𝐅𝐈𝐕𝐄
"SENTIMIENTOS ENCONTRADOS"
FUE UN ESCÁNDALO EN TODO EL CASTILLO, Georgiana Malfoy y Aster Greengrass habían terminado en una fría tarda a finales de Octubre. Lo único que sabían muchos, y es gracias a los amigos del mismo Greengrass, fue que la Malfoy lo terminó por los celos irracionales del chico hacia el Black.
Claro que todos pensaban que se trataba de Regulus, cuando los celos de Aster eran dirigidos a la relación entre Georgiana y Sirius.
En estos momentos la rubia se encontraba desayunando con su mejor amigo, ambos completamente enfrascado en su conversación respecto a la investigación. Pero entonces unas lechuzas entraron y dejaron un paquete junto a una carta frente al dúo.
—Toma Avis —espetó la rubia dándole algo de comer a su lechuza, quien recibió unas cuantas caricias antes de volver a partir vuelo hacia la lechucería.
Georgiana abrió el paquete, ahí se encontraban los ingredientes semanales, pero en está ocasión no se emocionó ni sonrió. Realmente no se sentía bien, y Regulus notó eso más no le dijo nada.
Cuando abrió su carta, se sorprendió del contenido de esta.
Mi princesa,
Aquí están los ingredientes que me pediste, espero que la investigación esté dando sus frutos y que para las vacaciones de Navidad tu y Regulus me muestren todo lo que llevan hasta el momento.
Por otro lado, espero que te esté yendo bien en tus clases aunque estoy seguro de que continúas siendo la mejor de tu clase. Eres la bruja más inteligente que he conocido en todos mis años de vida, y no lo digo porque soy tu padre.
También me he enterado que terminaste con el chico Greengrass, me alegro de que ese haya sido el caso, no me parecía un buen hombre para ti. Tu hermano al enterarse de la noticia no pudo dejar de sonreír durante todo el día, y Narcissa se encuentra aliviada de que no tengas que volver a relacionarte con él.
Te extraño mucho, ansío que ya sea Navidad para poder verte. Con amor,
Abraxas Malfoy
—Le escribiste a mi padre —recriminó ella girándose hacia su mejor amigo, quien le dedicó una sonrisa inocente.
—Debía compartir las buenas nuevas —se justificó él, la rubia simplemente rodó los ojos y guardó la carta de su tan adorado padre.
—Eres de lo peor —murmuró ella mientras se levantaba con su paquete en mano. Regulus no tardó en seguirla.
—Perdón Giana, pero sabes que nadie estaba de acuerdo con que continuarás con ese idiota —se justificó mientras tomaba el paquete—. ¿Me puedes perdonar?
—Solo si me invitas algún postre de fresa cuando vayamos a Hogsmeade.
—Trato hecho.
Ella realmente no podía enojarse con su mejor amigo, y a veces odiaba eso.
[...]
Estaba leyendo con tranquilidad un libro que ayudaría con su investigación, pero entonces James se lo quitó de las manos y empezó a leerlo, ignorando las quejas de la rubia.
—Es de mala educación arrebatar las cosas —se quejaba.
—¿Por qué estás leyendo esto? Slughorn no nos ha dejado una tarea ¿O sí?
—No ha dejado ninguna tarea —aclaró ella mientras intentaba quitarle el libro al azabache, fallando en el intento gracias a los reflejos del mayor.
—¿Entonces por qué lees esto?
—Es una investigación personal —replicó ella volviendo a intentar quitarle el libro, y volviendo a fallar en el intento.
Pero, mientras intentaba quitarle el libro, no midió su fuerza y terminó encima del Potter, quedando realmente cerca del rostro de este.
Los orbes azules grisáceo de la rubia chocaron con los orbes miel del azabache, ninguno podía quitar la mirada del otro.
—¿Y de qué trata tu investigación? —murmuró la pregunta para después sostener de la cintura a la rubia con el fin de que no se cayera.
—Es algo muy privado —susurró la respuesta, pudiendo sentir la respiración del gryffindor bastante cerca.
Si solo se acercaban un poco más sus labios se tocarían.
—¿Y no me lo contarás a mi? —cuestionó mirando como la duda se establecía en esos bonitos ojos azules.
—Nadie más que Reggie sabe sobre esto, James.
Después de eso ninguno dijo nada, solo se dedicaron a observarse fijamente, pero se vieron interrumpidos cuando escucharon una voz bastante conocida para el gryffindor y un poco familiar para la slytherin.
—Vamos Marls —decía una voz femenina—. Los exámenes están cerca, debemos estudiar.
—Lo se Lils, pero estudiar aquí en la biblioteca es aburrido —replicó otra voz femenina.
Georgiana se separó con rapidez de James, quien no dejó de ver a la rubia en ningún momento.
—Vamos, no es tan.... —la voz dejó de hablar en cuanto se encontró con Georgiana Malfoy y James Potter rodeados de un montón de libros.
—Lily, Marlene—saludó el gryffindor hacia su compañera de casa y la mejor amiga de esta.
—Potter, no esperaba verte aquí —admitió la pelirroja con cierta sorpresa.
Fue entonces que la rubia se giró a ver a su amigo, quien estaba bastante concentrado en la pelirroja frente a él, y un pequeño pinchazo en su corazón la azotó.
—Debo irme, adiós James —susurró la Malfoy mientras tomaba sus libros y se levantaba sin mirar a nadie más.
—Espera Georgia..... y se fue —dijo el Potter mientras soltaba un suspiro.
—Creo que interrumpimos algo —susurró la ravenclaw hacia la gryffindor, quien asintió al ver la expresión de desánimo de su compañero de casa—. Nos vemos luego Potter.
—Hasta luego chicas —respondió el mencionado observando como la pelirroja y la rubia se iban.
Lo único que pasaba por su mente era ¿Qué acababa de pasar?
Con una expresión cansada el gryffindor se dirigió hacia su Sala Común, ahí se encontró con Sirius hablando con una chica que James recordaba que era de último año.
—Regresaste más temprano —dijo Sirius viendo a su mejor amigo.
—Bueno... ocurrió algo con la princesa que no puedo decir aquí —con eso llamó la atención de Sirius, quien murmuró un par de cosas en el oído de la chica, quien sonrió y se levantó del regazo del Black no sin antes besar con fogosidad al chico.
El mayor de los Black sonrió satisfecho y sin pensarlo rodeó a su mejor amigo de los hombros y juntos subieron las escaleras a su habitación.
—¿Y Lunático y Colagusano? —cuestionó el Potter al notar la ausencia de sus mejores amigos.
—Están consiguiendo chocolate, a Remus se le acabó y Peter se ofreció a ir con él —respondió con simpleza el mayor—. Ahora dime ¿Qué ocurrió con la princesa?
Así era como Sirius y James se referían a Georgiana cuando debían hablar sobre ella, ambos respetaban el hecho de que ella deseaba mantener su amistad en privado con el propósito de evitar conflictos.
Entonces James le contó todo al respecto, no se guardó ningún detalle, para cuando finalizó el Black se encontraba con una gran sonrisa.
—Bueno amigo, te gusta Georgiana, y creo que a ella también le empiezas a gustar —fue la conclusión del Black.
—¿Qué? Pero si a ella acaba de romper con Greengrass.
—Por favor, Georgiana jamás estuvo enamorada de él, simplemente ese idiota es uno de los menos idiotas entre los sangre pura —alegó con una sonrisa el Black—. Y tú no negaste que te empieza a gustar mi princesa.
—Debo admitir que he empezado a sentir cierta atracción por ella —admitió el azabache mientras soltaba un suspiro—. Pero creo que es demasiado pronto...
—Crees que ella te va a rechazar —concluyó el Black.
James Potter jamás había sido inseguro, pero con los recientes acontecimientos y los rechazos y humillaciones, una inseguridad se había instalado en su mente, creyendo no ser lo suficientemente bueno para cualquiera.
Y pensaba que James no era suficiente para Georgiana.
—Mira James.... se qué tienes miedo —empezó a decir el Black—. Y que los rechazos de Evans han provocado cierta inseguridad en tí, pero has cambiado en estos últimos meses para bien ¿Y crees que mi princesa se hubiera convertido en tu amiga de ser un idiota?
—No....
—¿Ya ves? Conozco a Giana desde que estamos en el vientre de nuestras madres y estoy seguro de que esa rubia tiene una gran atracción hacia ti.
—¿Qué debería hacer Canuto? ¿Crees que debería conquistarla o debería esperar?
—¡La fiesta de Halloween! Invítala, a ella y a Reggie.
Entonces James asintió con decisión.
Iba a conquistar a la aclamada princesa de Slytherin.
Y esperaba que esta vez todo iba a salir bien.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top