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Chapter Twenty | Boy Meets...
En la lejanía, pude ver a mi padre. Estaba a salvo y eso bastó para darme alegría en ese momento tan de mierda que había pasado.
Con mi cojera hice mi mayor esfuerzo por correr entre la nieve y llegar hasta él. Habían pasado algunos días desde que esa pesadilla había empezado, sin embargo, lo había extrañado. A ese hombre gruñón que su cara parecía de piedra al igual que sus sentimientos pero muy dentro de él era un diamante en bruto.
Sin pensarlo dos veces, lo abracé fuertemente. No pude evitar quebrantarme; me sentía —obviamente— responsable de todo lo que había pasado. Por mi obstinación he perdido muchas cosas acá. Quizá, yo llevé a Rylie a su muerte. Yo asesine a Ra's, mi abuelo, por querer exterminar a la humanidad sólo por gusto propio.
Sé que lo de Rylie pueda que no sea mi culpa, no del todo, pero me sentía vacío. Compartimos tan poco tiempo juntos, pero había sido suficiente para descubrir que había sido importante para mí y siempre la recordaré como esa amiga especial a la cual no pude expresar mi amor con libertad y tiempo.
Por otra parte, Ra's había sido mi abuelo. Él que me vio nacer, él que me crío como si fuera su hijo. Él me enseñó el amor a la sed de sangre, la prepotencia, el egoísmo y muchas más de las cuales me di cuenta al momento de clavarle esa espada que ya no es como lo recordaba.
Mi sed por la sangre se esfumó cuando lo maté; no me sentía limpio y no había llenado el vacío que provocaba la venganza como lo hacía antes cuando estaba con él, ahora sólo sentía amargura.
—Perdóname —exclamé entre sollozos —Debes estar muy molesto conmigo. Yo soy el responsable de todo esto.
Me aferré con más fuerzas esperando que me perdonara.
—Ra's ha muerto por mi mano y no estoy orgulloso de esto. —hundí mi cabeza en su pecho —Lo siento.
Para mí sorpresa, él también se aferró de mí tan fuerte que sentí la calidez que me había faltado todos estos días. Quizá, varios años atrás.
—Temía perderte de nuevo. —dijo —Había varías opciones para que yo pudiera perderte de nuevo; ya sea que hubieras decidido unirte con tu abuelo o morir sin yo poder hacer algo. —él me separó de él para que poder vernos cara a cara. Pude notar su tristeza, su remordimiento y dolor en su rostro —Hiciste lo que yo jamás pude y estoy profundamente orgulloso de ti.
—Pensé por un momento que estaríamos discutiendo por horas por haber matado a Ra's —reí mientras me secaba mis lágrimas.
—Bueno, debo aclarar que no estoy orgulloso que lo hayas matado —esbozó una pequeña sonrisa —pero, sabemos a Ra's nada lo iba a parar, ninguna reja o calabozo era rival para él. La única salida era que él muriera. —Pausó, parecía como si estuviera estudiando sus palabras —Yo jamás tuve las agallas para poder acabar con él. Cuando tenía la oportunidad, recordaba lo importante que era para ti y también para tu madre. Por respeto.
—Yo lo amaba y mucho, pero sus objetivos y el hecho de querer matarme para después usarme a su favor para exterminar a la mayor parte de la humanidad, no tenía opción...
—Y por eso estoy orgullo de ti —él me tomó firmemente de mis hombros y de él surgió una sonrisa tan natural —Actuaste con madurez y sabías que era lo mejor, a pesar de tener que sacrificar algo que amabas.
—¿A pesar de que ese sacrificio se llevara a Rylie? —quería hacerme el fuerte, de verdad quería —La voy a extrañar, padre.
—De verdad, lo lamento, hijo. Pero ahora ves que no fue en vano —tomó mi cabeza y me acercó nuevamente a él.
Después de un momento, me dijo que era hora de irnos. Le expliqué que tenía jodido el pie. No dudo en decirme qué subiera a su espalda y así llevarme al Jet que nos esperaba.
Dentro estaban todos; Alfred, Richard, Barbara, Drake y Todd. Heridos y con frío. Era como una convención de "Heridos hasta los huevos". Bueno, a excepción de Barbara.
—¡Miren! El enano sobrevivió —exclamó Todd mientras se cubría con la manta debido al frio que entraba mientras que nosotros llegamos.
—Ya sabes lo que dicen: hierva mala nunca muere. —masculló Drake.
Mi padre me instaló en la fila de heridos, quedando junto a Richard.
—Joven Damian —se acercó Alfred con una manta y una taza de té —Se le extrañó. Bienvenido. Le preparé un té de manzanilla, su favorito.
—Oh, Alfred. Yo fui quién te extrañó más —dije tomando la manta y la taza.
Él esbozó una sonrisa.
—Es bueno tenerlo nuevamente con nosotros, no sabe la falta y el dolor de cabeza que hizo su ausencia.
Se giró y camino hacía su asiento junto con Barbara y mi padre.
—También es bueno verte a salvo y completo —añadió Richard con una sonrisa.
—Gracias... —se sentía bien estar de nuevo con la familia. —También me alegra.
—Lamento lo de Ra's y de tu amiga, Damian. —se unió Barbara estando del otro lado de nosotros. —Sé lo importantes que eran para ti.
—Podemos decir que Rylie está en un mejor lugar... —comentó Timothy.
—¡Ja! Y Ra's seguro está bailando con satán mientras arde en el infierno —replicó Todd sin pelos en la boca.
Richard y Drake eran los que se encontraban a sus costados reaccionando con darle unos fuertes golpes de codos.
—Sí, bueno. Yo también lo lamento... —siendo sincero, era lo único que e lo cual no quería hablar. Es más, no tenía ni los ánimos de poder insultarlos.
El silencio se apoderó de la nave hasta que fue corrompida cuando los turbines se encendieron y emprendimos vuelo.
Pasaron varios minutos cuando la voz de Timothy apenas se logró escuchar.
—A pesar de todo —alzó la voz en medio del ruido. —Por más que seas una astilla en el pie, es bueno que hayas regresado. ¿Qué sería de nuestras vidas sin nuestro demonio favorito?
—Estás de joda ¿no? —gritó Todd incrédulo.
—Sería aburrido no poder disfrutar de tus comentarios sarcásticos y sangrones hacia alguno de nosotros —añadió Barbara con una simpática sonrisa en el rostro.
—Viviríamos un infierno sin tus bromas pesadas o malos humores —carcajeó Richard.
—O sin sus extrañas formas de afecto —habló Pennyworth.
—La verdad no extraño tus putazos hacia mí, pero debo admitir que si te tengo aprecio, pequeño diablo. —comentó Red Hood.
—Pero, detrás de esa fachada de puberto intocable e indestructible caparazón: hay un chico que ama y es tan bueno. Tal como cierta persona que conozco que es igual de cascarrabias. —dijo Richard. Obvio que todos sabíamos que hablaba de mi padre.
Mi padre sintió la mirada de todos, se enderezó y se aclaró la voz.
—¿Qué puedo decir? Aprendió del mejor. —dijo con su cara inexpresiva.
—Claro, cómo no. —carcajeo Richard.
—Ahora ya saben de dónde saco también lo egocéntrico —masculló Barbara con un bufido.
Mi padre dirigió su mirada hacia mi y me dedicó una sonrisa, la sonrisa más genuina que había visto salir de él.
No es lo que viera sonreír muy seguido.
No era bueno con las palabras, pero no pude evitar que mi boca mostrara algo de dientes también y dije el gracias más sincero de toda mi vida.
Quizás había perdido mucho en esa aventura, pero me hizo madurar un poco más y a estar agradecido con lo que tenía.
Me abrió los ojos y ver lo que tenía: pude haber perdido a la que pudo ser mi primer amor y a mi abuelo, pero no lo había perdido todo. Tenía el mejor tesoro en el mundo: mi familia y ellos me quieren tal como soy.
***
Después del largo viaje a casa, lo primero que hizo mi padre fue llevarnos a todos al hospital, la salud era primero.
Claro que nuestras condiciones no eran las mejores, en especial la mía. Me internaron inmediatamente al ver que desde la pantorrilla hacia abajo estaba hecho leña. Los enfermeros se sorprendieron de que cómo era posible que habían pasado varios días con el tobillo hecho mierda, con temperaturas tan bajas —mipadre les dijo que había sido un paseo en Ski y que me extravié unos días, todobien salvado— y no haber perdido la mitad de la pierna. Para mi suerte, eso era un alivio. Tenía remedio: una operación, un pedazo de metal y tornillos, mucho reposo unas semanas y un par de muletas como compañeras durante unos meses.
Cuando desperté después de la operación, el médico llegó a visitarme y a decirme que tendría cicatrices de por vida y que era probable que de vez en cuando tendría dolores en la extremidad y una posible cojera.
En este equipo se conoce que es tener lesiones severas pero siempre se superan y esperaba no ser la excepción.
Era parte de ser Robin.
Tiempo más tarde, después de haber dormido una reparadora siesta junto con el oso de peluche que me había regalado una enfermera; Richard apareció montado en una silla de ruedas. Intenté incorporarme pero él me detuvo.
—No te esfuerces, quédate recostado —me ordenó y así lo hice.
—Parece que tus heridas eran más graves de lo que supuse. —comenté viendo a la silla.
—No graves pero si algo profundas, tuvieron que ponerme varios puntos —dijo —Me siento como muñeco de trapo remendado.
—No insultes a los muñecos de trapo de esa manera —mascullé.
—Ja ja —fue lo único de dijo hasta que vio el peluche —¿No eres un poco grande para que te den peluches?
—Es lo único más cercano a mis mascotas —repliqué algo avergonzado.
—Debes extrañarlas mucho. —comentó algo conmovido —Bueno, venía decirte que, después de estos días, lo fuerte, valiente que fuiste, te has ganado y muy merecido el manto de Robin.
—Sí, claro. —bufé —Lo dice el favorito de Batman.
—Ese título ya no me queda, Damian —dijo con cierta nostalgia —De cierta manera, Bruce ve algo en ti, más allá de sólo ser su hijo. Ve el potencial y la capacidad de la que no pudimos tener nosotros antes de ti.
Estiró su brazo y colocó su mano sobre mi cabeza alborotándome mis cabellos.
No necesitaba tener el cabello enredado. Gracias, Richard.
—Sólo te falta madurar y no ser un gruñón. —dijo satisfecho de haberme hecho unos en el cabello —Tan chico y siendo tan amargado.
—No siempre quiero ser así —mascullé apartando mi cabeza de su alcance —He vivido lo suficiente como para saber qué es el sufrimiento.
—¿Quieres hablar sobre lo que paso en las montañas? —preguntó. Sabía a que se refería. Obvio se no me notaba lo tocado que estaba por haber perdido a mi abuelo y Rylie. Ra's empezaba a valerme una mierda, pero nunca perdonaría lo de Rylie. Se sentía tan triste querer compartir mas tiempo con ella, pero era imposible hacerlo ahora.
—No en realidad, pero creo que esto será algo terapéutico. Siempre has sabido escuchar.
—Bien, porque a partir de ahora no hablaré más. —dijo. Noté que se había apoyado en la cama y se impulsó hacia arriba para quedar sentado sobre ella, provocando unos gemidos de dolor —Prosigue.
Es tan buen hermano que le vale un pollo el dolor.
—Bueno... siendo sincero: la muerte de Ra's no fue la que más me impactó. Sigo odiándome porque haber acabado con él de esa manera pero no me duele que se haya ido. En esta mitad del año muchas cosas cambiaron en mí. Lo que dije que nunca haría lo hice. Con Rylie conecté tan bien, teníamos muchas similitudes en nuestras vidas. Ojalá hubiera tenido más tiempo para poder conocerla más y más.
Tuve que pausar y tomar aire para no quebrantarme.
—Todo este rato he intentado no llorar. No quiero llorar por ninguno de ellos porque sé que si lo hago dolerá más y no pararé.
—No es un pecado llorar, Damian —comentó Richard. —Hasta la piedra más dura puede agrietarse y romperse.
—No estoy preparado aún. —me di la vuelta en la cama dándole la espalda a Grayson.
—De acuerdo —se volvió a apoyar en la cama para poder colocarse lentamente en su silla de nuevo. Su cara dejaba ver que estaba pasado un pequeño infierno cuando hacía esos traslados. —Cuando lo estés, mi hombro siempre estará disponible, recuérdalo.
Oí cuando él empezó a moverse para retirarse de la habitación, pero no podía dejarlo ir sin decirle una cosa.
Me incorporé rápidamente.
—Richard.
—¿Sí? —se detuvo en la salida.
—Gracias por escuchar.
—Pueda que no tengamos la misma sangre, pero no impide que seamos familia. —sonrió —De nada.
Todo este tiempo tuve sed de armar mi propio camino, encontrar mi propósito y poder dejar atrás el pasado para llenar el vacío que sentía, pero ahora lo comprendía.
Lo único que lo llenaría era mi familia.
Boy meets family
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¡FELIZ AÑO!
El capítulo que llevan esperando por meses llegó, ahre.
Pido disculpas por la tardanza, en serio :( no puedo prometer que estaré actualizando los últimos capítulos del fic en estos días, pero haré el intento para poder cumplirles.
¿Pueden creer que en este mes el fic cumple tres años desde su publicación?
Ha ido lento, pero seguro jsjs
¿Qué les pareció?
Estuvo conmovedor y era lo que se necesitaba para que Damian pudiera reencontrarse con su familia<3
Como dije antes: desde acá volvemos con el humor sangrón que le encanta a Damian y veremos que tal le va intentando ser mejor persona y sobrevivir en sus días de escuela jsjs
No se lo pierdan, nos leemos en la próxima <3
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