───── capitulo once
☾ *.゚。╻┃ CAPÍTULO 11
presentaciones y regresos ☾ *.゚。╻┃
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❝ ¿como sabes mi nombre? ❞
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LA SITUACIÓN EN la casa de los McCall era tensa, Scott había tenido que quedarse al lado de Isaac y Thomas para evitar que se le abalanzaran a Jordan Parrish, mientras este se mantenía detrás del sofá, viendo como Luke tomaba la mano de una Caroline desmayada y recostada.
───la conozco. ───murmuró Jordan, haciendo un amago de acercársele antes de que los tres chicos de la manada Lahey gruñeran a la vez que hacían brillar sus ojos.
───no te le acerques. ───le advirtió Thomas, sin poder levantarse por culpa del alfa, que había tomado a los dos hombres lobo de las camisas.
───¿de donde la conoces?
Jordan miró a Liam y luego a los chicos que anteriormente le habían gruñido para tragar en seco.
Un quejido llamó la atención de los demás, quienes devolvieron sus miradas a la rubia tendida en el sillón. Liam no pudo evitar pensar que le recordaba a Aurora, la Bella Durmiente.
El ceño de Caroline se había fruncido, pero aún no estaba despierta. Al menos su cuerpo no lo estaba, pues su mente era un remolino de voces y emociones que no lograba comprender ni controlar.
Las voces jamás la dejarían en paz, eso lo había notado ya, pero desde su encuentro con Jordan Parrish, estas se habían intensificado al punto de sentir que martillaban en lo más profundo de su mente.
Debes salvarlo, Caroline. Sálvalo.
¿A quien? Se repetía Caroline una y otra vez, en aquella oscuridad horrible. ¿Quien estaba en peligro?
En algún punto, algunos de sus recuerdos habían comenzado a reproducirse. Algunos puntos en blanco ahora estaban más claros que nunca, mientras que otros solo habían logrado llenarla de más dudas.
Sálvalo. Sálvalo a él. Volvieron a repetir aquellas voces, que rara vez se callaban.
¿A quien? ¿A quien debo salvar? Pregunto Caroline.
Jordan, al ver que Caroline no despertaba, abrió los labios comenzando a explicarse.
───creo... creo que es mi...
Las palabras del mayor se vieron interrumpidas cuando la rubia se sentó de golpe con los ojos abiertos a más no poder y las manos temblorosas, Isaac reconoció aquella mirada y rápidamente subió sus manos para cubrir sus oídos.
Al instante, Caroline grito con todas sus fuerzas y todos fueron capaces de ver cómo está no le quitaba la mirada a Scott McCall.
Debes salvar al alfa verdadero.
───¿todos están bien? ───pregunto Scott, con los latidos acelerados. El grito de una banshee casi siempre significaba una sola cosa, y no era nada bueno.
───Scott McCall. ───susurró la rubia, antes de que sus ojos se enfocaran y saliera del transe en el que se había emergido. Caroline los observó a todos, deteniéndose unos segundos en Parrish.
Isaac desvió la mirada, sintiéndose extremadamente pesimista y depresivo, era el final para ellos, estaba seguro.
───¡Care! ¿Estas bien? ───le pregunto Luke acercándose rápidamente a ella. La rubia lo observó lastimera, limpiando la sangre que corría de sus oídos.
───si... discúlpenme. ───murmuró, notando los oídos sangrantes de todos.
───Caroline... ───la llamó Parrish, sin poder quitar su vista de ella.
Caroline intentó levantarse para llegar a el, antes de sentir la mano de Isaac aferrada a la suya. Isaac cerro los ojos, no quería ser egoísta, si Parrish era alguien importante para ella, quería que lo tuviera. Pero tampoco estaba listo para dejarla ir, no sin antes decirle adiós.
───hablemos. ───le pidió al rubio en un susurro, viéndolo con ojos amables.
Isaac le dio una mirada triste y asintió, dándole una última mirada a Parrish y a la manada antes de salir de la casa McCall y caminar unos cuantos metros junto a ella, quien no había soltado su mano ni una sola vez, tal vez era por si se volvía a desmayar. O quizás era porque le gustaba tenerla cerca.
───sabía que en algún momento regresarías a tu vida normal. ───murmuró Isaac, con la mirada perdida. ───y quiero que sepas que está bien, lo que sea que Parrish signifique para ti, esta bien, voy a estar bien.
───¿que quieres decir?
───si ahora recuerdas tu vida, o si tu lugar es al lado de Parrish, no te sientas mal por mi. No te detengas por mi.
Caroline sonrió un poco. ───no pensaba hacerlo.
───auch.
───a lo que me refiero es... Jordan si es alguien importante para mi, pero no como tú crees. ───intentó explicar, la rubia soltó un largo suspiro. ───en cuanto lo vi, lo supe. Aún no recuerdo ciertas cosas, pero si se que Jordan es... el es mi hermano.
El rostro de Isaac era un poema, con los ojos bien abiertos y la mandíbula casi hasta el suelo. Sin embargo, detrás de toda la sorpresa, también había mucho alivio. Si, había quedado como un completo idiota... pero al menos Caroline seguía y seguiría con el.
───yo... quizás debamos disculparnos con el.
───¿por qué?
Isaac alcanzó a escuchar ciertos gruñidos, que conocía muy bien. Tomó la mano de Caroline para que ambos corrieran a la casa.
───¡alto todos! ───gritó entrando, viendo como Conner tenía a Luke de la cintura, evitando que se abalanzara sobre Jordan. ───Luke, no es lo que crees. Jordan es...
───soy su hermano. ───murmuró, viendo a la chica incómodamente. ───bueno, eso creo. No podía recordarte, ¿como es eso posible?
───estamos a mano, porque yo tampoco te recordaba a ti.
Scott frunció el ceño al escucharlos. ───¿como paso? Es como si...
───como si alguien le hubiera robado los recuerdos. ───concluyó por él cierta mujer coyote, entrando de golpe a la sala.
Los miembros de la manada McCall jadearon de sorpresa al ver a Malia ahí, de pie con la ropa mugrienta, mientras que Argent venía detrás de ella con algunas quemaduras y heridas en la piel.
Scott corrió a abrazarla, mientras que Isaac se acercaba al hombre mayor con una ligera sonrisa y lo abrazaba fuertemente.
───¿como es que están aquí? ───preguntó Liam confundido, pero alegre a la vez.
───nosotros los encontramos cuando veníamos de camino. ───soltó Stiles, entrando a la habitación tal como Malia lo había hecho. Lydia venía con una sonrisa tomándolo de la mano. ───¿por qué se sorprenden? ¿No se supone que lo escuchan todo?
La manada se empezó a saludar entre sí, saliendo poco a poco de la sorpresa, Caroline se quedó en un rincón, observando a Isaac presentarlos con los ojos brillantes, carraspeo incomoda cuando sintió la mirada profunda de una chica rubio fresa, era ella, ella era la otra banshee. Lo había sentido desde el momento en el que había entrado.
───¿Caroline? ───murmuró Lydia con duda.
La rubia frunció el ceño, viendo de reojo a Conner platicar con Theo, pero alerta y escuchando a las dos mujeres, asegurándose de que Lydia no intentara nada extraño con Caroline. Eso la hizo sonreír, la hizo sentirse protegida.
───¿como sabes mi nombre?
Lydia se quedó callada unos segundos. ───las voces en mi cabeza no han dejado de repetir tu nombre desde hace semanas.
───es ella, ella es a la que él busca. ───acusó Malia, acercándose a la rubia.
Antes de que siquiera pudiera estar más cerca de ella, Conner se colocó delante de ella mientras hacía brillar sus ojos de hombre lobo y sacaba las garras.
───no queremos dañarla. ───les aclaro a los tres chicos que se habían posicionado a los alrededores de Caroline, para protegerla.
Scott y Stiles sonrieron ante el gesto tan puro que la manada de Isaac tenía hacía aquella chica.
»───al contrario, buscamos protegerla. El hombre que nos secuestró los está buscando. ───finalizó Argent, señalando a Parrish y Caroline.
───¿que tienen que ver ellos con los cazadores?
Malia negó. ───con ellos, nada. Los cazadores estaban siguiendo las órdenes de un hombre, de un hellhound. Nos dejó ir en cuanto se enteró que Caroline por fin había llegado a Beacon Hills. Pero nos dejó un mensaje.
Argent suspiró antes de continuar.
───dijo que él vendría por ustedes.
¡Volviii!
¿Alguna teoría?
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