—Te noto muy callada cielo.—su madre había regresado hace ya unas horas y la preocupación de que algo le sucedió a Bruce no salía de la cabeza de la niña.—¿Sophie?

—No es nada, solo pensaba.—le mintió a su madre, sabía que no le creería en absoluto.

—¿En qué pensabas?

—Nada en especial.—le respondió dándole una sonrisa para que no se preocupara su madre.

—¿Finney no tiene nada que ver en tus pensamientos?

—Mamá.—se quejó Sophie frustrada, su madre solto una carcajada ante su rostro.—No estoy pensando en Finn.

—Claro, claro.—dijo su madre sin creerle.

Su madre sirvió la cena y se sentaron a mirar televisión como hacían de costumbre.

—Se reporta la desaparición de Bruce Yamada un niño de 13 años, desapareció hoy en la tarde mientras volvía de la escuela. Si alguien tiene alguna información de su panadero podría comunicarse al siguiente número...

Sophie sintió como si le echarán un balde de agua fría en su espalda. Generalmente se reportaban personas desaparecidas luego de 24 horas pero no en Denver, no con los niños.

—Oh pobre niño, no me imagino el dolor de sus padres.—dijo su madre entristecida, miro a su hija ella estaba pálida y asustada, la visión de Gwen estaba en lo correcto.—¿Lo conocías?

—Él jugo hoy en el partido contra Finn...—su voz salió trémula, Gwen había acertado, Bruce acababa de desaparecer, sintió un hueco en su estómago.—Ya no tengo hambre mamá...

—Sophie intenta comer un poco, entiendo que estés asustada, pero debes comer.

Sophie asintió sin insistir, aunque apenas si pudo comer y esa noche no leyó como de costumbre, simplemente se recostó sobre su cama.
Gwen predijo la desaparición de Bruce mediante un sueño, no podía creerlo.

No quería imaginar cómo se sentía Gwen cuando se enterase de la noticia. Esperaba que Bruce apareciera.

—Mierda...—susurro, en el fondo de su corazón sabía que si había sido El Raptor no encontrarían a los niños de la forma que querían, no volverían a ver a Bruce...cuatro niños fueron raptados y la cuenta seguía...ella lo sabía.

—📞—

Abrió los ojos con dificultad al escuchar su alarma y con pereza se levantó, arreglo y vistió como todas las mañanas.

—Buenos días...—saludo a su madre en un murmuro y se sentó para comenzar a desayunar.

—Buenos días cariño.—su madre le tendió un vaso de jugo y unas tostadas.

Desayuno con tranquilidad hasta que Finney y Gwen tocaron a la puerta.

—Nos vemos mamá.—se despidió de su madre con un beso.

El ambiente de las calles cambiaba por completo cuando ocurrían las desapariciones. Más cuando en niño era conocido por toda la escuela y querido por todos. Bruce no solo era conocido en su escuela si no también por los vecinos ya que su sonrisa y carisma cautivaba a muchos.

De camino a la escuela se encontraron con un folleto pegado, eran los datos de Bruce y su foto con la fecha de desaparición. Gwen y Sophie se dieron una mirada llena de temor.

—Nos vemos después de clase.—la niña se despidió entrando a su aula.

—Pobre de su hermana...—Finney mordió su labio asustado.—Debe ser horrible.

—Si...—murmuro con tristeza la castaña, entraron a su clase y se sentaron juntos.

Robin estaba sentado en la mesa de atrás.

—¿Ya lo han visto?—pregunto el chico y ambos asintieron.—En el receso nos pedirán que vayamos al gimnasio, nos hablarán sobre los datos de su desaparición. Igual que el año anterior.

—¿Creen que lo encuentren?—les pregunto Finney, Robin y Sophie se miraron entre si para luego mirar a Finn.

—Finney, ya sabes como es esto...

Robin lo miro apenado, no era él único que había perdido la esperanza. Finney solo asintió triste. Sintió una mano cálida apoyarse en la suya.

Sophie lo miro y aunque él no lo dijera ella sabía que temía ser uno de los próximos niños desaparecidos. Entrelazó sus dedos y soltó un suspiro intentando tranquilizarse.

—Siempre de espectador, nunca protagonista.—hablo Robin llamando la atención de ambos, se sonrojaron un poco pero aún así no soltaron sus manos.

La profesora entró al aula y hablo con los alumnos sobre Bruce. Desde ayer en la tarde el llevaba desaparecido, justo después de que el partido de béisbol terminara y la policía no revelaba nada al respecto aún.

Al tocar el receso los profesores les pidieron a todos los alumnos que se reunieran en el gimnasio.

—La policía nos ha informado hace unos minutos que encontraron la bicicleta en la que iba Bruce.—informo la directora con tristeza.—En estos momentos la hermanita de Bruce necesita el apoyo de todos, a partir de la semana próxima se hará un grupo a voluntad para buscar a Bruce, aquellos que quieran unirse estarán en el parque luego de la escuela. La escuela les pide a todos los niños y niñas que por favor tengan cuidado al andar por las calles, lamentablemente debemos pasar esta situación horrible.

Luego de aquello todos comenzaron a dirigirse al patio donde Finney, Sophie y Robin se encontraron con Gwen, la niña se notaba muy preocupada.

—¿Podemos hablar?—le pregunto Gwen a Sophie,ella asintió. Se alejaron un poco de los chicos, ellos las miraron confundidos pero no se preguntaron nada.—Anoche soñe con globos negros, logré distinguir a Bruce pero estaba rodeado de globos negros.

—Mierda, Gwen deberíamos decirle a alguien aunque crean que somos locas, tus sueños no son sólo sueños.—le dijo Sophie a la niña. Ella miró al suelo.

—Se lo dije a su hermana.—dijo Gwen.—A la hermana de Bruce.

La castaña la miro alarmada, quizá no había sido buena idea que se lo dijera.

—¿Como se lo ha tomado?

—Dice que yo he visto algo y no se lo he dicho a la policía. Quizá me acuse con la policía.

—No pueden acusarte de nada Gwen.

—Cierto...vamos con los chicos, ya no quiero pensar más en esto, en toda la clase no he dejado de pensar en eso.

—Esta bien, vamos Gwen.