IV
Chapter 4:-
Rosé dio vueltas en su oficina toda la tarde, se sentía molesta, frustrada, avergonzada, pero más que nada, se sentía estúpida. Se sentó. Su oficina era una jaula en ese momento, una linda jaula de paredes color crema, un bello escritorio en caoba y una de las más espectaculares vistas del centro de Seúl.
-¿Por qué de todas las personas en el mundo tenía que acostarme con "El tigre" Park Jimin? .-refunfuñaba mientras mordía la punta de su bolígrafo y se incorporaba en su escritorio. Cambió de posición y volvió a ponerse en pie. Miró el paisaje y luego el reloj de la pared, eran las cuatro treinta, aún faltaba una hora y media para que pudiera irse a casa.
Exasperada se pasó la mano por los cabellos sueltos y rascó su nuca, de verdad quería irse.
-Y lo peor ¡es que no sé que ni por qué estoy de mal genio! .-gruñó para sí misma. En ese momento sonó su móvil celular, y el tono le resultó inesperadamente ruidoso. Esperó a que sonara dos veces más y luego contesto.
-Hola.-saludó ella secamente.
-¡Huy!, sí así me contestas mejor no te llamo.-escuchó que le decía una voz masculina y juguetona del otro lado la línea.
-Pues digamos que ahora no es el mejor momento para que me llames Yoongi.
-¿Alerta naranja?
-Carmesí .-corrigió ella y sonrió amargamente.
-Te llamaré después entonces.-le dijo él, y por alguna razón Rosé sintió que le sonreía del otro lado del teléfono.
Él siempre sonríe
Se pasó la mano por el rostro y vio nuevamente el reloj, eran las seis y treinta y siente. Se exasperó, tomó una píldora y decidió irse a casa sin importar cuanto trabajo quedaba en su escritorio.
Agarró su bolso del suelo y se encaminó a la salida, sin embargo la detuvo el mensajero de la empresa.
-¿Qué sucede Jisung? .-pregunto la fémina tratando de no explotar frente al chico que acababa de entrar a su oficina.
-Señorita Park .-pronuncio tímidamente.- he traído el dinero que me dio para buscar su carro.
-¿Por qué? ¿No tuviste tiempo de irlo a buscar? .-cuestiono sin darle mucha importancia.
- No es eso, señorita, lo que pasa es que ...
-¿Lo que pasa es qué? .-cuestiono impaciente.
-Que la cuenta subió de precio, porque lo dejo más de doce horas estacionado, señorita Park .-explico arrastrando las palabras.
Rosé abrió los ojos de par en par por la sorpresa, era una cifra totalmente absurda. Respiró lenta, aunque audiblemente furiosa. Para ese entonces, Jisung se habia arrepentido de haberle dicho a su superior tal cosa.
-Ya veo .-dijo ella después de un par de minutos de silencio mientras asentía.-Entonces voy a tener que ir por él personalmente.
-Lo siento, señorita Park.-le dijo el muchacho dándole el dinero y saliendo rápidamente de la oficina, no sin antes hacer una ágil reverencia en 90°.
La rubia lo miró irse con los hombros caídos y se distrajo de su mal humor. Suspiró largamente, ya no importaba. Guardó el dinero en su bolso y bajó al primer piso. Pidió un taxi y le indicó a donde llegar.
Cuando llegó al bar, paso directamente a la caja para así poder pagar, pero al momento de sacar su tarjeta de crédito miro al costado y se sobresaltó al ver a Park Jimin gritándole al encargado del estacionamiento.
Se hizo el silencio cuando se dieron cuenta de su presencia, Jimin frunció aun más el ceño.
-Disculpen.-comenzó ella.-pero vine a pagar la cuenta de estacionamiento.
-¿Vas a pagarla? .-le preguntó Jimin fulminándola con la mirada.
-¿Te importa? .-le espetó algo molesta, se colocó sus audífonos y estiró su mano para entregar la tarjeta al encargado. El pelinegro apretó los dientes, y en un movimiento brusco le quitó los audífonos.
-¡Si me importa! Yo no pienso pagar por eso .-gruñó mirándola a los ojos.
Rosé quiso matarlo a golpes. "Eres tan egocéntrico", pensó mientras replicaba.
-¡Pues ese eres tú! ¡Yo sí voy a pagarlo!
-Si tú lo pagas, me harás más difícil la negociación .-refunfuñó el mayor.
-Sólo déjate de estupideces y paga, o en dos horas se te harán veinticuatro horas de parqueo.-le discutió Rosé endureciendo la mirada. Luego trató nuevamente de darle la tarjeta de crédito al chico que atendía la caja, sin embargo Jimin la tomó de la muñeca con fuerza.
-Pensaba pagar, pero no 500 mil ¡Es absurdo! .-exclamó el de cabellos negros mientras la arrastraba fuera de allí. La menor rodó los ojos e intentó zafarse, pero no pudo y solamente recobró su libertad cuando él la hubo soltado.
-Pero ¡¿Qué es lo que te pasa, cabrón?! .-le gritó ella en la mitad de la calle.
-Ya te lo dije, me complicas las cosas si pagas .-le explicó Park, adaptando una posición más seria, colocando las manos dentro de los bolsillos. Rosé lo miró de arriba abajo y alzó las cejas.
-¿Tienes idea de cuantas gente paga el parqueo aquí? Si lo pagó o no igual te van a poner trabas.
-Tú sólo hazme caso y déjamelo a mí, ¿está bien?- le pidió cruzándose de brazos. La fémina lo miró suspicaz y él suspiró agotado.-El punto es, cariño, que estás exactamente en la misma condición que yo, o ¿acaso crees que todos pagan más de 500 mil wones en estacionamiento todos los días?
-Bueno, no, pero sale más caro con abogado además, ¿qué vas a demandar? ¿Secuestro automovilístico? .-dijo sarcástica. Él sonrió prepotente.
-Dame tres días, te aseguro que puedo solucionar esto sin llegar a la corte.
-¿Sólo por tu lindo nombre? Uses lo que uses, te va a salir costoso.
-Roseanne, cariño, te sorprendería lo que hace mi lindo nombre.-le guiño sonriente.
-No lo creo.-negaba.-De todos modos sacaras tu auto, y seguramente, yo deberé pagar una multa de quinientos mil, no gracias.
-También sacare tu auto.-le decía, a lo que la contraria aun no lo aceptaba.
-¿Y si no lo logras? .-espeto alzando una ceja.
-Yo siempre lo logro.
-¡Park Jimin!
-Bien, te diré algo, déjame esto a mí y si no lo logro. Igualmente pagaré lo que sea para pagar tu cuenta, ¿trato? .-propuso extendiendo su mano, Rosé suspiro y la acepto resignada.
-Está bien, está bien, sólo deja que me vaya a mi casa, ya no quiero verte la cara de idiota egocéntrico ni un minuto más.
Jimin se sobresaltó por ese comentario, realmente no se lo esperaba, luego rio entre dientes. Chaeyoung lo miró patidifusa, sin embargo, decidió no darle importancia y se encaminó a buscar un taxi dado que de verdad no tenía ánimos de seguir viéndolo.
-Oye Park.-la llamó Jimin, dándole alcance con facilidad.
-¿Qué? .-se volvio sin ganas.
-Realmente, eres malditamente interesante.-soltó él mirándola detenerse en seco, la expresión de Rosé era indescriptiblemente graciosa. Se notaba que estaba molesta.
-Y tú increíblemente irritante .-le respondió la rubia con una sonrisa irónica.-¿Se puede saber por qué aún te tengo enfrente de mí? .-cuestiono colocando una de sus manos sobre su cintura.
-Me divierto molestándote, tienes mal carácter.-señaló de manera descarada, Rosé se sintió avergonzada.
-¡Qué mal educado!.-exclamo golpeado el suelo con su tacón.-Me conociste apenas esta mañana, y ya me estas molestando.
-Corrección, nos conocimos muy bien ayer y de un modo bastante lejos de los patrones de educación, mi pequeña dama.-pronuncio, para después soltar una audible carcajada.
Entonces, sin más ni más, Rosé llamó un taxi. Jimin escucho como le indicaba la dirección del edificio al conductor , y sin tiempo de decirle nada, miró el auto doblar dos esquinas más adelante.
-Nos vemos mañana, rubia.
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Jimin tomó otro taxi y llegó a su propio apartamento. Se quitó los zapatos con los talones, se desajustó la corbata y se sentó en el sillón.
-Roseanne Park.-dejó salir en un suspiro con el rostro serio, luego frunció el ceño. En la soledad solo podía escuchar las molestas palabras que Kang Seulgi le había dicho, repitiéndose una y otra vez en su cabeza.
Maldita perra. Yo no estoy mal, tú estás mal
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Entre tanto, la cansada empresaria salía de la ducha de su apartamento, tenía los cabellos mojados y sólo la cubría una toalla. Vio su cama y se tiró de cara a la almohada. Si bien no pasaban de las siete de la noche, pero ella nada más deseaba tirarse en la cama y no abrir los ojos hasta la mañana siguiente.
-"Estúpido".-dijo ininteligiblemente sin despegar su rostro de la cama, a estas alturas ya sabía que la tenía de mal genio: Todo.
Jaehyun y sus excusas absurdas, Jimin y su desquiciante personalidad bipolar, el estúpido destino y la quimera de sentimientos alborotados que le estaban aplastando el diafragma.
Sonó entonces, en el desgarrador silencio de su soledad, su teléfono móvil. Estaba en el fondo de su bolso, en medio de la sala, pero aun así ella podía escuchar claramente el molesto tono de una llamada entrante.
Ni si quiera se molesto en moverse, simplemente esperó a que dejara de sonar.
Un par de minutos después sonó el teléfono fijo, junto a su cama. Se estiró de mala gana y sin levantar la cabeza de la almohada musito un simple"Hola".
-Quita la cara de la almohada, jovencita.-le ordenó una dulce voz femenina de acento Tailandés.
-Déjame en paz, Lili.-susurró al teléfono, dando vueltas en la cama.
-Nada de "Déjame en paz, Lili". Yoongi dijo que estabas mal, ¿qué te pasó?
-¿Qué más quiere que me pase Lalisa Manoban? .-cuestionó indignada. Podía sentir como se le aguaban los ojos.
-Dame el recibo.-le pidió su amiga dulcemente.
-Haber, mi novio de tres años cancela nuestro compromiso, porque no sabe realmente si me ama o no. Voy ¡por primera vez!, a ahogar mis penas en alcohol y ¡Oh, sorpresa! Termino acostándome con "El tigre" Park Jimin, y como cereza del pastel, nuestras empresas se acaban de hacer socias, por lo que seguiré viendo su egocéntrica cara el suficiente tiempo para terminar matándolo e ir a la cárcel después por ello. ¿Algo más?
Lisa guardo un par de minutos de silencio, para procesar la información, sin embargo el tiempo se hizo tan largo que Rosé empezó a creer que se había caído la red de teléfono.
-¡¡Que te acostaste con quién!! .-gritó la voz de la chica del otro lado del teléfono. La rubia dio un respingo en la cama, se levantó sosteniendo el teléfono con la barbilla y empezó a decirle todo lo que le había pasado en dos días a Manoban, al tiempo que aprovechaba para buscar la bata de dormir en el closet.
Lalisa Manoban la escuchó y la reprendió por media hora, hasta que de pronto Rosé ya no dijo ni una palabra más, ya que se había quedado profundamente dormida.
Tuvo un par de sueños realmente extraños en la mitad de la noche y luego no pasó nada por su cabeza hasta que despertó a la mañana siguiente sintiéndose como nueva. Como si todo no hubiese sido más que una pesadilla.
En ese estado de ensueño se relajó y se preparó para ir a trabajar. Bajó por el ascensor perezosamente, sorprendiéndose al encontrar a Park Jimin en frente de la entrada.
Estaba recostado junto al SUV Genesis de Tarhyung, usaba un traje de trabajo negro, con el saco al hombro y la corbata desajustada. Rosé pensó que debería ser un crimen que un hombre como él, fuese tan guapo.
-Buenos días.-le saludo Jimin al verla llegar.
-Buenos días... ¿qué quieres? .-le preguntó ella mirándolo con curiosidad.
-Llevarte al trabajo .-le dijo con extraña amabilidad.
-¿Por? .-inquirió dudosa.
-Porque quiero hacerlo y ya.-contestó pasándose la mano por el cuello.-Súbete o terminarás pagando los quinientos wones entre tanto taxis.
La joven lo miró fijamente y luego se subió al auto. Jimin abordó también y encendió el motor.
-Tú de verdad que debes de estar demente.-le dijo ella después de un momento de silencio.
-Me lo dicen frecuentemente.-concedió mientras conducía.-aunque prefiero creer que sólo soy muy impulsivo.
-Y yo prefiero empezar a considerar llevarte a un sanatorio mental, se puede saber ¿a qué juegas? .-cuestiono dándole una mirada rápida.
-A nada.-le resto importancia siguiendo con la mirada en la carretera.
-¿Por qué haces todo esto? No pretenderás que crea que te enamoraste de mí a "primera noche", ¿o sí? .-se burló ella. Jimin sonrió negando.
-Yo no he dicho eso ...
-Buen punto.-dijo ella y quedaron en silencio. Jimin colocó la radio y empezó a sonar una canción relajante, la cual Rosé conocía a la perfección dejándole sentimientos encontrados.
-¿Conoces esta canción? .-preguntó el hombre de improviso.
-Sí, es If it is you.- exclamó despectivamente mirando por la ventanilla. El pelinegro la miró por el retrovisor.
-No me sorprende, una persona con tu carácter no puede amar esa canción, aun así yo ...
-Sí, te entiendo.-le interrumpió ella comprendiendo claramente lo que quería decirle, esa canción respondía a su pregunta. La razón por la que estaba comportándose así. Rosé resopló.
-¿Te moleste de nuevo?
-Para nada.-contestó la rubia con orgullo.
-No es cortes mentir, ¿sabes? .-se burló de buena gana, la menor lo ignoró por completo.
Iba a ser una existencia demasiado dura de allí en adelante, sin mencionar que aún no había hablado con Yoongi, y estaba segura de que Lisa la descabezaría viva en cuanto la viera frente a frente. Y sólo habían pasado dos días de conocer a Park Jimin.
¿Qué más podría pasar?
🍃🌺🍃
Momo 🍑💕
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