30 - Déjame amarte
-Así que... Preguntabas por mí. -Dijo Jungwon con picardía en su voz, aún no procesaba del todo que Jongseong haya estado interesado en él y su bienestar aún a miles de kilómetros de distancia durante tantos años.
Jay asintió con alivio y vergüenza a la vez, agradecía que Sunoo se lo haya contado, pero tampoco quiere pensar que Yang se sentirá comprometido a ser mucho más cercanos por recién haberse enterado. -Si, bueno... Digamos que siempre me sentí un poco culpable, no merecías nada de lo que te pasó, Won.
-Wonnie, dime Wonnie.
Dioooos, esa sonrisa, tan pequeña y dulce que podría hacerme morir de un infarto. ¿Es que acaso no se cansa de ser tan lindo?
Jay sonrió en grande, mordiendo su labio para tratar de disimularlo y girando la cabeza hacia otro lado, adoraba a Jungwon.
Yang lo observaba con interés, Park era un libro abierto, pero un libro perteneciente a una saga. Que puedes leer y saber lo que sucede en ese instante, pero necesitas conocer los anteriores para comprender por completo las emociones y reacciones.
Y Jungwon estaba dispuesto a leer la saga completa.
-Te traje un regalo, espero que te guste. -Le tendió la cajita en sus manos, el más bajo la tomó y abrió con cuidado.
-Jay... E-Esto es tan... -Tartamudeaba Jungwon, observando con atención el delicado y pequeño dije de estrella que colgaba de la fina cadenita en oro blanco.
-¡Déjame explicarlo! -Se interrumpió de inmediato, no creyó que se vería como un regalo demasiado formal hasta que el castañito se sonrojó hasta las orejas. -Quiero que lo utilices como un regalo que te haces a ti mismo, no que yo te di. -Suspiró. -Siempre he creído que si materializas un acontecimiento importante en tu vida, lo tendrás mucho más presente en tu día a día.
~Siendo honesto, no sé a qué te enfrentaste en todos estos años ni tampoco hace algunas horas como para perdonarme y no te pediré que me lo cuentes, si tú así lo prefieres. Pero, te veo mucho mejor Jungwon, tanto conmigo como con Riki y Sunoo, y lo más importante, te ves bien contigo mismo.
~Quiero que, cada que veas esta estrella, recuerdes las miles que tus ojos reflejan, que no permitas que nadie nunca las borre, jamás.
~Sé feliz, y si tú me lo permites, quiero acompañarte en el proceso.
Déjame amarte.
Definitivamente, este era por mucho, el día que Jungwon más emociones había enfrentado.
Se lanzó a los brazos de Park, un enorme sentimiento de nostalgia lo envolvió y por un instante, se sintió pleno.
Algunos días más tarde, la preparatoria Always Dreaming estaba en grandes problemas.
Con Jungwon ausente por su estado de salud física, (los principios de anemia que detectaron) y mental; no había orden en tal institución.
Era la última semana de clases antes del inicio de las vacaciones de invierno, Yang era el encargado de las actividades recreativas que se realizarían esos días. Sunghoon recibió tanto la agenda académica de Jungwon para entregar las propuestas debidas, como el horario personal, donde descubrió que, de hecho, Yang al salir de la preparatoria, solía hacer cosas como dar clases de apoyo a niños pequeños, trabajaba paseando perros, visitaba casas hogares y dejaba víveres, estudiaba francés y español, era donador activo de una fundación que ayudaba a adultos mayores y, además, tenía un pasatiempo que no se parecía mucho al resto de actividades...
Vendía pulseritas.
Yang Jungwon era toda una caja de sorpresas.
Como el castaño le avisó que ya todo estaba bien con sus amigos, ambos chicos apoyaron a Sunghoon para que, entre tres personas hicieran lo que Jungwon acostumbraba a hacer solo.
Mientras tanto, el antes mencionado acababa de recibir el alta, se encontraba en absoluto reposo en casa.
Y estaba siendo un verdadero martirio.
¡Él tenía muchas cosas con las que cumplir! ¡No podía solo sentarse a no hacer nada y esperar que el resto lo hiciera por él!
Kim y Nishimura lo visitaban constantemente, le aseguraban que todo estaba marchando de maravilla, que no tenía que preocuparse por nada.
Jungwon no terminaba de creerles, por lo que la señora Yang y Jay se encargaban de distraerlo la mayor parte del tiempo, con lo que sea que encontraran y no significara un gran desgaste de energía física o mental.
Pero la preparatoria era otra historia.
¿Cuál se suponía que era el contacto donde pidieron los arreglos navideños? ¿Qué era la comida? ¿Había regalos? ¿Qué tipo de música tendrían?
Como Heeseung fue suspendido la última semana por la situación con Sunoo, se enteraba de todo gracias a Jake, y no podía estar más satisfecho.
En el fondo de su corazón deseaba, que esta semana sin Jungwon les bastara para darse cuenta de lo mucho que se exige.
Ellos, teniendo un certificado que los nombra como maestros no logran sacar adelante un simple evento navideño y Jungwon, teniendo dieciséis años, hacía eso y más.
Kim Sunoo y Nishimura Riki comenzaron a pasar más tiempo juntos, los rumores de que estaban saliendo se expandieron y a ellos no podía importarles menos.
Sunoo incluso autorizó a Soomin que contara sobre las frecuentes citas que tenía su hermano con el japonés.
Ambos disfrutaban de sobremanera el que los demás comenzaran a sospechar, casi confirmar su relación.
Pero esto no sucedió hasta año nuevo, en casa de Sunoo.
Para esas fechas, ya llevaban más de una semana de estar en vacaciones y el trío de amigos más el colado de Jay (como Riki lo apodó) pasarían año nuevo juntos.
Sunghoon y Jake argumentaron que prefierían pasarlo con Heeseung, quien estaría solo, sabían que las cosas entre ellos seguían tensas y no querían presionarlos a hablar y tratar de llevarse como antes.
Esa noche, sucedieron dos cosas que quedarían en el recuerdo por muchos años.
-¡Sunoo, ya me voy! -Gritó Soomin antes re entrar a la habitación de su hermano, sonriendo con orgullo al notar su apariencia, misma en la que había sido participe. -Ni-Ki ya llegó y los otros dos dijeron que estaban en camino, iré con Yunseo. ¡Feliz año nuevo adelantado!
El mayor terminó de arreglarse y se giró con su hermana, la abrazó como despedida y le deseó igualmente un buen inicio de año.
Escuchó como la chica bajó corriendo las escaleras y cruzó la puerta con rapidez, camino a donde su mejor amiga.
Sunwoo inhaló y exhaló lentamente, solo era Riki, el mismo chico que conocía hace más de un año, no tenía por qué sentirse tan nervioso.
Pero había algo diferente en Sunoo que lo hacía temer de que al japonés no le gustara.
Tratando de no temblar por los nervios, lentamente bajó escalón por escalón, hasta encontrar al rubio sentado en la sala, tecleando en su celular.
El menor vestía un pantalón de cuero negro junto a una camisa y zapatos del mismo color, agregando un corto abrigo café.
Por otro lado, el mayor optó por un pantalón de mezclilla en color blanco, camisa de manga larga blanca y un chaleco de rombos celestes, además de sus converse negras.
-Te ves muy bien hoy, Ni-Ki-Dijo el ahora pelirosa, el mencionado notó su presencia y cambio de color en el cabello, quedando absolutamente encantado.
Antes de poder decir algún alago, el timbre sonó, anunciando la llegada del otro par.
Horas más tarde, presenciarían algo que los dejaría en shock.
(Maratón 1/3)
Volví a Wattpaaaaad
Como ya sabrán quienes me siguen por Tik Tok, justo después de la última actualización pasé por un mal momento en cuanto a lo salud mental, también fue final de semestre por lo que estaba saturada en actividades.
Perooo, ya volví y con esto doy aviso de que estamos en la racha final de Amour Ridicule ..̯ a pesar de que esta historia estaba planeada para tener únicamente 10 partes, no pude evitar el agregar tramas por aquí y tramas por allá, dando así como resultado la cantidad de partes que hay hoy en día.
Ah, y la cadenita que le dio Jay a Jungwon era así:
En realidad es de shopee, pero vamos a hacer como que es de una joyeria fina :p
Como disculpa por ausentarme todo este tiempo, subiré un maratón de tres partes y en la parte final les compartiré sobre una pequeña sorpresita
¡Continúen leyendo!
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