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Samantha no pego un ojo en toda la noche, sin que nadie la viese comenzó a plasmar todos sus sentimientos en las cartas que irían directo a Julia y Oliver, tal vez se volverían completamente locos al saber la noticia pero no podían hacer nada al respecto ella ya había tomado una decisión y no solo eso, también eran las leyes del torneo.
Luego de desahogarse en silencio vio como Rubí desaparecía entre la neblina de la noche y volvía a permanecer sola otra vez, con esos sentimientos a flor de piel pero se recordaba que era lo correcto y que su abuelo no le entrego en vano esos dones para que fuese una cobarde y el pobre niño muriese en ese torneo.

A la mañana siguiente en las clases no faltaron las miradas o susurros en la boca de los alumnos, Harry se llevaba la peor parte todos creían que había arrojado su nombre al cáliz con algún tipo de magia y que por su culpa Samantha debía enfrentarse a las adversidades, como lamentablemente Ron lo creía, el pelirrojo no tardó en expresar su enfado y decepción a pesar que estos dos trataron de abrirle los ojos al igual que Hermione y Gryffin quienes creyeron en la palabra de Potter a penas lo dijo.

— Siéntete afortunada — Dijo Lee al ver que llegaba un vociferador de Julia para Samantha.

La chica decidió abrirlo en su habitación antes que pasar vergüenza frente a todos. La mujer estaba furiosa por no haberle consultado al respecto y por otro lado la preocupación la invadía, le rogaba que convenciera a Albus en no dejarla participar pero ya era tarde para eso.
No tardó en llegar otra carta para ella y era de Oliver, el muchacho expresaba su preocupación por la decisión arriesgada que había tomado y un poco su molestia al ver que lo hizo por Harry, otra vez, pero Samantha debió recordarle que era su deber proteger de Potter.

— Sam, la profesora Mcgonagall te busca — Dijo Angelina a lo que Samantha dejo las cartas en su cajón y fue con la profesora.

La mujer estaba preocupada por ella, como todos, pero le daba su apoyo y creía que podría ganar el torneo o al menos salir viva de allí. La envío con Rita Skeeter quien tomaría algunas fotografías y entrevistaria a los participantes para el profeta.

— Hay que comenzar con la más joven del grupo — Dijo Rita tomando el brazo de Samantha para llevarla a un armario —. Te molesta si uso una pluma especial?

— No...— Fue lo único que Samantha dijo.

— Bien Samantha, eres una chica que sustituye a un niño de doce años con actitudes rebeldes.

— Creo que Harry tiene catorce — Corrigió.

— Acaso Harry Potter de doce años te obligo a participar?

— No me obligó a nada lo hice por mi voluntad y tiene catorce! — La mujer era tan irritante que Samantha quería salir de allí tan rápido como fuese posible.

No entendía para que estaba allí si Rita escribía lo que ella quería, a penas logro librarse de la periodista huyó como si su vida dependiera de ello simplemente su presencia ya la irritaba.

[...]

Samantha hablaba con Harry sobre la charla que había tenido con Sirius respecto al torneo creyendo que Igor Karkaroff o Barty Crouch no eran de confianza, el director de Durmstrang había sido un mortifago y según Black nadie deja de serlo por otro lado Bartemius había enviado a su propio hijo a las celdas de Azkaban.

— Harry no dejaré que nadie te haga daño, ya te lo he dicho muchas veces y tu lo sabes — Dijo la chica viendo como Neville atrapaba unas plantas acuáticas.

— Lo sé y es lo que me preocupa, al interferir te ganarás muchos enemigos Sam, debes tener el doble de cuidado en el torneo — Dijo Potter a lo que ella asintió.

En ese momento escucharon como alguien se acercaba, Harry sonrió un poco y saludo a la pelirroja, Gryffin Rosier.

— Hola Harry, Sam Hagrid me ha enviado a decirte que los está buscando y que deben llevar la capa — Dijo la pelirroja a lo que Samantha sonrió en forma de agradecimiento.

— Gracias Gryffin — Dijo la chica —. Que es lo que querrá?

Harry se encogió de hombros pero fue por su capa de invisibilidad mientras que Samantha permanecia hablando con Gryffin y Neville hasta que debieron regresar al castillo al ver que estaba anocheciendo.

Hagrid los guió hacia el bosque donde poco a poco comenzaron a oír diferentes sonidos que eran bastante aterradores, en un momento se escuchó la voz de la directora Madame Máxime quien llamaba al semi-gigante ahí los chicos se colocaron la capa de invisibilidad para seguir a la pareja, Harry expreso asco al ver que estos dos parecían estar enamorados y por otro lado Samantha reprimía su risa al ver a su amigo pero le causaba cierta ternura en los dos adultos.

— Harry mira...— Susurro al ver cómo varias personas corrían de allí para acá a lo que luego dejaron ver dragones.

Cuando Madame Máxime se alejo un poco Harry y Samantha se acercaron para ver más a las grandes criaturas.

— Dragones! Esa es la primer prueba — Dijo Harry a lo que Samantha comenzó a similar la idea de enfrentarse a un Dragón.

Hagrid intento animar a la pelinegra pero admitió que uno de los Dragones, para ser más específicos el colacuerno húngaro era el más temido.

— Los demás, lo saben?

— Igor estuvo aquí y pronto Fleur lo sabra — Dijo el semi-gigante.

— Y que hay de Cedric? — Pregunto Potter.

— No lo sabe — Confesó.

Los dos chicos estaban de acuerdo con avisarle al tejón sobre la primera prueba ya que sería injusto si solo ellos tres sabían sobre los dragones y él no.
Hagrid los envío otra vez al castillo antes que alguien notará la ausencia de los dos leones y también poder pasar tiempo con Madame Máxime.

Al día siguiente los alumnos comenzaron a prepararse para el torneo que estaba pronto a comenzar. Muchos crearon unos botones con las caras de Cedric, Samantha y Harry este último lo expresaban como “Potter Apesta” y los otros dos eran elección de cada uno, muchos llevaban el botón de Butler donde la apoyaban y otros a Diggory. 

— Cedric, podemos hablar? — Pregunto la pelinegra provocando que los amigos del susodicho comenzarán a silbar.

Al alejarse un poco la chica le menciono sobre los dragones y la primer prueba del campeonato.

— Gracias por avisarme Sam — Dijo Cedric sonriendo un poco —. Te debo una.

La chica iba responder pero al ver que los demás comenzaban a molestar a Harry fue con él regalando miradas fulminantes por doquier.

— Son unos idiotas — Dijo Samantha tratando de animar a su amigo.

Pero Harry estaba frustrado y más aún al saber que Ron había visto a los dragones y no había dicho nada al respecto, al ver al pelirrojo no dudo en expresar su enfado.

— Cuando entenderás que ninguno de los dos quiso participar — Dijo Harry cansado de las actitudes de Ron pero este se empeñaba en no creerles.

Para colmo Draco Malfoy acabo con la paciencia de Potter cuando menciono sobre la absurda apuesta que hizo con su padre.

— Habíamos apostado a que no durarias ni diez minutos, tuviste suerte que Samantha tomo tu lugar — Dijo a lo que su grupo comenzó a reír.

Harry lo enfrentó humillando al rubio pero este no permaneció tranquilo al contrario quería atacar a Potter, Samantha iba a impedirlo pero fue Ojoloco Moody quien lo hizo convirtiendo a Malfoy en un hurón. Los demás alumnos comenzaron a reír hasta que llegó Mcgonagall para ayudar al otro muchacho y regañar al profesor.

— Ustedes dos vengan conmigo — Ordeno a Harry y Samantha.

Los chicos se vieron entre sí pero fueron tras el profesor que los guió hasta la sala de DCAO.