13. Coming back to life.

Capítulo trece:
" Volviendo a la vida "
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Seguí a Zoe con velocidad, mirando los alrededores confundida, solo divisaba árboles, un pantano, y plantas por todas partes. Si me dijeran que la chica me traía aquí para asesinarme, lo creería totalmente. Estábamos en el medio de la nada.

Días después de que Kyle desapareció luego del accidente, me llegó una llamada de Zoe, avisando que lo habían encontrado. Pero nunca pensé que acabaríamos en un lugar así.

Nos acercábamos a una casucha, con una pequeña huerta alrededor. Zoe fue la primera en entrar, quedándose estática al segundo. Me coloque delante de ella para ver la situación.

Todo dentro de aquel espacio estaba destruido, y una mujer rubia sentada en el suelo lloraba por un aparato roto, mientras un Kyle desnudó lloraba en una esquina.

Apenas vernos, Kyle se lanzó a mis pies, sollozando fuertemente. Sin saber que hacer, acaricie su cabello lentamente. Zoe miraba la situación apenada, aún más por el desastre que el chico causó en esa casa.

— Sáquenlo de aquí — espeto la rubia —. Rompió a Stevie — se refirió a la radio rota. Fruncí el ceño.

— Me llevaré a ambos — murmuró Zoe mirando a la chica —. Necesito tu ayuda.


Acabamos en otra casa, está ubicada en un barrio. Entramos a hurtadillas en un invernadero extraño, muy oscuro como para darme escalofríos.

Zoe me entrego unas esposas y cadenas, señalando disimuladamente a Kyle. Tenía que encadenarlo a un pilar.

Me acerqué al rubio, quien al verme se mantuvo quieto en su lugar. Enrede la cadena en el pilar y tome una de sus manos, atrapándole la muñeca con la esposa. Antes de colocar la segunda esposa, desvíe la mirada un segundo, sin ser capaz de mirarlo a los ojos por más tiempo. Kyle noto eso y estiro una mano para tocarme el hombro, la aleje de un manotazo, finalmente cerrando la segunda esposa.

Forcejeo con las cadenas, queriendo avanzar en mi dirección cuando me aleje unos pasos, desesperado.

— Cálmate — susurre. No se detuvo, por lo que volví a acercarme, y muy en contra de mis pensamientos lleve las manos a sus mejillas. El chico cerró los ojos, disfrutando el toque, por un segundo pude ver al antiguo Kyle y se me cristalizaron los ojos —. Esta bien, Kyle, estarás bien.

Me aleje a la otra punta del invernadero, reuniéndome con las dos chicas.

— ¿Eres su novia? — preguntó la rubia.

— Lo era — respondí vagamente.

— Le gustas, deben estar juntos — opinó y me encogí de hombros afligida —. ¿Qué sucede?

— Mato a su madre — Zoe le explicó. La mujer se quedó en silencio. Dejaron el tema de Kyle de lado cuando la chica dio unos pasos hacia una mesa donde había un gran bulto cubierto por una manta. Lo destapo, mostrando el cadaver de una joven completamente descompuesto —. ¿Puedes hacer algo?

Lágrimas amenazaron con salir de mis ojos mientras retrocedía con las manos cubriendo mi boca. ¿Donde me había metido? ¿Esta gente profanaba tumbas? ¿Que mierda era eso? ¿Que le harían?

Caí al suelo tras tropezar con los pies de Kyle, me mantuve arrodillada entrando en pánico. El chico se sentó a mi lado, envolviéndome con sus brazos, pude sentir su angustia al verme de esa forma. No me esforcé en quitármelo de encima porque en ese momento necesitaba el apoyo de alguien.

Mire atentamente lo que las dos mujeres hacían. Zoe le mostró a la contraria el brazo que le faltaba al cuerpo.

— Se lo puedo coser como lo hice con Kyle — le dijo.

— ¿Viste sus cicatrices? Hilo y aguja no son tu fuerte. Ven, busquemos donde enterrarla afuera — murmuró la mayor, dándola por perdida.

Mire de reojo a Kyle, detallando las cicatrices en su cuello.¿Era posible que Zoe lo hubiera cosido como a un muñeco de tela y luego lo haya revivido? Era una idea muy alocada como para creerla.

— ¡No! Tienes el poder de la resurrección, tráela de regreso — Zoe la detuvo, señalando el cadaver.

Finalmente aceptó. Sacó un frasco con lodo e intentó unir el brazo al cuerpo. Después dirigió sus manos a la cabeza de la joven fallecida, soplando en su costado. No pudo revivirla, porque su solo poder no alcanzaba, la chica llevaba demasiado tiempo muerta. Zoe llevó sus manos al estómago del cadaver y aplicó presión, uniéndose a la mayor para revivirla.

De un momento a otro, la joven sobre la mesa empezó a despedir sangre por su boca, luchando por respirar. Se me erizo la piel mientras un escalofrío me recorría entera, verdaderamente ellas la estaban trayendo de vuelta a la vida. Un bicho escapó de entre sus labios, y soltando un agudo grito se sentó en la mesa. Su corazón volviendo a latir.

— Quiero un cigarrillo — murmuró.

Para ese momento, las lágrimas no dejaban de bajar por mi rostro. Voltee completamente hacia Kyle cuando lo sentí temblar y lo abrace con fuerza, arrepintiéndome de mis malos tratos desde que apareció nuevamente. Estaba repleta de miedo, pero ahora entendía que él estaba peor.


La rubia se fue de la casa luego de terminar su trabajo con Zoe y asaltar el refrigerador. Me obligo a comer algo y después desapareció, dejándome sola con Zoe y otras dos chicas. Habíamos dejado encerrado a Kyle en el invernadero, porque si lo veían dentro de la casa sería un escándalo.

No comí siquiera la mitad del sándwich cuando lo dejé de nuevo sobre el plato. Estaba demasiado asqueada como para ingerir algo.

— Zoe — la llame —. ¿Podemos hablar a solas?

— Claro, sígueme — se levantó de su silla.

Me guío escaleras arriba hasta su habitación. Nos detuvimos una frente a la otra sin decir palabra.

— Explícamelo todo, de principio a fin — pedí —. Necesito saberlo, por favor.

Dudo unos segundos, dirigiendo la mirada al suelo.

— Está bien, siéntate — señaló una cama, obedecí en silencio —. Mantén la mente abierta, lo que voy a contarte es complicado.

— Entiendo — asentí.

Tomó asiento frente a mi con los nervios brotándole por cada poro.

— Revivimos a Kyle luego de la fiesta en la que nos ayudó porque me sentí demasiado culpable.

Mordí mi labio inferior mientras parpadeé varias veces, sintiendo mis ojos hinchados por tanto llorar. Repetí mentalmente la frase "mantén la mente abierta", en un intento de seguirle el hilo y no dudar de sus palabras. Era muy complicado, pero no me quedaba de otra.

— ¿Tu y quien? — cuestione.

— La chica que revivimos hace un rato me ayudó. Ella es a quien Kyle salvo.

— ¿De que la salvaron? — una arruga en mi entrecejo se hizo notar.

— Los chicos de esa fraternidad... ellos la violaron — confesó con dolor —, y Kyle la encontró. Cuando los chicos intentaron huir se subieron al autobús, Kyle fue detrás de ellos y luego el vehículo chocó.

Tuve que esforzarme demasiado para no volver a llorar. Una duda creció en mi interior, ¿mi hermano podría haber formado parte de eso? No lo creería ni en millones de años. Simplemente asentí, dándole pie a que siguiera contando la historia.

>> No pude lidiar con la culpa de que falleció por nuestra culpa, por ayudarnos, entonces fuimos a la morgue, y el resto lo sabes...

— Te olvidas de algo, aún no me dijiste que se supone que son ustedes. Mencionaste que la rubia de antes tenía el poder de la resurrección.

— Misty — confirmó —. Somos brujas.

— ¿Que? — musité.

— Lo que escuchaste. Esto es un aquelarre, aquí vivimos todas — señaló los alrededores —. Cada una tiene distintos poderes. Fiona Goode es la bruja suprema actual.

El mencionar de ese nombre me tomó desprevenida. Ladee el rostro levemente con confusión. Escrute a Zoe con la mirada, sin entender porque de su boca acababa de salir el nombre de mi abuela.

— ¿Quien? — espere que lo repitiera, para confirmar si había oído bien.

— Fiona Goode.

Decidí dejar el tema justo ahí. Luego averiguaría yo misma sobre eso, sin levantar sospechas por parte de la chica frente a mi.

— ¿Así que Kyle es un...? — retome el tema inicial.

— Zombie, podría decirse. Pero uno diferente, es su mente la que está ahí, pero es como si no supiera nada. El tiene ataques violentos por la desesperación y dolor que está sintiendo, más aún después de asesinar a su madre — cerró los ojos un segundo, tomando un respiro —. Me siento más culpable que antes, debí dejarlo descansar en paz. No soy una bruja experimentada para traer a alguien de regreso, y aún así lo hice, empeorando las cosas. Le arruine la vida, dos veces.

— ¿Y que quieres hacer entonces? No es algo que se pueda solucionar.

— Hay una manera — se levantó y abrió un cajón de su escritorio, sacando de allí algo plateado. Cuando me lo enseño mi corazón dejo de latir —. Asesinarlo.


Me abrí paso al invernadero nuevamente, con la decisión tomada pinchando mi pecho con culpa.

Kyle lloraba sentado en el suelo, mirando ciertas partes de su cuerpo, alterado completamente. Me arrodillé frente a el, llamando su atención. Dirigí mi mirada a su cuerpo, hallando dos tatuajes que nunca antes había visto. Un trébol en su antebrazo y unas letras en otro idioma en su tobillo.

Se me heló el cuerpo mientras me concentraba en bajar su camisa y pantalón para ocultarlos. No sabía de quién eran los tatuajes, pero Kyle estaba sufriendo a causa de eso.
Después de todo, Zoe lo armo como a un muñeco para poder revivirlo, y solo pensar en eso me apretaba el pecho de forma dolorosa.

— Lamentó tanto todo esto, Kyle. Si pudiera cambiar las cosas lo haría, te lo prometo. No me gusta verte sufrir — lo abracé y se aferró a mi con fuerza, sollozando ruidosamente contra mi hombro —. Te amo para siempre, pase lo que pase. Siempre vas a ser el primer chico al que ame, con tu linda sonrisa y tus sentimientos puros — acaricié su cabello con cariño —. Haría todo por ti, no te das una idea de lo importante que eres para mi.

Advertí un cosquilleo en mi cuello al sentir como Kyle dejaba un suave beso, dejándome en claro sus sentimientos aun sin hablar.

La puerta del invernadero se abrió, dejando pasar a Zoe, quien venía caminando con las manos detrás de su espalda. Trague saliva intentando separar a Kyle de mi, cuando lo conseguí, Zoe le mostró a Kyle la pistola que sostenía y este se desesperó.

Me aleje mientras la chica se acercaba. Me mantuve en una esquina, abrazándome a mi misma, sopesando en silencio lo que iba a ocurrir. ¿Estaba lista para dejarlo ir? Lo veía sufrir, pero una parte de mí creía que si lo ayudaba volvería a ser lo que fue. ¿Era eso posible?

Me contuve mientras Zoe hablaba con Kyle. Hasta que el chico le arrebató el arma de las manos y la dirigió el mismo a su boca, intentando suicidarse. Corrí el espacio que nos separaba y forcejee para quitarle el objeto de las manos, un disparo inesperado fue directo al techo del invernadero y aproveche la distracción de Kyle para lanzar el arma lejos.

Lo abracé con fuerza, asegurándome de que seguía ahí conmigo. Kyle lloro, poniéndome los pelos de punta. De fondo llegue a escuchar leves sollozos por parte de Zoe.

— No quiero que mueras — musité entre llantos —, y se que estoy siendo una maldita egoísta. Perdóname, Kyle.

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