❦𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 1❦

—¡Hyo-ri!— gritó una niña de no mas de 12 años aporreando la puerta de la habitación de su hermana mayor.

—Una vez mas y te rompo la mano, niñata.— exclamó esta muy enfadada, soltaba humo por las orejas y todo.

Su hermana pequeña, atemorizada, salió corriendo gritando a su madre por el miedo y con las lágrimas brotando de sus azules ojos.

—Ahh, hermanas.— la mayor volvió a entrar al cuarto y cerró la puerta.

Hoy era su primer día en el preparatoria Jaewon. Y la verdad es que estaba muy emocionada. Con todo el asunto de la actuación y modelaje no había tenido mucho tiempo para ir a la escuela. Y aunque no asistiera, hacía todos sus trabajos en casa.

Así que, esta vez, se centraría mas en sus estudios y no en su trabajo de famosa. Solo esperaba que hiciera amigos fieles, y no interesados por el dinero como en su antiguo instituto.

De su armario sacó una bolsa grande y transparente, la cual contenía el uniforme de Hyo-ri.

Normalmente sería una falda corta, pero le dieron la oportunidad de escoger una larga y que no mostrara mucho. Al ponérselo, bajó a la cocina y vio a sus padres y hermana comiendo el desayuno.

—Buenos días, madre, padre.— los saludo formalmente.— Hola, pequeño demonio.

La pequeña de la familia solo le sacó la lengua en forma de burla. Y los padres, al ver que Hyo-ri tenía intención de propinarle un puñetazo en la cabeza la pararon.

—¡Hyo!— le dijo su madre. En un movimiento rápido la sentó en su silla, invitándola a comer su comida.

—¡Pero mamá! ¡A empezado ella!—

—Ahh, y tú Eun-ri. No vuelvas a faltarle el respeto a tu hermana.— le advirtió.

—Si, mami.— puso cara de angelito, como si no hubiera roto ningún plato.

—¡Serás...!—

—Basta, a comer.—

[•••]

—Adios mamá. Hasta luego, tonta.— se despidió la rubia.

—Yo también te quiero, hermanita.— respondió ella.

—Grr, maldita niñata.—

—Hyo-ri...— le dijo su madre.

—!Te quiero mamá!— la fémina se despidió de nuevo y se alejó del coche lujoso.

Caminó a dirección del instituto, enterando a dicho lugar.

Todo el mundo que pasaba se le quedaba mirando. Alguno sorprendidos y otros embobados.

—¿Esa es la super modelo, Nan Hyo-ri?—

—Es más guapa en persona.—

—¿Creés que me dé su número?—

Y mas comentarios así. La rubia ya estaba tan acostumbrada que ya la tenían harta.

En eso, un chico flacucho se acercó a ella. Con la intención de ligar con ella.

—Hola lin-.— no terminó de hablar por que Hyo-ri lo interrumpió.

—Piérdete.—

—¡Hyo-ri!— gritó alguien por detrás.

La rubia se giró sobre su eje y se fijó donde le llamaban. Vio que se trataba de su mejor amiga, Mary. Y al lado de ella se encontraba Vin.

—¡Mary!— la de ojos verdes abrazó a su amiga fuertemente, y luego se dirigió al chico.— Hola Vin.

—Hy-hyo-ri, hola. Em, e-estás muy linda.— dijo éste como pudo. Le ponía nervioso la cercanía de la chica.

—Quita.— la otra rubia apartó a su amigo y se acercó a Nan.— Me alegro de que hayas venido, y de que tus padres te hayan dejado. Eso es un milagro. Por cierto ¿Que departamento has elegido? Vin y yo el canto y baile.

—He escogido, bueno, más bien mis padres, han escogido el departamento de moda. Ya sabéis, el modelaje...— murmuró lo último la rubia.

—Que pena, me habría gustado que estuvieras con nosotros.— le dijo con tristeza su mejor amiga.

—Mejor que no, nos pegarás tu fealdad.— se metió el chico de gafas de sol a la conversación. Esa era su forma amable de tratar a las personas.

—Yo también te quiero, Vin.— le sonrió con ternura. Pudo jurar ver una pequeña sonrisa de victoria en su cara, pero lo dejó pasar.

De repente, los murmullos que se escuchaban sobre la chica cambiaron. Ahora se hablaba sobre (aparte de ella) el chico nuevo, quién estaba pasando ahora mismo por su lado. Nadie de su grupo de tres lo vio ni lo notó, solo ella.

Justo cuando estaban sus cuerpos al lado del otro, el chico giró su cabeza hacia la rubia. Y ella, por educación, le regaló una de sus sonrisas. Una de las que siempre hacen sonrojar a las personas. Y el no fue excepción.

Tenía que decirlo, era muy guapo el nuevo estudiante, pero no era para tanto. O bueno, para ella.

Hyo-ri tenía un gusto un poco raro en base a los hombres. Tatuajes, típico chico malo, pero tierno por dentro. Cosas así. Veía demasiadas películas de romance en casa.

En eso, el timbre de entrada a clases sonó en todo el recinto escolar.

—Vaya, supongo que nos veremos en la hora de comer.— comentó la modelo.

—Tu si que sabes, chica. Hasta luego.— Mary se fue despidiéndose con la mano. Mientras que Vin solo se quedó ahí parado.

Hyo-ri se rió por eso. Ya sabía lo que quería. Con solo un par de pasos se acercó a él y se puso de puntillas, para seguidamente propinarle un beso en su mejilla.

—Adios, Vin.— Nan también se despidió y entró a la preparatoria. Dejando al pobre chico quieto, sin ni siquiera mover un músculo. Se había quedado de piedra.

Volviendo con nuestra querida Hyo-ri, ella ya sabía cuál era su aula, pero no sabía dónde estaba situada. No conocía para nada la preparatoria Jaewon.

Por suerte para ella, pudo ver en el pasillo donde estaba más gente, así que optó por preguntar. Sería lo mas lógico.

La persona más cerca que estaba de ella, era un chico de pelo teñido. Entonces se acercó al extraño de mechones azules y rosas.

—Perdona.— dijo para llamar la atención del chico, cosa que si logró.— ¿Por casualidad no sabrás dónde está ésta clase?

La fémina le extendió el papelito con el numero del aula y el chico lo agarró, para poder verlo bien.

—Si, sé dónde está. Si quieres puedo llevarte ahora mismo. Está por donde voy ahora.— le respondió amablemente. Parecía un buen chico.

—Ahh, muchas gracias. Te lo agradecería mucho. Por cierto, ¿Eres del departamento de moda?—

—Siento defraudarte, pero soy del departamento de belleza.— los dos empezaron a caminar a la dirección de dónde decía.— Me llamo Eli Jang.

—Yo soy Hyo-ri Nan.— de pronto, el chico llamado Eli paró su andar. Ahí se dió cuenta de que le sonaba tanto la rubia.

—¡Sabía que me sonabas de algo! Eres la modelo que sale en las pantallas de los edificios. La modelo y ex-actriz, Nan Hyo-ri.— le dijo con una sonrisa alegre. Estaba contento de conocer a alguien famoso por primera vez.— Bueno, creo que ya hemos llegado. Espero que la siguiente vez no tengas que pedir ayuda.

—Intentaré ubicarme la próxima vez.— la muchacha de ojos verdes se rió con ganas.— Encantada de conocerte, Eli.

—Igualmente, Hyo-ri.— y con eso, el también se dirigió a su departamento.

La rubia de pelo largo se preparó, y con paso decidido entró a la qué sería su clase por unos cuantos años.

Cabe decir, que aunque no aparentaba estar nerviosa, lo estaba, mucho, cien por cien.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top