: : :*ೃ࿔୭ 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐎𝐎𝟑 ミ
❲ ︵︵︵︵ ❛❜ ︶︶︶︶ ❳
⇉ [ ☄️ ; ❛ 𝐁𝐀𝐈𝐋𝐄𝐌𝐎𝐒 𝐉𝐔𝐍𝐓𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐈𝐍𝐅𝐈𝐄𝐑𝐍𝐎: 𝐃𝐀𝐁𝐈 ❜ ↷
↷◌⁺˖ ► 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑: Dabi ଽ
⠈. ⠈. ⠈. ⠈. ⠈. ⠈ . ⠈. ⠈.⠈ೃೀ.⠈. ⠈.
Hace 4 años.
Narra ______:
Abrí lentamente mis ojos, parpadeando un poco mientras mi visión se ajustaba a la tenue luz que entraba por una ventana algo vieja. No era mucha iluminación pero sí la suficiente como para poder ver un poco en dónde me encontraba.
Me sentía un poco débil y desorientada al no reconocer el lugar, pude notar que estaba acostada en una vieja cama que olía a humedad y estaba cubierta por unas mantas que no parecían tener tan buen aspecto. Me asusté un poco cuando tomé un poco más de consciencia y me senté de bruces en aquella cama, soltando un quejido al mover mi pierna tan de golpe.
—Ay... Mierda —maldecí al sentir dolor en la parte de mi muslo, asustándome por lo que había ocurrido.
Destapé las sábanas y descubrí que traía la pierna vendada, con un poco de sangre cayendo por el lugar debido a la reciente herida.
Y fue ahí cuando me alarmé al sentir los recuerdos de golpe.
Según recordaba me había enfrentado contra algunos tipos en uno de los callejones de la ciudad, los cuales al parecer estaban involucrados en un tráfico de drogas en contra de los quirks, o algo así me habían explicado. Había ido sola y esa no había sido una muy buena idea.
Escuché pasos cerca de la puerta y me asusté, no sabía dónde me encontraba por lo que pensé que tal vez aquellos tipos me habían secuestrado... Quién sabe para qué fines.
Me levanté tambaleando un poco y agarré lo primero que vi, dispuesta a rompérselo en la cabeza a quién fuera que entrara en la habitación.
Pero me detuve al ver a un joven, el cual parecía tener mi edad.
—Con que ya despertaste —murmuró el chico desconocido, enarcando una ceja al ver lo que sostenía en mi mano—. No creo que un viejo periódico te sirva mucho, linda —se mofó.
Mi corazón se detuvo por un momento y si no fuera porque el lugar estuviera tan oscuro, seguramente se notaría un pequeño rubor en mis mejillas.
Pero no por aquel comentario, sino por aquella voz tan hipnótica que había salido de su boca.
Lo miré dubitativa por un momento deteniéndome al ver su apariencia, era claro que todo su aspecto físico gritaba por todos lados un «soy un chico malo», sin embargo, no recordaba haberlo visto antes, mucho menos en aquel callejón.
Su cabello era de un negro intenso y al parecer tenía varias quemaduras en su cuerpo, la mayoría se concentraban en su cuello, mandíbula y párpados, junto a unas grapas las cuales parecían unirlos con su piel.
Y no puedo negar que aquello me dio escalofríos.
Siendo que eso me pareció... ¿Atractivo?
—¿Qué pasa? ¿Acaso te quedaste muda al verme...? —se rió sin ganas, terminando de entrar a la habitación— Suelo causar esa impresión linda, no te preocupes —añadió, señalando sus quemaduras.
Lo miré de forma desconfiada e intenté concentrar mi quirk en aquel lugar, intentando sentir algo de calor que me pudiera ayudar, ya sea a defenderme o ver si alguien más estaba en ese lugar.
Pero no podía sentir nada, siendo que aquel lugar estaba muy frío.
—Solo estamos nosotros dos aquí —pareció adivinar mis intenciones, arrastrando sin más una silla de la habitación para ponerla al revés y sentarse ahí, sin quitarme los ojos de encima— Y tranquila, no te haré daño, linda...
—¿Podrías dejar de decir eso? —interrumpí al escuchar lo último, un poco incómoda— No me gusta.
—¿Para qué negar lo obvio? —contraatacó, un poco divertido de mi reacción— Eres muy bonita, por si no lo sabías —añadió mirándome de arriba abajo.
—Ya... —rodé los ojos, menudo puberto con el que me encontré— ¿Se puede saber quién diablos eres tú?
El chico de ojos azules me mandó una mirada aburrida a la vez que pasaba un brazo por el respaldo de aquella silla, como si estuviera pensándolo.
—Soy el chico que te salvó de aquellos sujetos anoche —se encogió de hombros—, también soy el que los asesinó. Soy el que te curó tu pierna... El que te trajo aquí, pero también puedes llamarme Dabi, linda —sonrió de lado.
Al escuchar la parte del asesinato un escalofrío recorrió mi cuerpo, a la vez que daba un paso hacia atrás. No podía estar hablando en serio, ¿o sí?
Sin embargo, todo en este chico me gritaba algo claramente: peligro.
—Aún así, te traje algo para que comas —añadió al ver mi cara de estupefacto. Tomó una bolsa de uno de los bolsillos de su túnica y me la tiró en la cama—. Es lo único que pude conseguir.
Lo miré dudosa y abrí la pequeña bolsa de papel con cautela, sentándome en aquella cama deshecha con cuidado, alejándome lo más que podía de él.
Vi su interior de reojo y pude divisar una pequeña botella de agua, junto a unos...
—¿Duraznos...? —murmuré confundida, tomando las dos frutas entre las manos con cuidado, siendo que estos estaban un poco abollados y machucados.
No sabía porqué, pero aquel simple gesto por su parte me había llegado al corazón e hizo que sintiera algo cálido en mi pecho.
—Es difícil conseguir comida por estos lados —aventuró mirándome con desdén mientras probaba un bocado—. Pero uno se da sus mañas —sonrió de lado, haciendo bailar un poco de fuego azul entre sus dedos.
—¿A-ah...? ¿¡Acaso lo robaste!? —me alarmé atragantándome un poco, quizás no era buena idea estar aquí con él...
Pero, él me había salvado, ¿no? No debería ser tan malo entonces...
El chico no hizo menos que reírse fuertemente, como si le hubiera contado algo gracioso.
—¿Acaso es necesario contestar eso, linda?
—¿Eres muy pobre? —solté casi sin pensar, para luego morderme la mejilla y avergonzándome de preguntar algo como eso— Y-yo...
Su mirada pasó a oscurecerse un poco y admito que me dio un poco de miedo; ver sus ojos azules y brillantes junto a su fuego bailando en la palma de su mano lo hacía verse muy intimidante.
—Digamos que no estoy a favor de esta ridícula sociedad y aquello que llaman el síndrome del heroísmo —bufó apagando sus llamas, siendo que en su voz se podía notar un deje destello de ira al pronunciar esas palabras.
—¿Odias a los héroes?
—A todos y cada uno de ellos —frunció su ceño con rabia—. Menos a uno, claro.
—¿Te refieres a m...? —empecé a preguntar pero me mordí la lengua a tiempo— A... ¿All Might? —dudé, siendo que muchos le tenían gran admiración al ser el símbolo de la paz.
Dabi no hizo menos que reírse con ironía.
—Cerca, pero no, linda...
—¿Endeavor-san...? —dije pero eso al parecer fue un error, siendo que el chico borró todo deje de sonrisa sarcástica de su rostro y pasó a darme una mirada casi mortal.
«Bueno si me ataca, podría usar sus llamas en su contra...»
—Es al que más odio, es un ser despreciable —escupió con una ira reprimida, levantándose de su silla y tirándola en el suelo.
Dio unos pasos cerca mío y yo no hice más que retroceder en aquel intento de cama, alzando uno de mis brazos en frente mío para poder defenderme por si quería hacerme algo.
Pero no hizo nada, simplemente se quedó parado a un costado de la cama y me miró desde arriba con superioridad y otras emociones que no comprendía, parecía tener un conflicto con él mismo.
Más aún así no dejaba de posar su vista sobre mí.
—¿Podrías dejar de...? No sé, ¿de mirarme? —pedí notablemente incómoda, este chico me causaba sensaciones extrañas con tan solo una mirada; es como si me estuviera analizando.
—Solo disfruto las buenas vistas —tomó un mechón de mi cabello pero rápidamente lo agarré del antebrazo, apretándolo con un poco de fuerza.
Pero este ni se inmutó, es más, hasta sonrió de lado al ver mi reacción.
Acercó su rostro al mío a la vez que con su otro brazo tomaba mi cara entre sus manos, apretándolo y haciéndome soltar un quejido de dolor debido a la presión. Se subió sobre el colchón y una de sus piernas presionó la que yo tenía herida, logrando hacerme jadear de la impresión y el dolor.
—Hey, tranquila... —dijo en voz baja, apretando mi rostro con más fuerza— No queremos tener un accidente por aquí —unas pequeñas llamas aparecieron en su brazo derecho, las cuales desaparecieron en menos de un segundo— ¿Uhm...?
Activé mi quirk y procedí a absorber el calor de su fuego y su ser dentro de mi cuerpo, para luego volver a dejarlo salir en mi abdomen y materializarlo en una estaca, la cual dio de lleno contra su cuerpo e hizo que se apartara de mí y cayera al suelo.
Claramente, era una estaca sin filo pero al menos pude sacármelo de encima.
Volví a absorber el calor que le había robado e hice que estos rodearan mis puños en forma sólida, lista para darle una paliza si era necesario.
El azabache me miró desde el suelo y solo procedió a reírse mientras me daba una intensa mirada, al parecer esto lo estaba divirtiendo.
«Está... loco», pensé con confusión y miedo.
—Me rindo —levantó las manos, pero su voz estaba llena de sarcasmo—. Esta pelea no tendría sentido de todos modos, no por nada estás en el Top 10 de los mejores héroes, ¿no?
Que pronunciara aquello hizo que mis cejas se arquearan con más confusión. Entonces, ¿él sabía que yo era una heroína? Pero, había mencionado que odia a todos los héroes, entonces... ¿Por qué me salvó? ¡No tenía sentido alguno!
Definitivamente, nada en este chico tenía sentido.
Y eso solo me llenaba de más intriga.
Me abofeteé mentalmente al tener estos pensamientos tan contradictorios conmigo misma, este chico dijo que asesinó a aquellos hombres. pero también me había salvado... A su vez era un vil ladrón según su fachada, pero también al parecer lo hace para, ¿sobrevivir? ¿Entonces debería llevarlo ante la policía?
¡Agh, qué confuso!
—Ya eres libre de irte, si quieres —dijo Dabi poniendo las manos en sus bolsillos con indiferencia, viendo los pequeños rayos del sol entrando por la ventana—. Supongo que el haberla salvado me librará de condena alguna, ¿no? Señorita heroína —lo último lo dijo como si le costara decirlo, casi con asco y resentimiento.
Dicho eso se fue de la habitación, cerrando la puerta detrás de sí y dejándome con más interrogantes que respuestas.
¿Quién se supone que eres, Dabi?
Me quedé sentada en aquel lugar intentando procesar todo lo ocurrido, había algo en él que no podía simplemente ignorar, algo que de forma inevitable me atraía y repelía al mismo tiempo de forma extraña.
Fue en ese momento en el que la puerta se abrió de nuevo, dejando ver otra vez a Dabi, quién asomó su cabeza con una sonrisa torcida.
—Por cierto, si decides quedarte un rato más... Tengo un par de mantas menos sucias, si gusta la señorita —su voz sonó un poco más suave pero aún así no perdió aquel tono burlón.
Lo miré fijamente sin saber muy bien qué responder, había algo en aquellos ojos tan hipnóticos que me confundía, una rara mezcla entre rebeldía y vulnerabilidad que me mantenía en dudas. ¿Qué se supone que debería hacer? Por lógica debería irme lo más pronto posible a casa, seguramente mi padre me estaría buscando y estaría preocupado por mí al no pasar la noche en casa. Sin embargo había algo más, algo irracional dentro de mí que me gritaba que debía quedarme y descubrir más sobre este chico tan enigmático.
—¿Entonces...? ¿Te quedarás o no, linda? —insistió Dabi, con una chispa de impaciencia en su mirada.
Respiré hondo, esperando no arrepentirme de la decisión que había tomado.
—Me quedaré, pero no mucho tiempo —intenté sonar firme y segura de mí misma, aunque por dentro me encontraba temblorosa al sentir su mirada tan fugaz.
Al parecer mi respuesta le gustó, ya que sonrió satisfecho.
—Bien, entonces acomódate. Te enseñaré a sobrevivir en este preciado hogar —su tono de voz era una mezcla entre el sarcasmo y burla, pero supongo que era su forma de ser amable.
Mientras él salía de la habitación me recosté de nueva cuenta en la cama, con la mente llena de preguntas y el corazón latiendo con mucha más fuerza que antes.
En el fondo, sabía que esto apenas era el comienzo de algo muy complejo y peligroso, sin embargo tampoco podía dar marcha atrás ahora.
No sabía porqué pero sentía una extraña conexión entre nosotros, muy pequeña, pero que podía percibir.
Y estaba dispuesta a descubrir qué significaba.
Narrador Omnisciente:
El joven de veinte años cerró la vieja puerta detrás de sí y se fue por otro pasillo, sabiendo que ______ no lo seguiría por ahora. Sostuvo su cara en una de sus manos a la vez que sonreía un poco, pero no era una sonrisa de felicidad, sino una que demostraba un poco de su actual estado de cordura.
Suspiró con fuerza y por más que quisiera encerrar a esa chica en esa misma habitación y no dejarla salir nunca más, lo mejor era no hacerlo, al menos no por ahora.
Esa joven heroína en verdad lo había cautivado y aunque él aún no lo veía, se había obsesionado con ella todo este tiempo. Observarla desde hace unos años a la distancia no había sido impedimento alguno como para olvidar todas y cada una de sus facciones, siendo que la había estado observando desde que entró a su primer año en la U.A. por recomendación.
Él se conocía su rutina pero más nunca se le acercó, por más que quisiera hacerlo, algo dentro suyo se lo impedía, y ese era el deseo de su venganza en contra de su familia, la cual era mucho más fuerte y debía prepararse para ese momento en el cual, destrozaría a todo lo que Endeavor hubiera amado alguna vez.
Pero ya habían pasado unos años de eso y no tuvo opción más que aparecer en su vida de forma repentina. Verla entre las manos de aquellos sujetos la noche anterior había despertado su odio tal cual llama, la cual terminó por quemarlo todo al ver que estaba en un peligro inminente.
Incineró a todos esos hombres en el callejón y no dejó rastro alguno de ellos, o al menos no que pudieran reconocer... Su sonrisa perversa se mostró en su rostro luego de cometer tal crimen, jurando que nadie más volvería a ponerle un dedo encima a la chica.
La cual, ya había decidido que sería suya.
Sabía que por más que se fuera, se volverían a encontrar y que ella no lo delataría. Y él aprovecharía ese momento para ir atrayéndola poco a poco hacia su oscuro entorno, el cual le gustaría que formara parte y de su anhelada venganza.
La quería para él y se aseguraría de corromperla poco a poco, sacarle toda esa bondad y el síndrome de heroísmo que había desarrollado esos años, el cual no podía soportar en esa sociedad maldita llena de gente hipócrita.
Pero por ahora la dejaría ir, ya pronto tendrían otro encuentro.
Siendo que por ahora ya había dejado sembrada aquella semilla en su interior: Misterio e intriga.
Luego de dejarle algunas mantas, Dabi salió de la casa por unas horas para atender algunos asuntos pendientes que tenía por resolver, pero para cuando volvió se encontró con que ______ ya no se encontraba en su pequeño departamento, lo cual era lógico de pensar.
Sin embargo, notó que había algo encima de la cama que antes no estaba ahí.
Era una nota.
«Gracias por las mantas y también por los duraznos... Son mis favoritos.
______.»
Una sonrisa de medio lado atravesó su demacrado rostro, conforme con que sus teorías fueran ciertas.
—Lo sé, ______... —murmuró para sí mismo, guardando la nota en el bolsillo de su chaqueta. Sabía que ese pequeño gesto significaba que ella ya había comenzado a pensar en él, aunque fuera solo un poco.
Y eso comenzaba a gustarle.
La verdad al inicio no tenía inspiración pero todo fluyó ahr, me gustó mucho escribir este capítulo <3 busqué en YT "musica para escribir" y OMG, FUNCIONÓ.
Ahora es cuando me pregunto porqué nunca busqué eso hace 4 años(¿¿¿
En fin, aquí vamos con los primeros acercamientos entre Dabi y la ______, estoy intentando adaptar la relación entre ambos y estoy haciendo mi esfuerzo, hay que considerar que, cuando ellos interactúan tienen 20 años, por lo que ocurre 4 años antes que el anime.
Dabi aún no está en la Liga como tal, pero sí ha matado gente y se puede considerar un villano. Así mismo si bien en la época actual no tiene tanta "cordura", aquí es un poco más racional y centrado, o al menos eso estoy intentando hacer xd
Pasando a hablar del quirk de la rayita, este como tal se denomina "Absorción del calor" le permite absorber el calor de todo lo que posea calor y va dirigido a su cuerpo. Luego es capaz de sacarlo nuevamente de su cuerpo y controlar de cierta manera este calor pero en un estado más sólido, con cuerpo pues, no sé si me explico.
Absorbe calor --> Va a su cuerpo, almacena --> Lo expulsa pero de forma más sólida y puede controlarlo a voluntad.
Como tal ella NO es capaz de crear calor, es por ello que cuando es de noche al haber menos calor pues tiene "poco poder". Sin embargo todos los seres vivos poseemos algo de calor en nuestro cuerpo... Por ello podría sacar su propio calor corporal pero como última defensa, aunque esto la deja en desventaja y bueno, tampoco es mucho calor xd
También puede extraer calor de otros cuerpos, de hecho eso intentó en el primer capítulo, pero no le gusta hacerlo porque lo ve algo inhumano.
Cuando le robó su calor del fueguito de Dabi también le robó el calor de su cuerpo como mecanismo de defensa, but Dabi casi no lo sintió mucho ya que tengo entendido que el niño tiene resistencia al hielo (aka frío) del quirk de Rei.
O ESO ENTENDÍ, sino pues fingimos demencia y hacemos como que sí.
Bueno solo quería explicar eso xd el quirk de ella es muy bueno porque lo ha trabajado mucho, por eso está en el Top 10 de héroes (puesto 10), también sería como un neutralizador de Dabi, ya que le extingue sus llamitas xd aunque bueno, en la actualidad es distinto, soooo, ya veremos dijo el ciego
En fin mucho texto, escribí mucho hoy owo, espero les guste el capítulo <3
Bч: ᥒoᥣxᥒgᥱrhᥙmᥲᥒ 🌺
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top