016
⎯¡Mamá, ya estoy en casa!—la niña dejo sus cosas donde debía como de costumbre.
⎯Hola Sophie.⎯le saludo su madre acercándose a ella para darle un abrazo.⎯¿Cómo te ha ido hoy?
⎯Bueno...⎯suspiro la niña con cansancio.⎯No fue mi mejor día.
No le podía decir que estuvo en la oficina del director, eso solo alarmaría a su madre y no quería aquello.
⎯Tranquila Sophie, las cosas van a mejorar.⎯dijo su madre en un intento de animarla, la niña le sonrió para no preocuparla.⎯Te he preparado el almuerzo y quiero ver que lo comas.
La niña asintió y se sentó a la mesa, comió lentamente aunque no tuviera demasiada hambre sólo quería que la hora llegará y salir con Gwen a buscar a su mejor amigo.
—Termine.—anuncio levantándose de la mesa, su madre la miro sin decir nada, eso le inquieto un poco.—¿Que ocurre?
Su madre vacilo un poco antes de apartar su vista de ella.
—Nada, no ocurre nada Sophie.
Sophie sabía que no le decía algo pero solo ignoro aquello.
Subió a su habitación, soltó un suspiro lleno de angustia y cansancio.
Tomo un baño intentando relajarse.
¿Llamaras a tus dos amiguitos muertos para defenderte? El idiota de Blake no podía defenderse ni estando vivo.
Cerro sus puños con fuerza al igual que sus ojos.
Finney y Robin no estaban muertos...solo estaban desaparecidos.
Ni siquiera podía pensar en que Finney o Robin podrían estar muertos, borró esa idea de su mente y así su corazón se sintió un poco más ligero.
Estuvo un largo rato en la bañera con su mente en blanco, no quería hablar con nadie, solo necesitaba a su mejor amigo de regreso.
—📞—
La hora de dormir había llegado, Sophie estaba recostada sobre su cama mientras que las mantas le llegaban al cuello, esperaba que su madre no notará nada extraño y solo se durmiera.
—Buenas noches Sophie.—se despidió su madre de ella dándole un beso en la frente.
—Buenas noches mamá.
La luz se apagó y lo siguiente que escucho fue la puerta de su madre cerrándose, espero unos minutos para asegurarse que su madre estuviera durmiendo.
Salió sigilosamente de su cama, se puso unas botas y un abrigo ya que era de noche.
Salió de su cuarto intentando hacer el menos ruido posible, bajo las escaleras, abrió la puerta contemplado las calles vacías en la noche fría.
Tomo su bicicleta y comenzó a pedalear hacia donde había acordado encontrarse con Gwen.
Al cabo de unos minutos vio a la pequeña Blake quien también llevaba un abrigo y estaba acompañada de su bicicleta.
—Sophie me alegra que hayas venido.—le agradeció la niña.
—Todo sea por encontrar a Finney.
Ambas empezaron a pedalear por las vacías calles de Denver.
Gwen le había dicho que solo había visto un viejo roble en sus sueños así que eso era lo que buscaban, Sophie ni por un segundo dudo en seguir a Gwen.
Pasaron varios minutos, la pequeña Blake negaba con la cabeza cada vez que veía un árbol ya que no era ese el que buscaban.
No hubo ningún rastro,no podían encontrar aquel viejo roble, sus piernas estaban agotadas y también el frío contribuía a el cansancio.
Habían pasado casi dos horas pedaleando por cada rincón buscando un árbol y no lo habían encontrado.
—Deberemos volver a casa.—le dijo Gwen con tristeza a su amiga.—Mañana seguiremos.
—Esta bien...—suspiro la castaña, ambas comenzaron a pedalear a sus hogares y en un cierto punto Sophie no pudo controlar su curiosidad ante las visiones de Gwen.—¿Gwen, cómo es que tienes visiones?
—Comenzaron al tiempo de que sucedieran las desapariciones al comienzo creía que eran pesadillas por miedo.—contó con brevedad.—Tarde en darme cuenta de que eran pistas, Dios me da pistas.
—¿Hablas con Dios?
—No, yo le rezo todas las noches antes de dormir y quizá por eso tengo sueños...no lo sé.
Luego de un rato ambas se separaron en dirección a sus hogares, Sophie entro con cautela a su casa cerrando con seguro la puerta de la entrada y luego se escabulló hacia su cuarto.
Una vez ahí se puso su pijama.
Se arrodilló frente a su cama juntando sus manos. Ella casi no rezaba, incluso carecía de la misma creencia que Gwen. Pero era su única esperanza, comenzaba a creer más que nunca.
—Hola Dios...—murmuro, cerro sus ojos con fuerza.—Se que jamás rezo pero creo en ti y se que me estás escuchando entonces...Dios te pido que le des visiones más claras a Gwen, lo que sea para que podamos encontrar la ubicación de Finn por favor, si lo haces prometo rezar todas las noches durante toda mí vida y le diré a Finney lo que siento pero por favor ayúdanos encontrarlo, amén.
Jamás le había pedido algo a Dios era algo muy inusual para ella rezar, jamás lo había echo pero ahora era diferente...ahora Finney estaba perdido y si rezarle a Dios ayudaba a encontrar a Finney rezaría todas las noches.
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