▬ ⩇⩇ ‹ 𝗦wor𝗱 & 𝘀𝘁𝗮𝗸eout
﹙ѕємι-мутнιcαℓ creαтυre αυ﹚ ᵎ .𓄹
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¿𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐄𝐌𝐏𝐄𝐙𝐎 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐄𝐒𝐓𝐎? ¿𝐃𝐄𝐒𝐃𝐄 𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐒𝐔 𝐌𝐈𝐒𝐈𝐎𝐍 𝐒𝐄 𝐃𝐄𝐒𝐕𝐈𝐎 𝐓𝐀𝐍𝐓𝐎? ¿Cuanto tiempo han estado así? Y por sobretodo, ¿Por que los labios de este jodido vampiro son tan desgraciadamente adictivos?

La noción del tiempo se esfumo en segundos, ni recordaba bien como llegó a este punto, lo último que recordaba es estar en un combate con aquel vampiro de joyas cereza malditamente atractivo, de un segundo a otro pasaron de un combate a estar prácticamente comiéndose la boca sobre el escritorio del vampiro ya nombrado, sí, de alguna forma llegaron a esto sin darse cuenta como precisamente. De pasada no más, noto lo peligroso que este hombre bebedor de sangre, no solo es el mayordomo y mano derecha del jefe de este palacio.

Aparentemente es un duque y probablemente uno de los progenitores de los vampiros al ser de los más antiguos, capaces de conceder en su mordida y sangre otros de la raza.

Lo cual es sencillamente preocupante, suficiente tenían con el Duque de la oscuridad, de no ser por la Agencia armada de detectives hubiera sido imposible sellar la habilidad de Stoker, el segundo progenitor de los vampiros, secuestrado por el ex-comandante y así entre sus detestables manos el poder de crear y manipular vampiros con el objetivo de tener sus calamitosos planes. Sin abarcar mucho el tema, él ingreso a la Agencia armada de detectives, donde hace poco se le fue asignada la misión junto a algunos compañeros de ir a buscar a los últimos progenitores vampiros con tal de detenerlos, que no existan más vampiros, pues al sellar la habilidad de Stoker se deshicieron de gran parte de los vampiros.

Y de algún modo, llego a este punto, comiéndose la boca con el vampiro que hace minutos enfrento con intensiones asesinas sobre un escritorio.

Tanto el detective como el vampiro sin saber como carajos empezó esto.

Desde hace ya rato escuchaba los pasos de inútiles humanos, trato de mantenerse pacífico metido en su lectura pero todo se fue al carajo cuando su hermana menor le comunicó que algunos de esos humanos no solo son detectives, también iban en su búsqueda, donde se barajaba la probabilidad de que acabarán con la vida la tercera progenitora y mínimo cinco más de los doce progenitores que han existido y existen.

Algo que por mucho que detestara no podía permitir tan a la ligera, después de todo esos detectives son parte de la misma organización que sello al segundo progenitor hace únicamente dos años, no se baraja la probabilidad a menos que lo sientan necesario, y para su desgracia lo es.

Jouno dejo a un lado aquel libro en braile, no requería oxigeno pero tomó una bocanada como si la necesitará, sujeto la espada enfundada a su lado con desdén caminando a paso lento dirigiéndose a las pisadas de alguno que en breves se metería a la biblioteca parecida a un laberinto, plasmado en su rostro una sonrisa de tintes sádicos deslumbró, se reía en voz baja casi como una burla indirecta, no era un humano inútil como todos los otros, es un detective implacable de aquellos que sellaron al Duque de la oscuridad, solo podía pensar en que finalmente tendría una buena batalla.

Saltando a uno de los libreros, desde la altura buscaba al detective, al encontrarlo de espaldas sus dientes aumentaron de tamaño un poco, lucían más afilados, ese tipo olía delicioso y su sangre debía ser increíblemente dulce, como a él le gusta, bajo del librero quedando detrás del detective de ojos ámbar que dio media vuelta, revisando al hombre frente a él notando de inmediato que aquel albino es uno de la raza de bebedores de sangre, sin saber que es uno de los dichosos progenitores y mucho menos un cruel hombre.

El desdén se palpaba en el ambiente, claramente el castaño no muy contento por quien tenía en frente mientras que el de terminaciones rojas se sentía feliz de tener un oponente que le daría pelea, como nunca nadie fue capaz, pero en su lugar el de marcas bajo el ojo se le acercó a examinarlo, deslizando sus manos por las mejillas del albino tranquilamente, pensando que al ser mordido por otro progenitor no fue liberado de la maldición de los vampiros, el más bajo no supo como reaccionar quedando inmóvil en su puesto permitiendo que él otro lo examine, que se tome su tiempo.

Siente sus mejillas calentarse, sabe que él no lo percibe como peligroso, creyendo que es un afectado más que debe ser ayudado pata sacarlo de un mundo de oscuridad, esta seguro que el de marcas bajo su ojo lo analiza buscando alguna herida a tratar antes de eliminarse la parte vampirica a salvarlo, se le hace tan amable, siente el delicado tacto en su rostro, deslizándose por sus párpados, Suehiro lo observa curioso viendo con ganas de ayudar.

Se desliza por su frente, luego su nariz seguido de los párpados para después tocar sus mejillas y mandíbula, seguido de los labios mientras mantenía una expresión vacía con un poco de suavidad.

Ah, Tetchou es demasiado amable, tiene corazón dorado, no es ningún tipo de monstruo, siente la tela de los guantes del hombre con él sobre sus labios, posteriormente las yemas de los dedos sobre sus colmillos, los cuales aumentan de tamaño sediento de la sangre de aroma dulce que Tetchou posee.

Jouno no resiste más a sus instintos vampiricos, se relame los labios debido al dulce aroma hormigeando, el detective lo nota y por reacción posa la palma de su mano libre sobre la empuñadura de la espada mientras que seguía analizando al vampiro, dándose cuenta que la última vez que consumió sangre fue hace un par de horas, en su rostro aparece una mueca.

Vaya, el vampiro se sintió bastante mal al escuchar como la expresión vacía del contrario es reemplazada por una mueca, de cierta forma se siente mal.

── "Oh-, su rostro debe ser tan hermoso, que lastima que lo arruine por no compartir mi gusto por la sangre" ──. Lo decía mentalmente como si fuera totalmente normal, aunque no lo es en lo más mínimo. ── ¿Cuál es tu nombre? ──. Corta las palabras ahí, sonriendo contento. ── Saigiku ¿Y tú? ──. Fue su única respuesta. ── ¿Solo Saigiku? ──. Asiente, el castaño suspira. ── Tetchou ──. Dice tomando distancia del vampiro.

Y cuando iba a tomar la palabra nuevamente, Saigiku es tentado por su insaciable sed de sangre.

Sus instintos son más fuertes, se agacha sujetando su propia espada y simplemente se lanza contra el detective enseñando los colmillos con una cruel sonrisa, el detective reacciona rápido bloqueando el corte con el katana, viéndose obligado a sujetar del tobillo al vampiro que casi le da una patada en la cabeza, debido a un corte del duque, se separan en lo que Jouno se sube nuevamente a uno de los libreros mientras Suehiro alzó su katana.

La hoja de la katana evita ser tirado al suelo por tener al vampiro encima suyo, no toman una separación por el ataque del detective donde forcejean por unos segundos, pues el castaño físicamente tiene un poco más de fuerza que el duque, aunque la diferencia sea escasa logra acorralarlo, por unos minutos largos lucharon.

Sin recordar cierto día en el pasado.

── ¡Neh, Giku, toma!

── Una espada ¿Hah?

── Es para entrenar, un bokken. Soy de linaje samurai, tiendo a entrenar mucho

── Ah~ Tetchou-san ¿Te gustaría combatir juntos contra seres sobrenaturales en un futuro?

── ¡Adelante!

Niños inocentes, es demasiado avaricioso querer luchar juntos, deberían pagar por su avaricia.

Un último día, uno que por segundos apareció en el campo de vista del detective.

Dando la oportunidad al duque de acorralarlo contra la pared, enterrando su espada en la ropa del más alto y la pared inmovilizandolo ahí al sentarse a horcajadas sobre el regazo del contrario mientras sujetaba sus manos sobre su cabeza. Los pómulos de Tetchou ardieron en carmesi al sentir los dedos de Jouno sujetando con fuerza su mandíbula, moviendo hacía un lado la cabeza del castaño para obtener acceso al cuello, y el de orbes ámbar se sentía nervioso mas no incómodo, de alguna forma estar con ese vampiro no se sentía tan mal como cualquiera pensaría.

El Duque se relamio los labios, sus ojos cereza entrecerrados transmitían un anhelo que hace año no veía, reconoció aquellas joyas cereza, las reconocería en cualquier mundo o dimensión, tan únicos, joyas color cereza brillantes y dulces deslumbrando galaxias y auroras boreales, ojos realmente bonitos pero ciegos, todo por una lucha entre vampiros. Los recuerdos fueron instantáneos al recibir un golpe en la cabeza cuando lo apresaron contra la pared, se mordió el labio inferior recordando a su compañero de aventuras.

Cuando solían ser pequeños infantes que amaban entrenar en el dojo de la familia samurai, porque soñaban con servir para aquellos que luchaban contra las criaturas sobrenaturales que disfrutaban de matar personas, a pesar de el parecido con Saigiku, él desde pequeño fue como un vampiro amante del dolor de otros, hasta Suehiro alguna vez lo dijo. Y hoy en día, lo mordieron, a sus seis años cuando salieron junto al padre del castaño a cazar criaturas sobrenaturales, el albino fue mordido por un vampiro cuando mandó al moreno huir. No quedaban rastros del joven que fue, es un duque vampiro, el octavo progenitor debido a ser de los pocos mordidos directamente por un progenitor, ascendió sin problemas hasta ser un duque, por volutad propia sirvio al matrimonio Dostoyevsky, Nikolai Dostoyevsky y Fyodor Dostoyevsky, el tercer y cuarto progenitor.

Y ahora, podría convertir a Tetchou en un progenitor, ser mordido por un duque significa que puedes convertir en vampiros a las personas sin necesidad del permiso de uno de los progenitores.

Las frías palmas de las manos de ese fallecido viviente por la sangre recorren el cuello del detective, la fuerza vamprica aumenta junto a su hambre, mueve el abrigo, acercando sus colmillos y labios al cuello, el dulce aroma de la sangre se impregna mientras escucha los latidos del corazón de su querido compañero de aventuras pese a no reconocerlo bien, ajusta sus colmillos al cuello, fácilmente provoca un quejido en ambos introduciendo sus colmillos como dagas atravesando la piel de un animal, consume la sangre con cuidado.

Es tal y como lo imagino, tan dulce y satisfactorio, ama este sentimiento, decide convertirlo en vampiro para estar juntos pero antes de poder inyectar de su propia sangre noble por medio de la mordida, cambian de lugares, ahora es el Duque el acorralado, aunque ya no están en el suelo, sus labios se acercan, una añoranza de hace tanto es atendida y. . .

── ¡Agh, Tetchou-san!

Abrió lo más que pudo sus ojos, un agudo dolor y escupiendo sangre, su pecho se tiñe de escarlata cayendo al suelo con respiración dolorosa, fue atravesado por una estaca envenenada.

Traición, él lo ha traicionado sin dudar, le hizo pensar que le daría finalmente el beso que quería y simplemente le atravesó el pecho con una estaca. Estaca envenenada, el detective sujeta el cuerpo débil del vampiro albino ya afectado, las estacas con veneno duelen tanto si no se ha consumido dosis correctas de sangre para cada vampiro, y por ser tan caprichoso no lo ha consumido. Lo deja en su escritorio, dispuesto a apuñararlo sin embargo está vez si dará al corazón, pero primero, Jouno obtendrá lo que quiere.

Toma los labios de su acompañante entre los suyos, iniciando un beso que Tetchou no pudo evitar después de tanto anhelo de esto.

Sin necesidad de palabras, se han reconocido, uno por el golpe y el otro por sentir su corazón latir --¿esa cosa siquiera estaba viva?--.

¿Tan sencillo fue acabar comiéndose la boca con el vampiro mientras clavaba la estaca en el corazón del mismo?

Saigiku sentado sobre el escritorio con Suehiro inclinado hacía él, sus bocas encajaban perfectamente, la sangre cayendo por el labio inferior del vampiro mientras sus lenguas bailaban en busca del dominio, una especie de lucha que el castaño acabó por ganar.

La estaca fue introducida lentamente al vampiro, que solo gemia de dolor a través del beso, poco a poco esfumando la vida del vampiro y del detective. Pues la espada que el ciego nunca soltó acabó atravesando el corazón del detective. Mientras se fundían en un ansioso y apasionado beso, atravesaban el corazón del otro hasta la muerte.

Una muerte en luna llena, donde la luna está teñida del escarlata que escurre por las heridas de ambos, bajo el estrellado cielo nocturno se unen en aquel palacio plagado de criaturas distintas, principalmente vampiros y detectives buscando la raíz de gran parte de los problemas. Colores opacos pintan el cielo, los astros adornan resplandecientes la oscuridad profunda de la noche, la luna roja llena se alza a lo más alto bañando el palacio de un tono escarlata, incluyendo la torre donde se ubicaba el escritorio del duque y mayordomo vampirico. Donde Tetchou y Jouno se juraban el amor eterno que no pudieron de niños.

Y también donde la estaca atravesó el pecho del vampiro Jouno Saigiku; Donde la espada atravesó el pecho del detective Suehiro Tetchou. Ambos causando la sangre escurrir con una sonrisa interna mientras se besaban. Una estaca y una espada acabando con ellos.

Únicamente esos dos objetos, bastaron para que los amantes acabarán con la vida del otro.

Owari no seraph me afecta-
Y lamento si el orden esta raro,
wattpad me lo deja mal

    ©𝐊𝐚𝐠𝐚𝐲𝐚𝐤𝐢--𝐇𝐢𝐤𝐚𝐫𝐢-𝐍𝐲𝐱 ﹗