CAPÍTULO 41: LYDIA'S PARTY
—— LYDIA'S PARTY ——
Desde lo ocurrido en la Rave, Serena había optado por llevar su collar puesto. Sí era cierto que sentía un poco de miedo al saber que algo había conseguido descontrolarla, pero también la indicaba que había alguien como ella, con el suficiente poder como para controlarla lo que la llevaba a otra deducción: esa persona o criatura podía ser, perfectamente, quién la había dado aquel poder, lo que la indicaba a la adolescente que existía la posibilidad de aprender y de descubrir por que ella había sido elegida.
—¿A donde vas?— Preguntó Melissa entrando en la habitación de su hija al ver que está estaba preparándose para irse.
—He quedado con Lydia, ¿ocurre algo?— Preguntó la adolescente confundida mientras miraba a su madre confundida.
—No, claro que no. Solo quería hablar contigo sobre una cosa, pero puede esperar.— Respondió Melissa haciendo que Serena frunciera el ceño pero apenas tuvo tiempo para preguntar, ya que percibió el olor de Lydia segundos antes de que la rubia-fresa detuviera su coche enfrente de la casa de los McCall, para después Serena salir corriendo.
—¿Ocurre algo, mamá?— Preguntó Scott al ver salir a su madre de la habitación de su hermana de forma abatida.
—Hablar con tu hermana, a veces, es misión imposible.— Sonrió haciendo que Scott entendiera lo que Melissa quería decir, ya que Serena entre muchas otras cualidades y habilidades, era muy cabezota en muchísimos aspectos.
—¿Cuándo vas a decírselo?— Ante la pregunta de su hijo Melissa se quedó en silencio sin saber muy bien que responder. —No debería de importarte la opinión de papá, Serena vive contigo, es tu decisión. Y te aseguro que se lo tomara mejor si se lo dices tú sola a si esperas a que él esté para hacerlo. Ambos sabemos que jamás va a estar con un tema así.— Le recordó Scott a su madre, haciendo que Melissa comprendiera que su hijo tenía razón.
—No insistas con el tema, Scott.— Sentenció su madre saliendo del pasillo haciendo que Scott comprendiera lo que ocurría en realidad.
—No es por papá, es por tí. No quieres decírselo porque no estás lista.— Asumió Scott haciendo que Melissa se detuviera al escuchar la suposición de su hijo. —Nada cambiará, lo sabes. Conoces a Serena perfectamente, ¿crees que ella pensará o actuará diferente? Lo único que la dirás es la verdad, una verdad que tiene derecho a saber. Y ambos sabemos cómo puede actuar si esa verdad la descubre por su cuenta o por terceros. ¿Cuánto crees que tardará en suponer que sus problemas de corazón pueden ser por su verdadera familia?— Inquirió Scott sabiendo que aquel tema era un tema bastante serio y complicado, pero era un tema que debían de abordar de inmediato por el bien de todos.
—No es tu problema, Scott. Dejalo estar.— Se limitó a decir su madre haciendo que el Beta suspirase con resignación al observar como su madre evitaba aquel tema, pero era un tema que su hermana debía de saber. Y si no era ellos, su familia, quién se lo dijera, seguramente sería otra persona con el objetivo de hacerla daño o de provocar otra clase de problemas.
—¿Se lo ha dicho?— Preguntó Willa a Scott una vez que esté descolgó la llamada y entraba en su habitación encerrándose en ella.
—No, mi madre tiene miedo. Y no la culpo.— Explicó Scott con pesadez.
—Podrías decírselo tu o nosotros.— Sugirió haciendo que Scott viera en esa frase la expresión de enfado de su hermana.
—Esta claro que no conocéis a mi hermana enfadada. Si descubre que había gente que lo sabía, no se enfadada con mis padres, sino con absolutamente todos aquellos que lo sabían. Y si mi hermana ya daba miedo antes de ser sobrenatural, siéndolo da mucho más. Te lo garantizo.— Comentó Scott hablando desde la propia experiencia.
—Pues alguien debe de decírselo. Por qué cuanto más tarde en saberlo, peores serán las consecuencias.— Advirtió Willa sabiendo lo que podría suceder.
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Serena y Lydia se bajaron del coche de la segunda y entraron en el centro comercial como sino ocurriera nada, como si Lydia no estuviera siendo acosada por Peter, o como si Serena volviera un año atrás en el tiempo, donde ocultaba sus problemas y era ajena a todo lo que sucedía a su alrededor, incluso ajena a lo que un simple collar ocultaba en ella misma.
—Bueno, tengo que comprar varios vestidos.— Empezó a decir Lydia mientras entrelazaba su brazo con el de Serena.
—¿Cuántos piensas llevar esta noche? ¿Media docena?— Preguntó sarcásticamente, haciendo que Lydia la mirase de mala forma por su comentario.
—Necesito lucir bien. Y llevar un único vestido es insuficiente. Pero tampoco creas que te vas a librar de que te lleves uno. Hace unos días vine, y vi uno que, realmente, lleva tu nombre.— Afirmó Lydia llegando hasta un escaparate, donde un maniquí llevaba un vestido de tirantes de color blanco con dibujos en el mismo color.
—¿Ese?— Preguntó Serena observando el color blanco, símbolo en todos aspectos de pureza, haciendo que pensará en la sangre y en lo horrible que se vería si aquella noche se descontrolada y le manchaba, no solo por lo que podría ocurrirle al vestido, sino por lo que podría suceder si ella volvía a perder el control de su ser.
—Obviamente. Sabía que iba a gustarte. Además, así tu collar resaltará.— La recordó mientras tiraba de la morena entrando en la tienda, haciendo que Serena sonriera ante la actitud de su amiga.
—¿Es un mensaje subliminal al hecho de que nunca me le quitó?— Inquirió Serena mientras ella y Lydia miraban por la tienda.
—No, es sólo... Que desde que salí del hospital todo es tan diferente... Tú estuviste ahí cuando aquel animal me atacó, literalmente me salvaste aun cuando yo fui una zorra contigo. Pero sabes, ahora soy consciente de que tu amistad conmigo como tú relación con Edward no era bueno. Con nosotros no te mostrabas realmente como eras, estabas bajo presiones que terminaron siendo catastróficas. Pero supongo que después de eso todo a mejorado, ¿verdad?— Comentó Lydia haciendo que Serena se quedará en silencio, ya que, aunque había sufrido mucho con lo que ellos la hicieron y admitir que Lydia tenía razón la dolía en el orgullo, sabía que todo eso la había hecho más fuerte, más independiente y la habían demostrado que todo podía, de alguna forma, solucionarse.
—No voy a negar que tienes razón, pero de todas las situaciones se saca hechos positivos y negativos. Pero no creo que nuestra amistad fuera tan mala, creo que evitabamos mostrarnos como éramos por las personas de nuestro entorno, sobretodo por nuestros ex.— Explicó Serena mientras la mostraba un vestido a Lydia, la cual rápidamente negó.
—Supongo que con quién sales es la persona indicada, ¿no? Aunque como dirían nuestras madres «somos muy jóvenes como para saberlo».— Bromeó Lydia haciendo que Serena cambiará su expresión a una de seriedad, ya no solo por el hecho de que ella mantenía en secreto su relación con Derek, sino por el hecho de que realmente sí era el indicado por la unión que tenían.
—Nadie sabe de ello, Lydia. Preferiría evitar el tema.— La pidió mientras su actitud se volvía cortante.
—¿Lo llevas en secreto?— Preguntó incrédula.
—Es algo complicado. Nadie lo sabe, a excepción de mi hermano y porque alguien debe de ayudarme cuando no estoy en casa. Así que evitaría hablar de ello.— Sentenció Serena haciendo que Lydia pusiera una mueca de aburrimiento, al observar que sus dos mejores amigas tenían relaciones secretas por motivos que no querían decirla, y eso solo provocaba una cosa, que sintiera curiosidad por saber porque lo llevaban en secreto. En especial Allison y Scott; pero ahora que se paraba a pensar, saber que Serena tenía novio y que lo llevaba en secreto, solo la hacía pensar en una opción, él no era del instituto y por tanto podía ser o alguien de otro instituto, cosa bastante improbable, por el hecho de que Serena no conocía a estudiantes de otros institutos; o bien, porque él era mayor que ella y, aunque Lydia podía ignorar aquello, algo la decía que era la segunda opción.
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—S, dime por favor que tienes un regalo para Lydia.— Pidió Scott entrando en la habitación de su hermana encontrándola preparada con el vestido que Lydia la había regalado, junto a unos zapatos de tacón, también, blancos; el pelo rizado y maquillada.
—Sí, Scott. Me he encargado de que su regalo sea de parte de ambos. Obviamente, ninguno queremos ser parte del extravagante regalo que, seguramente, Stiles le haya hecho a Lydia.— Concluyó la morena haciendo que Scott asintiera dándola la razón, haciendo que su hermana sonriera.
—Es un alivio.— Murmuró Scott soltando un gran suspiró. —Y por cierto, estás muy guapa.— La alago Scott haciendo que Serena entrecerrara los ojos.
—¿Qué es lo que quieres, Scott?— Inquirió desconfiada.
—¿Quién? ¿Yo? Yo nada.— Negó rápidamente al mismo tiempo que ambos detectaban que Stiles había llegado. —¿Crees estar bien?— Preguntó Scott a su hermana mientras bajaban las escaleras.
—Las opciones son o la fiesta de Lydia con un Kanima y el amo; o la vieja estación de tren con tres Betas sin ancla. La decisión está clara, ¿no? Además, llevo el collar. No hay que preocuparse de nada.— Afirmó Serena con tranquilidad, pero Scott no tenía aquella tranquilidad. No por Jackson y el amo o los Betas, sino porque incluso llevando el collar, su hermana podía perder el control.
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—Sinceramente, no me sorprende.— Comentó Serena observando el regalo que Stiles cargaba.
—¿Enserio?— Preguntó Scott sorprendido.
—Bueno, es la cosa más normal que ha hecho. Porque, sinceramente, que haya descubierto la conexión de las víctimas intimida más.— Comentó la adolescente mientras los tres entraban en la casa, haciendo que Serena observará la poca gente que había allí, haciendo que pensará seriamente en sí realmente Lydia iba a tener un cumpleaños normal, o incluso lo sobrenatural la afectaría en un día como era aquel.
—Jackson no está aquí.— Puntualizó Allison reuniéndose con los tres adolescentes.
—No me sorprende, esto está vacío.— Afirmó Serena paseando su mirada por el lugar.
—Quizá sea pronto.— Dijo Scott mirando su reloj, sabiendo que eso no era así.
—O tal vez no haya nadie por qué consideren a Lydia una chiflada.— Intervino en este momento Stiles haciendo que su mejor amigo asintiera dándole la razón.
—Pues hay que hacer algo, por qué hemos estado pasando de ella en las últimas dos semanas.— Afirmó Allison con certeza.
—Y ella ha pasado de Stiles durante diez años.— Puntualizó Scott haciendo que su hermana le mirase con una expresión de pocos amigos.
—Prefiero pensar que no tiene conocimiento de que existo.— Explicó el rapado haciendo que la mestiza sonriera ante su comentario.
—Si, no la debemos nada. Menos aún por lo que le hizo a mi hermana.— Añadió haciendo que Serena se removiera incómoda, ya que aquello era un tema que no la gustaba.
—¿No la ayudareis a que este de nuevo centrada?— Preguntó Allison mirando a los tres adolescentes.
—¿Centrada?— Preguntó Serena cruzándose de brazos confundida.
—No sería la chiflada sino fuera por culpa nuestra.— Les recordó Allison, haciendo que Serena comprendiera lo que quería decir, pero aunque una parte de ella quería ayudar a Lydia, otra parte, todavía, rencorosa, se negaba a que eso ocurriera.
—Bueno, alguna influencia tengo como para invitar al equipo de lacrosse.— Comentó Scott cediendo.
—Yo conozco a algunas personas que pueden animar esto.— Explicó el pecoso haciendo que Allison y Serena le mirasen confundidas.
—¿Quienes?— Inquirió la joven cazadora con curiosidad.
—Los conocí la otra noche. Digamos que saben cómo divertirse.— Explico haciendo que Serena pusiera una mueca se duda, ya que Stiles podía ser muy impredecible.
—Y yo podría hablar con mis viejos compañeros del equipo de patinaje y de las animadoras.— Comentó haciendo que Allison sonriera al escucharlos, pero en cierto sentido aquella acción no la hacía por Allison, ni para ayudar a Lydia a celebrar sus cumpleaños, en cierto sentido, Serena lo hacía por ella misma. Para recordarles a todos que ella seguía ahí dispuesta muchas cosas, y las conseguiría, costará lo que costará.
★★★
El capítulo de la desgracia se acerca, y sólo puedo decir que estoy emocionada.
Bueno, el capítulo de hoy no es muy importante, aunque tiene aspectos que son algo curiosos.
Primero, el miedo de Melissa que es un miedo que creo que está más que justificado; después, Rafael no hará acto de presencia, tener paciencia por qué afrontare esto. De hecho creo que tengo el capítulo perfecto para esto, y solo diré que será cuando sepa del Derena.
Segundo, la relación de Lydia y Serena. Evidentemente, Serena quiere ayudar a Lydia, pero también hay que entender que la odia por lo que la hizo, y creerme que lo dejara bien claro. De hecho muchas cosas sucederán en Cursed Blood. Pero me gusta el hecho de que Lydia sepa de que Serena tiene a alguien.
Otro aspecto importante, el miedo que Scott tiene a que Serena se entere por otras personas. Realmente, nadie quiere verla enfadada, pero... lo que va a suceder os va a dejar muy sorprendidos. De hecho creo que no os lo vais a ver venir.
Con respecto al próximo capítulo... solo puedo decir que estéis atentos porque es MUY importante.
¿Qué os ha parecido?
Os leo ❤
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