07. Come to my house.

Capítulo siete:
" Ven a mi casa "
[🕯🕸]

Maratón 1/6


El trayecto de regreso a casa fue una tortura. Con Jason lúcido sentado de acompañante, no tuve más opción que ir a los asientos traseros, de esa forma Kyle y yo no pudimos hablar sobre lo ocurrido ni por un segundo. Aunque en algunas ocasiones note que el rubio me lanzaba miradas por el espejo retrovisor.

Nos bajamos en nuestra casa y de ahí Kyle se fue caminando, despidiéndonos con un vago beso en la mejilla, haciéndolo ver como un simple gesto de despedida sin segundas intenciones para los ojos de Jason.

Volví a dormir un rato, hasta que tristemente mi alarma sonó para avisarme que debía ir a clases. Me preparé a las apuradas y salí por la puerta principal apenas mi mejor amiga toco el timbre.

Le brinde un abrazo y enganchamos nuestros brazos para comenzar a caminar. No nos importo que nos vieran como a dos ancianas.

— Tengo cosas que contarte — anuncie.

— Abre la boca, niña.

— Por la tarde mi padre llegó a casa con Jason completamente ebrio.

— Que novedad — suspiro Cora.

— Lo se. El problema fue que por la noche me despertó porque rompió una botella y se lastimó las manos, tan mal que debimos ir al hospital.

— ¿Sabes que es lo que más me molesta? Que además de ebrio, es un ebrio idiota. ¿No puede mantenerse sentado y solo dormir? ¡No, el tiene que causar problemas! — espeto. Diciendo exactamente lo que yo pensaba cuando todo ocurrió.

— Siempre fue complicado — negué con la cabeza —. Escucha, no te alteres con lo que voy a decir. Llame a Kyle para que nos llevara al hospital, y cuando atendían a Jason, hablamos... No se como pero acabamos besándonos. En realidad... —. Me interrumpió un grito de mi amiga, deteniéndose en el lugar para mirarme con asombro. Asentí con la cabeza —. Lo bese, yo lo bese.

Otro grito.

— ¡Que agallas! — exclamó aturdiéndome —. Estoy feliz por ti. Sigo pensando que ese chico es bueno para ti — habló con cariño y pronto soltó otro grito al caer en cuenta de algo —. ¡Besaste por primera vez!

— Mi primer beso fue en un hospital, genial — murmure sarcásticamente. Aunque por dentro me sintiera feliz.

Retomamos la caminata.

— ¿Y bien? ¿Esto significa que te gusta, definitivamente?

— Lo hace, y me dijo que yo le gusto a el — enrojecí hasta las orejas, y Cora paso un brazo por mis hombros, sacudiendome con emoción.

— Que tiernos.

Rodee los ojos con diversión.


Me colgué la mochila de los hombros mientras salíamos del lugar. Ya terminamos el día de clases y, al menos para mi, las horas pasaron más rápido de lo normal. Quizás eso se debía a que mi mente estaba en otro lugar, no en clase de historia frente a un libro aburrido, sino con cierto rubio.

Fue extraño, pero sentí que estaba ahí antes de verlo. Y lo confirme mientras seguí avanzando y lo divisé sentado en un escalón, de espaldas a mi.

Cora se alejo por un momento para pedirle apuntes a alguien, de alguna clase en la que se quedó dormida como era común. Entonces aproveche y me acerqué al chico por detrás, quedando un escalón más arriba, toque su espalda con la punta de mi zapatilla y volteó.

— ¿Hola? — murmure confundida. Sonrió y se levantó, estando en un escalón más abajo que yo, parecíamos de la misma estatura —. ¿Porque estás aquí?

— Ayer no pudimos hablar nada, por ya sabes... — Jason. Asentí —. Entonces pensé que si venía, podríamos tener un rato a solas.

— Ven a mi casa — ofrecí, sorprendiéndolo.

— ¿Que?

— No pienses nada raro — el rubor me ataco y señale a Cora, quien se estaba acercando —. Cora viene conmigo de camino a casa y luego nos separamos, así que no podríamos hablar. Hoy Jason se fue temprano de casa para que mi padre no lo viera, y mi padre trabaja toda la noche, así que cuando lleguemos no habrá nadie.

— Entonces voy contigo — acepto, todavía sonriente.

¿Porque tenía una sonrisa tan linda? Estaba segura de que esa sonrisa sería mi perdición.

— Podemos comprar algo para comer, y ver algún programa de televisión — me encogí de hombros —. Hoy no tengo que estudiar, así que tengo tiempo libre.

— Me gustaría eso — me sostuvo la mirada, y note que tuvo intención de acercarse más, pero se detuvo cuando mi amiga estuvo de pie junto a nosotros —. Hola.

Mi amiga sacudió una mano como saludo, y por su sonrisa de lo más diabólica, supe que iba a torturar a Kyle todo el camino de regreso a casa.

— Vamos a conocernos, Kyle — le dio un suave empujón en el hombro para que empiece a caminar. El chico me dedicó una mirada totalmente aterrorizada, me reí sin poder evitarlo.

— No voy a dejar que te ataque demasiado, tranquilo — camine junto a ellos, a la vez que delicada y tímidamente tomaba una de sus manos. El fue más allá entrelazando nuestros dedos.

No tuve tiempo para disfrutar del sentimiento que arrasó con todo lo demás dentro de mi cuando mi mejor amiga irrumpió comenzando con su cuestionario.

— Oye, tú — lo señalo, caminando de espaldas, quise advertirle que podría caerse en cualquier momento pero aun no quería sacar mi lado madre protectora frente a Kyle —. Me caes bien — sonrió. Kyle y yo compartimos una mirada de sorpresa —. Pero eso no quiere decir que no me preocupe por Jun, ¿bien? Así que cuidado con lo que hagas, porque te las vas a ver conmigo — agrando su sonrisa, esta vez con falsedad.

Hubo un silencio incómodo que se alargaba cada segundo. Kyle respondió a mi mejor amiga con un asentimiento y algunas palabras que no llegue a oír por la vergüenza que estaba sintiendo.

Hablamos durante un rato, de temas sin importancia hasta que un mensaje le llegó a Cora y esta se vio distraída al responder.

— ¿Todo bien? — cuestione.

— Jason — bufo —. Quiere que vaya a verlo a la fraternidad.

— ¿Vas a ir?

— Tal vez, así podré enfadarme con él por lo que hizo — se encogió de hombros —. No lo sé.

Estábamos cerca de llegar a mi casa.

— No lo tortures mucho — pedí, aunque estuviera enojada con el, siempre habría una parte de mí que le tendría piedad.

Cuando nos detuvimos en la puerta de mi casa, Cora se acercó para abrazarme cortamente.

— No lo haré, te escribo más tarde con novedades — se despidió de Kyle con un asentimiento y siguió su camino.

Me tome un segundo para suspirar antes de sacar las llaves y abrir la puerta. Invite al chico a pasar con un gesto.

— ¿Te encuentras bien? — preguntó, deteniéndose en la sala de estar.

No respondí con palabras, solo me acerqué a su cuerpo y uní nuestros labios. Llevaba esperando poder hacer eso durante todo el día, aunque intentaba ignorarlo, me sentía ansiosa por volver a sentir lo mismo que al besarlo en el hospital.

Kyle tomó mi cintura con decisión y me condujo contra una pared, lo agradecí, ya que mis piernas estaban temblando a causa de los nervios y podía sostenerme recostando mi espalda en la pared. Una de sus manos subió y rodeó mi cuello, mordí un poco su labio inconscientemente y Kyle sonrió sin despegarse de mi.

Con toda la fuerza de voluntad que pude reunir, me separé con mis manos en su pecho. Me miro curioso y dejé un suave beso en sus labios antes de pasar por su lado, alejándome.

— Alguna vez tendrás que tomar la iniciativa — sonreí, sentándome en el sofá. Palmee el espacio libre a mi lado para que se sentara, así lo hizo.

— Lo haré, tenlo por seguro — guiño un ojo descaradamente.

Me dediqué a pensar durante el breve silencio que se formó entre los dos.

— ¿Que es esto, Kyle?

— Lo que tú quieras que sea — ladeó el rostro.

— No, quiero decir, ¿que quieres conmigo? — me corregí.

— Me gustas, Junie — hizo una pausa, desviando la mirada —. No se si pueda darte todo lo que necesitas, pero quiero intentarlo — jugo con sus manos, viéndose un tanto nervioso —, solo te pido que vayamos despacio. Me gustaría que me esperarás...

Fruncí levemente el ceño, sin entender a que se refería, pero parecía hablar tan enserio que no pude cuestionarlo. Tome sus manos entre las mías, aun así no levanto la vista para verme, lo noté avergonzado.

— Haré lo que necesites, Kyle. No tengo apuro — asegure, sonriendo levemente aunque no pudiera verme —. Mírame, por favor... — me impaciente, y agradecí mentalmente cuando lo hizo —. Esta bien, tranquilo.

Asintió, sonriéndome.

Comenzaba a entender que Kyle estaba dejando atrás su disfraz, con el que cubre sus preocupaciones y miedos, estaba abriéndose a mi, mostrándome sus debilidades e inseguridades. Y ese hecho me provoco abrazarlo, porque no conocía un acto más sincero que ese. El me envolvió con sus brazos de igual manera.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top