๑ the eras tour
꒦꒷꒦ ꙳໋͙ な!
❝Resume❞ ➤ Dónde Iván lleva a su novia a ver a a la rubia.
❝Note❞ ➤ Espero y a las swifties les encante este one-shot, las amo. No olviden votar y comentar, así me motivan a seguir escribiendo más.
꒦꒷꒦ ꙳໋͙ な!
El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte cuando el auto se detuvo frente a una inmensa arena iluminada por luces de neón y rodeada de gritos emocionados. Ella miraba distraída por la ventana, intentando adivinar el destino de la sorpresa que su novio había preparado esta vez. Con Iván, las sorpresas siempre eran impredecibles, pero esta parecía diferente, incluso más especial.
—¿Qué onda? ¿Por qué me trajiste acá? —preguntó, su voz mezclaba curiosidad y confusión mientras él apagaba el motor.
El más alto la miró con esa sonrisa juguetona que siempre reservaba para los momentos importantes.
—Confío en que vas a enloquecer en cuanto lo descubras —respondió con calma.
Ella bajó del auto con él y, al observar el lugar, sus ojos recorrieron las filas interminables de personas vestidas en representación de diferentes eras de Taylor Swift. El corazón comenzó a latirle con fuerza, pero la idea le parecía demasiado buena para ser verdad.
—No... —murmuró, su mirada fija en la multitud y en el enorme cartel que anunciaba The Eras Tour.
Sin decir una palabra más, sacó dos entradas de su bolsillo y las levantó triunfante.
—Sí.
Te quedaste en shock, sin palabras, hasta que soltaste un grito agudo y lo abrazaste con tanta fuerza que casi lo tumbaste al piso.—¡NO PUEDE SER! ¡¿EN SERIO ME TRAJISTE A TAYLOR SWIFT?!
—Tranquila, mujer, que me vas a dejar sordo antes de entrar. — bromeó, pero no pudo evitar reír ante su emoción.
—¡No puedo creerlo! —Le agarró la cara con ambas manos, plantándole un beso rápido.
La llegada al estadio.
Cuando cruzaron las puertas del estadio, la magia del lugar los envolvió. Las luces, el merchandising y los miles de fans creando un ambiente eléctrico hacían que la emoción fuera palpable. Ella no podía dejar de mirar a su alrededor, maravillada.
—Esto es como... un sueño —murmuró mientras se detenía para observar cada detalle del estadio.
Iván por su parte, caminaba a su lado un poco desorientado.
—Che, ¿qué onda con la gente vestida como si estuviera en un desfile de moda? —preguntó, señalando a un grupo con vestidos brillantes y trajes coloridos.
Ella soltó una carcajada, su entusiasmo era incontrolable.
—Cada uno representa una era de Taylor. Mirá, esos son de Lover, aquellos de Reputation, y yo... —Se detuvo para observar su propia ropa y frunció el ceño—. ¡Tendría que haberme vestido de Folklore!
Spreen rodó los ojos con una sonrisa.
—No importa lo que te pongas, igual sos la fan número uno, aunque estés vestida de pijama.
Cuando encontraron sus asientos, seguía en estado de shock. Estaban tan cerca del escenario que podías hasta sentir cómo vibraban los parlantes.
—¿Cómo hiciste para conseguir esto? —preguntó, aún incrédula.
Él se encogió de hombros con un aire misterioso.
—Tengo mis contactos... —Pero luego rió y confesó—. Mentira, estuve tres días peleándome con la página para conseguir las entradas.
Ella se rió a carcajadas y le dio un beso en la mejilla.
—Sos el mejor.
El show empieza, cuenta regresiva.
Las luces se apagaron de golpe, y el estadio estalló en gritos. Una cuenta regresiva apareció en las pantallas gigantes, y ambos se agarraron de la mano sin siquiera darse cuenta.
—Prepárate, porque esto es único —le susurró con los ojos brillando de emoción.
Él, aunque poco convencido, sonrió al ver lo feliz que estaba. Cuando Taylor apareció en el escenario y comenzó con Miss Americana & The Heartbreak Prince, ella cantó cada palabra con el alma. El pelinegro intentaba seguir el ritmo con palmas, más divertido de verla disfrutar que del espectáculo en sí.
—¿Así es siempre o esto es más intenso de lo normal? —le preguntó, levantando la voz por encima de la música.
—¡Esto es una religión, amor! ¡Bienvenido al mundo swiftie!
Él se rió, negando con la cabeza, pero igual siguió disfrutando del show a su manera.
El momento más especial.
Cuando Taylor comenzó a interpretar All Too Well (10 Minute Version), ella no pudo contener las lágrimas. Su novio lo notó al instante.
—¿Estás llorando? —preguntó sorprendido.
—Es que... esta canción es arte puro —respondió mientras se limpiaba las lágrimas.
Spreen pasó un brazo por sus hombros y la acercó a él.
—Está bien, llorá tranquila. Yo sigo sin entender cómo alguien puede hacer una canción de 10 minutos, pero bueno, te respeto.
Ella lo miró con una mezcla de risa y emoción.
—Un día voy a obligarte a escuchar toda su discografía, así te convertís en swiftie.
—Solo si prometés que va a haber comida de por medio —respondió con un guiño.
El show continuó, con cada canción más espectacular que la anterior. Pero el momento más inesperado llegó al final, cuando Taylor cantó "Lover". Spreen se giró hacia vos y, te miró fijamente antes de decirle con sinceridad.
—Creo que empiezo a entender por qué te gusta tanto esta mina.
Ella lo miró, conmovida.
—¿En serio?
—Sí. Canta lindo, pero lo mejor es que te hace tan feliz que es imposible no quererla.
Ella sintió que el corazón se le derretía. Ella lo abrazó con fuerza, y él, sin dudarlo, bajo las luces del escenario, él la besó suavemente, con esa canción sonando a todo volumen. Sus labios se sincronizaban de manera perfecta, con ese sabor a fresa que tanto le encantaba el chico... "Te amo, te amo como no tenés idea." le susurró al oído al separarse del beso por falta de oxígeno y ella sonrió, junto su frente con la de él y vivieron el mejor momento de sus vidas.
El final de la noche.
Cuando el concierto terminó y salieron del estadio, seguías con la sonrisa más grande del mundo. El ojicafé aunque cansado, parecía satisfecho con su esfuerzo.
—Bueno, ¿cumplí o no? —preguntó mientras le abría la puerta del auto.
—Más que cumpliste. Sos el mejor novio del universo. — respondió, dándole un beso rápido antes de subir.
Mientras volvían a casa, ella seguía hablando emocionada, y él, feliz, la escuchaba, sabiendo que había logrado darle una noche inolvidable.
—¿Eso significa que me vas a perdonar la próxima vez que me olvide de lavar los platos?
Lo miró fingiendo estar seria, pero no pudo contener la risa.
—Ya veremos.
Mientras volvían a casa, la chica seguía repasando cada momento del concierto, hablando sin parar, mientras él solo la escuchaba, y la miraba con demasiada ternura, con unos ojos de enamorado, feliz de haber podido darle una noche que nunca olvidaría.
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