Nashley Rodríguez es una caja de pandoras —como dice Noel Santos—, quién la admira desde el momento en que tuvo la pequeña oportunidad de hablar con ella en uno de sus shows de España, casualmente su hermano Daniel a quién llaman Ardilla, los presentó y desde ese momento hicieron click; mejores amigos, cómplices en bromas y demás.

Tanto Noriel como Nash, se unieron hasta ser casi la misma persona.

Sabían todo el uno del otro, conocían de principio a fin sus historias de vida, y cada uno entendía a la perfección el por qué de cada cosa.

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Nash adoraba a Noel.

Noel adoraba a Nash.

Pero, hasta ahí.

No fluía más allá.

Hasta que Noel decide arriesgarse a perder...

O quizás, arriesgarse a ganar.

Es como una moneda girando en el aire, no sabes cual será el resultado y estás ansioso de saber qué pasará.