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La alegría invadió a los presentes quienes pensaban que los tres chicos habían terminado la prueba juntos pero notaron que algo andaba mal, Samantha comenzó a gritar ante el insoportable dolor que su cuerpo sentía y Harry lloraba por su amigo quien había muerto.

— SAM!!! — Grito Julia al ver como su sobrina agonizaba en el suelo.

Las venas de su cuello comenzaron a tornarse oscuras y notorias preocupando a los presentes, el ministro ordeno a todos que permanecieran en sus asientos pero era demasiado tarde.
Oliver con preocupación cargo el cuerpo de la chica para llevarla al hospital.

— Resiste mi niña — Sollozaba Julia.

La chica ya no toleraba aquel dolor, creía que ese sería su final. La maldición comenzó a gobernar su cuerpo poco a poco debilitando a Samantha quien gritaba con desesperación deseando dejar de respirar en ese momento solo para dejar de sentir esa terrible sensación.

— Polly! Sacalos de aquí — Dijo Thomas quitando su saco.

Al acercarse a Samantha sintió su cuerpo hirviendo de la fiebre mientras que ese color oscuro viajaba por todas sus venas, Thomas inmediatamente supo que una maldición la estaba matando. Al poner su varita en la herida de su vientre la chica volvió a gritar negándose a que la ayudarán.

— Es la única forma, se que duele pero es lo único y necesito que resistas — Dijo Thomas acariciando la cabeza de Samantha.

— No, por favor, no — Lloraba la chica al saber que el dolor era peor.

Julia le rogo que lo intentara no podía dejarse vencer por un ser tan cruel como el señor tenebroso, ella debía luchar.

— Yo se que podrás, solo resiste cariño — Dijo el hombre.

Samantha asintió y presiono sus puños para aguantar el dolor pero a penas Thomas posicionó su varita en esa herida comenzó a temblar provocando lo mismo a su alrededor hasta que soltó un grito desgarrador cuando el señor Rosier dejo salir un hechizo sanador y contraatacó a la maldición.

— Tu puedes Sam! — Dijo Julia rogando por dentro que su sobrina estuviese bien.

Aquella maldición luchaba por quedarse en la sangre de Samantha pero Thomas no tenía las más mínimas intención en rendirse y al darle pelea logro con su objetivo. El lugar logro calmarse al igual que Butler quien quedó en aquella cama sintiéndose muy débil pero lo que vino a su mente fue Harry, solo le preocupaba el muchacho.

— Ha-harry...— Mcgonagall le ordeno que se mantuviera allí ella junto a Snape y Dumbledore irían por el muchacho.

Pomfrey inmediatamente se encargó de la chica colocando un suero en su mano para reponerla.
La rubia no tardó en abrazar a su niña y llenarla de besos, mientras agradecía por su vida.

— Jamás me dejes pequeña — Sollozo la mujer —. Oh Thomas, te debo mi vida.

Le agradeció por completo al hombre por haber ayudado a la chica sin importar que no fuese su familia pero Thomas le respondió que ya lo era y siempre que necesitará cuidaría de ella como sabía que si algún día le sucedía algo a él, Julia cuidaría de su Gryffin.

Madame Pomfrey se propuso a cuidar de la pelinegra mientras que Julia organizaba todo para regresar a casa, ante la autorización de Dumbledore dejo que la mujer se llevará a Samantha para que se recuperará mejor ya que ante la muerte de Cedric el castillo pasaba por su peor etapa.

— Me alegra saber que te irás a casa, allí estarás mejor — Dijo Oliver tomando la mano de su amada.

— Aún no puedo creer que Voldemort...— Wood la interrumpió.

— Olvídate de eso, Sami, debes estar bien y regresar esos recuerdos no te ayudará — El muchacho se arrodilló para quedar a su altura y verla a los ojos —. Debes estar bien para tu último año aquí en Hogwarts.

— Me encantaría disfrutarlo junto a tí — Ambos sonrieron.

— Prometo hablar con mis padres y llevarte a casa en vacaciones de invierno — Dijo el castaño —. Pero ahora mi hermosa chica, regresa a casa y descansa.

Recibió un beso por parte de su novio antes de irse fuera del hospital para que pudiese descansar antes que la llevarán a casa. Pero recibió la visita de sus amigos quienes estaban felices de verla mejorar, llevaron presentes como flores y dulces para mimarla.

— Bonitos golpes — Dijo Gryffin haciendo sonreír débilmente a la chica pero a lo que recibió un codazo por parte de Hermione —. Herms es un chiste.

— Uno no muy lindo — Respondió Hermione.

— A mi me gustó — Agrego George haciendo sonrojar a la pelirroja.

Harry le agradeció por mencionarlo mientras estaba en esa situación crítica, Dumbledore y los dos profesores llegaron justo a tiempo y descubrieron que Ojoloco Moody había sido secuestrado y Barty Crouch Jr bebia la poción multijugos para fingir ser Alastor, él lo había planeado todo para que el muchacho llegara a ese cementerio y lograr lo que logro, menos su muerte.

— Lamento no haber podido ayudar más — Dijo la pelinegra.

— No digas eso, te sacrificaste por mí en el torneo y hasta el último momento no me dejaste — Dijo Harry tomando su mano —. Realmente soy afortunado en tenerte, tal vez no seamos de la misma sangre pero te aprecio como mi hermana mayor.

Samantha sonrió ante ello y se alegro al oír esas palabras, también le dejo en claro que haría eso o más para protegerlo, y bueno no solo a él sino a los demás también porque nadie se metería con ellos mientras ella estuviese con viva.













[...]













La sensibilidad estaba pegada a ella, a penas puso un pie en su hogar rompió en llanto en tan solo pensar que si se rendía ya no podría sentir esa felicidad que invadía aquella casa y dejaría sola a la mujer quien cuido de ella cuando sus padres se sacrificaron para salvarla.

— Ya todo estará bien — Dijo la mujer sollozando junto a ella mientras la guiaba hacia su habitación.

La amargura y tristeza gobernaban en su corazón después de todo lo que había pasado, agradecía estar con vida para continuar con su “misión” pero ahora estando en casa era tiempo de descansar y tratar de ocultar esas heridas las cuales creía que sería difícil de sanar.

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