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Su cuerpo caía en las profundidades del océano, extendió su mano tratando de salir pero poco a poco se hundía más hasta que alguien la tomo.

— Tranquila, ya estás con nosotros — Edward estaba allí ayudando a su hija a unirse con ellos.

— Esto es un sueño... O estoy muerta — Susurro lo último al ver las vestimentas de sus padres y tía que eran blancas y que no estaban solos.

Muchos espíritus estaban allí, incluso el de Cedric quien le sonrió con cierta tristeza para luego continuar jugando con unos niños que reían alegremente sin ningún tipo de preocupación. Sus pies estaban en la orilla a un paso de llegar a sus padres y a Julia.

— Los extrañe como no tienen idea — Confesó Samantha al ver a los tres adultos quienes sonrieron con ternura.

Pero hicieron silencio cuando un hombre, para ser específicos el abuelo de Cassandra se hizo presente mientras sonreía con cierto orgullo a su bisnieta, extendió su mano lo cual la rubia dudo en aceptar pero ante la expresión de tranquilidad de su madre le trasmitió confianza.
Ambos se alejaron de los otros tres pero la chica continuaba tocando el agua con sus pies en cambio su bisabuelo no.

— Creo que has tenido la oportunidad de verme una vez — Ella asintió —. Soy Aiden, no he tenido el placer de presentarme en ese momento... Pero dime abuelo.

Aid... Digo abuelo, porque razón me convertí en un Horrocrux? — Pregunto sin rodeos.

— Verás, siempre fuiste un dolor de cabeza para Voldemort y por más que no lo haya admitido tenía cierto miedo a tu persona — Confesó Aiden —. Ví lo que ocurriría por esa razón permití que en algún enfrentamiento quitara una parte de él para volverlo más débil y lograr destruirlo, piensa que ha matado a su peor temor pero no es cierto tu lo destruiste a él dándole a entender que eres más poderosa que el señor tenebroso.

— Entonces ese era mi propósito... — El hombre la observo —. Proteger al elegido y morir para que la oscuridad no prevalezca en el mundo.

Aiden la acercó en un especie de pensadero pero en este se podía ver todo lo que estaba pasando en el castillo ante la batalla que estaban llevando a cabo. Samantha sintió cierta culpa al no poder hacer nada al respecto, llevo una de sus manos al collar que estaba intacto en su cuerpo y lo presiono ante la preocupación.

Gracias por esto, al menos logré disfrutar lo poco que me quedaba de vida — Dijo a lo que el hombre sonrió pero negó.

— No fue para avisarte cuánto tiempo te quedaba de vida — Dijo Aiden con tranquilidad —. Alguna vez escuchaste que la luz es eterna a pesar que haya tormentas en el camino, la luz siempre gana mi niña... Tu eres una parte de ella para muchos allí a fuera que en este momento están sintiendo que la oscuridad los está atrapando poco a poco hasta perder el equilibrio y caer ante ella, Samantha ese collar te traerá de vuelta si es lo que quieres pero las cosas cambiarán.

— De que manera? — Pregunto con cierto temor a su respuesta.

— Ya no tendrás los poderes que te entregué porque no hay necesidad de conservar el pasado — Dijo Aiden —. Y tu fiel compañero permanecerá aquí por haber cumplido con su misión...

Samantha volteó al escuchar ese rugido tan familiar y sonrió mientras sus lágrimas corrían sin intención de parar, Raksha se veía tan feliz y tranquilo en aquel lugar que no podía ser egoísta y decirle que regrese.

— Gracias por cuidarme — Dijo Samantha viendo a su tigre quien inclino un poco su cabeza y lamió la mano de la muchacha.

Su mente era un completo debate, la paz que se sentía en aquel lugar era indescriptible y lo mejor de todo es que estaba junto a sus padres, tía y Raksha. Pero luego vio a todos los que dejaba en el mundo y comenzó a pensar si necesitaban de ella realmente o podrían solo recordarla por las cosas que había hecho.

— Es tu decisión, y nosotros te apoyaremos siempre — Dijo Cassandra sonriendo un poco y luego extendiendo su mano para que su hija tomara la decisión que ella quisiera.

Si daba un paso hacia delante se quedaría en aquel lugar para siempre y no habría marcha atrás, descansando finalmente de todas sus pruebas que alguna vez tuvo. Con una mirada serena vio a los que estaban frente a ella pero dos melenas rojas se hicieron presentes

— Andrómeda, Serpent — Reconoció a la madre de su mejor amiga y su hermano.

— Veo que tomaste una decisión y se que es la correcta — Menciono la mujer mientras sonreía —. Cuida a mi pequeña.

Samantha asintió mientras le sonreía y veía como otras personas llegaban aquel lugar, supo que era momento de regresar para ayudar a sus amigos y que algún día podría regresar otra vez, cuando fuese su hora.

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