CAPÍTULO 39: RAVE
—— RAVE ——
Una vez que terminaron las clases, Scott, Serena y Stiles, se reunión en la veterinaria, donde conseguirían lo que les faltaba para poder atrapar a Jackson de una forma mucho más organizada que la última vez, y sin infringir la ley, aunque Stiles y Scott infringieran la orden de alejamiento.
—¿Katamina?— Leyó Serena observando el frasco de diez mililitros que Deaton tenía en su mano.
—Es lo que usamos con los perros pero con más dosis.— Explicó el veterinario mientras ponía sobre la mesa el frasco con una pistola especializada en inyecciones, para que pudieran adormecer a Jackson o al Kanima. —Si podéis acercaros a él e inyectarle esto, le dejara atontado y ganareis tiempo.— Les informó mientras se daba la vuelta y cogía un frasco con ceniza de montaña. —Esto otro es una muestra para crear la barrera. Esta parte es tuya, Stiles.— Añadió Deaton mirando al humano.
—Suena a mucha presión. ¿Puedo encargarme de algo con un poco de menos presión?— Pidió haciendo que los mellizos le mirasen con una expresión de pocos amigos.
—Esta sacado del fresno, el cual muchas culturas consideran que protege de lo sobrenatural. Rodeé esto de cenizas de fresno por lo que es difícil que alguien como Scott o como Serena me cause algún problema.— Explicó el veterinario con total tranquilidad.
—Esta bien, entonces tengo que esparcir esto alrededor del edificio y todo aquello que sea sobrenatural no podrá ni entrar ni salir, ¿no?— Stiles miró a todos haciendo que Serena le mirase con obviedad.
—Quedaran atrapados.— Concluyó Deaton dando a entender que sí.
—No será difícil.— Le apoyó Scott a Stiles haciendo que el pecoso pusiera una mueca de duda.
—No es sólo eso. Imaginaos que fuera pólvora, es polvo hasta que una chispa la enciende. Tu tienes que ser esa chispa, Stiles.— Explicó Deaton haciendo que Stiles frunciera el ceño al no entender lo que quería decir.
—Si a lo que se refiere es a que me prenda fuego, no estoy listo para eso.— Comentó Stiles haciendo que Serena y Scott agacharan la cabeza en señal de que se rendían.
—Permitirme una analogía diferente. Yo era golfista y aprendí que los mejores golfistas nunca golpean sin antes visualizar hacia donde quieren que vaya la pelota. Ellos lo ven en su mente, y su mente se hace cargo. Puede ser impresionante lo que la determinación y el esfuerzo pueden conseguir.— Explicó Deaton con seguridad de que Stiles era la persona indicada para aquella tarea.
—Fuerza se voluntad.— Concluyó el pecoso con certeza.
—Si quieres que funcione, Stiles, tienes que creer.— Le recordó haciendo que Stiles pensará seriamente en lo que el veterinario le había dicho.
✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶
—¿Te queda mucho?— Preguntó Scott entrando en la habitación de su hermana, encontrando a Serena vaciándose una bolsa de sangre. —Un día mamá te va a ver y tendremos que explicar muchas cosas.— La advirtió observando que su hermana estaba completamente vestida. —¿Estas enferma? Por primera vez has terminado antes que yo.— Comentó sorprendido.
—Bueno, no voy a divertirme, así que prefiero ir cómoda pero sin ir como siempre.— Respondió mientras miraba el collar que estaba en su escritorio.
—Deberías de llevarlo, S.— La aconsejó su hermano haciendo que la mestiza dudará.
—No estoy segura de ello, Scott. Soy, literalmente, la única que puede enfrentar a Jackson sin morir en el intento.— Le recordó mientras le cogía y le escondía entre unos libros de texto, haciendo que Scott la mirase sorprendido por su desconfianza. —¿Qué? Si desaparece y pierdo el control creo que todos os haríais creyentes para que sucediera un milagro.— Respondió sarcásticamente mientras Scott negaba al escuchar la insinuación de su hermana.
—Prometeme que tendrás cuidado esta noche.— La pidió mientras la miraba con seriedad.
—Eso debería de decírtelo yo a ti, Scott. Te recuerdo que el Kanima no me puede hacer nada y los cazadores igual.— Le recordó omitiendo la información en la que ella casi se muere por el disparo de un cazador, pero aquello era una información que prefería omitir, sobretodo si quería que Scott no activará su lado de hermano mayor. Por que ya tenía suficiente con Derek, por supuesto entendía que ambos se preocuparan, pero había problemas mucho más importantes como para ante poner su propio bien al de todos. Por eso, Serena jamás les había dicho que sus escamas estaban cambiando, ni que se despertaba con pesadillas, ni menos aún que el hambre había crecido. Y no lo ocultaba por no querer recibir ayuda o por no preocupar a nadie, sino porque todavía no sabían lo que ella era, así que, decirlo era como dirigirse a un callejón sin salida.
—Sabes a lo que me refiero, S. Y no es sólo al Kanima.— La recordó haciendo que la mestiza comprendiera que se refería a los problemas que Derek tenía con los cazadores.
—Scott, si fuera por eso incluso tu serías el que me está poniendo en peligro. No te preocupes, ¿si? Sabes que me se defender. Además, te aseguro que no va a ocurrir nada está noche. No comiences a emparanoiarte, Scotty.— Le pidió haciendo que el Beta pusiera una expresión de pocos amigos al observar que su hermana no estaba preocupada por, los posibles, problemas que podían tener aquella noche. Era como si a Serena no la aterrara la idea de que allí pudiera estar Jackson sin control junto a su amo.
✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶
Serena y Scott llegaron a la zona industrial donde iba a celebrarse la rave, haciendo que los mellizos intercambiaran una mirada, mientras se encaminaban a la entrada. Comenzando a escuchar la potente música, la cual, sino fuera por su control sobre su lado sobrenatural les estaría hiriendo en consideración.
—Busca a Isaac y a Erica, yo voy a buscar a Allison.— Dijo Scott haciendo que su hermana pusiera una mueca de pocos amigos. —No necesito que me des un sermón de ello, Serena. Se perfectamente lo que me dirás, casi incluso puedo leer tu mente.— Comentó, lo que hizo que su hermana sonriera.
—Entonces no me hagas desear tener el valor suficiente como para matar a alguien que conozco y, en cierto sentido, aprecio.— Le pidió Serena a Scott justamente cuando se perdía entre la multitud buscando a los dos Betas para poder acordar el plan.
—Serena.— La aludida se giró al escuchar su nombre, el cual había sido pronunciado por Matt. —Creía que no ibas a venir.— Comentó sorprendido de verla allí.
—¿Y perderme la fiesta?— Preguntó con una sonrisa. —Ni muerta. Es raro verte sin la cámara.— Puntualizó al observar que este no la llevaba encima.
—Y a ti verte con el pelo rizado, te queda bien.— Sonrió haciendo que Serena le devolviera la sonrisa.
—Debo de irme, tengo que buscar a unos amigos.— Comentó marchándose y perdiéndose entre la multitud, al mismo tiempo que intentaba usar su sentido del olfato para encontrar a los Betas, acto que, irónicamente, la ayudó. —¿Qué pasa?— Preguntó Serena al ver a Scott allí.
—Cambio de planes. Isaac y Erica se encargarán de suministrarle la Ketamina, y nosotros intentamos evitar que los Argent no jodan el plan.— Resumió su hermano, haciendo que Serena pusiera, de nuevo, una expresión de pocos amigos. —Retomando el tema, debéis de suministrarselo de forma intravenosa. Debéis de buscarle una vena, al pincharle tira hacia atrás de esta pieza. En el cuello será mucho más fácil. Encuentra una vena, clavaselo ahí y aprieta el gatillo.— Explicó Scott mientras Isaac prestaba atención a las indicaciones de Scott.
—Ten cuidado.— Le indico Serena.
—De acuerdo, aunque dudo que le vaya a doler.— Puntualizó sorprendido por la forma en el que la mestiza se preocupaba por Jackson.
—Hablo de ti, no quiero que te haga daño.— Puntualizó Serena justamente antes de que ella y su hermano se fueran. —¿Alguna idea de cómo detener a los cazadores?— Preguntó Serena mientras se detenía y miraba a su hermano.
—Intenta llamar a Willa, yo lo intentare con Boyd. Alguno de los dos debe de estar con Derek.— Le indico el Beta, mientras sacaba su teléfono al igual que su hermana para empezar a marcar los números de los dos sobrenaturales, pero antes de que dieran a llamar, las luces de un coche llamaron la atención de los mellizos, haciendo que ambos se girasen para observar el coche de Victoria segundos antes de que está les atropellara, dejándolos inconscientes.
La cazadora se bajó del coche con una actitud de tranquilidad, y se acercó a los dos sobrenaturales, no solo para cerciorarse de que estaban inconscientes, sino para asegurarse de romper sus respectivos teléfonos, ya que no quería ningún inconveniente.
—Lástima que tengáis que ser los dos.— Murmuró mientras regresaba a su coche para preparar todo lo que necesitaba.
✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶
Lentamente y, con bastante dificultad, Serena abrió sus ojos. Observando que a un par de metros de ella estaba el cuerpo de Scott, el cual estaba tan débil e inconsciente como el de ella.
—Scott...— La aludida intentó ponerse de pies al mismo tiempo que llamaba a su hermano haciendo que Victoria se pusiera de pies y se acercara a ella para tirarla al suelo. —Zorra.— Murmuró al reconocerla.
—Mejor ser una zorra que no un monstruo capaz de comerse a toda su familia.— Indicó la cazadora golpeando a Serena e inyectándola un conjunto de venenos, ya que alguno sí la haría efecto. Una vez que Serena quedó prácticamente sedada y, posiblemente, moribunda, Victoria se acercó a Scott observando como este abría sus ojos. —Posiblemente te suene este aparato.— Explicó haciendo que el Beta mirase hacia la mesa. —La marihuana se fumaba aquí en papel liado, pero hoy en día parece que a los adolescentes os regalan un vaporizador con la tarjeta sanitaria.— Comentó mientras pasaba por delante de su nariz un frasco con algo en su interior, al mismo tiempo que Scott hacia un esfuerzo por quedarse despierto, percatándose, en cierta forma, de la presencia de su hermana. —Este tipo de acónito me fascina. Huele muy bien, pero a ti no te gustará.— Puntualizó mientras metía el frasco dentro del vaporizador.
—¿Qué hace? ¿Y mi hermana?— Preguntó Scott con un tono de voz soñoliento.
—¿Qué te parece?— Preguntó sonriendo. —Mataros. Será una tragedia para vuestra madre, pero no puedo matarte a ti y dejar con vida a Serena, eso sería firmar la sentencia de muerte de mi familia. Por qué seamos sinceros, Scott, tu no serías capaz ni de matar a una mosca.— Admitió Victoria al mismo tiempo que, de fondo, se escuchaba como Serena soltaba un pequeño quejido de dolor. —Pero no te preocupes, Scott. Todo parecerá un accidente. A la pobre Serena la dió un infarto justamente cuando a su hermano mayor le daba un ataque de asma severo, en donde no tienes tú inhalador. Tus informes escolares dicen que padeces un caso muy grave de asma, y no es de extrañar que Serena tuviera un infarto, ¿cuántos ponía en su expediente que ha tenido? ¡Ah, sí! Cinco en dieciséis años. Una suerte que haya salido ilesa de todos, menos de este, claro.— Comentó al mismo tiempo que escuchaba un siseo por parte de Serena, al mismo tiempo que los ojos de Scott brillaban y sus dientes se alargaban.
—¡Basta!— Gritó Scott en señal de súplica.
—Demasiado tarde, ya hace efecto.— Respondió la cazadora mientras Scott comenzaba a descontrolarse y a ponerse de pies, a la par que Victoria, la cual le tiró al suelo, haciendo que Scott tosiera.
—T-todo sal-drá bien, Sco-tty.— Murmuró Serena mirando con dificultad a su hermano, mientras el dolor el su cuerpo y en su pecho se intensificaba, al mismo tiempo que un par de lágrimas resbalaban por sus mejillas a causa del dolor.
—Que tierna.— Comentó sarcásticamente la cazadora. —Y pensar que te comes a la gente... Pero nadie va a venir a buscaros.— La recordó mientras se ponía de pies. —Alfa y Beta. ¿Pero que sois vosotros? Omegas. Estáis solos. No sabéis que el lobo solitario y la criatura solitaria no sobrevive sin una manada o sin un grupo. He escuchado el gritó de un Omega y es muy triste, el aullido de un lobo solitario.— Afirmó Victoria, mientras Scott se arrastraba sobre el suelo.
—N-nosotros n-no somos Omegas. Noso-tros n-no es-tamos solos.— Afirmó Scott mientras se preparaba para rugir, al mismo tiempo que caía al suelo y Serena, la cual estaba sentada en el suelo, apoyada en la pared, caía de lado como un peso muerto.
★★★
Adoro los finales felices.
Vale, tal vez ha sonado cruel, pero ha sido gracioso.
Okey, me pongo seria. Por fin hemos llegado al capitulo de la Rave y puedo decir que queda poco para una de mis escenas favoritas entre Derek y Serena, pero también para el inicio del drama en potencia. Lo entenderéis todo en el próximo capítulo, porque... suceden DEMASIADAS cosas.
Ahora, respecto a este... Sinceramente no sé qué decir, solamente que adoro a Scott, osea en la serie debían de haberle puesto un hermano/a por qué hubiera ganado mucho, pero bueno. El capítulo en sí no es muy importante, salvo por las nuevas sensaciones de Serena, las cuales explicaré en Cursed Blood, y lo más seguro que durante los capítulos de la temporada 3b.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ❤
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top