𝙝𝙧𝙚𝙚.. ✦ ❝ once upon a nightmare ❞
𝔣𝔦𝔳𝔢 𝔥𝔞𝔯𝔤𝔯𝔢𝔢𝔳𝔢𝔰 𝔣𝔞𝔫𝔣𝔦𝔠𝔱𝔦𝔬𝔫 ❜ 🌪 © 𝗐𝗋𝗂𝗍𝗍𝖾𝗇 𝖻𝗒 𝗆𝖾𝗅 . .

"𝐁𝐑𝐀𝐍𝐆𝐖𝐘 𝐇𝐀𝐑𝐆𝐑𝐄𝐄𝐕𝐄𝐒 𝐇𝐀 𝐌𝐔𝐄𝐑𝐓𝐎"

"Brangwy Hargreeves: ¿superheroína o antiheroína?"

"Brangwy Hargreeves, la responsable de las últimas desapariciones reportadas hoy en.."

"¿Qué sucedió con la séptima integrante de la Academia Sparrow?"

Los ojos avellana de aquella rubia se dispersaron entre los distintos titulares de aquellos infinitos periódicos que reposaban sobre la mesa, sinceramente, no tenía idea de lo que leía entre las finas páginas, por lo que trataba de hallar una explicación entre las palabras que salían de los labios de su hermano mayor.

"El día de hoy se ha reportado la supuesta desaparición de la Número Siete de la Academia Sparrow, luego de ser acusada de desaparecer a un mayor número de habitantes de la ciudad, los rumores empiezan a expandirse cada vez más. Brangwy Hargreeves a.k.a. "The Demolition Lover" ha dado mucho de qué hablar estas últimas horas, sin embargo, los superhéroes que conforman este extenso equipo no han dado declaraciones al respecto. Algunos ciudadanos especulan que Brangwy se oculta bajo los muros de la Academia.."

"¿Quién es en realidad Brangwy Hargreeves?"

—Buena pregunta, diría que soy la mejor entre todos estos idiotas, pero cambiaría el apodo de "asesina" por uno mucho más bonito. —alardeaba la rubia mientras sobre la rústica mesa oscura que se hallaba en medio del gigantesco salón dejaba el periódico junto a otros más que llevaban su nombre en los diferentes y creativos titulares.

—Brangwy, no estoy jugando. —regaño Marcus con un tono serio a la chica— Quiero que me digas donde carajos estuviste en estos doce años. —el semblante de Brangwy cambió en cuestión de segundos, tratando de digerir lo que su hermano acababa de decir.

—Mierda, ¿tanto tiempo pasó?

Marcus agachó su cabeza pensativo, ambos estaban sentados en los antiguos muebles de la sala de la academia frente a frente. El Número Uno tronaba los dedos de su mano derecha nerviosamente mientras clavaba la mirada en el suelo, a pesar de todo, había extrañado a su hermana, y solo se preocupaba por ella.

El mayor estaba apunto de tomar la palabra nuevamente cuando fue interrumpido por el estruendo de un vaso de vidrio impactando contra el piso de cerámica recién trapeado. Brangwy y Marcus dirigieron sus miradas hacia la entrada del salón, donde se encontraba una silueta que reposaba junto a una de las columnas que dividían la sala del recibidor de la gran mansión.

la rubia se levantó rápidamente del sofá al ver que de quién se trataba era de aquél chico que era considerado un "vudú humano". En su rostro se reflejaba cierto nerviosismo, sin embargo, se acercó para abrazarlo mientras sollozaba, ella no era para nada de dar afecto y mucho menos en público, pero realmente estaba asustada.

Alphonso, por su parte, estaba lo demasiado confundido como para corresponderle el abrazo, dudaba de todo su entorno, como si el ambiente en el que existía no fuera real. Como si fuera un sueño, o una visión tratando de burlarse en su cara. Miró expectante a su hermano, quien estaba de pie a unos metros de ellos, buscando una respuesta, como si quisiera comprobar que lo que estaba viviendo era una experiencia pura y verdadera.

Brangwy se separó finalmente, distanciados unos cuantos centímetros, ambos se veían con miedo. La rubia se puso a detallar el rostro de Alphonso, observaba con cautela sus cicatrices, marcas y deformidades que recorrían su rostro y gran parte de su cuello. Abrió la boca levemente y sus ojos no tardaron en cristalizarse, ladeando la cabeza observaba el resto de la gran casa. Por último, su mirada se dirigió a Marcus.

—¿Qué fue lo que le pasó a la Academia? —su voz estaba totalmente quebrada, mientras su mirada cada vez se hacía más vacía. Todo era muy diferente a como solía recordarlo. A Brangwy no le gustaba la idea de mostrarse sentimental o incluso débil ante sus hermanos, pero existía un nuevo aire en su hogar que le extrañaba.

—Convocaré una reunión mañana por la mañana con el resto, hay muchas cosas que han ocurrido en tu ausencia, también debo pensar que decirle a la prensa. —soltó con firmeza y su típico tono de liderazgo— ve y descansa, seguro no lo haz hecho como se debe. —dijo finalmente mientras sacudía la cabellera rubia de su hermana.

Brangwy prefirió hacer caso omiso, aunque siempre le encantaba llevarle la contraria a cualquiera de sus hermanos, pero esta vez y solo por esta vez, Marcus tenía razón, y estaba muriendo por tomar una siesta en cuanto antes. Así que, sin más, se retiró a su habitación.

La rubia soltó un ligero suspiro al sentir como la relajación invadía todo su ser cuando su cabeza tocó la cómoda y suave almohada. Sus párpados decaídos chocaban entre sí, pero su mente la atormentaba conforme avanzaban los minutos. ¿Qué le respondería a sus hermanos cuando le pregunten dónde había estado todo este tiempo? Ni siquiera ella sabía la respuesta, solo sabía que era su propio infierno, un lugar lleno de muerte. Un último recuerdo fugaz irrumpió en su mente, rememorando cuando salió de entre aquellas ruinas.

FLASHBACK

"¡Brangwy!"

Fue el grito que la despertó de la pequeña parálisis. Sus ojos se tornaron de un blanco escalofriante, temeroso y poderoso. Dando preámbulo a tomar en uso el poder con el que desencadenó este caos, con el que desató un sin fin de entidades peligrosas para el mundo.

Un grito desgarrador salió de su boca. Eso era lo último que recordaba.

END OF FLASHBACK

¿Cómo es que ella había vuelto a la vida? ella estaba muerta. Su poder daba como resultado la muerte de la peor manera, dejando ni solo un rastro del cadáver. Brangwy sabía que era poderosa, pero ella misma se tenía miedo de lo que podría llegar a hacer, no sabía de lo que era capaz hasta ese momento en el que había sacrificado su propia existencia, en el que la había puesto en peligro por un simple capricho.

El gran grito que llamaba su nombre y la había rescatado de todo ese infierno, resonaba en su cabeza, una y otra vez. Lo cual era un gran misterio para Brangwy, ya que no reconocía aquella voz, que la había salvado de ella misma y que le había dado todo el valor para enfrentar su caos de una vez por todas.

De lo que no tenía idea en aquel preciso momento, era la maravillosa deidad que había desencadenado nuevamente, pero a diferencia del resto, esta era pura y radiante. Esta divinidad había encarcelado su destrucción y todo lo oscuro que la consumía hasta ese momento.

Un orbe blanco, diminuto y flotante. No debería ser la bola de luz más peligrosa del espacio-tiempo a excepción de fusionarse con una amenaza, tal como una paradoja, que a pesar de eso, lo único que desataría podría ser algo insignificante para Brangwy.

El fin del mundo.