🍂

Trataba de poner su atención a la clase pero era casi inevitable, más aún cuando algunos murmuraban sobre Black. En su mente pasaba la idea de hablar con Harry al respecto pero debía tener pruebas para que el muchacho le creyera.

— Puedo sentir nuevos cambios — Puso atención a la profesora Trelawney —. Tal vez son malas noticias, nono, el pasado y el presente se conectarán...que raro, tendrás una nueva mascota — Dijo para finalizar.

— Espere, sobre el pasado y presente habla sobre...— La mujer la interrumpió cuando obtuvo otra visión pero para otro de sus compañeros dejándola con una gran duda.

Angelina le dio una leve palmadita en el brazo tratando de animarla pero la chica simplemente soltó un leve suspiro y escucho las adivinaciones que la profesora tenía esperando poder hablar con ella, fue imposible ya que se centraba en otras cosas cuando levantaba su mano pidiendo la palabra. Luego la hora acabo enviando a los chicos a su última clase del día.

DCAO muchos como Samantha estaban entusiasmados, el profesor Remus Lupin le traía confianza a la pelinegra o eso es lo que él lograba trasmitir a los demás.
El hombre les dio la bienvenida a todos y les explico lo que harían en su primera clase.

— Un Boggart — Dijo Lee viendo como un armario era sacudido ocultando a la criatura que tenía dentro —. Se transforma en tu peor miedo.

— Muy bien señor Jordan, alguien sabe cómo enfrentar estas cosas? — Pregunto Lupin viendo a sus alumnos.

— La risa, señor — Respondió Samantha —. Al conjurar el hechizo quien lo haga debe pensar en algo gracioso y así logrará acabar con el Boggart.

— Excelente señorita Butler, excelente — Dijo el hombre —. Algún voluntario?

Muchos levantaron sus manos pero fue Remus quien escogió al saber que tendría que poner orden, señaló a Samantha y la invitó a pasar al frente mientras los demás se alejaban un poco esperando conocer el miedo de su compañera.

— Recuerdas el hechizo, verdad?

— Riddikulus — Dijo casi en voz baja a lo que él asintió.

Tenían la ventaja de haber estudiado sobre ello pero tenían cierto temor al nunca haberlo puesto en práctica por esa razón Lupin tomo su varita y se mantuvo junto a la pelinegra por si debía intervenir como lo hizo con Harry Potter.
Samantha respiro con cierta profundidad encontrando su mayor temor y algo que pudiese sustituir su miedo en risa.

— Lista? — Ella presiono un poco su varita y asintió.

Con un ligero movimiento Remus abrió el armario provocando que el Boggart dejara de moverse y se preparara para convertirse en el miedo de Samantha. La chica estuvo atenta pero al oír esos susurros en la lengua Parsel la desconcertó, el enojo sin que ella lo consintiera la invadió por completo y más aún cuando un gran Basilisco salió del armario con cierta rapidez asustando a todos, menos a la pelinegra quien reaccionó de otra forma y lanzó un hechizo en otra lengua que nunca había oído pero el Boggart se destruyó por completo dejando la clase sin práctica.
Todos quedaron en silencio, incluyendo el profesor Lupin pero debió reaccionar cuando la nariz de su alumna dejo caer una pequeña gota de sangre.

— Bien, la próxima clase podremos seguir ahora pueden retirarse — Dijo acercándose a la pelinegra —. Es mejor que te sientes.

La chica aún estaba sorprendida por su repentino accionar y sentía cierta vergüenza por ello, pero el profesor Lupin cuando los demás se marcharon no dudo en felicitarla.

— Jamás vi algo igual, Sam — Dijo el hombre sonriendo —. Ten, te sentirás mejor.

Le entrego un poco de chocolate para que se repusiera mientras él encontraba las palabras adecuadas para expresar el asombro que sentía en ese momento.

— Un basilisco, pensé que...— Ella lo interrumpió.

— Intento matarme pero pensé que tendría miedo, fue lo contrario, al oír esa lengua provoca algo en mí que no puedo controlarlo — Dijo Samantha con sinceridad —. Creía tener todo calculado, lo siento.

— Sentirlo? Porqué? Fue la mejor clase del mundo, supe que tenías un gran potencial pero no sabía que tanto. Ese hechizo destructor fue en otra lengua, me podrías decir en cuál?

— Lo haría con gusto pero ni siquiera se lo que dije — Admitió —. Y como es que sabía sobre mi “potencial” acaso me conocía antes?

El hombre le explicó que alguna vez fue cercano a sus padres en su juventud y que logro conocerla cuando era una bebé, con los dichos y con tan solo ver esos ojos celestes algo blancos sabía que tenía una gran misión que cumplir en este mundo.

— Fueron grandes personas.

— Gracias profesor, ojalá pudiese saber algo más sobre ellos y quitarme cada duda que hay en mi cabeza en estos momentos — Dijo la chica —. Cada vez que pregunto mis curiosidades crecen y no hay nada para detenerlas.

— Oí sobre el tiempo perfecto, cada cosa tendrá su respuesta a pesar que veamos lo contrario pero cuando suceda es porque es el momento perfecto, no pierdas las esperanzas y no dejes de buscar se que hallarás lo que buscas — Dijo Lupin con una pequeña sonrisa —. Por ahora ve a descansar necesito a mi alumna favorita bien para mis próximas clases.

Ambos sonrieron y la chica tomo sus cosas para marcharse del salón sin antes agradecer por la amabilidad que tuvo hacia ella. Se unió a los demás alumnos que salían de clases hasta ver a Hagrid quien estaba algo desanimado y Samantha creía saber el porque.

— Puedo acompañarte? — Las clases habían terminado por hoy así que deseaba pasar tiempo con su amigo.

— Hola pequeña Sam, como han estado tus clases?

Ambos comenzaron hablar sobre el nuevo comienzo y cuando la pelinegra menciono que estaba ansiosa por tener la clase del semi-gigante este pareció entristecerse.

— Quería enseñarles a Buckbeak pero Lucius Malfoy está haciendo hasta lo imposible para llevárselo — Dijo Hagrid desanimado.

— Hagrid me encantaría ayudarte en verdad pero no sabría como, lo único que puedo decirte es que debemos tener fe en que todo estará bien — Dijo con una pequeña sonrisa —. Puedo verlo?

Eso hizo alegrar a Hagrid, con entusiasmo llevo a Samantha al bosque encontrandose con el hermoso hipogrifo quien descansaba en el suelo.

— Ven quiero presentarte a una amiga — Dijo el semi-gigante.

La criatura se puso de pie asombrando a Samantha, ella permaneció quieta al saber que los hipogrifos eran seres extremadamente sensibles y podían ofenderse con facilidad si no los trataban como ellos querían. Pero fue Buckbeak quien se acercó a ella inclinándose en forma de respeto.

— Le agradas, y mucho.

La chica sonrió y levanto un poco su mano para tocar a la majestuosa criatura. Hagrid en ese momento le dijo que podía darle un pequeño paseo, ella asintió con gusto y se subió al hipogrifo.

— Diviértete — Dijo Hagrid sonriendo.

Buckbeak comenzó a volar provocando millones de sensaciones en el cuerpo de la chica, sentir el viento en su rostro era realmente sensacional se sentía libre por completo y más aún cuando cerro sus ojos, parecía que ninguna preocupación estaba con ella era todo lo contrario, la felicidad la abrazaba fuertemente.