27 - Perdóname
Jongseong no sabía si quería ser iluminado o eliminado, ¿qué le respondería a Jungwon?
No, él no había hecho nada malo.
Pero... ¿Yang divagaría en más preguntas hasta descubrir la razón por la que Jay se fue?
-Tú no hiciste nada malo Jungwon, fuiste la mejor persona que mi yo de cinco años pudo llegar a conocer. -Habló el rubio, con completa honestidad.
El castaño se removió un tanto incómodo sobre la camilla y pasó su cabello hacia atrás con la mano. -Oh, ¿de verdad? -Jungwon sonrió, notablemente alterado pero manteniendo una sonrisa. -Entonces... Te cansaste de mí, ¿es eso?
Park frunció el ceño confundido. -¿Qué? No, para nada. -Jay alcanzó la mano del mayor, tratando de que el contacto físico ayudase a que confiara en sus palabras. -Won, cuando dije que te había mantenido presente todos estos años, es así, yo jamás podría cansarme de ti, todo lo contrario.
Jungwon zafó la mano de entre las del contrario bruscamente. -¡Entonces dime la verdad, Park! ¡¿Por qué te fuiste?! ¡¿Qué fue tan importante para tí, eh?! -Exclamó irritado, Dios, necesitaba controlarse, lo que menos quería era que las enfermeras volvieran.
Un fuerte nudo se formó en la garganta del rubio, él no quería culpar a su madre, no quería decirle al castaño que había sido obligado a irse porque descubrieron la situación familiar de su mejor amigo, no quería dañarlo más con los estúpidos comentarios de su progenitora.
¿Debería mentirle...?
No, Jungwon no merecía eso.
Con la manga de su sudadera limpió las gruesas gotas saladas que bajaban por sus pómulos, sorbió por la nariz y con la mirada gacha, confesó:
-Mi madre me obligó a irme, ella... Ella te juzgó mal, hizo comentarios absolutamente inútiles e idiotas, yo le había contado sobre lo que pasaba en tu casa, quería ayudarte...
Jungwon soltó una carcajada irónica y golpeó su mejilla interna con la lengua. -¡No debiste hacerlo! ¡Yo no merezco la ayuda de nadie!
-¡PERO TE LO PROMETÍ WONNIE! -Gritó finalmente, completamente exasperado.
Wonnie
Al instante, la enfermera entró a la habitación.
Jungwon comenzó a reír en sonoras, risueñas y falsas carcajadas. -¡Jaaay!~ Te dije que no hablaras tan fuerte, ¡asustaste al hospital entero!
La mujer lo escaneó de arriba a abajo, observó al otro chico en la habitación encontrandolo también sonriendo.
Les recordó las normas del centro médico y salió, tal parecía que sólo había sido un susto.
Pero Jay sonreía por nervios, Jungwon realmente le daba escalofríos, era tan ridículamente ágil para mentir.
Yang volvió a observarlo, casi atravesando su cuerpo para leer la mente y estudiar el alma. -Entonces... ¿Eres un chico de promesas, Jay? -Preguntó con un tierno puchero.
Dios, Won lo intimidada en demasía. -Lo soy Jungwon, por eso me fui, yo... Yo prometí que encontraría la forma para que tu madre dejara de borrar las estrellas.
Ahora fue el más bajo quien no pudo mantener su máscara, se fragmentó.
"-Mi niño de las estrellas
-¿Tu niño de las estrellas?
-Cuando sonríes o estás muy feliz, tus ojos brillan mucho, aunque sea de día parece que reflejan toditas las estrellas que hay en el cielo. Y ahora, aunque es de noche, se ven negros, y me das un poco de miedo... ¡Pero prometo que encontraré la solución para que tu mamá deje de borrar las estrellas!"
Para muchos significaría una desventaja que los signos vitales de Jungwon no estén siendo vigilados.
Pero para dos chicos de dieciséis que conocen al otro desde los cuatro años, esta era la más pura manifestación de que el destino jugaba a su favor.
Ellos debían arreglarlo, debían hablar, sincerarse, entender al otro.
Los sollozos de Jungwon eran crudos, con un alto nivel de sentimientos pero tan bajos en sonido.
Porque Jungwon acostumbraba a llorar en silencio, siempre en voz baja, con temor a ser reprendido por ello.
Y Jay... Él tampoco estaba bien, sintió que le arrancaron una parte de si cuando reconoció esos gestos, mismos que clasificaba como la imagen número uno en hacerlo sentir mal.
Wonnie solo quería ser algo para alguien, él no tuvo un lugar al que llamar hogar.
Quería tener a alguien a quien llamar "mío".
Esa persona que pudiera amarlo en su peor momento, quien pudiera sostenerlo y evitar que se hundiera más.
Jongseong quería cuidarlo, protegerlo y guiarlo al camino correcto para que lograse sanar, quitar de sus hombros el peso de los demás, ser un soporte.
Ambos lloraron, pero no se tocaron.
Un simple apretón de manos sería demasiado en un momento tan vulnerable como lo era este.
Porque aunque Jay soñara con ser la pareja de Jungwon y Yang quisiera volver a ser tan cercano a Park como lo era antes, eran individuos.
Tendrían metas individuales y sueños en conjunto.
Minutos más tarde, espasmos del reciente llanto los acompañaban, sin embargo, Jungwon aún tenía una pregunta.
Sorbió por la nariz y conectó su mirada con la del más alto. -P-Por qué... ¿Por qué aquella vez me viste así? Como con desprecio, asco...
Jay apretó los labios, arrepentido por haber hecho eso. -Yo creí que de esa forma sería más fácil olvidarme, te enojarías conmigo por haber sido un mal amigo y al día siguiente yo sería algo del pasado.
Yang frunció el ceño y bufó una sonrisita. -Sabes que solo lo empeoró, ¿verdad?
Park correspondió a su sonrisa, bastante ilusionado. -Lo sé, lo lamento por eso.
El castaño chasqueó la lengua. -Ajá... Ya que tocas el tema, creo que yo también te debo más de una disculpa.
-No es necesa-
-Calla y escucha. -Jay bajó la cabeza y asintió.
~Te pido perdón por haberte tratado como lo hice cuando volviste, creí que ofenderte era lo que necesitaba para superar el que te habías ido, pero solo lograba sentirme peor.
Yo jamás te consideré un idiota o imbécil, era lo primero que se me ocurría para alejarte un poco, aunque no esperaba que fueras tan perseverante... Gracias por eso, es gracias a ello que estamos aquí ahora.
Jongseong se mantuvo en silencio un gran periodo de tiempo, Jungwon comenzaba a cuestionarse si había sido demasiado honesto, antes de arrepentirse de su disculpa, Park habló bajo, casi en un susurro.
-¿Puedo darte un abrazo?
La risa de Jungwon, ahora fue honesta, tan bonita que Jay sintió que tocó las nubes cuando fue abrazado, con fuerza, cariño.
Que bonito el amor, ya denle su romance adolescente a la urgida (soy la urgida)
Ahora sí, lo siguiente será 📈📈
Esperen momentos de lo más clichés entre ambos ships, tanto SunKi como JayWon 💓
Besitos y cuídense mucho, los amo, panecitos 🤍
¡Nos leemos pronto!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top