Nota: Las letras que estén así son los diálogos de Caroline, pues como es muda, se supone que se comunica por medio de señas o para las personas que no las sepan entender, escrituras en su cuaderno.

☾ *.ﾟ｡╻┃ CAPÍTULO UNO
el comienzo ☾ *.ﾟ｡╻┃
┍━━━━━━━━━━━━━━━━┑
❝ tranquila, tranquila. ❞
┕━━━━━━━━━━━━━━━━┙

───POR FAVOR, ISAAC. ───suplicó una vez más el castaño claro, poniendo ojos de cachorro perdido. El mayor apartó la mirada negando. ───haré el patrullaje de todo el mes si me cubres esta vez.

Conner, quien estaba acostado en el sillón frente a ellos con un libro en sus manos, sonrió mientras continuaba leyendo.

───bien, pero harás el patrullaje todo el mes y lavarás los platos sucios esta semana. ───condicionó Isaac con una sonrisa divertida, viendo como uno de sus protegidos, Luke, cerraba los ojos dándose por vencido y asentía.

───es increíble lo qué haces por una chica, idiota. ───renegó el más serio de los tres, irónicamente, también era el más pequeño.

───no es solo una chica, Conner. Creo que ella podría ser el amor de mi vida.

Isaac frunció el ceño. ───dijiste eso de la última chica y terminaron en dos semanas.

───Emily. ───murmuró melancólico tocándose el pecho, recordando sus momentos con la chica.

───Emma. ───corrigieron los otros dos hombres lobo.

───estás gastando tu tiempo y sabes que no deberíamos salir así como si nada. Si nos atrapan será tu culpa.

───deja de ser tan amargado todo el tiempo, Conner.

───chicos. ───les llamó Isaac de brazos cruzados. ───no peleemos entre nosotros ¿si? Luke, vuelve antes de las diez y trata de no llamar mucho la atención. Conner...

El antes llamado se levantó del sillón y se colocó su chaqueta. ───te ayudaré a patrullar, así terminas antes y podremos llegar justo para ver cómo Luke lava los platos sucios.

Los tres chicos se sonrieron una última vez antes de tomar caminos separados, mientras Isaac se iba a la zona más peligrosa del pueblo para ellos, el bosque. Los cazadores lo tenían vigilado todas las noches, para impedir que los lobos sin manada entraran al pueblo o que algún otro lobo se adentrara al bosque, justo así es como Isaac había encontrado a Luke seis meses atrás, el adolescente estaba huyendo de un grupo de cazadores cuando Isaac lo encontró y lo ayudó a escapar, no sin antes darle una advertencia a esos cazadores para que se mantuvieran alejados.

Desde ahí, Luke se había unido a Isaac y a Conner y los tres habían estado patrullando a los alrededores del pueblo para asegurarse de que ningún otro lobo estuviera desprotegido.

Isaac continuó caminando por el lugar vacío un par de minutos cuando algo en el ambiente cambió, el aire incluso comenzaba a sentirse más pesado y segundos después, las pisadas apresuradas de una persona se escucharon cerca. Los sentidos de Isaac se activaron y supo que de una u otra forma, tenía que estar preparado para pelear.

Pero todos esos pensamientos se desvanecieron cuando sus ojos captaron a una chica más o menos de su edad, él sabía muy bien que una chica podría patear su trasero en dos segundos (esto ya había pasado), sin embargo fue el miedo en los ojos de ella lo que lo hicieron bajar la guardia y correr hacia donde la rubia estaba.

La chica continuaba corriendo como si su vida dependiera de ello hasta que Isaac la tomó de los brazos deteniéndola.

───¿estas bien? ¿Estás herida? ───la rubia forcejeó intentando zafarse de los brazos de Isaac cuando el hombre lobo comenzó a escuchar más pisadas de varias personas acercándose. ───escúchame, tienes que calmarte. Sea quien sea el que te persigue, ya vienen, escóndete detrás de esos arbustos... yo me encargo.

Ambos se vieron a los ojos unos segundos mientras la chica examinaba sus opciones, como sea, confiar en un extraño parecía ser la mejor decisión. Ella asintió corriendo detrás de los arbustos y escondiéndose muy bien mientras trataba de regularizar su respiración.

Isaac colocó sus manos en los bolsillos de su chaqueta intentando parecer tranquilo, cuando un grupo de cazadores llegó hasta el corriendo, eran cinco de ellos y todos levantaron sus armas contra el hombre lobo.

»───creí haberles advertido que se mantuvieran lejos de aquí. ───murmuró lo suficientemente alto como para que lo escucharan.

Cuatro de ellos, quienes parecían nuevos, sonrieron burlones, mientras que el mayor con quien antes había peleado Isaac por Luke, tragó saliva nervioso. Isaac sonrió de lado cuando vio a las espaldas de los cazadores, estos instintivamente se voltearon solo para encontrarse con los electrizantes ojos azules de Conner, quien ya estaba transformado y con las garras de fuera.

Ambos hombres lobo se abalanzaron sobre los cazadores y en menos de cinco minutos todos corrían asustados lejos de los hombres lobo. Ellos no mataban, usualmente.

Conner rugió amenazante cuando escuchó otro latido cerca de ellos y comenzó a correr hacia los arbustos antes de que Isaac lo empujara al suelo, dejándolo desconcertado por unos segundos.

───¿¡que rayos, Isaac!? ───gritó molesto levantándose e intentando acercarse otra vez.

───ya puedes salir. ───dijo Isaac, ambos vieron como una chica rubia salía temerosa de los arbustos. Conner se cruzó de brazos analizándola mientras Isaac se acercaba a ella. ───¿te hicieron algo?

La rubia negó temerosa mientras apretaba sus manos con fuerza intentando calmar los latidos de su corazón, los había visto, había visto sus ojos brillantes y las garras saliendo de sus manos, estaba aterrada y a la vez, los ojos gentiles y preocupados del mayor la hacían sentir confiada.

Sin embargo, aunque tratará de hablar, de explicar o de pedir ayuda, ningún sonido salía de su boca.

───¿como te llamas, rubia? ───preguntó el otro chico, un poco más tosco.

Ella negó con la cabeza frustrada y comenzó a híper ventilar, no recordaba nada, nada antes de haber despertado, su cabeza dolía y para colmo no podía decir ni una sola palabra.

───tranquila, tranquila. ───murmuró Isaac acercándose a ella. ───no vamos a hacerte daño ¿si? Solo queremos ayudar. Ven con nosotros, te llevaremos a un lugar seguro.

Isaac extendió su mano hacia la desconocida, esta lo pensó unos segundos. Ni siquiera tenía a donde ir, ellos eran su mejor opción, así que tras un suspiro pequeño, tomó la mano de su salvador y lo siguió ciegamente.