Sunoo suspiraba resignado, ¿por qué tuvo que olvidar las llaves de su casa?

Se removió incómodo en la orilla de la jardinera que daba la bienvenida al cálido hogar, no debía faltar mucho para que llegara su hermana.

¿Por qué justo hoy?

¿Por qué cuando en solo unas horas tenía una importante cita con Ni-Ki?

¡Era su primer cita! ¡No podía tomárselo a la ligera!

Su perspectiva sobre Ni-Ki había cambiado con el pasar de los meses.

No, jamás había visto a Nishimura como un hermano.

Le generaba muchísima ternura, eso estaba claro.

Pero, él siempre sospechó que Riki sentía algo por él.

Sin embargo, creía que si no se declaraba, era porque no estaba interesado en iniciar una relación y era, únicamente, alguna clase de flechazo.

El día en que fue golpeado y encerrado, cuando la primer cara que vio después de sufrir tanto fue la de Nishimura, el cariño aumentó.

Para él, lo que realmente hizo un cambio, fue cuando Ni-Ki prefirió el decirles la verdad a sus padres, aún si tenía que sacrificar lo que sentía por Sunoo y su amistad con él.

Fue entonces que Sunoo entendió que Riki jamás había sentido algo pasajero, es decir, ¿cómo podría arriesgar su amistad yendo con los señores Kim en lugar de simplemente declararse?

A él le interesaba, y le interesaba mucho.

Cuando fue a buscarlo, en casa de Jaeyun, la prioridad era disculparse, pero aprovechó para tratar de confirmar si Ni-Ki aún sentía algo por él.

O Ni-Ki tenía calor, o realmente sus palabras lo sonrojaron.

Y cuando ese mismo día, Kim fue atrapado con Park en una situación un tanto... Fuera de contexto, ¿por qué Ni-Ki estaba tan molesto? ¿No podía Sunoo permitirse el estar con alguien más?

Aunque ni siquiera le interesaba Jongseong, fue interesante el poder apreciar la reacción de Riki.

Pero, como la prioridad en ese momento era Jungwon, mintió con que Jay le había spoileado la película que Sunoo tanto anhelaba ver.

Y cuando el japonés dijo:
"Déjame demostrarte que yo no soy tierno, si soy menor que tú, ¡pero también puedo cuidarte!, quiero que me veas como un igual, Sun, no como a alguien que debes de proteger.
Salgamos. Si tú quieres hoy, sino otro día, déjame acompañarte a que veas la película que querías, después podemos ir a otro lado, eso lo decides tú y me encargo yo."

Sunoo aceptó sin dudar, había esperado ese momento por tanto tiempo.

Pero desgraciadamente, ahora mismo tenía que esperar a que su hermana llegara para poder alistarse.

¿Qué estará haciendo Ni-Ki?

Debí haber hecho más amigos...

En una ocasión así, donde acostumbras a verte con amigos justo antes de la tan anhelada cita para liberar tensiones, es en esos momentos donde a Riki le gustaría tener más amigos.

Heeseung tiene miedo de salir.

Sunghoon se está ocupando de la agenda de Jungwon.

Jake los últimos días parece estar en su mundo.

Jay tiene como prioridad el arreglar las cosas con Yang.

Jungwon está internado.

Y justo ahora le encantaría que su familia estuviera con él, tener quien le diera un beso en la frente para desearle buena suerte antes de pasar por Sunoo.

Pero no podía echarse para atrás, era esta la oportunidad de su vida, el día en que declararía lo que siente.

Y por supuesto que no asistirán al cine, ahora que Ni-Ki sabe la verdadera razón por la que Sunoo mentía, entiende que no es eso lo que hablaba con Jay el día que estaban en la habitación de Jake, era algo mucho más importante.

Es por ello, que decidió hacer una reservación en un precioso lugar, donde el color verde y las rosas predominaban, con el aroma a distintos tipos de té abrazándolos y los postres mostrándose como delicadas muestras de cielo.

Según Instagram, claro está.

Peinó por última vez su cabello rubio y se envolvió en una abrigadora chamarra para el frío casi invernal que lo esperaba al cruzar esa puerta.

¿Por qué nadie habla del miedo en una primer cita?

Miedo a saludar con apodo cuando debiste hacerlo por nombre, miedo a aburrir al otro, miedo a sonreír demasiado al punto de que dé miedo, miedo de no sorber correctamente tu té y hacer demasiado ruido o que termine por desparramarse sobre ti.

Miedo a tomar su mano...

Los dedos de ambos picaban por hacerlo, por sentir la calidez del otro.

Al estar frente a frente en una mesa de no más de medio metro de ancho, la cercanía era mucha.

Entre para nada sutiles sonrojos, Sunoo logró tomar la iniciativa y acercar su propia mano a la contraria, percibiéndola tan caliente por la taza que segundos atrás había sido sujetada.

Ni-Ki alzó la mirada, él estaba manteniendo una conversación trivial para aligerar el ambiente, y el hecho de que Kim se haya compadecido de él y su burbuja de nervios, solo lo hizo querer llorar de amor.

Sin embargo, ese amor lo podían sentir solo ellos, no el resto de personas que los veían.

Que los juzgaban. 

Un hombre carraspeó a su lado. —Joven Nishimura, lamento interrumpir su reservación, pero varios clientes se muestran en un gran descontento por esa clase de... Muestras. Así que le pido, por favor, que se retire de nuestro establecimiento para no generar un disturbio.

¿Descontento? ¿Muestras? ¿Disturbio?

El miedo de que algo salga mal.

¿Es eso lo que define su cita?

Ni-Ki arqueó una ceja y Sunoo abrió la boca absolutamente ofendidos. —¿Usted acaba de pedir que nos retiremos? ¿Dónde se supone que están esos clientes furiosos? —El japonés observó alrededor, donde no había más que una chica tecleando en su laptop y un anciano leyendo el periódico con demasiado esfuerzo como para poder notarlos a ellos.

Sunoo guardó su celular en el bolsillo y se levantó de la mesa, tomando la mano de Ni-Ki y alzandola en alto. —¿Es esto acaso lo que le parece tan desagradable?

El hombre poco disimuló su desagrado y prosiguió. —Les repito que se retiren, no me gustaría llamar a la policía por comportarse de esa forma.

Sunoo sonrió. —Adelante, mi papá es el policía que usted va a llamar y mi mamá la abogada que cerrará este negocio.

Avanzó hasta la salida con Ni-Ki siendo jalado, hasta que estuvieron varios metros alejados de ese espantoso lugar, fue que Sunoo se detuvo y giró hacia Riki al escucharlo decir:
—Perdón.

Sunoo frunció el ceño. —¿Qué? ¿Por qué?

Riki mantuvo la mirada baja. —Porque nuestra cita se arruinó, te prometí que sería perfecta pero esto está muy alejado de la perfección, lo siento muchísimo Sunoo, puedes irte si quieres y yo no-

—Ni-Ki, cállate. —Lo interrumpió el mayor.

Riki levantó la cabeza completamente asustado, viendo al pelinegro sonreír con ternura.

El mencionado dio un paso adelante, tomando el rostro del más alto por las mejillas, notando su sonrojo. —Tú no arruinaste nada y yo no pienso irme de aquí, a mí no me hubiera importado tomar un jugo de cajita en la cafetería de la preparatoria si eso significaba estar contigo, cualquier cosa hubiera sido la cita perfecta para mí, ¿entiendes eso?

Ni-Ki se alejó del toque contrario. —P-Pero, yo...

Kim lo interrumpió nuevamente, evitando que el otro se hundiera en sobrepensar lo ocurrido. —¿Y si mejor me acompañas? Sé de un lugar al que podemos ir y nadie nos va a interrumpir.

Nishimura apretó los labios con inseguridad pero terminó por asentir, logrando una gran sonrisa en el mayor, mismo que inmediatamente tomó su muñeca y comenzó a correr como si su vida dependiera de ello.

Sólo volteando de vez en cuando para confirmar que ningún auto de acercara, ambos avanzaban a toda velocidad por la calle, soltando risas sin sentido alguno pero absolutamente honestas.

Por un momento, Ni-Ki se sintió volar, tan libre y ligero, sin temores.

Y al llegar al tan esperado lugar que no era nada más que un mirador frente al Río Han.

Entre flojas carcajadas e intentos por retomar el aliento, Sunoo se acercó a Ni-Ki para envolverlo en un amoroso abrazo.

—Por favor, jamás dudes de lo feliz que soy a tu lado, me haces sentir el chico más afortunado por tenerte, al igual que tú me tienes a mí.—Habló con el sonido siendo amortiguado por todas las capas de ropa que apretaba.

Kim se alejó del abrazo y observó al menor, creyendo que era incluso más guapo que de costumbre con la poca iluminación que les brindaba la luna.

—Sunoo, tengo miedo, muchísimo miedo, pero si de algo estoy seguro es de que quiero arriesgarlo todo por ti y contigo, realmente deseo que puedas darme una oportunidad.

—Y yo quiero que lo hagas, arriésgate.

Ni-Ki se inclina hacia él, acercándose cada milímetro más hasta tocar los labios de Sunoo, los presiona con suavidad, y de pronto, todo se siente tan irreal, absolutamente mágico.

Los labios de Sunoo son dulces y suaves, como siempre imaginó que serían.

Con lentitud primeriza intenta continuar, con el corazón a mil por hora. Se siente tan bien, tan correcto.

Es empalagosa la correspondencia de Sunoo, delicada y perfecta.

Ambos sienten un hormigueo por todo su cuerpo, el beso tan suave y tierno como muestra del sello de una promesa a futuro.

De arriesgarse a vivir el amor más ridículo de todos junto a su mejor amigo.

HOLA BUENAS MADRUGADAS
YA QUEDÓ EL EXTRA SUNKI 🥵🥵
Ahora sí ya no sé cuándo nos volveremos a ver por acá, así que continuaré agradeciendo el enorme apoyo que le dan y dieron a esta historia.
La semana pasada Amour Ridicule cumplió trescientos días y el domingo llegamos a 100k leídas.
GRACIAS GRACIAS GRACIAS POR TODO

Y feliz cumpleaños a mí 😘