II

Chapter 2:- 

Los primeros rayos del sol irrumpieron en el umbral del pelinegro, recordándole que el resto del mundo seguía girando, y por ende, tenía que ir a trabajar.

Se dio una ducha rápida, ya no importaba si perdía el aroma de aquella desconocida de su cuerpo, porque igual la realidad seguía gritando "Estoy aquí", y él debía reconocer su existencia como el resto de los pobres mortales.

Debió olvidarse del ensueño de los cabellos dorados y los ojos chocolates, había sido solo una noche y no se iba a repetir.

-Fue despecho.-se dijo y apretó el nudo de la corbata.

Refunfuñó como un niño malcriado al recordar que había dejado el auto en el estacionamiento del bar, y sabe Dios sí se lo habrían robado.

Decidió que eso no le iba a amargar el día y que mandaría a alguien a buscarlo después, si es que aún estaba allí.

Tomó un taxi al trabajo. Un edificio de grandes ventanas plateadas y el nombre "Global Golden Eye" en lo alto. Era una de las mejores empresas publicitarias a nivel internacional, mantenía contactos con todas las marcas conocidas, desde perfumes; hasta automóviles japoneses, y él era el dueño de todo eso.

Suspiró con fastidio. Si algo había en la cima del triunfo, algo que en verdad valiera la pena, él aún no tenia el placer de conocerlo.

Entró como oveja al matadero y se encontró con un chico de sonrisa cuadrada y simpática, Kim Taehyung.

-Park Jimin ¿llegando a esta hora a trabajar? .- exclamó burlescamente el muchacho de castaños cabellos.

-Tómalo como anuncio del Apocalipsis .- jugó encaminándose juntos al ascensor.

-Creí que aún estarías naufragando en alcohol.-comento ya en el interior de la caja metálica.

-¿Por Seulgi? .- preguntó con fingido desinterés.

-¡No!, por tu abuela ...- dijo con sobrado sarcasmo, ganándose una mirada molesta.-hey, soy tu mejor amigo, se que estas mal, viejo.-el de cabellos oscuros suspiró con pesadez. 

-Estoy bien, ayer me fui al país de las maravillas.- soltó entre broma y verdad, y pensó en darle un amistoso puñetazo que dejara inconsciente a su mejor amigo por recordarle la razón de su tormento.

Realmente le dolía y aborrecía mucho los engaños. Y Kang Seulgi, si que lo había traicionado, sin embargo no permitiría que nadie lo viera derrumbado por ella. Mantener el poco orgullo que le quedaba era lo único que le importaba ahora.

-Y ¿Con quién es la reunión? .-le preguntó a Taehyung una vez llegaron a su oficina.

-Con el vicepresidente y el abogado de la empresa séduction, fabrican perfumes.- explicó él y le paso un par de fólderes amarillos con la información.-llegan como a las nueve y media.

-Bien, entonces los esperare con ansias. Me pregunto, de que tan buena calidad serán aquellos famosos perfumes.-dijo dando por terminada la conversación, y dar por comienzo a estudiar diferentes propuestas de sus diseñadores gráficos en su laptop.

Al cabo de unas horas su secretaria, Kim Jennie, avisó que habían llegado los de la reunión.

-Hágalos pasar, por favor.-concedió Jimin, sin apartar los ojos de su computadora portátil.

Enseguida entraron dos personas a la oficina, un hombre  que a simple vista era mayor que él, el cual llevaba un traje escuro y una expresión cordial. Junto a él estaba una muchacha que vestía una falda de nilón roja hasta las rodillas y una blusa blanca, usaba gafas de marco negro y el cabello recogido en una coleta alta, y debajo de sus ojos, había un par de ojeras apenas disimulada por el maquillaje.

-Muy buenos días, señores.-saludó el de cabellos negros mientras, finalmente, posaba su mirada en los que habían entrado. Su respiración y la de la muchacha se cortaron. Esa chica era exactamente la misma mujer con la que se había acostado hace apenas unas cuantas horas atrás.

-Buenos días caballeros.-saludó el hombre de traje verde, sin siquiera notar el cambio de expresión en ambos rostros.-mi nombre es Kim Seokjin, soy el representante legal de la compañía séduction, y esta dama, es la señorita Park Chaeyoung, más conocida como Rosé, la vise presidenta.

El momento pareció detenerse en ese preciso instante. Como si lo que pasara a su alrededor fuera un marco completamente diferente para ellos dos. Las mejillas de Rosé se encendieron en un brillante carmín y la cara se le descompuso a Jimin.

Sólo por un segundo, el mundo dejo de moverse para ellos.

-Disculpen ¿Acaso se conocen?.- les preguntó Jin, después de incómodos segundos de silencio.

-No.-respondieron ambos al unisonó.

-No lo parece .- le susurró Taehyung a su amigo, el cual le piso el pie para ahogar su comentario.

-No en realidad.-volvió a negar.-Soy Park Jimin, el presidente de la compañía y él es mi socio, Kim Taehyung.- siguió y extendió su mano para estrechar la de sus clientes.-es un placer conocerlo señor Seokjin, señorita Chaeyoung ... por favor, siéntense.

-Gracias.- contestó la de cabellos dorados con un tono neutral- hemos venido porque queremos firmar un contrato con su compañía. Ustedes han realizado varios anuncios para nosotros, y estamos realmente complacidos con su trabajo, es por eso que deseamos un contrato de exclusividad con Global Golden Eye. Queremos proponerles que realicen todas las campañas publicitarias de nuestros productos por un periodo de cinco años.

-Una oferta bastante tentadora, señorita Park, supongo que podemos revisar los términos.-aceptó sonriente Taehyung. 

-Precisamente para eso hemos venido, creemos que es un negocio rentable para ambas compañías.-continuo Jin sacando varios documentos del portafolios en el que se definían las condiciones por parte de Séduction.

Más tarde, una vez se hubieron puesto de acuerdo en cada punto del contrato, la reunión terminó y era hora de despedirse.

-Bueno, caballeros, ha sido un placer hacer negocios con ustedes.-dijo Rosé levantándose de su silla y dándole la mano a Taehyung, quien sonreía de manera infantil, y luego al de cabellos negros el cual pareció retenerla por un momento; él estaba desesperado por encontrar una excusa para hablarle a solas, mas, al no encontrar ninguna tuvo que soltarla.

-Absolutamente, ha sido un magnífico negocio.-confirmó el mayor y sonriente abogado, para después encaminarse a la salida.

Jimin perdía su oportunidad sintiéndose ansioso, y la frustración lo empezaba a inundar.

-Tan buena ha sido que deberíamos celebrar ¿no crees, Jimin-ssi? .- exclamó apresuradamente Taehyung, y le dio un codazo en las costillas a su socio. Esté agradeció el impulso.

-Por supuesto.-contestó con una despampanante sonrisa el Park.-de todas maneras, se acerca la hora de almorzar. ¿Qué dicen?, yo invito.

-No se ...- intento zafarse la muchacha, sin embargo ahora ella era la que estaba falta de creatividad.

-A mí me parece una fantástica idea, caballeros.-opinó el abogado Kim, y se dirigió en voz baja a la chica.-creo que a su padre no le gustaría hacerle un desaire a sus nuevos socios, señorita Park.

-Está bien, creo que sería estupendo.-aceptó, más resignada que diplomática, la joven rubia.

-No se diga más, conozco un fantástico lugar aquí cerca. Les encatara en cuanto lo vean, sus platillos son deliciosos.-dijo entusiasmado el menor de los hombres.

-Ah, ya lo conozco, sin duda un magnifico restaurante.-comento Jin sonriente.

-Vamos entonces.-exclamó Jimin, no sin antes avisarle a su secretaria que podía salir a almorzar.

A Jennie sin duda se le hizo extraño salir una hora y media más temprano a comer, pero no iba a interrumpir a su jefe con ese insignificante echo.

Entonces Jimin, Rosé y ambos Kim, bajaron por el elevador y fueron hasta el restaurante en el auto del joven Kim, un SUV Genesis GV80 negro.

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Al llegar, el establecimiento contaba con un rustico decorado y mesas de manteles blancos. Los cubiertos estaban puestos de la manera más fina mientras que las ventanas le daban el toque gótico del oscurantismo. Como detalle final había unos exquisitos cuadros colgados en todo el lugar.

Entraron y pidieron la mesa, el lugar estaba algo vacío por ser tan temprano para comer, pero para ellos era mejor así.

El mesero los ubicó, dijo la especialidad del día y les dejó la carta.

Estaban eligiendo que almorzar, cuando el teléfono móvil de Jin sonó llamando la atención del trio. Hablo rápidamente y en monosílabos, cuando colgó la sonrisa de su rostro se había hecho inestable, además estaba sudando exageradamente.

-Mi hijo por nacer.-explicó de manera atropellada.-Lo siento, pero ustedes entenderán que debo irme.

-Si, claro que lo entendemos- Oppa, ve al hospital y darle mis felicitaciones a Jisoo unnie.-le disculpó la rubia con su infantil voz de entusiasmo.

-Gracias.-se le escuchó decir mientras tomaba su saco y su maletín de la silla.

-Felicidades.-atinó a articular el de cabellos negros.

-Gracias, gracias- no dejaba de repetir el abogado- ¡Voy a ser padre!

-Dile a Jisoo unnie que iré más tarde al hospital.- trató de avisarle de pronto la chica, pero él ya se había ido corriendo.

-No creo que te escuchara, estaba eufórico.-dijo Jimin y soltó una carcajada. Taehyung y la rubia también se rieron.

-Y sí que debe de estarlo.-comentó Taehyung mientras asentia.

-Ojala yo viva tanto para poder formar una familia.-apoyo el pelo negro.

-Para eso debes conocer a una chica y casarte primero, tonto.-se mofó Kim al momento de rodar sus ojos. La menor no dejaba de sonreír, mientras las gafas empezaban a resbalársele del tabique.

Para ese entonces, llegó el mesero nuevamente a preguntar si ya habían decidido lo que iban a ordenar. Antes de que alguien respondiera, Taehyung dio un respingo fingiendo que se acordaba de algo muy importante.

-¡Oh, no!- dijo- Se me olvidó algo en el carro, ya vengo.-anuncio incorporandose dejando en blanco al duo y sin palabra alguna. Dicho eso y ante la sorpresa de los presentes salió corriendo como alma que lleva el diablo.

Los que quedaron en la mesa se miraron cuestionándose con las miradas, se encogieron de hombros y rieron divertidos por lo extraño de la escena.

-Yo quiero Kimchi Jjigae y una botella de vino blanco.-le dijo Jimin al camarero después de unos momentos.

-¿Y la señorita? .-preguntó el mesero tragándose la impaciencia.

- Yo quiero guiso de Kimchi, por favor.-respondió ella y le entrego la carta.

El mesero tomo los menús, con un "en seguida" y se marchó rechinando los dientes por la demora.

Ahora Jimin y la joven rubia se quedaban solos en la mesa. El castaño no parecía que fuese a volver pronto y la vergüenza le impedía a la chica decir algo, entonces les cayó encima el silencio.

-¿Qué? .-preguntó el peli negro divertido después de verla estrujar todas las servilletas de la mesa.

-Bien... , no es nada .-evadió nerviosa.

-No pienses tanto en eso, Chaeyoung.-le resultaba relajante decir su nombre ahora.

-¿En qué? .-cuestionó ella quitándose las gafas, para después frotar sus sienes adoloridas.

Muchacha astuta

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Momo 🍑💕

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