FIFTEEN
Estos sucesos ocurren después del examen práctico (es la continuación del capítulo doce)
"CAMPAMENTO"
CUANDO SE DESPERTÓ, Mikoto se encontraba en la enfermería de la escuela, Recovery Girl la miró y simplemente le dio un chicle el cual con gusto aceptó, se despidió de la anciana y salió del lugar. Su día fue tranquilo y sin problemas.
Al día siguiente, los exámenes ya habían pasado y habían unos cuantos alumnos deprimidos por qué estaban seguros de que habían reprobado el examen práctico.
—Chicos, espero escuchar sus historias del campamento —habló Mina Ashido entre lágrimas.
—¡Aún no es seguro! ¡Podría haber una sorpresa de último minuto! —intento consolarlos Midoriya. Al llegar Aizawa, todos se apresuraron a sentarse.
—Buenos días, lamentablemente, algunos no aprobaron el examen final. En cuanto al campamento en el bosque... ¡Todos irán!
Y eso alegró a quienes habían reprobado. Como nadie reprobó los exámenes escritos, no había problema. Sin embargo, Aizawa aclaró que los que reprobaron iban a tener clases extra en el campamento.
Al terminar el día, todos hablaban de ir al centro comercial, cuando Midoriya le preguntó, ella se negó amablemente, ya había hecho planes con su familia.
—Comprendo.... espero que disfrutes tu día Toshinori-san —fue lo que el peliverde le había deseado cuando todos estaban recogiendo sus cosas para irse.
—Lo mismo digo, Midoriya-san —le dedicó una radiante sonrisa y luego salió del salón.
La azabache caminó por los pasillos de la U.A. con una pequeña sonrisa en su rostro, completamente feliz porque iba a tener un bonito día en familia, y cuando se subió al auto de su mamá, eso no cambió.
—¿Qué te tiene tan feliz?
—Después de tanto tiempo por fin podremos tener un día en familia —Sarah podía notar el gran entusiasmo de su hija, quien parecía estar a nada de ponerse a cantar.
Al llegar a su casa, de inmediato fue a ducharse y luego se colocó una simple camisa de tirantes junto a unos shorts deportivos. Cuando salió de su habitación fue a la de sus padres, ahí estaba su mamá mirando una película.
Se recostó en el regazo de su progenitora, quien no dudó en empezar a acariciar el cabello de la menor, ninguna dijo nada, ambas se encontraban absortas en la película.
El silencio que reinaba en la casa se vio interrumpido cuando Hani y Yagi llegaron, los dos traían la cena pues Sarah le había escrito a su esposo que hoy no tenía ganas de cocinar.
—¡Hemos traído pizza! —exclamó Yagi con una sonrisa mientras entraba a su habitación, encontrándose con su esposa acariciando el cabello de su hija dormida—. Oh... lo siento.
—Fue un día cansado para ella —murmuró Sarah, sacudiendo con cuidado a su hija.
Pero, algo que todos sabían era de lo complicado que era despertar a Mikoto. Por eso mismo Sarah se estuvo unos cinco minutos intentando despertarla, consiguiéndolo solo cuando Yagi trajo una rebanada de pizza y la colocó cerca de la nariz de su hija.
—Pizza... —murmuró la azabache saliendo del mundo de los sueños.
Cuando se despertó su madre la miraba con diversión, no podía creer que el olor de la pizza la despertó.
—Es hora de cenar Mimi, tu hermana y tu padre trajeron la cena.
No tuvo que decirlo dos veces, la azabache se levantó de la cama y no dudó en bajar hacia el comedor, su hermana ya había servido los platos.
Cenaron en familia, charlando entre sí. Las hermanas hablaban sobre los planes que tenían en mente, y los esposos pensaban en ir al cine.
Sin duda alguna vivir en Japón los estaba volviendo más unidos.
[...]
Era bastante temprano, Mikoto estaba terminando de preparar su bolso para el Campamento de Verano a los que serían llevados los alumnos de primer año.
—¿Tienes todo listo? —cuestionó Hani mirando a su hermana menor desde el umbral de su puerta.
—Si, solo revisaba de nuevo las cosas —respondió la menor cerrando el bolso—. Estoy lista ¿Vamos?
Al ser bastante temprano, Hani había decidido llevarla para no interrumpir el sueño de su madre. Las dos hermanas se subieron al auto de la mayor y durante todo el camino iban cantando.
Una vez en su destino, la mayor de las hermanas abrazó con fuerza a la menor, quien correspondió el gesto con la misma intensidad.
—Cuídate mucho Mimi, estaré esperando tu regreso con ansias.
—Tú también debes cuidarte Nini, y por favor acepta una cita con Hawks senpai .
—Y dale con eso —se quejó la mayor—. Ya vete.
Mikoto se bajó del auto mientra se reía, amaba molestar a su hermana, y había descubierto que mencionar a su senpai era una buena forma de hacerlo.
No tardó en reunirse con Jirō, con quien no tardó en subirse al autobús y compartir asiento, las dos iban escuchando música en los auriculares de la pelimorada mientras comían papas.
—El álbum es de los mejores —opinaba la Toshinori mientras buscaba entre sus golosinas algo dulce.
—En definitiva esté en el top 3 —concordó Jirō con ella para después comerse otra papa.
Charlaron de muchas cosas, entre ellas la ocasión en la que reunieron para disfrutar de la piscina del colegio, Mikoto no había asistido gracias a que toda su familia hizo un viaje a la playa.
Al detenerse el autobús, todos bajaron por órdenes de Aizawa, quien lucía su típica expresión estoica. Y mientras Mikoto y Jirō observaban maravilladas las vistas, no escucharon mucho de lo que decían sus compañeros, al menos así era hasta que un auto se detuvo y de ahí bajaron unos héroes.
—¡Hola Eraser! —escuchó que una voz adulta dijo.
—Tiempo sin vernos.
—Ellas son heroicas profesionales que trabajarán con nosotros durante el campamento, las Pussycats —aclaró Aizawa en dirección a todos sus alumnos.
—¡Son un equipo de cuatros héroes que crearon una agencia conjunta! —Midoriya fue el único emocionado.
—Todo este tramo de tierra nos pertenece. Ustedes se quedarán al pie de esa montaña.
—E-eso es muy lejos.
—¿Entonces por qué nos detuvimos aquí? —habló Uraraka confundida.
Algo le parecía muy sospechoso a Mikoto.
—Jirō-san... creo que deberíamos volver al autobús.
Antes de que pudieran dar un paso, la voz de una de las heroínas la asustó.
—Son las 9:30 a.m. en este momento. Si se dan prisa, ¿tal vez al mediodía...
Entonces no lo pensó dos veces y corrió hacia el autobús con Jirō de la mano. Pero, no llegaron a tiempo y el kosei de una de las héroes literalmente los empujó por el barranco.
—¡Oigan! ¡Ya que es un terreno privado, pueden usar sus kosei como deseen! ¡Tienen tres horas! ¡Lleguen a las instalaciones con sus propios pies! ¡Después de atravesar el bosque de las Bestias!
Cerró los ojos por instinto, de lo rápido que estaba bajando no le dio tiempo de pensar. Y aunque creyó que caería de bruces contra el suelo, ese no fue el caso.
Al abrir sus ojos, notó que estaba encima de la espalda de cierto rubio ceniza con problemas de ira.
Cuando aterrizaron, nadie reparó en ellos, pero Mikoto se separó del rubio con una rapidez impresionante.
—Gracias Bakugō-san —le dio una sonrisa, todo con la intención de ocultar su repentino sonrojo,
El rubio solo la observó mientras se cruzaba de brazos y asentía. Mikoto sabía que eso era lo único que recibiría de él por el momento.
Tan concentrada estaba en el rubio que no escuchaba todo lo que sus compañeros comentaban, pero fue el comentario de Kirishima que la hizo reaccionar.
—Solo tenemos que ir.
Era cierto, solo debían atravesar el bosque. Pero como si quisieran hacerlas las cosas más difíciles, y así era, una bestia apareció frente a ellos dejando a muchos de sus compañeros helados.
Mikoto hizo un puchero mientras maldecía el momento en el que su padre la inscribió a la U.A. Y no a la Academia de actuación como tenía planeado desde un inicio.
Quiero a mi mamá, pensó antes de unirse a sus compañeros y empezar a destruir a las bestias de tierra.
Author's note:
Disculpen la desaparición, pero realmente no tenía mucha inspiración con esta historia, creo que ahora volvió un poco.
¿De que les gustaría que publicara un fanfiction? Puede ser de anime, de alguna serie o saga.
Cuídense y hasta la próxima <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top