—— SECRET ——

—¿A donde has ido esta mañana?— Preguntó Scott al ver a su hermana pequeña.

—Te aseguro que no quieres saberlo.— Murmuró la adolescente haciendo que el hombre lobo frunciera el ceño al no entender que quería decir.

—No necesito detalles.— Respondió poniendo una mueca de repugnancia.

—No es eso, idiota. Eres un mal pensado.— Negó Serena mientras entraban a la biblioteca. —Más tarde te lo explicaré, ahora necesito saber más sobre el Kanima.— Puntualizó mientras se reunían con Stiles a la espera de que llegara Allison con la información que podía haber recopilado.

Unos minutos después, la futura cazadora llegó y se metió en el pasillo contiguo, donde les pasó una tablet que rápidamente Scott encendió, observando en la pantalla una foto de una de las páginas del bestiario.

—Eso es lo que Lydia ha podido traducir.— Explicó Allison mientras los mellizos leían la traducción. —Y creo que estaba desconcertada.— Añadió mientras Scott la miraba.

—¿Y qué la contaste?— Preguntó Scott confundido.

—Que nos habíamos dado de alta en un juego por internet donde se lucha contra seres mitológicos.— Respondió Allison riéndose mientras Serena alzaba la cabeza y miraba a Stiles.

—Yo participó en un juego de internet donde se lucha contra seres mitológicos.— Puntualizó haciendo que Scott y Allison le mirasen incrédulos, al mismo tiempo que Serena comenzaba a reírse.

—¿Indica esto quién puede dominarlo?— Preguntó Scott regresando al tema que a ellos les interesaba. El Kanima.

—La verdad es que no, pero Stiles tiene razón con las muertes.— Explicó la cazadora haciendo que el humano hiciera una mueca de victoria al llevar la razón. —Llaman al Kanima, "arma de la venganza". Hay una historia que habla de un sacerdote en Suramérica que utilizaba al Kanima para ejecutar a los asesinos de su pueblo.— Añadió haciendo que los tres se mirasen confundidos.

—Y por eso nunca voy a misa.— Respondió sarcásticamente Serena.

—Veis, tal vez no sea tan malo.— Puntualizó Stiles.

—Hasta que la confianza se fortaleció y mató a todo aquel que el sacerdote quería.— Finalizó Allison mientras cogía un libro para fingir normalidad.

—Todo malo, todo muy malo.— Puntualizó Stiles horrorizado.

—Espera un momento, aquí pone que el Kanima es un hombre lobo que no se puede transformar en uno hasta que resuelva algo con su pasado.— Leyó Serena alzando la cabeza.

—Si eso significa que Jackson debería de ir a un psicólogo os lo podía haber dicho yo mismo.— Bromeó Stiles haciendo que Serena negara.

—Creo que no es un trauma, sino como una cuenta pendiente. Algo que le ata de alguna forma, que no le deja pasar página.— Explicó Serena haciendo que los tres la mirasen confundidos. —¿Qué? Unos segundos en la mente de alguien son suficientes.— Respondió la chica mientras volvía a centrar su mirada en la tablet.

—¿Y si tiene que ver con sus padres?— Preguntó Allison haciendo que los tres la miraran. —Con sus verdaderos padres.— Insistió haciendo que los tres se dieran cuenta de que podía ser lo más seguro.

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Mientras Scott hacia su examen, y Allison y Stiles intentaban sacar información a Jackson y a Lydia respectivamente, Serena se vio en la obligación de aparentar normalidad, aunque aquello fuera algo difuso. Ya que desde hacía mucho tiempo la palabra «normalidad» había salido de su diccionario. Para ella lo normal ya no era las fiestas, estudiar, pasar el rato con sus amigos, ir a clase o de compras o cualquier cosa mundana que la gente de su edad solía hacer como rutina; para ella, la normalidad venía precedida de cosas sobrenaturales, de entrenar, salir a cazar o ser perseguida por un cazador durante toda una noche. Ya lejos quedaba la tranquilidad en la que vivía rodeada meses atrás.

—¿Estas bien?— Serena miró de reojo a Edward. —Esta mañana un cazador le a informado a mi padre de que anoche vio a Derek en el bosque, acompañado de una mujer. Intuyo que a esas horas debías de ser tu intentando cazar.— Explicó haciendo que Serena le mirase con cara de pocos amigos.

—¿Y debería de darte las gracias?— Preguntó la adolescente confundida al no entender lo que la quería decir.

—Quiero ayudarte. Se que lo que Kate hizo está mal, y no soy partidario de los planes de mi abuelo, opino igual que mi padre. Además, Derek no la mató, fue Peter y él está muerto.— Puntualizó mientras se apoyaba en las taquillas que estaban al lado de la de Serena. —Si no quisiera ayudarte, ellos ya sabrían que estás saliendo con Derek, de hecho lo sabría todo el mundo. Pero lo mantenéis en secreto, y es comprensible, eso evita que sus enemigos te usen contra él. Pero en algún momento el secreto dejará de serlo, y deberás de considerar el hecho de que tu supervivencia es más importante que la de él.— Explicó haciendo que Serena cerrará su taquilla de un golpe mientras le sonreía con falsedad.

—Esto no es una guerra, Edward. Y no se qué intenciones puedes tener para insinuar algo así, pero preferiblemente deja de meterte en mi vida y mucho menos en mi relación con Derek. Creo que debes de aceptar el hecho de que no a todo el mundo le interesa el deportista que siempre va a estar a la sombra o bien de su mejor amigo o bien de su familia. Te aprecio, pero empieza a aspirar a ser alguien y no el soldado de Gerard.— Dijo Serena mientras se daba la vuelta y atravesaba el pasillo, observando como en uno en los que se abría, Erica empujaba a Stiles, haciendo que la mestiza subiera corriendo las escaleras para acercarse a ambos.

—¿Tienes que estar en todas partes?— Preguntó Erica mirando a Serena mientras seguía empujando a Stiles.

—¿Y tu te tienes que comportar como una perra? Creía que está claro que eres una mujer lobo no un chihuahua.— Puntualizó Serena con una sonrisa.

—¿Por qué preguntas a Lydia por los padres se Jackson?— Preguntó Erica ignorando el comentario que Serena había hecho y, el cual, la había ofendido.

—¿Quieres que las cámaras te graben las garras?— Preguntó el pecoso señalando la cámara que estaba detrás de ellos, haciendo que Erica las escondiera.

—Así mejor.— Respondió Stiles mientras Erica miraba a ambos enfadada. —Quieres ser Catwoman, yo seré Batman y Serena Wonder Woman.— Añadió mientras se libraba de la intimidación de Erica y se alejaba de ella junto a Serena.

—Si queréis saber algo a cerca de los verdaderos padres se Jackson, están a un kilómetro. Enterrados en el cementerio.— Les informó Erica haciendo que Serena soltara un siseo de frustración que hizo sonreír a la mujer lobo.

Los tres caminaron a la par, mientras Stiles intentaba convencer a Erica de que no le dijera nada a Derek, pero Serena sabía que él acabaría enterándose y sería la Beta quién lo hiciera. Por mucho que lo intentasen nada la iba a parar, y por muchas amenazas que la mestiza la hiciera a Erica, nada evitaría nada. Mientras la mujer lobo respondía a las insistencias de Stiles, Serena se percató del agua que salía del vestuario de hombres para que, segundos después, salieran de él, Jackson y Scott pegándose. Haciendo que los tres reaccionarán rápidamente, Erica sujetando a Jackson, y Serena y Stiles a Scott, aunque parecía misión imposible, debido a la furia de Scott, lo que hizo que Serena se viera en la obligación de usar su fuerza sobrenatural para detener a su hermano, al mismo tiempo que le clavaba en un lado del cuello sus garras para hacer que reaccionara.

—¿Qué demonios sucede?— Preguntó Harris apareciendo en ese momento. —¿A que jugáis, cretinos?— Preguntó de nuevo mientras Serena soltaba a su hermano. —Jackson, calmate.— Le ordenó Harris al adolescente, el cual estaba completamente fuera de sí. Pero Serena sabía que él no era del todo Jackson. —¿Señor McCall me lo explicará todo?— Preguntó Harris mirando a los mellizos. —¿O usted señor Stilinki?— Preguntó mientras que todos guardaban silencio.

—Estaba en el suelo.— Intervino Matt mostrando la tablet, la cual cogió con brusquedad Harris.

—Usted y usted.— Dijo señalando a Scott y a Jackson para después mirar a todos. —Mejor, todos vosotros, castigados a las tres.— Anunció Harris haciendo que todos pusieran una mueca de queja mientras Serena ponía una postura de enfado.

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—Vamos, S. No puedes enfadarte por algo así.— Dijo Scott después de que salieran de la cafetería.

—De hecho puedo.— Puntualizó. —¿Sabes acaso el riesgo que nos has hecho correr al resto, solamente por el mero hecho de que como siempre debes de ser el héroe en el cuento de Allison? ¿Qué hubiera pasado si os hubierais convertido? Estoy harta de que actúes así, Scott. Estas sacrificando todo por algo que al final de todo va a joderse, ¿y sabes por qué? Por qué no podéis estar juntos. Ya te hizo daño una vez, puedo jurar que también lo hará una segunda.— Afirmó Serena haciendo que su hermano endureciera su expresión.

—¿Sabes cuál es tu problema? Qué no puedes ver que los demás seamos felices, odias a Allison por el mero hecho de que Edward te engañó. A veces me sorprende que seamos hermanos, porque en realidad no te comportas como tal. Pero, ¿a que de deben esos ataques? ¿Acaso estás celosa, o es por el hecho de que tu relación de Derek no va a llegar a nada porque es cuestión de tiempo que vea lo que eres realmente, un monstruo?— Serena entreabrió la boca sorprendida por lo que su hermano acababa de decir, y en vez de reaccionar como otras veces, que era ignorando su comentario, la chica respondió dándole una bofetada en la cara, al mismo tiempo que contenía las lágrimas. —Yo no...— Empezó a decir Scott, pero Serena, en este caso, sí le ignoro y se marchó, encerrandose en el baño.

Una vez en él, Serena se agarró al lavabo mientras agachaba la cabeza y respiraba intentando calmarse. ¿Era esa la perspectiva de su hermano? ¿La de todos? ¿Era realmente un monstruo? En aquellos momentos, Serena no sabía diferenciar si era o no cierto, una parte de ella quería que fuera mentira; otra, muy dentro de si misma, sabía que era verdad, que era el monstruo al que todos temían pero que nadie anunciaba por temor a las represalias. En ese instante, Serena deseo no ser la única mestiza en Beacon Hills, ni desconocer lo que era, en aquellos momentos necesitaba a alguien que comprendiera lo que era ser un monstruo, porque aunque Scott lo hubiera dicho, y tanto Derek, como Willa como Stiles, lo había negado, ella era un monstruo, una asesina insaciable.

—“No estás sola”.— Serena alzó la cabeza al escuchar de nuevo la voz serpenteante.

—¿Quién eres?— Preguntó en voz alta completamente confundida.

—“Todavía no ha llegado el momento en el que yo deba se presentarme. Pero pronto suceda. Solo ten en cuenta una cosa, Serena, no estás sola”.— Dijo la voz mientras cada vez sonaba más lejana, haciendo que Serena comprendiera que está estaba saliendo de su cabeza, dejándola con más preguntas de las que ya tenía; pero con una respuesta que, posiblemente, lo había cambiado todo: no estaba sola, lo que significaba que había más como ella o parecidos, y eso era suficiente.

★★★

Adoro hacer drama entre Scott y Serena.

Pero de lo que no tengo dudas es de que aquí todos adorais el comentario de Serena a Erica al llamarla chihuahua. No pude resistirme, sorry.

Regresando al capítulo, se que puede aparentar que no es importante pero sí lo es. Por una cuestión, la voz que escucha Serena.

En la próxima parte, en Cursed Blood, sabréis a quien pertenece, pero puedo adelantar una cosa, y es que su dueña es un personaje muy importante. Ya no solo en la vida de Serena sino en la historia, pero para saber quién es hay que esperar aunque tendréis su aparición en Bad Blood, en un flashback MUY importante.

Respecto a la discusión de Scott y Serena, sí pensé que en ese momento le dijera que no eran hermanos, pero pensé que sería muy evidente que ahí sucediera, por lo que hay que seguir esperando.

Y ya para concluir, Edward no es Gerard, mi objetivo es que sea como Chris, aunque sí es cierto que tiene envida de Derek (quien no) pero sí quiere proteger a Serena, porque la considera su amiga.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤