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— Y soy su hija — Soltó de pronto viendo la sorpresiva reacción de sus padres.

Ambos se vieron entre sí sin tener la menor idea que decir pero Samantha les menciono varias cosas para que creyeran en ella. Edward estaba bastante pálido al igual que Cassandra pero no dudo en ir a los brazos de su hija y sollozar de emoción. Al verla más de cerca no cabía duda que era su primogénita, la mujer acaricio el rostro de la pelinegra mientras sonreía.

— Entonces tengo una hija, es mi hija — Dijo Edward con alegría provocando la risa de las dos mujeres —. Ahora entiendo porque eres idéntica a tu madre, ambas son hermosas.

Los tres se abrazaron como una familia feliz lo cual emocionaba a Samantha, cuánto necesitaba de ese abrazo en muchas ocasiones pero simplemente debía solo recordarlos en su mente. A pesar que no sabían sobre su venida estaban felices de verla.

— He venido a saber sobre esa tradición que persigue a nuestra familia, por favor — Dijo la pelinegra provocando que Cassandra se tensara.

Intento evadir aquel tema pero era la única persona quien diría todo por esa razón la confronto pidiendo las explicaciones necesarias, ya no podía mantener esa paciencia.

— Es peli...— Samantha la interrumpió.

— Es importante mamá, sino lo fuera no estaría aquí ahora — Dijo tomando sus manos —. Por favor dime.

Edward le dio su apoyo dejando que Cassandra realizará un hechizo en la torre de Astronomía para que nadie escuchará ya que era algo peligroso si alguien lo oía y divulgaba como un rumor común.

— Toda mi familia es sangre pura y nunca han cortado con esa tradición, la mayoría ha sido de Slytherin como en el caso de mis padres y abuelos paternos, pero mi abuelo tenía un corazón valiente y humilde algo que no se suele ver ya que son obligados a ocultar esa dulzura a causa de los prejuicios. En fin mi abuelo poseía dones extraordinarios y era su deber entregarlos a su primer nieto o nieta lo cual no fue así — Dijo Cassandra tomando un poco de valor para soltar la verdad —. Si ese poder llegaba a uno de nosotros causarían la muerte de muchos inocentes que no eran de sangre pura y también antes de morir se los ha entregado a alguien pero no sabemos aún a quien, dice a ver tenido una visión dónde el heredero de sus poderes atraviesa por diversas pruebas y su mundo está llena de caos por esa razón se salteo una generación.

Oliver y Samantha se vieron entre ellos entendiendo que ella era la heredera de esos “ poderes ” y que su actualidad habría mucho caos gracias a Voldemort.

— Él me ha preparado para lo que está por venir — Dijo Samantha casi en susurro —. Pero que hay de Harry?

— Tal vez sus padres saben algo al respecto — Dijo Oliver.

— También hablo de otra persona — Prosiguio —. Menciono sobre alguien que terminaría en destruir ese caos pero no podría solo por esa razón te entrego esa herencia, para que fueses su protectora.

Ahora todo encajaba en la cabeza de Samantha, recordó todas las situaciones dónde defendía con uñas y dientes a Harry Potter a pesar que su vida estuviese en riesgo, y en como aquella lengua creaba rechazo había sido creada para proteger el bien y finalmente acabar con la oscuridad.

— Ahora entiendo todo y por eso el odio de ya sabes quién — Menciono la chica encajando perfectamente las piezas de ese rompe cabezas.

Le agradeció a su madre por haber roto con esa regla en no hablar al respecto sobre su tradición y a pesar que deseaba estar junto a ellos eternamente el reloj giratiempos marcaba que quedaba poco tiempo, Cassandra antes que pudiesen marcharse se llevó a los chicos a la torre de Gryffindor dónde los hizo esperar mientras iba a su habitación.

— Eres novio de mi hija? Suena muy raro pero me gusta decir que tengo una hija — Dijo Edward haciendo sonreír a Samantha —. Perdón me desvíe del tema, eres o no?

— Así es ¿Señor? — Era una conversación algo extraña a decir verdad.

— Sí — Dijo con firmeza —. Creo que como todo padre te pediré que cuides de ella o prometo que te irá muy mal —. Samantha se aguantaba las ganas de reír —. Aún así se ve que eres buen muchacho pero mejor prevenir que lamentar.

— Prometo cuidarla con mi vida — Dijo abrazando a su chica.

En ese momento se hizo presente Cassandra quien le obsequio un brazalete a su hija que había sido suyo desde hace tiempo. Samantha dudo en aceptar ya que les explico que debía borrar ese momento de sus memorias pero ninguno acepto y le suplicaron que no lo haga.

— Prometemos que no diremos nada al respecto — Dijo Cassandra —. Déjame recordar a mi hermosa hija hasta mi último aliento de vida.

La chica no estaba del todo segura pero ante las súplicas de su madre les pidió que no comentaran nada al respecto o su futuro podía cambiar. Al saber que su promesa sería cumplida los abrazo nuevamente sintiendo ese calor de paternidad sobre ella provocando una que otra lágrima de alegría bajara por sus mejillas.

— Los amo — Dijo con profunda sinceridad.

— Nosotros a tí — Dijeron ambos.

Cuando se estaban por marchar de la sala común de Gryffindor un gato blanco con machas negras se hizo presente saltando a los brazos de Samantha.

— Raksha te presento a mi hija — Dijo Cassandra —. Al parecer te ha escogido, es un animal protector. Raksha es un pequeño tigre mágico, estará contigo siempre lo necesites y cuando estés en peligro el peleará por tí sin importar que... Y no te asustes a veces suele aparecerse de la nada en situaciones dónde necesites ayuda.

La chica volvió a sonreír y agradeció por todo lo que habían hecho por ella, y mientras se iba volteaba para verlos una última vez.

— Es tiempo de regresar — Dijo Oliver  besando la frente de Samantha —. Son buenas personas.

Ella asintió mientras se dirigían a la torre de Astronomía y volver a su actualidad. Pero en ese momento recordó algo y no dudo en sonreír.

— Hay algo que debemos hacer antes de acabar con esta aventura — Dijo la chica girando el reloj.

No le dio tiempo a Oliver de preguntar pero sabía que de todas formas él aceptaría.