E4 - Pulseritas

La preparatoria Always Dreaming se encontraba en medio de una crisis sin precedentes. La salud física y mental de Jungwon lo mantenía ausente, sumiendo a la institución en un caos sin orden ni dirección.


En la última semana de clases antes de las ansiadas vacaciones de invierno, Yang asumió la tarea de organizar las actividades recreativas en sustitución de Jungwon. Sunghoon, encargado de entregar las propuestas correspondientes, recibió la agenda académica y el horario personal de Yang. Lo que descubrió fue más allá de cualquier expectativa.

Además de cumplir con sus deberes académicos, Jungwon se dedicaba a actividades altruistas, brindando clases de apoyo a niños, paseando perros, visitando hogares de ancianos y entregando víveres. No contento con eso, también se embarcaba en el estudio de francés y español, participaba activamente como donador en una fundación para adultos mayores, y sorprendentemente, tenía un pasatiempo único en comparación con sus otras actividades: vendía pulseritas.

Esta actividad, aparentemente distinta al resto, generaba una intriga palpable en Sunghoon. ¿Por qué dedicar tiempo y esfuerzo a crear y vender pulseras, en lugar de optar por actividades más convencionales?

Sus pulseras no solo adornaban las muñecas de quienes las adquirían, sino que también contaban una historia.

Años atrás...

La fría brisa invernal se colaba por las rendijas de las ventanas del orfanato, haciendo temblar las cortinas desgastadas.

En una pequeña habitación, Yang Jungwon contemplaba la desolación del paisaje exterior, perdido en los recuerdos de una infancia marcada por la ausencia y la desesperanza.

Un golpeteo suave en la puerta interrumpió sus pensamientos melancólicos. Jungwon levantó la mirada justo a tiempo para ver a Kim Sunoo entrar, con una caja en sus manos y una sonrisa radiante en el rostro.

—¡Hola, Jungwon! ¿Estás listo para hacer algo divertido? —exclamó Sunoo con entusiasmo, como si llevara consigo un poco de la calidez que faltaba en el exterior.

Jungwon asintió tímidamente, sin comprender del todo la razón de la visita constante de Sunoo. Desde hacía varios meses, el hijo del policía se convertía en un faro de luz en su rutina monótona.

El niño de hoyuelos consideraba que no tenía nada de especial, ¿por qué Sunoo lo seguía buscando?

Seguro lo abandonaría él también.

—He traído materiales para hacer pulseras. ¡Son increíbles y súper fáciles de hacer! —Sunoo sacó de la caja hilos de colores brillantes y pequeñas cuentas, despertando la curiosidad de Jungwon.

Los dos niños se sentaron alrededor de una pequeña mesa, y Sunoo comenzó a explicar con entusiasmo cómo crear pulseras con diferentes patrones. A medida que las agujas se movían entre los hilos, la atmósfera en la habitación se transformó. El frío de la Navidad empezó a disiparse, dejando paso a una sensación de camaradería y diversión.

—Así es como haces un nudo de espiral. ¿Ves? Es fácil, ¿verdad? —Sunoo guiaba a Jungwon con paciencia, su voz resonando con calidez en la fría noche.

Jungwon, tímidamente al principio, se dejó llevar por las explicaciones y demostraciones de Sunoo. Pronto, ambos niños estaban inmersos en la creación de pulseras, compartiendo risas y charlas como si el orfanato hubiera cobrado vida por primera vez.

Mientras trenzaban los hilos y compartían historias, la conversación derivó hacia la magia de la Navidad. Sunoo, con ojos brillantes y una sonrisa inocente, mencionó emocionado:

—¿Sabes, Jungwon? Mi mamá siempre me decía que Santa Claus viene en Nochebuena y deja regalos debajo del árbol. ¡Es tan emocionante!

Jungwon, por otro lado, miró hacia abajo con una expresión pensativa. La idea de Santa Claus era algo que había perdido mucho antes de llegar al orfanato.

—¿Todavía crees en Santa Claus? —preguntó Jungwon, tratando de sonar casual.

Sunoo asintió efusivamente.

—¡Sí, claro! Mi mamá dice que es una tradición hermosa y que la magia de la Navidad vive en nuestro corazón. ¿Tú no crees?

Jungwon titubeó por un momento antes de responder, notando la pureza en los ojos de Sunoo.

—Bueno, no sé. Creo que la magia de la Navidad puede ser diferente para cada persona. A veces, la gente hace cosas increíbles por amor y generosidad, y eso también es mágico.

Sunoo sonrió, sin perder su entusiasmo.

—¡Eso suena genial! Pero, ¿no te gustaría pensar que Santa Claus realmente existe y hace cosas mágicas?

Jungwon sonrió levemente, pero en su mirada había una chispa de sospecha.

—Bueno, Sunoo, yo no sé si Santa Claus existe, pero sí sé que hay personas que hacen cosas mágicas. Como tu papá, el Sr. Kim, por ejemplo. Siempre está ayudando a la gente y siendo amable con todos.

Sunoo reflexionó sobre las palabras de Jungwon, mirando a su alrededor con una nueva perspectiva.

—¡Tienes razón! Mi papá es increíble. Tal vez… —comenzó a decir Sunoo, pero luego se iluminó con una idea—. ¡Tal vez mi papá es un poco como Santa Claus y lleva la magia de la Navidad a todos!

Jungwon asintió con una sonrisa cómplice, disfrutando de la inocencia y la esperanza que Sunoo aportaba a la fría noche.

Así, entre risas, pulseras coloridas, especulaciones sobre la magia de la Navidad y el cálido recuerdo compartido, Jungwon y Sunoo tejieron una conexión especial en esa noche invernal.

Al final de la noche, con las pulseras colgando orgullosas de sus muñecas, Sunoo miró a Jungwon con una sonrisa afectuosa. Aunque Jungwon había encontrado un destello de alegría en la amistad de Sunoo, el sentimiento de soledad persistía en su corazón. La cálida presencia de Sunoo había iluminado la oscuridad, pero la sombra de la tristeza aún acechaba en la Navidad del niño que continuaba reflejando las estrellas del cielo, recordándole que, aunque había encontrado un amigo, la soledad seguiría siendo su compañera.

A menos que un giro inesperado transformara el rumbo de su historia, encaminándola hacia experiencias más hermosas.

Pero el pequeño Jungwon evita ilusionarse con ello; le parece ridículo anhelar un amor en su situación, ¿no?

¿Recuerdan cuando en la historia se mencionó la apretada agenda de Jungwon junto a su venta de pulseritas? Aquí está la razón 🌷
Originalmente este extra se los subiría hasta navidad, pero me ganó la emoción 🎄
Te amo Amour Ridicule, aunque fuiste mi primer historia y hay partes que actualmente ya no me gustan, te guardo un cariño especial 💖

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