𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙨𝙞𝙭, go to
───CHAPTER SIX, go to
La nieve caía en la cama, la hechicera miraba su trabajo con una ligera sonrisa antes de dirigirse a Frigga y Eleonor, comentando unas indicaciones antes de irse, ninguna de las dos hablaba, no parecían querer hacerlo tampoco, Frigga se acercó a la puerta, cerrándola por completo mientras la valquiria cerraba las ventanas y caminaba hacia la albina. Para tocar su frente, afirmando que la temperatura bajo pero casi no notable.
Hela caminaba por los pasillos del castillo, irritada mientras rasguñaba las paredes sin pinturas, revisando ciertas pinturas que tenían mensajes ocultos en ellas. Las doncellas pasaban y la saludaban, elevando su ego a niveles altos, al llegar a una ventana vio a las valquirias entrenar, viendo a dos faltantes, una que se encargaría de buscar y otra que era Eleonor.
Miro a un costado, recordando el plan de ambas, siguió caminando hasta llegar a una doncella parando su caminar y viéndola saludar nerviosa.
───Ve a la habitación de Freya, llama a Eleonor y dile que las valquirias la necesitan.
───Como diga señora───Dijo torpe antes de volver a moverse, rápido a la habitación de la albina, miro a otro lado, sabiendo que al Eleonor irse de la habitación, Frigga haría lo mismo dejando a la doncella de Freya a su cuidado.
Perfecto.
Su azulada mirada fue al frente, donde Eleonor pasaba con la doncella con rostro enojado. De seguro por separarse de su hija. Avanzo unos pasos viéndola llegar al jardín de entrenamiento, camino por el pasillo que la llevaría donde deseaba.
Miro por el espacio de la puerta, viendo a Frigga acomodar unas cosas para Freya antes de dejar un beso en su frente y caminar a la puerta, Hela se escondió en una columna, escuchando los pasos de la reina ser cada vez más lejanos, entro a la habitación cerrando con pestillo. Dejando una bolsa pequeña en la mesa antes de sentarse en la cama a un lado.
───Creí que te quedarías dormida───Empezó ya sonriendo un poco───Ábrelos, sé que despertaste.
───Es imposible engañarte───Dijo abriendo un poco sus ojos, viendo a Hela antes de bufar.
───Si bueno... No eres la mejor fingiendo.
───Lo sé.
La respuesta simple hizo que elevara una ceja, ya sintiendo la actitud rara de la albina, un resfriado por el clima ocasionando eso. Definitivamente, cabía a la perfección en la lista de cosas estúpidas de su lista.
───¿Sigues enferma o estás con tu habitual mal humor?.
───Si vas a ser una molestia mejor vete.
Definitivamente, era una combinación de ambas. Hela sonrió tomando el brazo de Freya haciendo que se sentará y ella se quejara.
───Cuida de tu tono conmigo.
───¿O que?, ¿Qué me harás?───Pregunto grotesco, volviendo a verla, Hela sonrió acercándose a ella, juntando demasiado sus rostros haciendo que sus respiraciones se mezclaran.
───No querrás saberlo. ¿Tienes fuerzas para moverte?.
───... Si... Mas o menos.
───Bien, vamos entonces───Se alejó de ella caminando a la puerta, viendo por la abertura de esta.
───¿Ir a dónde?───Pregunto viendo a Hela quejarse por lo bajo.
───Te llevare a Jótumhein. Debes mejorar.
───Mi madre, el padre de todo...
───Tu madre, está enterada pero no puede venir, y Odin, no está enterado de nada, gracias a mí. Ahora, apúrate.
Freya se mantuvo quieta por unos segundos antes de levantarse y sostenerse de Hela casi de inmediato cuando sus piernas fallaron, miro a otro lado cuando la azabache sonrió engreída, sosteniéndola firme antes de caminar a la puerta.
Ninguna hablo durante la apresurada caminata, Hela miraba cada tanto de reojo a la albina, procurando que su estado no decaiga hasta llegar al mundo de gigantes helados. Llegaron hasta la habitación de la azabache, pensando para irse sin ser descubiertas.
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