Otoño de 1001
Mystic Falls

CUANDO MIKAEL SE ALEJÓ DE LA PARTE DEL BOSQUE EN DONDE SCARLETT Y ELIJAH se encontraban, la ojiazul se soltó a llorar en los brazos de si esposo. No lograba comprender nada de lo que estaba pasando, ni siquiera podía tener un recuerdo claro de como habían llegado a ese punto.

Recordaba estar en el bosque en compañía de Elijah hablando sobre si en algún momento volverían a tener otro hijo. Recordaba el calor de la fogata mientras se robaban algunos besos y bebían un vino que Esther les había regalado.

Fue entonces que recordó que en un momento logró ver a Mikael acercándose mientras empuñaba su espada. Todo había sucedido demasiado rápido, ni siquiera había podido darle una advertencia a su marido sobre lo que acababa de ver.

En un simple abrir y cerrar de ojos, Mikael había clavado su espada en el corazón de Elijah. Todo frente a sus ojos.

— ¡Elijah!— gritó Scarlett con terror y lágrimas en sus ojos— No, por favor no. ¿¡Qué hiciste!? ¿¡Por qué!?

Miraba a Mikael con odio, odio que se volvió miedo en el momento en que el padre de los Mikaelson se acercó a ella y repitió su acción, solo que ahora en el corazón de la ojiazul, quien en ningún momento soltó la mano de su amado.

Elijah con sus últimos respiros sufrió con la última imagen que sus ojos pudieron ver antes de que todo se volviera completamente negro. Del cuerpo de la mujer que tanto amaba salía sangre sin control alguno, aún cuando ella hizo el inútil intento de frenar el flujo de sangre poniendo su mano en la herida generada por la espada.

Lo siguiente que Scarlett pudo recordar fue como todo pareció perder su luz, incluso recordaba como se sentía el ir perdiendo la vida de poco en poco. Como si de una vela consumiéndose por la falta de oxígeno se tratase.

— Todo va a estar bien. Comprenderemos que nos pasó y lo superaremos— decía Elijah mientras acariciaba el cabello de su esposa— Estaremos bien. Aquí estoy y aquí estaré siempre

Scarlett estaba aterrorizada por lo que había vivido, pero sin duda sintió mucho mas terror cuando en su mente apareció la imagen de Lyra.

— Lyra— exclamaron los dos al mismo tiempo

Se levantaron y corrieron, solo que todo fue demasiado extraño para ellos cuando se dieron cuenta lo veloces que eran y que en menos de treinta segundos ya se encontraban frente a la choza en donde Esther se encontraba cuidando de la pequeña.

Segundos después, el resto de los hermanos Mikaelson también se apareció a una velocidad que no parecía humana. Todos tenían sus ropas con manchas de sangre y se miraban entre ellos con confusión.

— ¿También los apuñaló, cierto?— preguntó Kol mirando a sus hermanos, los cuales asintieron mientras se miraban entre si

— ¿Cómo... cómo es que estamos vivos?— preguntó ahora Finn

— Madre debió hacer alguna clase de embrujo... solo que no encuentro un porque— dijo ahora Elijah tocando la puerta del hogar de su madre— ¿Ustedes... también bebieron...?

— Sangré... directo del brazo de una chica— interrumpió Scarlett sintiendo las náuseas en su estómago

— ¿Qué somos?— preguntó Niklaus asustado por la sangre en sus ropas y las de sus hermanos

Entonces la puerta de la choza se abrió y se pudo ver a Esther Mikaelson cargando a la pequeña Lyra, quien estaba entretenida jugando con un juguete de madera que había sido hecho por Niklaus.

En el momento en que Scarlett vio a su hija sana y salva pudo sentir un alivio como ningún otro. Deseó tomar a la niña y abrazarla fuertemente para protegerla del monstruo que tenía por abuelo a quien ahora Scarlett tenía.

Sin embargo cuando quiso estirar sus brazos para cargarla, a su nariz llegó un aroma bastante peculiar que hizo que comenzara a salivar y que su garganta comenzara a arder de una manera inimaginable. Sintió una sed inmensa, una sed como ninguna otra.

Dio un paso atrás cuando se dio cuenta que su sed era una sed de sangre.

— ¿¡Qué nos hicieron!?— exclamó Scarlett con furia

— Teníamos que hacerlo... era la única manera para protegerlos... para que la historia con Henrik no volviera a repetirse

— ¿¡Qué nos hicieron!?— repitió Scarlett siendo detenida por Niklaus y Elijah— ¿Por qué lo hicieron? Confiabamos en ustedes...

— No hagas esto frente a tu hija— negó Esther cubriendo los ojos de la pequeña— Te lo explicaré, pero controlate...

— ¡No se te ocurra usar a mi hija como escudo o te arranco la cabeza!— gritó Scarlett luchando para liberarse de las manos de Elijah

Los Mikaelson se vieron entre ellos, mientras que Esther y Scarlett parecían tener un duelo de miradas.

La ojiazul sentía una furia creciendo en su interior, una furia como nunca antes la había sentido y eso la hacía sentirse rara. Tenía ganas de romper todo, además de beber hasta la última gota de sangre del cuerpo del cuerpo de su suegra. Todo era muy confuso y Scarlett se frustraba cada vez maa.

Después de algunos momentos en donde Elijah trataba de calmar a su esposa, Esther se hizo a un lado para dejar entrar a sus hijos y a su nuera. Llevó a Lyra hasta su cama para hacerla dormir y después volver para comenzar a explicarle a todos lo que había ocurrido.

Vampiros...

Todos eran vampiros, criaturas de la noche y que al parecer serían más fuertes que los lobos. Esa sería su protección en contra de aquella especie que acabó con la vida de Henrik Mikaelson.

— ¿Estamos... muertos?— preguntó Rebekah con la voz rota

Scarlett sabía el motivo de la razón de la pregunta de la única hermana de la familia. La rubia anhelaba tener una familia, envejecer junto al hombre de su vida y morir junto a él... una vida que sospechaba que ahora ya no iba a tener.

— ¿¡Cómo pudieron hacernos esto sin preguntarnos primero si era lo que deseabamos!?— preguntó Kol furioso— ¿¡Cómo pudo padre simplemente atravesar nuestros corazones con su espada sin siquiera decirnos algo!?

— ¡Nos forzó a beber sangre de una pobre chica!— gritó ahora Finn

— ¡Suficiente!— gritó Mikael entrando a la casa y haciendo voltear a todos— Hicimos lo necesito para proteger a la familia y punto. Al beber la sangre por segunda ocasión terminaron de completar la transición, está hecho

— ¿Cómo que por segunda ocasión?— preguntó Elijah confundido

Entonces Scarlett lo comprendió. La generosidad de Esther al obsequiarles a ella y a Elijah aquella botella de vino para que supuestamente pudieran celebrar su amor.

— El vino— dijo Scarlett— ¡El vino tenía la sangre!

Esa noche hubo demasiados conflictos en la familia. Por supuesto que ninguno parecía aceptar lo que estaba ocurriendo, es mas, ni siquiera podían entenderlo del todo.

Todo era una pesadilla.

La transición para Scarlett fue demasiado complicada, su sed por sangre era mas grande que la del resto de los Mikaelson. Además sentía demasiado miedo de dañar a su hija o sobrino, incluso a su propia hermana...

O al menos así fue hasta que supo la verdad.

Tatia Petrova había muerto a causa de Esther Mikaelson, todo para realizar ese estúpido hechizo que los volvió a todos vampiros. La sangre que había bebido del vino era la de su hermana menor.

Scarlett había encontrado el cuerpo de su hermana tirado en el suelo de su casa, mientras que su pequeño sobrino Matthew se encontraba sentado tratando de despertar a su madre.

— Tía Scarlett, Tío Elijah— dijo el niño extendiendo los brazos a la mujer— Mamá no despierta

El mundo pareció derrumbarse sobre Scarlett, quien al ver el cuerpo sin vida de Tatia se tiró de rodillas para abrazarla y llorar. No había pulso, no se escuchaba su respiración, no había latidos. Tatia se había ido.

— Ven conmigo. Tu tía necesita un momento a solas con tu madre— dijo Elijah cargando al niño

— ¿Mi mamá está bien?— preguntaba el niño sin entender— La señora Esther vino a hablar con ella y de un momento a otro mamá cayó al suelo

Scarlett levantó la mirada, pero esta ya no era de un tono azúl claro y bello. Ahora era un azúl más profundo, además de que varias venas comenzaron a marcarse en su rostro.

Quería matarla.

— ¡Niklaus!— gritó Elijah cubriendo el rostro del niño. Necesitaba detener a su esposa y necesitaría ayuda con eso— ¡Niklaus!

El rubio llegó velozmente hasta la casa Petrova, en donde quedó helado al ver a Tatia tirada sobre el suelo.

— ¡Detenla!— exclamó Elijah mirando a Scarlett, quien se notaba claramente molesta— ¡Qué no haga nada estúpido!

Elijah salió del hogar Petrova y Niklaus se acercó hasta Scarlett para tratar de tranquilizarla.

— Tu madre me arrebató a mi hermana en un intento de vengar a su hijo, porque a mi no me va a hacer idiota. Este tonto hechizo no lo hizo solo por protección, quiere venganza, quiere que nosotros acabemos con quienes acabaron con la vida de Henrik— decía Scarlett luchando por librarse del agarre que Niklaus ejercía sobre ella— ¡Asesinó a Tatia frente a Matthew y la dejó aquí tirada como si de una simple muñeca de trapo se tratara!

Scarlett estaba viviendo todas las emociones posibles como si de una ola que termina con todo a su paso se tratase. Pasaba del odio a la tristeza, de la tristeza a la confusión, de la confusión nuevamente al coraje.

Acaba de perder a su hermanita menor.

Fue cuando se dio cuenta que ahora ya no solo tenía que vivir para cuidar de su hija, ahora también viviría para cuidar de su sobrino, Matthew.

Elijah y Scarlett decidieron adoptar a Matthew como si fuera su propio hijo.

Ahora Scarlett tenía otra razón para vivir y ser mas fuerte, ella debía de defender a Matthew como Tatia seguramente hubiera cuidado de Lyra.

Quería asesinar a Esther Mikaelson, pero sabía que una vez cometiera tal acto, no había vuelta atrás. De alguna manera terminaría perdiendo lo que la hacía humana, se volvería un monstruo... la misma clase de monstruo que Esther era.

Fue por eso que terminó por alejarse por completo de los padres de su esposo. Los ignoraba por completo, les prohibió acercarse a Lyra, cosa a la que ellos se opusieron, pero tuvieron que terminar accediendo ya que todos los Mikaelson se pusieron del lado de la esposa de su hermano.

Su adaptación como un vampiro fue complicada, las primeras semanas se negaba alimentarse por miedo a matar a alguien, para su fortuna no tardaron mucho en descubrir que podían manipular la mente de las personas usando compulsión, así que con esa nueva habilidad podría alimentarse y hacer que las personas olvidarán que ella había sido la responsable del daño.

Las cosas no fueron nada simples, mucho menos cuando durante las adaptaciones a ser una nueva especie, se descubrió que Niklaus no era hijo de Mikael.

Todo empeoró cuando Esther realizó un hechizo que bloqueaba la parte licantropa de Niklaus, quien al término del hechizo llegó llorando y destrozado al hogar de Scarlett.

— Madre... madre me arrebató parte de mi escencia. Me quitó esa parte licantropa y Mikael no dejó de llamarme monstruo, abominación— decía Niklaus con desprecio y tristeza en su voz

— No eres nada de eso— negaba Scarlett abrazando a su cuñado— No eres nada de eso

Fue tan solo unos días después que Niklaus Mikaelson llegó con sus hermanos a informarles que Mikael había asesinado a Esther por su traición.

Scarlett internamente sonrió al saber que la asesina de su hermana ahora estaba muerta. Pero aún así trató de estar apoyando a aquellos a quienes les dolió la muerte de la mujer.

Debido a la muerte de Esther, los hermanos, Scarlett, Lyra y Matthew abandonaron Mystic Falls en busca de un nuevo hogar y de alejarse de Mikael, quien al parecer quería asesinar a todos por considerarlos unos monstruos.

Durante sus años huyendo del padre de los Mikaelson y en un intento de mantenerse ocultos, descubrieron que su sangre podía sanar a cualquier persona. Ese fue el mejor descubrimiento para Scarlett, ya que ahora podría alimentarse y sanar a las personas de esta manera no heriría nadie y los haría olvidar.

Pero ahora tenían un enemigo, el tiempo, Lyra y Matthew comenzaban a crecer y empezaban a preguntarse muchas cosas, como él porque sus padres y sus tíos no envejecian, porque cada que entraban a un lugar necesitaban ser invitados, porque jamás se quitaban ese anillo con una extraña piedra azul, así que para cuando Lyra tuvo 15 años y Matthew tuvo 18 se les fue contada la verdad sobre la condición de su familia.

Ellos lo aceptaron bastante bien así que no tuvieron ningún problema, no al menos hasta que Lyra cumplió 17.

Scarlett no quería perder a su hija ni a su sobrino, no podría vivir con ese dolor de nueva cuenta, así que volvieron a hablar con ellos y se acordó que para el cumpleaños número 18 de Lyra, ella se transformaría, siendo así la primera vampira en el linaje de Scarlett.

Por su parte Matthew decidió que quería vivir una vida mortal, quería tener una familia y envejecer. Aunque Scarlett y Lyra estaban tristes por el hecho de saber que en algún momento perderían al chico, entendieron totalmente su decisión, por lo que con todo el dolor de su corazón tuvieron que hacerse a la idea de que algún día lo perderían.

Matthew quería reencontrarse con su madre en algún momento de su vida y eso era algo que Scarlett no le iba a prohibir.