013
La semana había pasado rápido, las clases eran aburridas.
El pueblo de Denver seguía preocupado por los niños que vivían en el, la policía estaba día y noche trabajando por encontrar pistas de El Raptor y el grupo de amigos seguía con un pequeño vacío en su corazón ante la desaparición de Robin todos los días hablaban de él, todos los días Sophie veía pasar al tío de Robin pegar folletos de su sobrino y eso le dolía mucho.
En cuanto a Finney...su mejor amigo, la semana no habían sido tan mala con él a su lado ya que Finney siempre decía algo para hacerla reír y lo lograba.
Con él a su lado todo lo malo que ocurría parecía olvidarlo, podría llegar a admitir que su madre no estaba equivocada y que le gustaba Finney...pero solo un poco.
Y no era algo de lo que estaba feliz, enamorarse de su mejor amigo no estaba planeado ni en un millón de años.
—📞—
—Me tranquiliza saber qué es viernes, no aguanto un día más aquí.—se quejo Gwen en los últimos días la escuela estaba repleta de exámenes, Sophie asintió estando de acuerdo con su amiga.
—Apenas comenzó el día y ya andan quejándose.—se río el rubio mirando a ambas niñas.
—¡Oye idiota!—el trío conocía perfectamente esa voz.—Arellano ya no está.
El grupo de chicos se acercaban a ellos, más bien a Finney quien ya tenía una cara de temor en su rostro, al segundo comenzó a correr mientras los chicos le seguían.
—¡Esos bastardos!—se quejo Sophie, ambas corrieron a ayudar a Finney, cuando se acercaron al lugar vieron a Finney tirado mientras esté recibía patadas.
Gwen se apresuró y tomo una piedra, Sophie imitó su acción.
—¡A ver qué tan valiente eres pelirrojo de mierda!—grito Gwen lanzando la piedra golpeando a un chico en la cabeza.
—¡Déjenlo en paz!—Sophie le tiro la piedra a un niño que estaba al lado del pelirrojo. Le dio, pero rápidamente el niño se levantó acercándose a ella.
—¡No, no con ellas no!—grito Finney al ver que su hermana recibió una patada en la boca y comenzaba a sangrar.
Sophie esquivo el primer golpe y le alcanzó a dar un puñetazo en la nariz al niño pero no esperaba una patada justo en medio del estómago.
—¡Déjenla!—volvio a gritar el rubio siendo ignorado.
Luego de un rato los chicos finalmente se marcharon, Sophie se acercó a ambos preocupada.
—Mierda.—se quejo la castaña, le ardía la zona del golpe.—Vamos a la enfermería.
Ayudó a Finney a levantarse junto con Gwen, él la miró con algo de vergüenza pues ella había sido lastimada por su culpa solo porque él no sabía cómo defenderse, era un total cobarde.
—No lo digas.—Sophie miró a Finney, sabía que él se disculparía con ella.—No lo digas por favor, soy tu mejor amiga y estoy dispuesta a defenderte.
—Deberia ser al revés...
Al llegar a la enfermería fueron atendidos he interrogados por quién fueron atacados pero se negaban a dar nombres, sabían que si los acusaban luego les iría mucho peor.
La enfermera se quedo atendiendo por un rato a Gwen, quién estaba un más grave que Finney y Sophie ya que su boca no paraba de sangrar.
Sophie limpio la sangre en su nariz con una gasa, Finney aún miraba el suelo algo avergonzado.
—A ver, déjame verte.—Sophie se acercó a su rostro limpiando con una gasa nueva la nariz de su amigo.—Finney...
—Se que eres mi amiga, sé que me defenderías aunque te pida no hacerlo.—le dijo él mirándola a los ojos.—Pero no puedo permitirlo, no quiero que te lastimen porque soy un maldito cobarde que no sabe defenderse.
—Finney, ya para...
—Si vuelve a pasar algo así no quiero que me ayudes Sophie, no quiero que te lastimen unos golpes no me harán daño pero si te lastiman a ti ningún golpe se compararía al dolor de saber que fuiste lastimada por mi culpa.
Sophie tomo su rostro para que él no apartará la mirada como siempre acostumbraba a hacer.
—Deja de decir eso Finney tú no eres un cobarde, siempre que te golpean te levantas sin importar qué, soy...soy tu amiga, no me importa si me lo prohibes o si te enojas yo jamás dejaré de defenderte, recibiré cuántos golpes sean necesarios, ambos estamos en esto.
Finney solo se le quedo viendo y fue cuando supo que era afortunado de tenerla a su lado.
Abrazó a su amiga con fuerza mientras sentía su corazón latir con fuerza y cerró los ojos ignorando eso.
—Te quiero demasiado Sophie y hablo en serio.
Sophie sonrió al escuchar eso mientras que sentía devuelta aquella sensación.
—Te quiero Finn...
Ambos se separaron del abrazo con una sonrisa en su rostro, esperaron un rato a Gwen y luego fueron a sus clases.
Obviamente todos tenían que murmurar sobre lo que había pasado.
—¿Estan bien?—Donna se acercó a ellos preocupada.
—Si, no te preocupes.—dijo Sophie, aunque no estaba del todo bien.
—Esos chicos son unos completos idiotas.—dijo la chica un poco enojada.
—Si, en eso tienes razón.—le dijo Finney dejando sus cuadernos sobre su mesa.
—Estudiantes.—el profesor entro y todos comenzaron a sentarse.
Sophie se sentó junto a Finney,le sonrió y él también lo hizo.
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