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Luke tocaba la guitarra mientras que las otras dos jugaban al ajedrez mágico mientras estaban en la sala esperando a que alguien viniera a ocupar su lugar pero en un momento escucharon un pequeño alboroto allí a fuera provocando la curiosidad en ellos, Gryffin se encargó de ver lo que ocurría dejando a los otros dos confundidos.

— Detrás de mí, Luke — Dijo la rubia al levantarse y asomarse por la puerta.

Logro ver cómo las tres personas que estaban ausentes llegaron a lo que los demás se hicieron presentes para recibirlos con alegría. Butler sonrió al ver que John estaba bien y bastante contento al estar de regreso.

— Son los tíos de Gryffin y Michael — Dijo aliviando a Luke quien continuo tocando la guitarra.

Gryffin regreso a los pocos minutos con algo de beber para sus dos amigos y así poder soportar otra hora más en aquel lugar.
Fue Polly quien los sustituyó, Luke quería darse un baño para quitar todo aburrimiento de él y las dos chicas decidieron ir al cementerio asegurándose que nadie estaba cerca ya que estaban en el despacho de Thomas hablando con los recién llegados. Samantha se detuvo cuando noto las estatuas y fue un pequeño flash en su mente que la llevo nuevamente a sus sueños viendo aquel sitio.

— Vas a entrar o no? — Ella asintió siguiendo a Gryffin quien vio aquella estatua en forma de ángel.

— Sabes cuál es la clave? — Pregunto notando que debían decir una especie de clave para entrar.

— Claves — Corrigió —. Luego de entrar al cementerio y pasar la primera clave y que el ángel te permita pasar, hay una estatua, una bruja antigua, que te pide otra clave.

— Otra? — Pregunto con frustración.

— Una es “ bajo el Sol de media noche, brillara la penumbra y las mariposas nadarán hacia el inmenso cielo, donde mi cruz del norte descansa ” — Pronunció la pelirroja dejando confusa a la rubia.

— Nada de lo que dijiste tiene coherencia.

— Pregúntale a mi madre — Dijo con ironía.

— Y la otra? — Se cruzó de brazos viendo a su amiga.

— “ Viejas somos todas, más nunca lo suficiente. Una nace ya, con el poder de morir, bajo la puerta de cristal forjada en con el fuego de una estrella dormida ”.

— Odio a tú madre — Gryffin se encogió de hombros sin importancia e ingresaron al lugar —. Lumos!

Caminaron con cuidado de no caer guiándose por esa pequeña luz que las ayudaba a llegar pasando por todas esas seguridades que Andrómeda había creado para que nadie pudiese pasar con facilidad al conservar información muy importante, incluso para el ministerio pero ellas no leerian esas cosas solo querían saber el motivo que las llevaba hasta allí.

— El último y entramos oficialmente a la cripta — Dijo Gryffin soltando un suspiro para realizar aquel hechizo que su padre le había enseñado.

Las dos chicas entraron viendo cómo habían objetos y muchos papeles inclusive viejos pero que lograban mantenerse bastante bien, cada una fue por un lado tratando de encontrar el apellido o el nombre lo que sea de Samantha.

— Con estas cosas tengo el ministerio a mis pies — Dijo Gryffin a lo que Samantha miro mal —. Bien, perdón, me voy a enfocar.

Gryffin logro encontrar una caja que contenía el nombre de su amiga allí pero al tomarla las puertas se cerraron de golpe sobresaltando a las dos chicas aún así no le dieron mucha importancia solo querían ver lo que estaba allí dentro. Samantha con cuidado abrió esa pequeña caja que contenía un collar bastante peculiar pero que a su vez era muy lindo.

— Es tuyo, tómalo — Dijo Gryffin notando que tenía una carta bajo el collar.

Samantha creyó lo mismo que Gryffin, que solo era un collar y ya pero la rubia al tocar aquel diamante con sus dedos sintió como una corriente viajo hacia sus manos hasta su cabeza dónde al levantar su mirada se vio en otro sitio.

— La vida nos puede dar millones de pruebas — Escucho la voz de una mujer mientras que diferentes momentos se veían en su mente cuando se enfrentaba a Voldemort y sus poderes eran unidos —. Y en alguna de ellas debemos sacrificarnos — Vio como algo oscuro que representaba al señor tenebroso se unía a ella —. Para acabar con el sufrimiento.

Soltó aquel collar con miedo y un gran nudo en su pecho, Gryffin debió sostenerla pensando que entraría a una de esas crisis. Samantha comenzó a llorar de manera desgarradora dejando preocupada a su amiga quien no tenía idea el motivo del porque se había puesto de esa manera.

— Sam, cariño mírame — Dijo la pelirroja haciendo que ambas se sentarán en el suelo —. Que ocurrió? Sami háblame.

Ni siquiera sabía que decir simplemente pensarlo era horrible.

— Voldemort — Dijo viendo a la chica Rosier —. Él ha dejado parte de su alma en mí... Gryffin mi poder es un Horrocrux.

Quedó perpleja ante esa confesión pero ahora entendía el porque de aquel dolor que Samantha manifestaba a través de su llanto, la pelirroja comenzó a sollozar junto a ella al saber lo que podía ocurrir si querían destruir a Voldemort.

— Moriré Gryff... Moriré — Susurro mientras su amiga la acurrucaba en sus brazos.

— No Sami, tu no — Dijo de la misma manera y con gran tristeza.

No había manera de consolarla ya que era una noticia totalmente desgarradora incluso para Gryffin también en tan solo pensar que su amiga podría llegar a morir a causa de Lord Voldemort.

Las malas noticias continuaban, habían quedado encerradas en aquel lugar y no había forma de salir. El cansancio les indicaba que era tarde, muy tarde pero aún así creían que la familia las estaban buscando y estaban en lo cierto.
Quien noto la ausencia de las dos chicas fue Cygnus a la hora de la cena provocando que toda la familia buscarán a las dos chicas sin tener rastros de ellas en ningún lado, Thomas no perdió ni un segundo por esa razón envío a un grupo que buscará por toda la mansión incluyendo a fuera y a otro grupo fuera del campo de fuerza pero la noche ya había llegado en su total plenitud, y nadie sabía nada de las chicas.