𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙩𝙬𝙤, gold determination








───CHAPTER TWO, gold determination




              Sus amadas flores brillaban con fuerza, sus manos acariciando unas y su atención centrada en las damas que Frigga había encargado para ayudarla. Aun estando en aquel sector que la misma reina le había otorgado no paraban de vigilarla. De lejos o cercan, nunca paraban.

Dejando salir un suspiro se levantó caminando a una de las damas, quien hizo una reverencia.

───¿Podrías buscar a mi madre, por favor?───Pregunto queriendo deshacerse al menos de una de las damas. Queriendo estar sola al menos unos minutos.

───Claro, señorita───Se inclinó nuevamente antes de retirarse. Dejo salir un suspiro mirando con disimulo a la otra dama. Si se deshacía de esa estaría sola.

No sabía muy bien que hacer. No podía enviar a buscar a Frigga, estaba ocupada con sus deberes como reina. Odin, no es una opción. Igur, debía estar enterado de lo que quería hacer y además de tener como siempre su deber como guardián del Bifrost. Se resignó volviendo con sus plantas, quedando con una dama y sin opciones, las flores reaccionaban a su toque y en solo pocos minutos la dama que había enviado a buscar a su madre estaba en el jardín junto a la castaña.

Eleonor observo con cariño a su hija, su cabello albino alzado en una trenza formando una corona con mechones fuera, el sol reflejándolo y haciendo brillar más, al igual que sus ojos mirando a distintos lados.

───¿Creen que nos podrían dejar solas por unos minutos?───Pregunto dirigiendo sus ojos azules a la dama, quien lo pensó por un momento antes de asentir───Gracias.

La dama se retiro hasta estar con la otra, retirándose nuevamente. Eleonor camino a paso lento hasta llegar con su hija, acuchillándose y pasando sus brazos por el cuerpo de su pequeña en un abrazo, Freya tomo los brazos de Eleonor recostándose más a su cuerpo.

───Lo siento───Murmuro mirando fijamente sus flores. Eleonor la miro esperando a que explicara su disculpa───Perdón por exigir saber de papa, solo quiero conocer más de él.

───No es tu culpa, cariño───Negó terminando de abrazarla por completo──────Es culpa mía de todas formas───Ella se rió besando su cabeza, Freya sonrió abrazando con sus manos las de la mayor.





───¿Qué van a hacer?───Pregunto Frigga con voz melodiosa observando a Odin y Hela.

───Hablar con Eleonor.

───O simplemente contarle todo y entrenarla para acabar con los Jotun's───Hela se encogió de hombros al recibir las miradas de sus progenitores, Frigga suspiro.

───Pienso que debemos hacer ambas cosas. Exceptuando claramente el acabar con los Jotun's.

La azabache rodó los ojos, caminando por el salón del trono. Odin suspiro mirando a Frigga, quien suspiro de igual forma.

───Freya esta en mi jardín───Aviso antes de retirarse a sus aposentos. Odin volvió su mirada a su hija, quien se había quedado viendo donde su madre se retiro.

───Vanaheim ha estado dando problemas.

───Como la mayoría de veces───Se burlo manteniéndose en su lugar.

───Hablo en serio Hela───Vocifero con voz fuerte, Hela exhalo igual de fuerte, volviendo a verlo───Los demás mundos igual. Unos quieren derribar todo lo que hemos conseguido.

───No lo lograran, estoy aquí.

───No seas estúpida, Hela. Con que seas mi primogénita no es suficiente.

La diosa de la muerte dirigió sus ojos a los del padre de todo, retándolo bajo un Odin en calma, sabiendo que su hija era una especie de sello con una maldita bestia en su interior, y que pronto explotaría. ¿Cuántas veces eso no le ha ayudado?, ¿Cuántas veces los mundos se han redimido ante ambos?, padre e hija, sangre y sangre. Dos personas iguales, avariciosas, orgullosas y sobre todo, con poder suficiente.

Hela dejo de mirarlo antes de simplemente retirarse, furiosa y queriendo atacar algo, ya sea un mundo o persona. Asesinar o torturar. Logro ver a Fenrir correr por los patios mientras las valquirias entrenaban con el su agilidad, con un hechizo que las hacia sordas y ciegas, ajenas a esto y con solo el sentido del viento en su piel y el instinto de supervivencia a flor de piel, fue cuando vio a Eleonor esquivar constantemente del gran lobo negro, y en su cabeza la imagen de la albina, su mente resonó las palabras de Frigga.

"Freya esta en mi jardín"

Sonrió un poco dirigiéndose con cierta elegancia al jardín de su "madre", queriendo ver a la mujer proveniente de Jötunheim y que según su padre, tenia un gran poder dormido en su interior, sellado y oculto que solo el, Eleonor e Igur lograron ver, pero ella no. Cuantas veces eso le había molestado. ¿Cómo querían que aprendiera a controlarla cuando no sabia que había en su interior?.

Al pisar el jardín de Frigga, lo hizo con paso suave, no queriendo un estúpido regaño por esparcir la muerte por ese hermoso jardín. Allí estaba, tocando las flores de hielo mientras con su otra mano trataba de amarrar los mechones de cabello sueltos para hacer lo que tenia en mente mejor. Se acerco con rara cautela, no queriendo llamar mas la atención, aun cuando le encantaba serlo.

Freya observo por el rabillo del ojo, sintiendo la infame presencia de la azabache. Dejo las flores y su cabello, volteando un poco su cuerpo para verla mejor.

───Hela───Saludo con una minúscula sonrisa, la aludida asintió de regreso, en forma de saludo.

───Debo admitir, que por un momento creí que estarías en la biblioteca.

───Estuve allí por unos minutos───Mostro dos libros, uno de Jötunheim y otro sobre el mismísimo Asgard.

───Ya haz leído casi todos los libros de Jötunheim, Freya.

───Pero no dan lo que requiero.

───¿Y que requieres?───Cuestiono viendo a la albina quedar en silencio.

───¿No deberías estar entrenando a las valquirias?.

───Ya termine, vencí a la mayoría, solo tres lograron perdurar───Comento con veneno, la habían acorralado, dos hermanas y una mujer castaña familiar───Una de ellas era tu madre.

───Mi madre, que orgullo───Sincero sonriendo con cierta altanería───Mi madre te venció.

───Si pero después tuvo que recibir atención de las sanadoras───Sonrió de vuelta, altanera. Freya solo se rió un poco, al menos la había derrotado, golpes que demostraban su pequeña victoria.

───Pero te venció.

───¿Que información requieres de Jötunheim?.

───Se me olvida lo exigente que eres───Bufo levantándose del nevado pasto───Es una que siempre me niegan.

───Freya, no tenemos información de tu padre. Creí que ya lo entendías.

───Y lo hago, pero eso no apaga la llama que me hace querer saber al menos su nombre. No me pidas que olvide cuando sabes que no lo haré.

Ese tono. Estaba frustrada. Hela lo sabía y sonrió aún más.

───Perdóneme, pero aun no es tiempo───Dijo con burla, Freya sonrió caminando hasta ella.

───Tiempo es lo que tengo, tiempo que puedo usar perfectamente para buscar. Y te aseguro que soy capaz de ir al mismísimo mundo para saberlo.

Impertinente. Hela maquino en su cabeza alguna excusa, sabía muy bien que Odin quería evitarlo, quería retenerla hasta que su poder despertara y fuera entrenado.

───Bien. Entonces creo que deberías leer todos los libros que restan y después hablaremos sobre ese tema.

───Solo faltan cuatro libros. Queda poco.

Tiempo suficiente para ver que harían.

───Aun mejor para ti, igual para mí. Ir a ese poso de hielo me agrada la idea.

Quería acabar con unos ciertos Jotun's, lo anhelaba. Y podría poner como excusa a la albina, sabiendo la muy bonita debilidad de Frigga a ella y Odin no pudiendo desterrarla o hacer algo más allá de un regaño y castigo. Perfecto.

───Hasta luego, Hela. Debo ir a las inservibles lecciones de coser───Bufo caminando a la salida del jardín, Hela solo sonrió caminando hasta estar junto a ella.

───Suerte con eso───Hela se separó de su lado, yendo directamente a la sala de trono donde sabía que su padre estaba. Con querer hablar de ese tema.

Mientras que Freya se encamino hasta el salón de costuraría, preparándose para futuros regaños inservibles y que no aprendería de ellos.







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