───CHAPTER THREE

            Kaleya había olvidado por completo las tormentas que habían durante esa temporada en storm's end.

Aferrandose a las riendas de Elkos y agachándose lo mejor posible lo guió detrás de Caraxes a sabiendas de que su hermano prefiere ignorarla en su momento de rabia.

Realmente no le importaba, Daemon volvería a sus brazos como un niño regañado y le pediría perdón por ignorarla, como siempre hacía.

El castillo arruinado de Harrenhal apareció en su vista terriblemente borroso por las gotas de lluvia que caían en sus ojos,

───¡Naejot Elkos!───Gritó en una indicación clara, el dragón rugió y su velocidad casi se vio opacada por la de Caraxes───¡Rybas!

Pudo escuchar ligeramente los gritos abajo, pero no evitó que Elkos parara justo encima de la torre principal en el sitio de vigilancia, bajandose de el y tomando con fuerza su espada robada.

Bajo las escaleras con cuidado de caerse, recibiendo a Daemon enfurecido por su estado completamente mojado.

───Debiste quedarte.

───Prefiero venir contigo que pelear una y otra vez con Rhaenyra, gracias───Murmuró pasando por su lado.

Daemon no se lo permitió y siguió adelante, dejándola para que cuide sus espaldas mientras asesinaba a dos guardias con simples movimientos.

───Estar aquí es peligroso para ti───Gruño escuchandola bufar.

───Más peligroso es dejarte completamente solo.

Una gran cantidad de murciélagos voló alrededor de ellos asustados, Kaleya tapó su rostro dejándolos pasar antes de seguir a Daemon que no paró en ningún momento.

───¡Alto!

Daemon solo tomó su cabeza y la estrelló contra la pared siguiendo su camino, Kaleya no pudo evitar burlarse y seguirlo.

───Detras mio, ¿entiendes?───Le pregunto viendo su hastío pintado en su rostro, acarició con su guante helado su piel caliente───Solo has caso ahora ¿quieres?

───No.

Kaleya empujó la puerta e ingresó al comedor, escuchando a los lores espantarse y correr a la otra salida.

Más un solo señor se quedó en la mesa tranquilamente, comiendo gustoso, Sir Simon Strong.

───Venimos a reclamar a Harrenhal───Dijo fuertemente, parándose frente a ella.

───Así me parece───Fue lo único que dijo el hombre.

───Cuánta tranquilidad, Sir.

Sir Simon se levantó sin previo aviso, avanzando hasta ellos con calma, Daemon no se alarmó, el hombre era un viejo gordo y que caminaba algo costoso.

Aun así, alejo un poco a Kaleya.

El señor se arrodilló frente a ellos con cuidado siendo seguido por sus sirvientes.

───Yo, Sir Simon Strong, protector de Harrenhal, juro lealtad a Rhaenyra de la casa Targaryen, primera con el nombre───Siguio diciendo llamando la atencion de Kaleya una mujer de cabello negro que los observaba con atencion.

Kaleya inclinó su cabeza a un lado, analizándola de pies a cabeza.

───Lo juro por los dioses antiguos y los nuevos... La cena es venado con repollo negro y chicaros, no hay grosella, me disculpo por eso.

───No tiene por qué, sir Simon, gracias por su consideración───Dijo Kaleya sonando solemne y amable, pero sus ojos seguían encima de Alys tanto como los de ella en los suyos.

Ambos acabaron por sentarse frente al hombre con absoluta calma, con Daemon poniendo su mano en su muslo bajo la mesa y escudriñando al hombre con su mirada.

───Ese venado está bien añejado, sería una pena desperdiciarlo.

Daemon estaba completamente reacio a comer, Kaleya no lo estaba, había declinado la oferta de comer cuando el sirviente se la ofreció.

───He sobrevivido muchas batallas, no me venceran por chícharos envenenados───Echó hacia atrás el plato de comida reacido, Kaleya lo miro cortamente corrigiendo.

───Admito que los chicharos de mi cocinero no son legendarios, pero ¿envenenadas?

───Es una forma fácil de matar a un jinete de dragón.

───Si aún no lo ha notado, son bienvenidos aquí───Le puntualizo tranquilo.

───Se lo agradezco, sir Simon, pero tenemos bastantes razones como para dudar de eso.

───Su señor es Larys Strong, el patizambo, ¿que hay de él?, el que se sienta en la falsa corte del usurpador.

───Larys el patizambo no es mi señor───Refuto con molestia───No es el señor de nada. Es un tormento sobre este castillo y esta familia.

───¿Por ser un patizambo o por algo más?───Preguntó directamente, tosca, sir Simon la miró.

───¿No creen extraño que su padre, mi sobrino, lord Lyonel, falleciera en un incendio y su hijo también, aquí, en este húmedo lugar?───Pregunto viendo a Kaleya asentir.

───Es satisfactorio ver a un Strong que está en la misma página en ese aspecto, pero... ¿En los demás?───Le pregunto curiosa, inclinando su cabeza hacia la chimenea donde la mujer los miraba.

───Es absurdamente sospechoso, mi señora, fue el primer fuego desde que Balerion acabo con el linaje de Harren el negro, aun en verano cuesta quemar leña. Por lo que no encontrarán lealtad hacia él en este lugar, mi príncipe y princesa.

───Bueno saberlo───Siguió tosco.

───¿Que los trae a esta parte de riverlands, mis señores?

───Harrenhal es el castillo más grande de los siete reinos, pero tal parece que no se han percatado de eso.

───También está, no para discutir, sobre su pequeño estado de deterioro. Desde que su antecesor incineró la mayor parte de este.

───Podemos notarlo───Contesto Kaleya poniendo su mano encima de la de Daemon sobre su muslo, controlando la fuerza de Daemon al momento de amasarlo.

───Y es por eso que debemos llevarlo a cierto estado de reparación───Dijo sin oportunidad de discutirlo.

───Aun si tuviera monedas, mis señores, ¿para qué fin?

───Por que no es justo que los lores están viviendo en un castillo arruinado cuando es el más grande de todo Westeros───Halago con encanto, sir Simon tomó aire y lo soltó.

───Hay cuarenta mil soldados en Riverlands, el ejército neutro más grande en el reino, solo Harrenhal tiene el tamaño para cuartelarlos.

Kaleya soltó aire y cruzó sus piernas, dejando atrapada la mano de Daemon.

───Debe saber que una buena cantidad de esos soldados se han declarado y ahora están en guerra. Las casas Bracken y Blackwood se odian la una a la otra, desde hace años.

───¿Por qué?

───Eh, Bueno... La respuesta a eso se perdió en el tiempo. El pecado engendra pecado.

───Pero podemos suponer... ¿Terrenos?───Pregunto curiosa, sir Simon encogió sus hombros sin saber cómo responderle mientras negaba dudoso.

───Llame a su señor supremo para hablar con él y que se una a nuestra causa.

───Ese sería lord Grover Tully, pero su salud es frágil, se dice que ya no puede hablar, ni cerrar sus intestinos───Dijo dejando un hueso en su plato, pronto miro a Kaleya───Disculpen mi expresión, mi señora.

Kaleya solo negó dejándolo pasar completamente.

───Su dominio sobre sus banderizos es débil, creen poder hacer lo que quieran.

───Aun así hablaré con él, las personas deben obedecer a su señor feudal, sea cual sea su condición. Tal vez la presencia de la corona y de dos dragones aclare las cosas por estos lugares.

───Puedo preguntar, mis señores, si es que tienen éxito y cuando tengan éxito, ¿que sigue después?

───Marchamos a King's landing y tomamos el trono para la reina Rhaenyra.

───¿El trono?───Pregunto algo impresionado.

───Una silla grande, hecha de miles de espadas de los enemigos caídos de la casa Targaryen.