—— THREAT ——

Al bajarse del Jeep y separarse de Scott y de Stiles, Serena se dirigió hacia la entrada, observando a Jackson como, al igual que todos los días, trataba de forma despectiva, pero disimuladamente, a alguien. Y en este caso le había tocado a un vagabundo.

—No se lo tenga en cuenta.— Sonrió Serena mientras le ofrecía un billete de diez dólares.

—Gracias.— Sonrió el hombre ante el gesto de la adolescente, ya que muy pocas personas le habían tratado así en su vida.

—¿Encontrasteis algo anoche?— Willa miró a Serena mientras las dos entraban dentro del instituto.

—No. El rastro de Lydia desaparece con algo de facilidad y es extraño.— Explicó Serena mientras se dirigía hacia su taquilla.

—¿Y las serpientes? ¿Ellas no la encuentran?— Serena negó rápidamente ante la pregunta de la mujer lobo.

—No.— Admitió.

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—¿Algo que decir?— Preguntó Serena cruzándose de brazos delante de dos chicas que hablaban sobre lo que Kate había hecho.

Ante la actitud de la menor de los McCall, las dos chicas se quedaron en silencio al mismo tiempo que se marchaban, haciendo que Allison sonriera a Serena mientras está abría su taquilla, que estaba a la izquierda de la de Allison.

—Gracias, S.— Sonrió la joven cazadora mientras cogía el vestido que tenía dentro y se marchaba al mismo tiempo que Serena la dedicaba una sonrisa.

—¿Eres la hermana de Scott?— Preguntó un chico a su derecha.

—Sí, ¿por?— Preguntó extrañada mientras le miraba.

—No, por nada. Es solo que os pareceis. Soy Matt.— Se presentó el adolescente observando la foto que Serena tenía en su taquilla con su hermano, la cual estaba pegada con dos pegatinas de Harry Potter.

—Serena.— Sonrió la chica cogiendo uno de sus libros.

—¿Gryffindor?— Preguntó señalando las pegatinas.

—Más Slytherin.— Sonrió la chica cerrando su taquilla. —Nos vemos, y espero que te salgan bien las fotos.— Comentó señalando la cámara que este tenía entre sus manos.

Serena salió del instituto rápidamente, dejando, dentro del Jeep sus libros, para después reunirse con su hermano y dirigirse, ambos, hacia el cementerio, para el entierro de Kate.

—Sino querías haber venido...— Empezó a decir Scott mirando a su hermana.

—Voy a hacer apoyo moral a Allison, puede que Kate y gran parte de su familia sean unos locos con serios problemas psicológicos, pero ella también es mi amiga.— Le recordó mientras llegaban al cementerio y se escondían detrás de una lápida observando la gran cantidad de policías, fotógrafos, periodistas y ciudadanos que se habían acercado para ser espectadores del entierro de la causante de las muertes y del incendio. Ya que todas las muertes que Peter provocó y que le fueron atribuidas a Derek, ahora habían sido atribuidas a Kate, aunque de aquellas era inocente, ella ya estaba muerta, así que no importaba mucho si las había hecho ella o Peter, ambos estaban muertos.

—¿Quién es ese?— Preguntó Stiles apareciendo al lado de sus dos amigos, y señalando a un hombre mayor que estaba saludando a Chris y a Victoria.

—El abuelo de Edward y Allison.— Respondió Serena recordando la única vez que le vio en persona.

—¿Le conoces?— Preguntó Scott sorprendido.

—Más o menos.— Explicó mientras se apoyaba en la lápida.

—Tal vez no sea un cazador, es decir, tal vez haya miembros de la familia que no se dediquen al "negocio familiar".— Comentó Stiles haciendo que Serena le mirase incrédula.

—Primero, no hagas mención de parte del lema de los Winchester, como fanática de Supernatural siento que es ofensivo; segundo, ¿crees que de esa familia alguien se libra? Ese hombre es el padre de Chris y de Kate, te aseguro que él es quien introdujo a sus hijos en el mundo de la cacería.— Afirmó Serena cruzándose de brazos.

—Serena tiene razón. Ellos no han venido al entierro únicamente, son refuerzos.— Respondió Scott justamente cuando el sheriff agarraba a Scott y Stiles del cuello.

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—¡Vamos!— Gritó Serena haciendo que Scott y Stiles acelerarán su carrera hasta llegar al lugar donde la ambulancia había sido atacada.

Al llegar, Serena retrocedió hasta que su espalda chocó con el tronco de un árbol, haciendo que se agarrara a la corteza intentando poder calmarse al percibir el olor de la sangre fresca.

—¿Estás bien?— Scott miró a su hermana observando como conseguía evitar convertirse.

—Sí, ya está.— Sonrió mientras se acercaban un poco más.

—¿Qué es lo que está haciendo Lydia?— Preguntó Stiles confundido.

—Ni idea.— Respondió Scott sorprendido.

—¿Tu ancla impide que hagas esto?— Preguntó Stiles mirando a Scott.

—Eso espero.— Respondió Scott observando la masacre que "Lydia" había hecho.

—¿Queréis acercaros más?— Preguntó Stiles haciendo que sus dos amigos se concentrarán en el olor, pero cada uno en un distinto olor.

—No, le tenemos.— Respondió Serena por ella y por Scott, mientras se ponían de pies para empezar a buscarla.

Los mellizos comenzaron a correr a través del bosque, guiándose por el olor, pero aunque el olor que Serena había percibido era distinto al que Scott estaba siguiendo, la morena tenía la intuición de que debía de seguir a su hermano. ¿Por qué? No estaba del todo segura, lo único que conocía con certeza era el hecho de que el olor que había percibido, aparte del de muerto no era de Lydia, sino de alguien diferente a ella.

—¿Ves aquello?— Preguntó Scott a su hermana haciendo que ella viera un tercera silueta que estaba comenzando a correr, haciendo que ella asintiera para que después los dos salieran corriendo, hasta que finalmente Serena derribo al tercer corredor, observando no solo que era el hombre al que había dado diez dólares aquella misma mañana, sino que era un hombre lobo.

Pero, de nuevo, el hombre lobo volvió a salir corriendo, haciendo que los mellizos se mirasen confundidos y salieran corriendo detrás de él, hasta que llegaron a orillas del río, donde el nuevo hombre lobo cayó en una trampa similar a la que Scott y Serena habían caído la noche anterior, pero en su defecto, el hombre lobo estaba agarrado de ambas manos y no del tobillo, por lo que la única oportunidad que tenía de sobrevivir era que alguien le ayudará.

Justamente antes de que alguno de los dos fuera a ayudar al hombre lobo, Derek les agarró a los dos obligándolos a que escondieran, al mismo tiempo que en la lejanía se divisaban varias figuras.

—¿Qué haces?— Preguntó Scott intentando forcejear con Derek, haciendo que este soltara a Serena para detener a Scott y cualquier intento por su parte de hacer alguna estupidez.

—Ya están aquí.— Se limitó a decir, justamente cuando varios cazadores, entre ellos Edward, Chris y Gerard aparecían delante del hombre lobo, el cual les empezó a gruñir provocando que Edward mostrará un arma y le electrocutara, haciendo que volviera a su forma humana.

—Has mejorado mucho este año.— Le alago Gerard a su nieto haciendo que este esbozara una pequeña sonrisa.

—¿Quién eres?— Preguntó Chris al hombre lobo el cual no respondió. —¿Qué es lo que haces aquí?— Preguntó de nuevo.

—Nada. Le prometo que nada.— Respondió con dificultad.

—¿No eres de aquí, cierto?— Preguntó se nuevo Chris mientras que Gerard se acercaba a su hijo. —¿¡Cierto!?— Gritó de nuevo el cazador.

—No, he venido buscando al Alfa. Había oído que estaba aquí. Juro que no he hecho nada, que no he hecho daño a nadie, a nadie vivo.— Explicó el hombre lobo temiendo por lo que le fueran a hacer. —El de la ambulancia ya estaba muerto, estaba muerto. Lo juro.— Afirmó con miedo.

—Caballeros, echen un vistazo a este ejemplar. Podrías decirnos que hemos cazado.— Dijo Gerard mirando a su nieto observando a la criatura como si fuera un animal.

—Un Omega.— Respondió Edward con autoridad.

—Un lobo solitario, posiblemente expulsado de su manada o el superviviente de una apresada o cazada.— Explicó Gerard poniéndose al lado de su hijo. —Muy posiblemente haya decidido estar solo. Desde luego no ha sido la mejor decisión.— Gerard se alejó de Edward y de Chris, y caminó hacia otro cazador que sostenía una tela, la cual Gerard quitó mostrando una espada. —Por que como estoy apunto de mostrar un Omega nunca puede sobrevivir por sí mismo.— Añadió agarrando con fuerza la espada justamente antes de que con ella cortará a la mitad al hombre lobo, sorprendiendo a los mellizos con aquel acto, haciendo que Scott recayera parte de su peso sobre Derek mientras que Serena se llevaba las manos a la boca, al mismo tiempo que intentaba mantener la calma para no perder el control, ya no solo por la sangre fresca que hacía que su apetito se despertara, sino también por el hecho de querer matar a todos los cazadores por lo que le habían hecho a un hombre lobo que no tenía culpa de nada.

—Mirarlos.— Ordenó Derek a los mellizos, siendo inconsciente de lo peligroso que era eso para Serena. —Nos necesitamos.— Sentenció.

—¿Qué es lo que hacen?— Preguntó Serena confundida buscando una escusa para no pensar en la sangre.

—Nos declaran la guerra, a todo lo sobrenatural.— Respondió Derek con frialdad mientras seguía sujetando a Scott.

—Existe un código.— Le recordó Chris a su padre.

—No cuando han matado a mi hija.— Sentenció clavando la espada en el suelo. —Sin códigos, ya no más. A partir de ahora estos no son más que seres esperando a ser rebanados, ¿queda claro? Por qué me da igual si están heridos o débiles o que parezcan inofensivos suplicando por su vida con la promesa de que nunca más harán daño a nadie, o alguna alma desesperada o perdida que no tiene ni idea de dónde se ha metido.— Explicó Gerard con firmeza haciendo que todos los cazadores supieran que aquello era una clara orden, pero tanto Chris cómo Edward tenían claro que aquello no iba ni con el código ni con su moral, por qué aunque los dos fueran familia de Gerard, ambos tenían sus propios principios. —Los encontraremos y los mataremos. Los mataremos a todos.— Sentenció el cazador haciendo que Serena le mirase con un gran desprecio, recordando la primera y única vez que le conoció, dándose cuenta lo muy falsos que eran todos aquellos que llevaban el apellido Argent.

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—Debemos de hacer algo.— Sentenció Scott mirando a su hermana.

—Lo único que puedes hacer es andar con cuidado. Has visto lo que le han hecho, ¿que crees que nos harán a nosotros?— Preguntó Serena cruzándose de brazos. —Estas jugando en terreno enemigo, Scott. Ten cuidado, porque te van a acabar descubriendo y no solo a ti.— Le recordó Serena haciendo que el adolescente suspirase, ya que le frustraba el mero hecho de que su hermana tuviera razón.

—Debo de irme.— Respondió Scott haciendo que Serena rodará los ojos mientras observaba como su hermano pasaba de sus advertencias haciendo que una parte de ella quisiera atarlo y encerrarlo por ser tan idiota.

Serena regresó a su habitación observando a la serpiente que estaba en su ventana, haciendo que la morena la abriera para después dejar que la criatura entrará, para después enroscarse alrededor de su cuello y parte de su brazo.

—Tenerlos vigilados. Cualquier movimiento avisadme.— La ordenó haciendo que la serpiente comenzará a moverse para después descender de su brazo y regresar a la ventana para cumplir con la orden de la sobrenatural.

Aunque era cierto que Serena había aprendido a manejar sus nuevas habilidades, también era cierto que perdía el control en exceso, ya que no llegaba a controlar al completo su hambre o su control sobre las serpientes, ya que cualquier sentimiento influía en sí misma, convirtiéndola, muchas veces, en una especie de bomba de relojería.

★★★

Se que sigo centrándome en la serie. Pero mañana no será así. LO PROMETO.

Ahora bien, creo que el capítulo tiene cosas importantes.

La primera es el primer encuentro entre Matt y Serena.

Y el segundo, el hecho de que Serena y Gerard se conocen. No en exceso, pero sí lo suficiente.

Y como dije, Derek sabría. Se que no hay Derena, le habrá. No os preocupes.

¡Y LO MÁS IMPORTANTE DE TODO!

Serena es fan de Supernatural. Lo siento mucho, pero es algo que debía de hacer. Necesitaba que tuviera alguna obsesión por este tipo de series, y hay que admitir que Supernatural es la serie por excelencia. Pero adelanto, que no es la única fanática en este fanfic de nuestros Winchester.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤