"PRIMERA INTERACCIÓN: DESASTRE"

MIKOTO SONRIÓ EN GRANDE, le empezaba a gustar Japón, incluso estaba iniciando a olvidar su molestia en un inicio.

Bueno ¿Por que a ella le empezaba a gustar Japón? Era una respuesta sencilla.

Por las bellas vistas que tenía.

Frente a ella, claro que un par de metros alejado de Mikoto, se encontraba Bakugō Katsuki completamente serio y puede que molesto, pues nadie había votado por él aparte de sí mismo.

Estaban escogiendo al presidente de clase, una actividad que le parecía bastante normal y tranquila a Mikoto, pero por la mirada que tenían la mayoría de sus compañeros, les parecía emocionante.

Se decidió finalmente que Midoriya sería el presidente de la clase, y a Mikoto le pareció una buena idea, después de todo el chico de cabellos verdes parecía ser alguien bastante aplicado.

Las clases continuaron transcurriendo con normalidad, y en el momento del almuerzo la chica estaba junto a otro buen par de sus compañeros, todos estaban charlando entre si de buen ánimo, Mikoto incluida.

Pero, la gran tranquilidad que se tenía en la cafetería fue interrumpida por una alarma que empezó a sonar.

—Violación del nivel 3 de seguridad —se escuchó por toda la cafetería, callando a todos—. Todos los estudiantes evacuen inmediatamente.

Y fue con eso que el caos empezó, todos se levantaron de sus asientos de inmediato, corrieron hacia las puertas de la cafetería, pero ante el montón de alumnos ciertamente una gran multitud se formó, provocando que todos se empujaran entre si.

Mikoto estaba recibiendo codazos y golpes, había perdido de vista a todos sus compañeros, y cuando tropezó debido a los empujones que le estaban dando, terminó de bruces en el suelo.

Ciertamente no podía pararse correctamente, y de no haber sido porque alguien la jaló hacia arriba, probablemente no hubiera podido levantarse por su cuenta.

La persona que la ayudó había sido nadie más que cierto rubio al que le gustaba admirar, ese rubio que desde el primer día le llamó la atención. 

—¡Fíjate cómo caminas, tonta! —exclamó el de cabellos rubios ceniza mientras continuaba sosteniendo el brazo de Mikoto, quien ni siquiera podía reaccionar al tener al chico tan cerca.

Ni siquiera notó que el rubio empezaba a caminar todavía del brazo de ella, y Mikoto podía sentir que casi se le escapa una tímida sonrisa.

Casi.

Dejó de estar en sus fantasías cuando su compañero Iida empezó a decir que todo era falsa alarma, que eran de hecho los periodistas intentando y algunos consiguiendo, entrar al campus de las instalaciones.

Todos se tranquilizaron y por ende, tanto ella como Bakugō se separaron el uno del otro, ciertamente Mikoto con una pequeña sonrisa por fuera, pero chillando por dentro. 

Se dirigió a su salón de clases con la sonrisa, la cual no desapareció cuando se sentó en su asiento, charló con algunos de sus compañeros sobre el tema y cuando volvió a iniciar la clase prestó atención. 

Se sorprendió cuando Midoriya expresó su deseo de querer a Iida como presidente de la clase, y como todos estuvieron de acuerdo, él peliazul pasó a ser el representante. 

Mikoto consideraba la decisión una acertada, después de todo, Iida también había demostrado desde el inicio lo aplicado y lo serio que se tomaba las cosas. Era un buen candidato para ser el presidente de su clase. 

[...]

Mikoto se encontraba al lado de Jirō, las dos se habían vuelto bastante amigas al compartir cierta pasión por la música y el cine, cosa que tenía a ambas hablando por bastante tiempo sin parar. 

—Hoy, para el entrenamiento básico de héroes será una clase con tres instructores, All Might, una persona más y yo —espetó Aizawa-sensei, sus alumnos ante la mención de una clase diferente a lo normal prestaron más atención que en un inicio. 

—Disculpe ¿Qué haremos hoy? —un chico pelinegro preguntó.

—Desastres, catástrofes y todo eso —fue la respuesta de  Aizawa—. Es entrenamiento de rescate. Pueden decidir si quieren usar su traje o no está vez, porque probablemente sus trajes limiten sus habilidades. El entrenamiento será fuera del campus, así que iremos en bus. Es todo. Prepárense.

La azabache fue a tomar su traje, mientras se lo colocaba pensaba a qué lugar irían, ciertamente esperaba que fuera un lugar interesante. 

Al terminar de colocarse su traje caminó hacia donde estaban los demás, y fue que segundos después Mikoto se encontraba al lado de Jirō, las dos se habían vuelto bastante amigas al compartir cierta pasión por la música y el cine, cosa que tenía a ambas hablando por bastante tiempo sin parar.

Mientras charlaban sobre los festivales de arte a los que Mikoto había asistido en los Estados Unidos, su charla se vio interrumpida por la exclamación de su presidente de clase. 

—¡Clase 1-A, reúnanse! ¡Formen dos líneas con su número de estudiante para hacer que el abordaje al bus sea pacifico.

Y al final, el bus no era como Iida pensaba, al final todos terminaron sentándose con quien quisieran. Ciertamente la azabache se sentó al lado de su nueva amiga. Ellas dejaron de hablar entre ellas para escuchar lo que sus compañeros decía. 

Se puso algo tensa cuando escuchó lo que una de sus compañeras, Tzuyu, espetó. 

—Tu kosei es parecido al de All Might.

—¿¡Huh?! ¿P-piensas eso? —dijo el de cabellos verdes nervioso. 

Mikoto solo apretó los puños sin decir nada, su semblante risueño había cambiado por uno más serio, y por suerte nadie notó eso. 

—Espera Tzuyu-chan, All Might no se lastima cuando usa su kosei —espetó Kirishima en dirección a su compañera de cabello verde oscuro. 

Claro que lo hace, pensó la azabache apretando con más fuerza sus puños. 

Mikoto se desconectó de la conversación después de eso, no quería escuchar más, y en el único momento en el que volvió en si fue cuando la mencionaron. 

—Bueno, si hablamos de fuerza y llamativo, pensamos en Todoroki, Bakugō y Toshinori ¿no?

Eso la sonrojo en sobremanera, pues no creía que su kosei fuera muy impresionante.

—Bakugō se enoja fácilmente, así que no creo que sea popular —espetó Tzuyu con franqueza. 

—¡Qué demonios! ¿¡Quieres pelear!? —exclamó el rubio en respuesta.

—¿Ven? —dijo la chica con aspecto de rana.

Mikoto observó al rubio ceniza, quien estaba bastante sobresaltado luego de escuchar tales palabras. Le causó un poco de diversión su rostro molesto, ciertamente a muchos le podía dar miedo o intimidar, pero a ella le daba risa. 

Dejó de observar a su compañero cuando era momento de bajar, tanto ella como su amiga continuaron su charla, sin embargo al observar a quien tenía en frente, se calló. 

Se trataba de Trece, una heroína que ciertamente Mikoto conocía. 

—Estuve esperándolos a todos —espetó la héroe causando que la azabache sonriera emocionada, se giró hacia su amiga quien también tenía cierto destello de emoción en su rostro.

Entonces, la héroe les indicó que era momento de entrar al lugar donde entrenarían, cosa que hicieron sin dudar. 

Lo que ninguno sabía era que ese momento era el principio del fin.