31 - Heeseung

Este fin de año era definitivamente el mejor que habían pasado hasta el momento.

Aunque llegaron a tener miedo internamente en si de verdad se había solucionado todo, parecía ser que sí.

Faltaban diez minutos para que el reloj marcara las doce, los cuatro chicos estaban en la sala de estar.

Sunoo y Jay eran protagonistas de la conversación, compartiendo anécdotas de cuando eran pequeños y las travesuras con las que se divirtieron.

Riki reía con ganas y Jungwon participaba de vez en cuando confirmando las actitudes que ambos chicos tenían cuando pequeños, sin embargo, aunque ya no tenía nada que ocultarles, prefería no amargar la conversación diciendo cosas como:
"En el orfanato teníamos actividades divertidas..."
"Una navidad me salvé de que los otros niños me quitaran mis regalos"
"Yo creía que el Sr. Kim era Santa Claus"

Aún así, se sentía muy bien de estar rodeado de personas que lo quieren y aceptan.

Revisó la hora en su celular y se dio cuenta que ya estaban a menos de un minuto de media noche, abrió la aplicación del reloj para tener también los segundos. -¡Quedan veinte segundos para las doce!

El resto se emocionó de igual forma y se levantaron de sus lugares, Jay abriendo la cámara para grabar el recuerdo.

Cuando comenzaron la cuenta regresiva en el diez, Sunoo y Ni-Ki se observaron cómplices y continuaron contando.

-¡CINCO! ¡CUATRO! -Gritaban todos al unísono con gigantescas sonrisas en sus rostros. -¡TRES! ¡DOS!...

Y cuando el número uno llegó, solo fueron dos personas quienes lo gritaron.

Kim Sunoo y Nishimura Riki parecían estar demasiado ocupados compartiendo un cariñoso y dulce beso en los labios, recibiendo el año a su manera.

Fue tema de pasillo cuando al volver Jungwon a la escuela, sus amigos caminaban de la mano y Sunoo tenía nuevo color de cabello, sonreían totalmente enamorados.

Los tres llegaron más temprano de lo habitual, por petición del castaño.

Estas semanas en casa lo hacían sentir tan atrasado, a pesar de estar al corriente e incluso adelantado en tareas, tenía la sensación de haberse perdido de mucho.

Y había alguien, que necesitaba hablar con él.

-Heeseung...

-Hola. -Dijo amable, Yang acarició su cuello con nerviosismo y el más alto lo notó, Riki se tensó, independientemente de las razones que Lee tuvo, seguía siendo el verdadero responsable de que su chico haya sido golpeado. -Escuchen, yo quiero hablar con ustedes, disculparme.

Sunoo tosió. -Mira, este no es un buen lugar para hablar sobre ello, vayamos a la cafetería, ¿va? -Heeseung asintió y avanzaron hasta allá.

Murmuros por aquí, chismes por allá, nada nuevo.

Se sentaron al fondo, aunque no había nadie, ser el centro sería aún más incómodo que la conversación que les esperaba.

Heeseung limpió el sudor de sus manos en su pantalón y suspiró entrecortadamente, muerto de nervios. -Quiero comenzar contigo, Jungwon. -El mencionando asintió con atención. -Perdón por haberme metido donde no debía, fui muy fastidioso y seguro llegué a cansarte, aunque nunca lo mostraste, me disculpo por ello.

Yang asintió con una pequeña sonrisa y Lee se giró hacia Sunoo. -Creo que a ti es a quién más le debo pedir perdón, por todo en general. Sé que tenías una buena intención al aceptar ayudarme, así como yo, te preocupabas por Jungwon y yo me aproveché de ello, debí respetar cuando ya no querías ser parte del tonto plan y no pagarle a alguien para que te siguiera, que debo recalcar, ese chico no tiene la culpa de nada.

~Él solo actuó por impulso, necesitaba del dinero y tenía miedo de lo que yo pudiera hacerle si no cumplía, siendo honesto, hasta yo me desconozco. Lo siento, Sunoo, en serio.-Kim murmuró un "ya es cosa del pasado" y dio un apretón al hombro de Heeseung.

-Y Riki... Merezco que me veas tan feo, Sunghoon me contó que incluso estuviste a nada de golpearlo por creer que él había sido el culpable, tuve la oportunidad de acercarme a ti aquella vez en el gimnasio y no lo hice por temor a que interfirieras en mi plan; que ahora que lo pienso, eso hubiera sido lo mejor. Perdón. -Nishimura lo continuó observando fijamente, Lee se hacía cada vez más pequeño en su lugar.

Sunoo codeó a Ni-Ki, el menor pasó una mano por su cabello y le restó importancia después con un ademán.

Heeseung sonrió. -Muchísimas gracias, de verdad. Sé que nada será como antes, y lo comprendo absolutamente, pero estoy muy agradecido con ustedes por aceptar mis disculpas. -Hizo una reverencia y abandonó la cafetería, dejando al trío solo.

-¿Estás bien? -Preguntó Riki a Jungwon, el castaño se veía un tanto consternado.

-Si, si, no se preocupen, es solo que... Yo fui el culpable de todo, ¿no?

El pelirosa rápidamente se cambió de silla para sentarse donde Heeseung antes estaba, a un lado de Jungwon. -¿De qué hablas, Won? Tú no eres culpable de nada, nadie lo es, solo fueron terribles mal entendidos ¿ok?

Riki tomó las manos de Jungwon al observar como el otro bajaba la cabeza, evitando el contacto visual. -Sun tiene razón, tal vez creas que lo es porque hace mucho tiempo no te tocaba estar de este lado, siempre eras tú quien ayudaba al resto, pero es absolutamente válido el pedir ayuda, jamás estará mal hacerlo, somos humanos, Jungwon, no podemos con todo solos.

-Lo sé, soy consciente de que no está mal, pero por alguna razón... Creo que yo no merezco recibir nada, ¿saben? -Respiró hondo, deshaciendo el nudo en su garganta. -Estoy trabajando en ello, juro que es así, sé que mi yo del jardín de niños no tenía la culpa, sin embargo aún es algo muy difícil de aceptar por completo... Fueron muchos años sintiéndome miserable, no puedo cambiarlo de un día a otro.

La pareja sintió que no había nada más que agregar, Jungwon es así, piensa en voz alta, habla consigo mismo disfrazándolo de una conversación, pero no sigue los consejos que le da el resto.

Él se hunde tan profundo, lo analiza desde todos los puntos posibles, hasta encontrar la solución.

Yang dejó de tener gacha la cabeza y observó la entrada de la cafetería, notando a Sunghoon y Jongseong parados observando. El pelinegro le hizo una seña para que se acercara y él obedeció, explicándole rápidamente a sus amigos.

-¿Todo está en orden, Sunghoon, Jay?

El de piel blanquecina dudó un poco, buscando las palabras correctas para expresar lo que debía. -Digamos que depende de cómo te lo tomes.

(Maratón 2/3)

Olaa
Recuerden que estamos cerca del final, por lo que se están cerrando tramas que nos acompañaron desde el inicio o intermedio de la historia, no voy a mentir, estoy nostálgica.
¡Continúen leyendo!

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