16 - Niño de las estrellas
Jay sollozaba con tanta fuerza, que apenas y podía respirar, Jungwon a su lado, susurraba palabras tranquilizadoras, que lo aferraban a la realidad.
Agradecía tanto que fuera el castaño quien estaba con él en ese momento, pero detestaba que lo hubiera estado antes.
Park y Yang habían pasado el resto del día en la biblioteca, hablando de trivialidades, acordaron visitar un centro comercial para distraerse.
Cuando la hora de salida llegó, Jay dijo que quería ir a casa a cambiarse el uniforme, Jungwon lo acompañó, él no tenía ganas de caminar hasta su propia casa y luego volver.
Cuando estaban frente a la puerta, el más bajito se negó rotundamente a entrar, alegó que prefería esperarlo afuera y el rubio prometió no tardar.
Pero no estaba solo.
La Sra. Park llegó entonces, bajó de su auto, encontrando a un chico peculiarmente familiar en la fachada de su casa.
Jungwon reía por un video que encontró en internet, pero cuando escuchó el ruido del motor siendo apagado, giró y ambos pares de ojos se encontraron.
El menor la reconoció al instante, ese porte fino, ojos fríos y calculadores, era la madre de Jay.
Gyeonghui tardó más en reconocer al joven, solo cuando se enfocó en esa mirada brillante que parecía reflejar el cielo mismo y los profundos hoyuelos en sus mejillas, lo hizo.
Jungwon le sonrió con educación, la recordaba perfectamente por las tardes que llegó a pasar en esa misma casa durante su infancia.
Pero Gyeonghui no correspondió al saludo, lo observó de arriba a abajo, con absoluto desprecio.
Fue entonces cuando Jay salió, ya con ropa diferente y, sin notar aún a su madre, se dirigió a Jungwon, emocionado. -¿Nos vamos ya? Tal vez logremos ir al cine también.
Cuando prestó atención a la confusión del chico, observó alrededor buscando la razón, encontrando entonces a la mujer, palideciendo al instante.
-¿Jongseong? - Le llamó con firmeza. -¿Me puedes explicar que hace este sucio chico aquí? -Preguntó, mirando asqueada al castaño.
Jay entonces tomó la muñeca de Jungwon, sin permitirse responder, no podía ceder.
Eso solo molestó más a la mayor, quien jaló a su hijo, obligándolo a soltar al otro.
-Te hice una pregunta.
Jungwon no entendía nada.
¿Por qué se refería así a él?
Jay con esfuerzo se zafó del agarre y volvió a tomar a Jungwon, ahora corriendo, a la mayor velocidad que su cuerpo le permitía y que Yang podía seguirle el paso.
Escuchaba de fondo los gritos de su madre insultando por adelantado en caso de que decidiera no volver, cuando se alejó lo suficiente, se detuvo para inhalar el aire faltante de sus pulmones.
-¿Qué pasa? ¿Por qué me trató tan feo? -Preguntó Jungwon, no entendía qué pasaba y eso lo estresaba.
Como arma de doble filo, el estrés también comenzaba a apoderarse de Jay, por lo que sin pensar demasiado, respondió:
-Vayamos al parque, ahí te contaré todo. -Yang asintió y avanzaron nuevamente, ahora mucho más lento que la anterior.
Una vez estuvieron ahí, recargaron la espalda en el tronco de un árbol y se dejaron caer al césped.
-¿Y? ¿Qué es lo que pasa? -Insistió con desespero el mayor.
Jongseong dejó salir el aire de sus pulmones entrecortadamente, sabía que no soportarían demasiado sin tocar el tema.
-Cuando éramos pequeños... -Comenzó y el otro se tensó notablemente. -Mamá... e-ella... - Suspiró, realmente no sabía como decirlo, no podía soltar todo aún, alejaría a Jungwon.
Prefirió decir una mentira que, heriría un poco a Jungwon, pero seria mil veces más sano que decir la verdad. -Mamá decía que estabas "sucio", -Hizo comillas con sus dedos -a modo de metáfora, por el nivel económico, solo eso.
Yang se destensó, pensó que sería algo mucho más grave, no sabía que la Sra. Park decía eso de él, siempre lo trató de forma grosera cuando pasaba horas jugando con su hijo.
No le importaba demasiado, el dinero no te define, así que él sabía que aún si se sentía pésimo consigo mismo, era mejor persona que Gyeonghui.
-Oh, era eso. - Respondió desinteresado. -No tienes por qué alterarte así, es decir, planeaba ir al centro comercial contigo, así que podemos seguir caminando, no me interesa en lo absoluto lo que ella crea, no le discutas demasiado, no vale la pena.
Jongseong se sorprendió por la pequeña sonrisa que el castaño le dedicaba, tan tranquila que no podía evitar sentirse mal.
¿Cómo era capaz de mentirle a ese chico tan lindo? ¿Cómo hacerlo cuando parecía encontrar siempre la forma de ver el lado bueno?
¿Cómo era que Jay no recordaba que ese Jungwon era el mismo que lo había tratado como mierda hace apenas días atrás?
Y que un mal movimiento, haría que la historia se repitiese.
Fue por eso que sollozó, que lloró.
Lloró con todas sus fuerzas por todo el mal que había ocasionado.
Solo se lamentaba del presente, porque aunque fuera posible, él no cambiaría nada del pasado, dejaría todo tal cual, porque así Jungwon, actualmente, estaba en una sola pieza.
Su niño de las estrellas estaba bien.
Cuando se fue a Estados Unidos, a él no le importó lo que pudiera perder en el camino, el valor de la amistad que tenía con Jungwon, con Wonnie, no se comparaba a lo que sabía que el castaño podía brillar en la soledad.
Pero su madre, Gyeonghui, no lo veía de la misma forma.
Yang no entendía del todo por qué Park lloraba, pero trataba de tranquilizarlo, entró una llamada al teléfono del contrario y la rechazó al instante, Jay no estaba para responder ahora mismo.
Continuó calmando al más alto, hasta que escuchó como alguien se aclaraba la garganta frente suyo.
-Riki, ¿qué haces aquí? - Cuestionó el más bajo, Jay hasta ese momento notó la nueva presencia, tratando de limpiar los restos de lagrimas de sus ojos.
-Supongo que puedo hacer la misma pregunta... -Insinuó con diversión mal disimulada, no le hacía gracia el estado de Jay, solo lo irónico que resultaba el encontrarlos aquí a ambos. -¿En qué momento ustedes se hicieron tan cercanos?
Yang rodó los ojos.
-Ni al caso con tu pregunta.
Nishimura alzó una ceja, ese tonito en Jungwon era algo que jamás había presenciado. -En todo caso, venía porque Jay rechazó mi llamada y necesito saber si entregó nuestro avance del proyecto de química.
Jay abrió los ojos en demasía, lo había olvidado completamente, ahora quería llorar de nuevo por no haber sido capaz de recordarlo.
El japonés notó eso e iba a refutar, pero el castaño de le adelantó. -¿A eso vienes? ¿No tienes ni una pizca de empatía acaso? -Preguntó enfadado. -No sé si seas consciente de esto, lo dudo mucho ya que tu vida gira en torno a los halagos del resto, pero los "puntitos extras" no te salvan de la verdad. - Riki era una combinación entre el desconcierto, la sorpresa y molestia, ¿qué le pasaba hoy a Won? -Me pregunto qué puede estar sucediendo como para que hayas caído en tal necesidad...
Jungwon carcajeó con sarcasmo antes de continuar. -Horas atrás parecías tan sentimental, tan apegado a Sunoo, ¿él ya te abandonó? ¿es por eso que estás aquí?
-Won, ya. -Le detuvo Jongseong, había olvidado lo filosa que la lengua de Yang podía ser.
El mayor lo observó, volviendo a su realidad, una realidad donde era a Riki a quien se dirigía.
Pero ya era demasiado tarde para que el japonés lo pasara por alto.
-¿Eso es lo que crees, eh? ¿Qué puedes decirme tú..? -Park frunció el ceño y Yang observó al japonés con superioridad, cosa que al menor le hizo gracia y continuó. -Tu mentirita afecta a Sunoo, lo golpearon por tratar de ayudarte... ¿y te crees en posición de decirme qué sucede en mi vida? Presta atención a tu entorno primero.
-Riki, ya. -Jongseong no sabía qué hacer, sin darse cuenta estaba envuelto en una dañina discusión de dos supuestos mejores amigos. -Ambos deténganse, por favor, solo se están lastimando.
-No, Jay, Riki tiene razón. -La cara de Park cambió a una de completa confusión y desilusión. -No estoy en posición de hablar así, jamás la estuve, lo lamento contigo también, tengo que irme.
El castaño tomó su mochila del suelo y comenzó a avanzar, Park lo tomó por el brazo, forzándolo a enfrentarlo, pero el más bajo solo negó despacio con la cabeza y le dedicó una sonrisa triste.
Jay comprendió y lo dejó avanzar.
No quiero que desaparezcan tus estrellas.
(2/3)
Déjenle cositas bonitas a Sunoo en Weverse, por fa :c
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