Capítulo diecisiete:
" Te amo "
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Cuando regrese al aquelarre por la noche, hubieron nuevas noticias.

Misty volvió, pidiendo ayuda. A causa de algunas visiones, Cordelia creyó que la bruja con el poder de la resurrección sería la próxima bruja suprema. Por eso se llevaría a cabo un ritual y luego el plan.

Matarían a mi abuela. Más bien la atacarían psicológicamente hasta que se suicidara. Fiona era una mujer dura, así que estaba enterada de que no se les haría tarea fácil. Cuando finalmente muriera, la nueva bruja suprema saldría a la luz.

Yo no participaría en esto porque era mejor que mi abuela no me viera. Si el plan llegaba a fallar y Fiona no moría, todavía quedaba mi recién descubierto poder para ayudarlas. Después de enterarme que ella asesino a mi madre, haría todo por eliminarla.

Zoe y Madison estaban en la habitación conmigo y Kyle, minutos antes de que todo diera inicio.

— Manténganse aquí dentro, no salgan para nada—asentí. No hubo reacción por parte de Kyle —. ¿Kyle, lo entiendes? Debes quedarte aquí dentro.

El rubio le dio un asentimiento, sin alejar su vista del libro sobre el zombie.

— Estaremos bien — afirmé con seguridad.

— Bien, vámonos — Madison se acercó al rostro de Kyle, plantando un beso sobre sus labios, y seguidamente salió del cuarto. Zoe la siguió con una mueca y ambas desaparecieron.

Mi estómago se revolvió con disgusto. Era imposible que me dejara de incomodar aquella situación.

Busque en mi mochila la laptop junto a unos audífonos y se los enseñe a Kyle. No me presto atención, por lo que le arrebate el libro de las manos y lo guarde en el cajón de la mesa de luz.

— Con esto podrás memorizar palabras, números, y demás cosas. Volverás a ser listo, podrás decirme lo qué pasa por tu cabeza — abrí un juego en la laptop, la dejé sobre su regazo y conecté los audífonos. Se los coloque y miro hacia arriba con confusión, sacándome una sonrisa.

Un par de minutos después se entretuvo con el juego. Por momentos se estresaba, presionando las opciones con más fuerza de la necesaria, poco después lo comprendía y seguía con normalidad. Repetía esas acciones una y otra vez.

Por mi parte saqué los libros que conseguí en la oficina de mi madre, leyéndolos de a poco, concentrada en lo que podría servirme para revelar mi poder.

Por cada pagina se volvían más complejos y complicados de entender. Contenían extraños símbolos y patrones, confundiéndome.

Poco a poco fui comprendiendo, los libros hablaban exactamente sobre lo que necesitaba, casi como si mi madre los hubiera guardado para mi. Explicaba formas de desatarlo, controlarlo y encerrarlo. Muchas partes estaban en otros idiomas, y suponía que esas eran cosas que entendían únicamente las brujas, así que lo dejé pasar.

La ira se expresaba como el primer desencadenante del poder. Pero en general eran todas las emociones demasiado fuertes, las que se hacían imposibles de controlar.

Kyle murmuraba unas cosas que no distinguía, simplemente lo ignoré y seguí leyendo.

Encontré una frase que debía leer en voz alta, casi como un conjuro para mi bruja interior. Algo que la llamaría para traerla devuelta, o que haría el proceso más veloz.

Me puse de pie y dándole la espalda a Kyle comencé a citar la frase. Sentí un vacío en el pecho que duró unos segundos, hasta que el conjuro terminó, inmediatamente toda sensación extraña desapareció. Bufé con frustración.

No sirvió de nada, así que volví a intentarlo. Creo que recite el conjuro unas cinco veces, y seguía sin suceder nada. Tal vez mi sola obsesión porque el poder saliera a la luz rápidamente, retrocedía todo. Estaba segura de que tenía que relajarme un poco.

Una mano de Kyle se posó en mi hombro, voltee apenas sentirla, mirándolo a la cara.

— ¿Que sucede? — cuestione, viendo cómo dejaba la laptop y los audífonos sobre la cama, centrándose solo en mi. Esta vez llevo ambas manos a mis hombros —. ¿Kyle?

— Te... te — tartamudeo notablemente. Clave mis ojos en los suyos, curiosa —, te... extra...extraño — tomó una bocanada de aire —. Te a... amo.

Las lágrimas acumuladas en mis ojos me impidieron verlo con claridad. Me abrazo, hundiendo el rostro en el hueco de mi cuello, dejando allí cortos y cariñosos besos.

— Kyle mírame — pedí. Se alejó de mi e hizo lo que le dije. Lleve mis manos a sus mejillas, sonriéndole sinceramente, aún sin creer lo que acababa de decir —. Yo te amo a ti, muchísimo.

Acerque dubitativamente mis labios a los suyos, apenas rozándolos. Después de tanto tiempo, se sentía extraño volver a tener ese contacto con el. Kyle pronto me obligo a entreabrir los labios, intensificando el que comenzó como un inocente beso. Mi estómago revoloteo, como lo hizo la primera vez que nos besamos, aquel día en el hospital.

Lo aleje de mi en cuanto un cosquilleo inquietante invadió mi pecho.

— No puede ser — musité, mirando a la nada.

Emociones fuertes, incontrolables.

El poder se estaba haciendo presente, y era a causa de lo que sentí al volver a tener a Kyle cerca. Ese amor con el que nos expresábamos, sumado al conjuro, estaban haciendo de su parte para liberar a la bruja.

Tome a Kyle de su camiseta, atrayéndolo a mi de nuevo, hundiéndonos en un largo y necesitado beso.